Día 3 después de la primera aparición de la Brigada 731.
-Ya veo… ¿Tu deber también es ser un depredador sexual o eso lo haces gratuitamente?- los ojos de Jason se abrieron tanto como pudieron y su expresión se tornó ofendida.
-Yuri, esa es una acusación muy seria.- dijo Frank, igualmente sorprendido.
-Lo sé, amigo mío. Y afortunadamente me enteré antes de que Jason pudiera ejecutar la sentencia que le dio a Kae de abusar de ella. ¿O me lo vas a negar frente a tu Maestro?- el vigilante preguntó con desafío, los ojos dorados del NEXT supremos se clavaron en los del castaño, exigiendo una respuesta.
-No veo nada de malo en ello, si Deino ya se acostó con ella, ¿por qué no habría de hacerlo yo?- contestó furibundo, con la mandíbula apretada y con tintes de reto.
-Porque ella es una niña, imbécil. Y si llegas a tocarle tan sólo un cabello, juro ante Frank y Thanatos que va a ser lo último que hagas en vida.- respondió Yuri igualmente enojado y encendiéndose en su aura azul característica, furioso ante tanto cinismo y como nadie nunca lo había visto, ni siquiera Frank Martínez. Incluso Jason se sintió intimidado, dio un paso hacia atrás, tropezándose y cayendo sobre sus cuartos traseros.
-¡Basta!- exclamó el NEXT supremo, a lo que Yuri retrocedió y se obligó a tranquilizarse.- Por favor, Yuri, ve a investigar lo de la copia. Yo hablaré con Jason.-
-Frank, soy leal a ti, pero si este imbécil vuelve a tocar o intimidar de alguna manera a mis protegidos, me veré en la desafortunada necesidad de tomar cartas en el asunto.-
-No te preocupes por eso. Te aseguro que no volverá a pasar, me aseguraré de ello… cierra muy bien la puerta antes de salir.- la dorada mirada de Frank se tornó oscura y casi sanguinaria, volteó hacia Jason quien seguía en el piso con una expresión amarga y temerosa.- Él y yo vamos a conversar muy seriamente…-
-Te lo agradezco… amigo.- dijo, y volteó a ver una última vez al castaño con disgusto en la mirada, deseando que el castigo que ahora vendría, fuera lo más doloroso para él como fuera posible. Se colocó la máscara y salió de la oficina.
……………
-¿Qué sucedió ahí dentro?- preguntó Kaede, muy preocupada mientras juntaba los platos de la cena sobre la charola fuera de la bóveda de Deino.
-Escucha, voy a necesitar que seas extremadamente cautelosa de ahora en adelante. Ya leí el expediente de la Brigada 731 y por ahora, sólo podremos contar con lo que los héroes hagan con esa información. Permanece indiferente con respecto a ese tema ¿de acuerdo?- dijo Lunatic, y aún con su máscara se podía percibir su expresión de preocupación. La chica asintió, dispuesta a obedecer sus instrucciones sin rechistar, el vigilante la tomó por el brazo, ingresó nuevamente su código en la puerta de la bóveda y entraron para alejarse de oídos curiosos.- Ahora que estamos los tres, tengo que decirles lo que va a suceder ahora.-
-¿Está todo bien?- preguntó Deino, incómodo ante el tono de Yuri, quien se retiró la máscara y pasó su mano por entre sus cabellos, en una expresión de frustración.
-Voy a ser completamente sincero con ustedes, porque necesito que vayan haciéndose a la idea de que lo que nos espera desde este momento va a ser muy difícil.- les dijo el vigilante a las caras de los muchachos, que le miraban con preocupación y expectativa en la mirada.- Kae… cuando entraste a la oficina de Frank, ¿notaste que había un sensor en el marco de la puerta?- la chica lo pensó un momento.
-Sí, tenía una luz muy clara. Creo que es un sensor que activa la luz de la habitación ¿por qué?-
-Es un sensor de células NEXT. Frank sabe que alguien con poder de cambio de rostro y transmutación a arena estuvo en su oficina, también que se hizo una copia del expediente de los perfiles de la Brigada 731, como era de esperarse, ya fue notificado.- dijo con un pesado suspiro al final. El rostro de Origa Petrov se tornó más pálido de lo que ya era de por sí, reflejando a la perfección el nudo en el estómago y las náuseas que la noticia causó en Kaede Kaburagi.
-Entonces… ¿sabe que fui yo?- preguntó la chica con temor.
-Afortunadamente el ego de Frank es tan grande que no le permite concebir la idea de que alguien además de él, o su hermano, tengan la capacidad de poseer más de un poder, por lo que sospechan de dos personas, no una. Así que no estás en peligro, Jason quiso sembrar la sospecha de que pudieras haber sido tú, pero ya aclaré ese asunto. Les dije que ustedes dos son mis protegidos y que yo respondo por sus acciones. Es por eso que necesitas ser sumamente cautelosa de ahora en adelante, no puedes levantar ningún tipo de sospechas.- la voz de Yuri era imperativa, pero también muy protectora. La preocupación del hombre era genuina y Kaede lo comprendía. Ella asintió desesperadamente, limpiándose las lágrimas que ya empapaban sus mejillas.- Y sobre Jason, no tendrán que preocuparse más por él, ninguno de los dos. Frank se va a encargar de mantenerlo al margen.-
-Pero si no sospechan de Kae, los únicos con los mismos poderes son… Joseph y Carl.- decía Deino, dándose cuenta de la situación en la que eso dejaba a sus compañeros de grupo.
-Si ya sospechan de ellos, eso no va a terminar bien ¿cierto?- preguntó la chica con una desgarradora sensación de remordimiento.- Ellos van a pagar mis errores, por mi culpa los van a castigar… ¡No dejes que eso suceda! Por favor, te lo pido, Lunatic. Ayúdalos…- las lágrimas de Kaede se sentían terribles por la cantidad de sentimientos que éstas albergaban. Yuri sintió una punzada directo en el alma, tomó a la chica por los brazos, se hincó y la hizo verle a los ojos.
-Lo que hiciste fue un acto de gran valentía, Kae. Aunque tal vez no lo pareciera, estoy muy orgulloso de la iniciativa que tomaste, porque gracias a tus acciones, estoy seguro que los héroes acabarán esta guerra antes de que cobre más vidas NEXT y humanas. Fue algo muy arriesgado, no lo voy a negar, pero debido a ello al fin tenemos una posibilidad de ganar.- la chica asintió con mucha pesadez, intentando contener las lágrimas pero fallando al hacerlo. Yuri tomó aire de nuevo y suspiró, no era fácil explicarles lo que venía.- Hacer lo correcto, Kae, no siempre es fácil. Hay muchas cosas malas que suceden para poder lograr un bien mayor, y desafortunadamente, esta es una de esas ocasiones. Yo… voy a tener que tomar las vidas de Joseph y de Carl para que Frank no sospeche nada y podamos seguir con nuestro plan. A pesar de haber vivido como lo he hecho, de no ser ajeno a la sensación de tomar una vida, hoy me pesa terriblemente tener que hacerlo…-
Kaede y Deino se quedaron perplejos ante la imagen que tenían frente a ellos, no sabían cómo reaccionar ante el hombre frente a ellos. Yuri Petrov, quien en su papel de Lunatic tomaba las vidas de los criminales para enviarlas hacia su deidad y cimentar su supuesto camino de redención hacia su padre, lloraba arrodillado ante la joven imagen de su madre portada por la hija de Wild Tiger. Los adolescentes se miraron uno al otro. Deino que apenas podía mantenerse consciente, en un gran esfuerzo se levantó de su asiento y se arrodilló junto a Yuri para envolverlo en un abrazo. Kaede hizo lo mismo, tomó el rostro de Yuri y levantó su mentón para verle a los ojos con profundo cariño.
-Lamento haberte puesto en esta situación.- dijo mientras limpiaba una de las lágrimas del vigilante con el guante de su mano.
-Ustedes son la prueba que Thanatos me envía. Gracias a ustedes pude ver que el camino por el que caminaba no era el correcto. Me arrepiento profundamente de todos mis crímenes, y de los que voy a tener que cometer. Estaba tan ciego, arrebatando vidas que no me correspondía tomar como NEXT, sino juzgar como humano.-
-Aquí estaremos, cada vez que nos necesites, Lunatic. Apoyándote en lo mucho o poco que podamos hacer.- dijo Deino, con una expresión reconfortante ilustrada en su demacrado rostro.
-Lo que más me duele de todo esto, es que estoy traicionando al único y mejor amigo que he tenido jamás. Sé de primera mano que nada lo hará cambiar de opinión con respecto a sus planes o tomar otra dirección, sé que es lo suficientemente radical para morir por su causa, pero no significa que no sea doloroso estar elucubrando contraataques a su espalda. Y aunque él fue la única mano amiga que se me tendió en un momento de necesidad, su fracaso significa vida y prosperidad…-
-“Hacer lo correcto no siempre es fácil” ¿no?- dijo Kaede, parafraseándolo. Yuri sonrió tristemente.
-Thanatos habla con la verdad, y habla a través de ti.-
……………………….
Dolor. Uno muy profundo, pero no era por los golpes que laceraban sus costados, o por el ardor que sentía en los pómulos, ni siquiera por la herida abierta de su labio o la de su ceja que hacía que brotara abundante sangre. Eran las palabras de su Maestro lo que lastimaban a Jason. “¿Cómo pudiste?”, “Yuri Petrov es mi amigo desde antes de que nacieras”, “Él será mi sucesor si yo llegase a faltar”... ¿Cómo es que el NEXT Supremo no se diera cuenta del traidor que se paseaba con total libertad frente a sus narices? Jason lo tenía muy claro, y aunque él mismo no tenía ninguna prueba o evidencia en contra del vigilante, su sospecha era más que suficiente para inculparlo y a sus pequeños esbirros.
Además, se había interpuesto en sus planes con Kae. ¿Quién demonios se creía para decidir con quién podía involucrarse y con quién no? Jason siempre había estado interesado en las chicas considerablemente menores que él, y antes del declive de sus poderes, la muerte de su padre y su incursión en Ouroboros, sólo bastaba con hablarles bonito y decirles que eran “muy maduras para su edad”. Esa frase era infalible, y siempre caían rendidas a sus pies. Pero ahora todo era muy distinto, ya no era el pobrecito NEXT al que sus compañeros de curso molestaban en la cafetería, sino que ahora tenía un puesto importante y una posición de poder que pensaba explotar lo más que pudiera.
Ya ni tenía que perder el tiempo en hacer una labor de conquista, sino que simplemente una orden suya era suficiente como para que las jóvenes de doce a quince años de los grupos Noviembre 1, Sierra 1 y Tango 2, hicieran lo que se les comandaba.
-¡¿Me estás escuchando?!- bramó Frank, molesto mientras asestaba una patada recia a Jason, quien yacía en el piso perdido en sus propios pensamientos.- Ya sospechaba de tus conductas inapropiadas con algunas de las jóvenes de los grupos bajos, pero te prohíbo rotundamente acercarte de esa manera a la ahijada de Yuri… lo demás sigue siendo tu problema, pero no te busques conflictos con él, porque si lo haces, y te lo advierto de una vez, yo no voy a interceder por ti. ¿Está claro?-
-Maestro, yo sé que Yuri Petrov esconde algo…- decía Jason, convencido de cada palabra, pero un golpe en seco de Frank en la cara lo hizo callar.
-¡Es suficiente! No voy a permitir que intentes difamar al que fue, es y seguirá siendo creación de mi propia mano. No te voy a dar más explicaciones, y mucho menos justificarme ante ti. Sigue haciendo lo que quieras con quien quieras, pero a Yuri y sobre todo a mí, nos vas a mostrar el respeto que merecemos. Es mi última palabra sobre el tema. ¿Te queda claro o necesitaré otro segundo al mando?- finalizó el NEXT Supremo mientras tomaba asiento con indiferencia tras su escritorio.
-Sí, Maestro…- decía en un resignado jadeo, al mismo tiempo que intentaba ponerse de pie tras la golpiza que le acababan de propinar.
-Bien. Sal y dile a Yuri que una vez que ubique a los traidores, le diga a su ahijada que reúna a todos los militantes en el Vínculo. Vamos a hacer una ejecución pública, eso es lo que le sucede a cualquiera que se atreva a desafiarme ¿Estamos en lo correcto, cierto, Jason?.-
-Correcto, Maestro.- asintió pesadamente, intentando no pensar demasiado en la advertencia pasivo agresiva que recibía. Acto seguido, salió de la habitación, sosteniendo con dificultad su lacerado cuerpo.
Una vez recibidas sus instrucciones (e intentando mantenerse ecuánime ante el gusto que le provocaba ver a Jason malherido), Yuri ubicó de manera sigilosa a Joseph Hex y Carl Briyam. A pesar de que la situación le exigía comportarse como depredador, contrariamente se sentía la presa. En aras de mantener su fachada y comprarles a los héroes el máximo de tiempo que le fuera posible para planear y ejecutar un contraataque, tendría que tomar las vidas de dos hombres inocentes, porque si bien Yuri tenía entendido que anteriormente ambos se dedicaban a robos menores para su propia supervivencia, tenía claro que no se trataba de criminales o NEXTs fanáticos. Simplemente habían tenido una racha de malas decisiones y poca suerte por la vida.
Lunatic también hizo los preparativos necesarios junto a Kaede para reunir en el menor tiempo posible a la totalidad de militantes de Ouroboros dentro del Vínculo, expectante de lo que tendría que hacer. Sospechaba que Frank quería enviar un mensaje ejecutando a los dos NEXT en público, pero rezaba para que su corazonada no fuera más que eso.
El Vínculo estaba rebosante, se escuchaban ciertas voces preguntándose el motivo de la reunión a horas avanzadas de la noche, expectantes de la situación.
Repentinamente el silencio se hizo presente, todos mostrando respeto (y miedo en la mayoría de los casos) hacia Frank Martínez, quien entraba con paso firme pero calmado al Vínculo; cada paso que daba era galante y altivo, y despertaba cierto temor en casi todos los reunidos. Atravesó la cuasi congragación de NEXTs y llegó a su usual podio, Jason se colocó a un lado de él, junto con Lunatic y Kaede, quien veía con asombro el estado en el que se encontraba el castaño. Keyes volteó hacia ella y le dirigió una mirada furibunda. Aun cuando el vigilante le había prometido que Frank se aseguraría que no hubieran más roces entre el segundo al mando y ella, Kae sintió esa mirada como una sentencia.
-¿Algún problema, Jason?- preguntó fríamente Lunatic, sin despegar los ojos de la audiencia frente a ellos. El castaño se espabiló y dirigió su malévola mirada al vigilante.
-No sé lo que estén tramando tú y tus pequeños esbirros, pero lo voy a averiguar y entonces, el Maestro sabrá quién eres en verdad.- Yuri volteó tranquilamente, los ojos de la máscara de Lunatic se clavaron directo en los de Jason, quien se sintió intimidado pero logró disimularlo. Jason se acercó levemente y sonriendo, le susurró a la altura de la oreja.- Puede que hayas logrado engañarlo con toda esa basura sobre Thanatos, pero yo no soy ningún idiota, voy a desenmascararte… Juez.-
-Si lo que acabo de escuchar no lo malinterpreto y es, en efecto, una amenaza, entonces te exhorto enérgicamente a que hagas lo que tengas que hacer.- decía el vigilante en un tono bastante amable y cálido, se acercó igualmente a la oreja de Jason, y también le susurró una respuesta.- Rétame, y lo que Frank te hizo hoy serán cosquillas comparado con lo que te haré yo. Dame el gusto de matarte con mis propias manos.- la sonrisa del castaño se desvaneció enseguida, dejando una expresión de disgusto y temor. Ambos se irguieron y guardaron silencio ante las palabras de su Maestro.
-Compañeros, hermanos míos, hijos del Supremo Creador, benditos con el gen del ser evolucionado… Hoy me encuentro ante ustedes molesto y con el corazón roto. Ouroboros los ha acogido a muchos de ustedes en su momento más oscuro, en su situación de necesidad, y los recibimos como uno más de nuestra gloriosa estirpe. Les he curado los malestares, les refugié bajo un techo, les proveí cama, cobijo y alimento. Pero para algunos de ustedes eso no fue suficiente y decidieron escoger el camino de la traición, de la alianza humana… hemos descubierto a un par de lobos disfrazados de ovejas, dos traidores que caminan entre nosotros.- la gente hizo una expresión unísona de asombro, murmuraban por lo bajo y especulaban sobre las palabras de Frank, incrédulos ante el anuncio. El líder de Ouroboros le hizo una señal a Yuri para que se aproximara a él, y le preguntó en voz baja alejándose del micrófono de su podio.- ¿Encontraste la copia?-
-Sí, la tenían en un pendrive marcado, me encargué personalmente de destruirlo. Es altamente probable que sus intenciones hubieran sido venderlo a los héroes. De todos modos no veo caso interrogarles al respecto, sé que lo negarán todo y al final del día, nuestra victoria… tu victoria está asegurada.- dijo Yuri, con seguridad convincente para evitar que Frank hiciera hablar a los dos NEXTs inculpados, quienes no tenían ni la menor idea de lo que sucedía y estaban tan desconcertados como el resto. Martínez asintió sonriendo motivado por las palabras de su amigo, volvió a la altura del micrófono.
-Dos sujetos se infiltraron en mi oficina, que por sí solo, eso ya es un delito muy grave, pero no conformes con ello, realizaron una copia no permitida de un expediente muy importante con toda la intención de venderlo a la primera Liga de Héroes de Sternbild. ¿Ustedes creen, hermanos míos, que estos dos NEXT son dignos de seguir llamándose así? ¿Qué acaso son merecedores de respirar el mismo aire que nosotros?- una estrepitosa negativa sonó a través de todo el Vínculo, la gente gritaba y manoteaba enojada por la existencia de los traidores.- ¡Nuestro propósito jamás tendrá precio! Jason, trae ante mí a los traidores: ¡Joseph Hex y Carl Briyam!-
Al castaño se le olvidó por un momento lo lastimado que se encontraba y en su rostro se dibujó una sonrisa maquiavélica. Se irguió y caminó con paso depredador hasta uno de los extremos del Vínculo, donde a Joseph y Carl ya los rodeaban, empujándolos con miradas despectivas.
-¿Qué hiciste, Carl?- preguntaba temeroso Joseph, mientras se colocaban espalda con espalda para evitar un ataque trasero.
-Yo no hice nada, no sé qué está pasando…- contestó su amigo, recibiendo una patada de algún NEXT molesto de alrededor. Ambos temblaban ignorantes de su situación, sintiendo el desprecio y la estridente hostilidad hacia ellos.
De entre la furibunda multitud, Jason se abría paso con maldad en la mirada y sed de sangre, alzó ambos brazos apuntando directamente a los hombres y colocó campos de fuerza alrededor de sus cuellos lo suficientemente tensos para hacerlos levitar en el aire entre la gente, quienes les arrojaban basura y les escupían conforme iban avanzando hasta el frente del Vínculo, forcejeando fútilmente con la invisible fuerza que les impedía respirar. Una vez colocados en el centro del escenario, Jason fijó su mirada en los dos hombres que tenía su merced, se retorcían en un intento por liberarse del agarre, el castaño se dirigió a Frank, casi salivando.
-Maestro, pido tu permiso y tu bendición para asesinar a estas escorias.- la mirada de Keyes era vacía, su mente estaba elevada hacia el profundo éxtasis que le provocaba el sufrimiento de los demás. Su Maestro le miró sonriente, y lo devolvió súbitamente a la realidad.
-Tu papel aquí, es simplemente sostener a estos traidores mientras se enfrentan a las consecuencias de su desafío hacia mí.- Keyes se sintió avergonzado y enfurecido ante la respuesta de Frank, se resignó a su mediocre participación y miró con desprecio a Lunatic, quien seguía al costado del NEXT Supremo. Éste se aclaró la garganta y se acercó al micrófono.- Pero mis hermanos, no se aflijan, que de todo lo malo, el Creador nos da la oportunidad de aprovechar la enseñanza y el aprendizaje para convertirlo en posibilidades y hechos. Hoy, con el descubrimiento de este par de sanguijuelas, he decidido darle a mi mejor amigo el papel que siempre ha merecido: Lunatic, a partir de este momento eres el Ejecutor Supremo. A través de ti, el Creador y yo plasmaremos nuestra visión de esta nueva era. Tú serás el hierro con el que se forjará el nuevo mundo. Ouroboros… ¡Arrodíllense ante mí y ante su nuevo Ejecutor Supremo!-
La multitud obedeció al unísono y se arrodilló ante las dos figuras más poderosas que Ouroboros les presentaba, mostrando respeto y bastante temor. Lunatic hizo lo propio, se arrodilló ante el Maestro.
-Gracias por este honor, juro por mi vida que no te defraudaré.- decía mientras sentía cómo sus interiores ardían ante la traición que cometía.
-Júramelo… por Thanatos.- respondió Frank, secamente. Yuri sintió una punzada en el estómago, jurar en nombre de su fe era algo que no podía hacer, y Frank sabía muy bien que eso lo condicionaría estrictamente al propósito que tenía planeado para él como Ejecutor Supremo. “Perdóname, señor” pensó para sus adentros y continuo, ahogando una lágrima.
-Te lo juro, por Thanatos. Que dedicaré mi vida a tu visión.-
-Excelente, porque esta es tu prueba final, mi amigo…- dijo en voz baja, para después girarse hacia la audiencia, arrodillada aún y expectante.- Lunatic, envía estas almas hacia el Creador. ¡Que reciban justo castigo en el reino eterno! ¡Que expíen sus pecados ante la divinidad misma! ¡Que ardan!-
Yuri se levantó de golpe, sentía un hueco en su interior, su respiración comenzaba a hiperventilar pero se obligó a calmarse. Una mezcla de sentimientos arrasó con su cabeza, enojo, frustración, culpa, desolación… se encendió en un violento azul, el calor que sus flamas desprendían se podía sentir en toda la extensión del Vínculo. “Lo siento tanto…” pensó antes de concentrar en su palma una llama tan ardiente que inclusive a él le quemaba.
Entre más intenso el fuego, sería menos el tiempo de martirio al que sometería a los dos inocentes que colgaban con desesperación sobre ellos. Lanzó la llamarada, los gritos de los hombres era desgarrador, pero la vista era aún peor.
Kaede, desde un costado del escenario veía cómo la carne se desprendía de los cuerpos, pero el calor hacía que se volviera ceniza casi enseguida, los rostros de los hombres se desfiguraron en una expresión de dolor e incertidumbre y sus restos sólo volaban entre las corrientes de viento dentro del Vínculo. En realidad, la ejecución fue muy rápida, pero los segundos por alguna razón corrían más lento, casi eternos en acabar, o al menos así le pareció a la chica.
La joven Kaburagi cubrió sus ojos con sus manos, intentando deshacerse de la imagen mental que parecía haberse tatuado en su subconsciente.
-Eso no es nada comparado con lo que te haré cuando descubra cuál es tu juego. Disfruta mientras aún tienes a tu perro guardián cuidándote las espaldas.- le dijo Jason en voz baja, riendo entretenido ante la expresión de horror de la chica.
-Mañana será nuestro día, Ouroboros. ¡Mañana, Sternbild caerá sometida ante la evolución! ¡La tentación susurra con ganas de revolución…!- gritó Frank, excitado ante su proclamación.
-¡… y nosotros seremos quienes lleven el estandarte!- exclamó la multitud.