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viernes, 26 de marzo de 2021

Su Majestad: Rey(na) de los Héroes. Capítulo 37: La traición al Fariseo Parte II

 Día 3 después de la primera aparición de la Brigada 731.


-Ya veo… ¿Tu deber también es ser un depredador sexual o eso lo haces gratuitamente?- los ojos de Jason se abrieron tanto como pudieron y su expresión se tornó ofendida.

-Yuri, esa es una acusación muy seria.- dijo Frank, igualmente sorprendido.

-Lo sé, amigo mío. Y afortunadamente me enteré antes de que Jason pudiera ejecutar la sentencia que le dio a Kae de abusar de ella. ¿O me lo vas a negar frente a tu Maestro?- el vigilante preguntó con desafío, los ojos dorados del NEXT supremos se clavaron en los del castaño, exigiendo una respuesta.

-No veo nada de malo en ello, si Deino ya se acostó con ella, ¿por qué no habría de hacerlo yo?- contestó furibundo, con la mandíbula apretada y con tintes de reto.

-Porque ella es una niña, imbécil. Y si llegas a tocarle tan sólo un cabello, juro ante Frank y Thanatos que va a ser lo último que hagas en vida.- respondió Yuri igualmente enojado y encendiéndose en su aura azul característica, furioso ante tanto cinismo y como nadie nunca lo había visto, ni siquiera Frank Martínez. Incluso Jason se sintió intimidado, dio un paso hacia atrás, tropezándose y cayendo sobre sus cuartos traseros.

-¡Basta!- exclamó el NEXT supremo, a lo que Yuri retrocedió y se obligó a tranquilizarse.- Por favor, Yuri, ve a investigar lo de la copia. Yo hablaré con Jason.-

-Frank, soy leal a ti, pero si este imbécil vuelve a tocar o intimidar de alguna manera a mis protegidos, me veré en la desafortunada necesidad de tomar cartas en el asunto.-

-No te preocupes por eso. Te aseguro que no volverá a pasar, me aseguraré de ello… cierra muy bien la puerta antes de salir.- la dorada mirada de Frank se tornó oscura y casi sanguinaria, volteó hacia Jason quien seguía en el piso con una expresión amarga y temerosa.- Él y yo vamos a conversar muy seriamente…-

-Te lo agradezco… amigo.- dijo, y volteó a ver una última vez al castaño con disgusto en la mirada, deseando que el castigo que ahora vendría, fuera lo más doloroso para él como fuera posible. Se colocó la máscara y salió de la oficina.


……………


-¿Qué sucedió ahí dentro?- preguntó Kaede, muy preocupada mientras juntaba los platos de la cena sobre la charola fuera de la bóveda de Deino.

-Escucha, voy a necesitar que seas extremadamente cautelosa de ahora en adelante. Ya leí el expediente de la Brigada 731 y por ahora, sólo podremos contar con lo que los héroes hagan con esa información. Permanece indiferente con respecto a ese tema ¿de acuerdo?- dijo Lunatic, y aún con su máscara se podía percibir su expresión de preocupación. La chica asintió, dispuesta a obedecer sus instrucciones sin rechistar, el vigilante la tomó por el brazo, ingresó nuevamente su código en la puerta de la bóveda y entraron para alejarse de oídos curiosos.- Ahora que estamos los tres, tengo que decirles lo que va a suceder ahora.-

-¿Está todo bien?- preguntó Deino, incómodo ante el tono de Yuri, quien se retiró la máscara y pasó su mano por entre sus cabellos, en una expresión de frustración.

-Voy a ser completamente sincero con ustedes, porque necesito que vayan haciéndose a la idea de que lo que nos espera desde este momento va a ser muy difícil.- les dijo el vigilante a las caras de los muchachos, que le miraban con preocupación y expectativa en la mirada.- Kae… cuando entraste a la oficina de Frank, ¿notaste que había un sensor en el marco de la puerta?- la chica lo pensó un momento.

-Sí, tenía una luz muy clara. Creo que es un sensor que activa la luz de la habitación ¿por qué?-

-Es un sensor de células NEXT. Frank sabe que alguien con poder de cambio de rostro y transmutación a arena estuvo en su oficina, también que se hizo una copia del expediente de los perfiles de la Brigada 731, como era de esperarse, ya fue notificado.- dijo con un pesado suspiro al final. El rostro de Origa Petrov se tornó más pálido de lo que ya era de por sí, reflejando a la perfección el nudo en el estómago y las náuseas que la noticia causó en Kaede Kaburagi.

-Entonces… ¿sabe que fui yo?- preguntó la chica con temor.

-Afortunadamente el ego de Frank es tan grande que no le permite concebir la idea de que alguien además de él, o su hermano, tengan la capacidad de poseer más de un poder, por lo que sospechan de dos personas, no una. Así que no estás en peligro, Jason quiso sembrar la sospecha de que pudieras haber sido tú, pero ya aclaré ese asunto. Les dije que ustedes dos son mis protegidos y que yo respondo por sus acciones. Es por eso que necesitas ser sumamente cautelosa de ahora en adelante, no puedes levantar ningún tipo de sospechas.- la voz de Yuri era imperativa, pero también muy protectora. La preocupación del hombre era genuina y Kaede lo comprendía. Ella asintió desesperadamente, limpiándose las lágrimas que ya empapaban sus mejillas.- Y sobre Jason, no tendrán que preocuparse más por él, ninguno de los dos. Frank se va a encargar de mantenerlo al margen.-

-Pero si no sospechan de Kae, los únicos con los mismos poderes son… Joseph y Carl.- decía Deino, dándose cuenta de la situación en la que eso dejaba a sus compañeros de grupo.

-Si ya sospechan de ellos, eso no va a terminar bien ¿cierto?- preguntó la chica con una desgarradora sensación de remordimiento.- Ellos van a pagar mis errores, por mi culpa los van a castigar… ¡No dejes que eso suceda! Por favor, te lo pido, Lunatic. Ayúdalos…- las lágrimas de Kaede se sentían terribles por la cantidad de sentimientos que éstas albergaban. Yuri sintió una punzada directo en el alma, tomó a la chica por los brazos, se hincó y la hizo verle a los ojos.

-Lo que hiciste fue un acto de gran valentía, Kae. Aunque tal vez no lo pareciera, estoy muy orgulloso de la iniciativa que tomaste, porque gracias a tus acciones, estoy seguro que los héroes acabarán esta guerra antes de que cobre más vidas NEXT y humanas. Fue algo muy arriesgado, no lo voy a negar, pero debido a ello al fin tenemos una posibilidad de ganar.- la chica asintió con mucha pesadez, intentando contener las lágrimas pero fallando al hacerlo. Yuri tomó aire de nuevo y suspiró, no era fácil explicarles lo que venía.- Hacer lo correcto, Kae, no siempre es fácil. Hay muchas cosas malas que suceden para poder lograr un bien mayor, y desafortunadamente, esta es una de esas ocasiones. Yo… voy a tener que tomar las vidas de Joseph y de Carl para que Frank no sospeche nada y podamos seguir con nuestro plan. A pesar de haber vivido como lo he hecho, de no ser ajeno a la sensación de tomar una vida, hoy me pesa terriblemente tener que hacerlo…-


Kaede y Deino se quedaron perplejos ante la imagen que tenían frente a ellos, no sabían cómo reaccionar ante el hombre frente a ellos. Yuri Petrov, quien en su papel de Lunatic tomaba las vidas de los criminales para enviarlas hacia su deidad y cimentar su supuesto camino de redención hacia su padre, lloraba arrodillado ante la joven imagen de su madre portada por la hija de Wild Tiger. Los adolescentes se miraron uno al otro. Deino que apenas podía mantenerse consciente, en un gran esfuerzo se levantó de su asiento y se arrodilló junto a Yuri para envolverlo en un abrazo. Kaede hizo lo mismo, tomó el rostro de Yuri y levantó su mentón para verle a los ojos con profundo cariño.

-Lamento haberte puesto en esta situación.- dijo mientras limpiaba una de las lágrimas del vigilante con el guante de su mano.

-Ustedes son la prueba que Thanatos me envía. Gracias a ustedes pude ver que el camino por el que caminaba no era el correcto. Me arrepiento profundamente de todos mis crímenes, y de los que voy a tener que cometer. Estaba tan ciego, arrebatando vidas que no me correspondía tomar como NEXT, sino juzgar como humano.-

-Aquí estaremos, cada vez que nos necesites, Lunatic. Apoyándote en lo mucho o poco que podamos hacer.- dijo Deino, con una expresión reconfortante ilustrada en su demacrado rostro.

-Lo que más me duele de todo esto, es que estoy traicionando al único y mejor amigo que he tenido jamás. Sé de primera mano que nada lo hará cambiar de opinión con respecto a sus planes o tomar otra dirección, sé que es lo suficientemente radical para morir por su causa, pero no significa que no sea doloroso estar elucubrando contraataques a su espalda. Y aunque él fue la única mano amiga que se me tendió en un momento de necesidad, su fracaso significa vida y prosperidad…-

-“Hacer lo correcto no siempre es fácil” ¿no?- dijo Kaede, parafraseándolo. Yuri sonrió tristemente.

-Thanatos habla con la verdad, y habla a través de ti.-


……………………….


Dolor. Uno muy profundo, pero no era por los golpes que laceraban sus costados, o por el ardor que sentía en los pómulos, ni siquiera por la herida abierta de su labio o la de su ceja que hacía que brotara abundante sangre. Eran las palabras de su Maestro lo que lastimaban a Jason. “¿Cómo pudiste?”, “Yuri Petrov es mi amigo desde antes de que nacieras”, “Él será mi sucesor si yo llegase a faltar”... ¿Cómo es que el NEXT Supremo no se diera cuenta del traidor que se paseaba con total libertad frente a sus narices? Jason lo tenía muy claro, y aunque él mismo no tenía ninguna prueba o evidencia en contra del vigilante, su sospecha era más que suficiente para inculparlo y a sus pequeños esbirros.

Además, se había interpuesto en sus planes con Kae. ¿Quién demonios se creía para decidir con quién podía involucrarse y con quién no? Jason siempre había estado interesado en las chicas considerablemente menores que él, y antes del declive de sus poderes, la muerte de su padre y su incursión en Ouroboros, sólo bastaba con hablarles bonito y decirles que eran “muy maduras para su edad”. Esa frase era infalible, y siempre caían rendidas a sus pies. Pero ahora todo era muy distinto, ya no era el pobrecito NEXT al que sus compañeros de curso molestaban en la cafetería, sino que ahora tenía un puesto importante y una posición de poder que pensaba explotar lo más que pudiera.

Ya ni tenía que perder el tiempo en hacer una labor de conquista, sino que simplemente una orden suya era suficiente como para que las jóvenes de doce a quince años de los grupos Noviembre 1, Sierra 1 y Tango 2, hicieran lo que se les comandaba.

-¡¿Me estás escuchando?!- bramó Frank, molesto mientras asestaba una patada recia a Jason, quien yacía en el piso perdido en sus propios pensamientos.- Ya sospechaba de tus conductas inapropiadas con algunas de las jóvenes de los grupos bajos, pero te prohíbo rotundamente acercarte de esa manera a la ahijada de Yuri… lo demás sigue siendo tu problema, pero no te busques conflictos con él, porque si lo haces, y te lo advierto de una vez, yo no voy a interceder por ti. ¿Está claro?-

-Maestro, yo sé que Yuri Petrov esconde algo…- decía Jason, convencido de cada palabra, pero un golpe en seco de Frank en la cara lo hizo callar.

-¡Es suficiente! No voy a permitir que intentes difamar al que fue, es y seguirá siendo creación de mi propia mano. No te voy a dar más explicaciones, y mucho menos justificarme ante ti. Sigue haciendo lo que quieras con quien quieras, pero a Yuri y sobre todo a mí, nos vas a mostrar el respeto que merecemos. Es mi última palabra sobre el tema. ¿Te queda claro o necesitaré otro segundo al mando?- finalizó el NEXT Supremo mientras tomaba asiento con indiferencia tras su escritorio.

-Sí, Maestro…- decía en un resignado jadeo, al mismo tiempo que intentaba ponerse de pie tras la golpiza que le acababan de propinar.

-Bien. Sal y dile a Yuri que una vez que ubique a los traidores, le diga a su ahijada que reúna a todos los militantes en el Vínculo. Vamos a hacer una ejecución pública, eso es lo que le sucede a cualquiera que se atreva a desafiarme ¿Estamos en lo correcto, cierto, Jason?.-

-Correcto, Maestro.- asintió pesadamente, intentando no pensar demasiado en la advertencia pasivo agresiva que recibía. Acto seguido, salió de la habitación, sosteniendo con dificultad su lacerado cuerpo.



Una vez recibidas sus instrucciones (e intentando mantenerse ecuánime ante el gusto que le provocaba ver a Jason malherido), Yuri ubicó de manera sigilosa a Joseph Hex y Carl Briyam. A pesar de que la situación le exigía comportarse como depredador, contrariamente se sentía la presa. En aras de mantener su fachada y comprarles a los héroes el máximo de tiempo que le fuera posible para planear y ejecutar un contraataque, tendría que tomar las vidas de dos hombres inocentes, porque si bien Yuri tenía entendido que anteriormente ambos se dedicaban a robos menores para su propia supervivencia, tenía claro que no se trataba de criminales o NEXTs fanáticos. Simplemente habían tenido una racha de malas decisiones y poca suerte por la vida.

Lunatic también hizo los preparativos necesarios junto a Kaede para reunir en el menor tiempo posible a la totalidad de militantes de Ouroboros dentro del Vínculo, expectante de lo que tendría que hacer. Sospechaba que Frank quería enviar un mensaje ejecutando a los dos NEXT en público, pero rezaba para que su corazonada no fuera más que eso.

El Vínculo estaba rebosante, se escuchaban ciertas voces preguntándose el motivo de la reunión a horas avanzadas de la noche, expectantes de la situación.

Repentinamente el silencio se hizo presente, todos mostrando respeto (y miedo en la mayoría de los casos) hacia Frank Martínez, quien entraba con paso firme pero calmado al Vínculo; cada paso que daba era galante y altivo, y despertaba cierto temor en casi todos los reunidos. Atravesó la cuasi congragación de NEXTs y llegó a su usual podio, Jason se colocó a un lado de él, junto con Lunatic y Kaede, quien veía con asombro el estado en el que se encontraba el castaño. Keyes volteó hacia ella y le dirigió una mirada furibunda. Aun cuando el vigilante le había prometido que Frank se aseguraría que no hubieran más roces entre el segundo al mando y ella, Kae sintió esa mirada como una sentencia.

-¿Algún problema, Jason?- preguntó fríamente Lunatic, sin despegar los ojos de la audiencia frente a ellos. El castaño se espabiló y dirigió su malévola mirada al vigilante.

-No sé lo que estén tramando tú y tus pequeños esbirros, pero lo voy a averiguar y entonces, el Maestro sabrá quién eres en verdad.- Yuri volteó tranquilamente, los ojos de la máscara de Lunatic se clavaron directo en los de Jason, quien se sintió intimidado pero logró disimularlo. Jason se acercó levemente y sonriendo, le susurró a la altura de la oreja.- Puede que hayas logrado engañarlo con toda esa basura sobre Thanatos, pero yo no soy ningún idiota, voy a desenmascararte… Juez.-

-Si lo que acabo de escuchar no lo malinterpreto y es, en efecto, una amenaza, entonces te exhorto enérgicamente a que hagas lo que tengas que hacer.- decía el vigilante en un tono bastante amable y cálido, se acercó igualmente a la oreja de Jason, y también le susurró una respuesta.- Rétame, y lo que Frank te hizo hoy serán cosquillas comparado con lo que te haré yo. Dame el gusto de matarte con mis propias manos.- la sonrisa del castaño se desvaneció enseguida, dejando una expresión de disgusto y temor. Ambos se irguieron y guardaron silencio ante las palabras de su Maestro.


-Compañeros, hermanos míos, hijos del Supremo Creador, benditos con el gen del ser evolucionado… Hoy me encuentro ante ustedes molesto y con el corazón roto. Ouroboros los ha acogido a muchos de ustedes en su momento más oscuro, en su situación de necesidad, y los recibimos como uno más de nuestra gloriosa estirpe. Les he curado los malestares, les refugié bajo un techo, les proveí cama, cobijo y alimento. Pero para algunos de ustedes eso no fue suficiente y decidieron escoger el camino de la traición, de la alianza humana… hemos descubierto a un par de lobos disfrazados de ovejas, dos traidores que caminan entre nosotros.- la gente hizo una expresión unísona de asombro, murmuraban por lo bajo y especulaban sobre las palabras de Frank, incrédulos ante el anuncio. El líder de Ouroboros le hizo una señal a Yuri para que se aproximara a él, y le preguntó en voz baja alejándose del micrófono de su podio.- ¿Encontraste la copia?-

-Sí, la tenían en un pendrive marcado, me encargué personalmente de destruirlo. Es altamente probable que sus intenciones hubieran sido venderlo a los héroes. De todos modos no veo caso interrogarles al respecto, sé que lo negarán todo y al final del día, nuestra victoria… tu victoria está asegurada.- dijo Yuri, con seguridad convincente para evitar que Frank hiciera hablar a los dos NEXTs inculpados, quienes no tenían ni la menor idea de lo que sucedía y estaban tan desconcertados como el resto. Martínez asintió sonriendo motivado por las palabras de su amigo, volvió a la altura del micrófono.

-Dos sujetos se infiltraron en mi oficina, que por sí solo, eso ya es un delito muy grave, pero no conformes con ello, realizaron una copia no permitida de un expediente muy importante con toda la intención de venderlo a la primera Liga de Héroes de Sternbild. ¿Ustedes creen, hermanos míos, que estos dos NEXT son dignos de seguir llamándose así? ¿Qué acaso son merecedores de respirar el mismo aire que nosotros?- una estrepitosa negativa sonó a través de todo el Vínculo, la gente gritaba y manoteaba enojada por la existencia de los traidores.- ¡Nuestro propósito jamás tendrá precio! Jason, trae ante mí a los traidores: ¡Joseph Hex y Carl Briyam!-


Al castaño se le olvidó por un momento lo lastimado que se encontraba y en su rostro se dibujó una sonrisa maquiavélica. Se irguió y caminó con paso depredador hasta uno de los extremos del Vínculo, donde a Joseph y Carl ya los rodeaban, empujándolos con miradas despectivas.

-¿Qué hiciste, Carl?- preguntaba temeroso Joseph, mientras se colocaban espalda con espalda para evitar un ataque trasero.

-Yo no hice nada, no sé qué está pasando…- contestó su amigo, recibiendo una patada de algún NEXT molesto de alrededor. Ambos temblaban ignorantes de su situación, sintiendo el desprecio y la estridente hostilidad hacia ellos.

De entre la furibunda multitud, Jason se abría paso con maldad en la mirada y sed de sangre, alzó ambos brazos apuntando directamente a los hombres y colocó campos de fuerza alrededor de sus cuellos lo suficientemente tensos para hacerlos levitar en el aire entre la gente, quienes les arrojaban basura y les escupían conforme iban avanzando hasta el frente del Vínculo, forcejeando fútilmente con la invisible fuerza que les impedía respirar. Una vez colocados en el centro del escenario, Jason fijó su mirada en los dos hombres que tenía su merced, se retorcían en un intento por liberarse del agarre, el castaño se dirigió a Frank, casi salivando.

-Maestro, pido tu permiso y tu bendición para asesinar a estas escorias.- la mirada de Keyes era vacía, su mente estaba elevada hacia el profundo éxtasis que le provocaba el sufrimiento de los demás. Su Maestro le miró sonriente, y lo devolvió súbitamente a la realidad.

-Tu papel aquí, es simplemente sostener a estos traidores mientras se enfrentan a las consecuencias de su desafío hacia mí.- Keyes se sintió avergonzado y enfurecido ante la respuesta de Frank, se resignó a su mediocre participación y miró con desprecio a Lunatic, quien seguía al costado del NEXT Supremo. Éste se aclaró la garganta y se acercó al micrófono.- Pero mis hermanos, no se aflijan, que de todo lo malo, el Creador nos da la oportunidad de aprovechar la enseñanza y el aprendizaje para convertirlo en posibilidades y hechos. Hoy, con el descubrimiento de este par de sanguijuelas, he decidido darle a mi mejor amigo el papel que siempre ha merecido: Lunatic, a partir de este momento eres el Ejecutor Supremo. A través de ti, el Creador y yo plasmaremos nuestra visión de esta nueva era. Tú serás el hierro con el que se forjará el nuevo mundo. Ouroboros… ¡Arrodíllense ante mí y ante su nuevo Ejecutor Supremo!-


La multitud obedeció al unísono y se arrodilló ante las dos figuras más poderosas que Ouroboros les presentaba, mostrando respeto y bastante temor. Lunatic hizo lo propio, se arrodilló ante el Maestro.

-Gracias por este honor, juro por mi vida que no te defraudaré.- decía mientras sentía cómo sus interiores ardían ante la traición que cometía.

-Júramelo… por Thanatos.- respondió Frank, secamente. Yuri sintió una punzada en el estómago, jurar en nombre de su fe era algo que no podía hacer, y Frank sabía muy bien que eso lo condicionaría estrictamente al propósito que tenía planeado para él como Ejecutor Supremo. “Perdóname, señor” pensó para sus adentros y continuo, ahogando una lágrima.

-Te lo juro, por Thanatos. Que dedicaré mi vida a tu visión.-

-Excelente, porque esta es tu prueba final, mi amigo…- dijo en voz baja, para después girarse hacia la audiencia, arrodillada aún y expectante.- Lunatic, envía estas almas hacia el Creador. ¡Que reciban justo castigo en el reino eterno! ¡Que expíen sus pecados ante la divinidad misma! ¡Que ardan!-

Yuri se levantó de golpe, sentía un hueco en su interior, su respiración comenzaba a hiperventilar pero se obligó a calmarse. Una mezcla de sentimientos arrasó con su cabeza, enojo, frustración, culpa, desolación… se encendió en un violento azul, el calor que sus flamas desprendían se podía sentir en toda la extensión del Vínculo. “Lo siento tanto…” pensó antes de concentrar en su palma una llama tan ardiente que inclusive a él le quemaba.

Entre más intenso el fuego, sería menos el tiempo de martirio al que sometería a los dos inocentes que colgaban con desesperación sobre ellos. Lanzó la llamarada, los gritos de los hombres era desgarrador, pero la vista era aún peor.

Kaede, desde un costado del escenario veía cómo la carne se desprendía de los cuerpos, pero el calor hacía que se volviera ceniza casi enseguida, los rostros de los hombres se desfiguraron en una expresión de dolor e incertidumbre y sus restos sólo volaban entre las corrientes de viento dentro del Vínculo. En realidad, la ejecución fue muy rápida, pero los segundos por alguna razón corrían más lento, casi eternos en acabar, o al menos así le pareció a la chica.

La joven Kaburagi cubrió sus ojos con sus manos, intentando deshacerse de la imagen mental que parecía haberse tatuado en su subconsciente.

-Eso no es nada comparado con lo que te haré cuando descubra cuál es tu juego. Disfruta mientras aún tienes a tu perro guardián cuidándote las espaldas.- le dijo Jason en voz baja, riendo entretenido ante la expresión de horror de la chica.


-Mañana será nuestro día, Ouroboros. ¡Mañana, Sternbild caerá sometida ante la evolución! ¡La tentación susurra con ganas de revolución…!- gritó Frank, excitado ante su proclamación.

-¡… y nosotros seremos quienes lleven el estandarte!- exclamó la multitud.

Su Majestad: Rey(na) de los Héroes. Capítulo 36: La traición al Fariseo Parte I

Día 3 después de la primera aparición de la Brigada 731.


La brisa del viento chocaba contra las suaves mejillas del ajeno rostro que portaba Kaede Kaburagi; la brisa era fría y triste, aunque sabía que tenía que darse prisa para regresar al cuartel general de Ouroboros, y aun cuando corría a toda velocidad para llegar a su destino, era un destino en el que definitivamente no deseaba estar. No quería enfrentar la terrible sentencia de Jason Keyes, después de todo no había nadie que pudiera protegerla dentro de los dormitorios del cuartel general de Ouroboros, y tratándose del segundo al mando, Kaede sabía que ella misma era miles de veces más prescindible para el NEXT Supremo.


-¿Kae?- la chica venía inmersa en sus pensamientos, que no se dio cuenta que ya había llegado a la zona de contenedores, muy cerca de la fábrica. La voz que la llamaba era suave y protectora.- ¿Te encuentras bien? ¿Por qué tienes otro rostro? Si no fuera por el traje, debajo de tu ropa, no te hubiera reconocido.- Kaede cayó en cuenta que no había regresado al rostro de Origa Petrov, así que se concentró y lo hizo.

-Lunatic… yo….- la chica inhaló y suspiró profundamente, tomando valor.- Necesito contarte sobre hoy… todo lo que sucedió.- dijo, y al fin, rompió en llanto. Un llanto sórdido y desesperado del que salían abundantes lágrimas y jadeos consternados. Yuri se petrificó un momento sin saber qué hacer o cómo reaccionar, especialmente porque el rostro que lloraba era el de su madre y ese mismo hecho lo hacía angustiarse aún más; él mismo estaba a punto de reprender a la joven NEXT por ser descuidada, pero frenó sus intenciones en seco y adoptó una postura más relajada, dispuesto a escuchar todo lo que Kaede tenía para decir.

-¿Qué sucedió…?- preguntó el vigilante mientras se hincaba a la altura de la chica, tomó su mano y la envolvió entre las suyas, intentando tranquilizar a la chica para que su respiración se normalizara y no hiperventilara. Sin embargo, al instante sonó un tintineo en su reloj de muñeca. Era una alarma que indicaban las cinco para las siete de la tarde, la cena estaba a punto de servirse y Kaede tenía que tomar asistencia tal y como lo hacía Deino anteriormente.- Vamos adentro, si no llegamos a tiempo levantaremos sospechas. Haz tus tareas y cuando le lleves a Deino la cena nos quedaremos ahí y cenaremos con él. Dentro de la cámara donde está nadie nos escuchará y podrás contarnos lo que desees sin preocuparnos por oídos curiosos ¿de acuerdo?- la chica asintió, mientras se obligaba a tranquilizarse.

-Sí, Lunatic.- dijo finalmente, se limpió las lágrimas del rostro y ambos tomaron camino recto hacia El Vínculo.


La chica tomó la asistencia tan rápido como lo había hecho horas antes en el sermón del líder y NEXT Supremo de Ouroboros, Frank Martínez. Lunatic la veía trabajar de manera pulcra desde la esquina del gran comedor subterráneo en el segundo nivel, supervisando que cada grupo se sentara en su lugar designado y el orden del servido de la cena con el personal de cocina; primero los grupos de élite y después todos los demás. Claro que Frank y Jason eran atendidos de manera especial dentro de la oficina del líder de Ouroboros.

El vigilante observaba con entretenimiento el movimiento de los grupos dentro del salón, los NEXTs se alimentaban vorazmente y se marchaban a los dormitorios o al Vínculo a entrenar. Había muchas personas jóvenes, prácticamente niños que, como una vez Deino le explicó, no tenían a dónde ir o una familia en quién apoyarse; la idea de un refugio cálido, techado, con una cama propia y comida caliente todos los días era más de lo que podían pedir, por lo que daban su lealtad y depositaban una fe ciega y resignada a los deseos de aquel que los acogió. Le llamaba particularmente la atención que en el grupo Beta 2 había un par de hermanos gemelos, de no más de 8 años de edad, sonrientes y de mirada inocente pero con un poder que sólo podría describirse como sádico, en donde tan sólo con la mirada, hacían que la cabeza de un humano explotara de una manera terrorífica y escandalosa. Y así como ellos, habían muchos otros niños abandonados por sus familias, desechados como si de cualquier cosa se tratara o exiliados con terrible indiferencia de sus comunidades. Esa idea a Yuri le llenaba de ira, comprendía desde cierto punto las acciones de Frank y el odio de muchos de los otros militantes de la Organización hacia los humanos. Pero también comprendía que Kaede estaba en lo correcto, la bondad era mucha más en el mundo, aunque a veces se viera opacada por otra tanta maldad.


-He terminado aquí, Lunatic. Ya pedí en la cocina que nos envíen la cena al cuarto de Deino.- dijo la chica mientras acomodaba un paquete rojo bajo su brazo.

-¿Qué llevas ahí?- preguntó Yuri.

-Un botiquín. No voy a poder hacer mucho con esto, mas que darle unos analgésicos y ponerle unas vendas para hacer presión…- respondió con cierta tristeza y una intensa aura de impotencia.

-¿Pero por qué? ¿Qué le sucedió a Deino?- preguntó con preocupación al ver la amarga expresión de su joven apadrinada.

-En la mañana lo encontré muy mal, deliraba de cansancio y dolor… no ha podido avanzar demasiado en la fabricación de monedas, en la mañana tenía unas 95 hechas. Jason lo reprimió por eso, incluso a mí por defenderlo me asestó un golpe, pero a Deino creo que le fracturó una costilla y el Maestro se rehúsa a curarlo hasta que finalice con su tarea.-

A Lunatic le hervía la sangre escuchar aquello, pensaba en alguna forma de acabar con todo el terror que Frank estaba sembrando, pero el constante asecho y desconfianza del segundo al mando no le daba la libertad que se imaginaba que tendría para poder atacar primero. Sacudió la cabeza en señal de desaprobación, tomó la mano de Kaede y caminó hacia las escaleras para descender al tercer nivel.

La cena ya los esperaba en una bandeja junto al acceso a la cámara/bóveda en la que Deino estaba recluido, ningún NEXT ajeno a los líderes, asistentes o investigadores tenía permitido el acceso a esas instalaciones, o a ninguno de los cuartos de ese nivel. Kaede jaló la bandeja mientras Yuri abría la puerta con su código especial y ambos entraron. Pero la imagen que vieron no fue nada reconfortante. El chico dentro se encontraba demacrado, cansado y sangraba por la nariz de manera escandalosa, Kaede tomó rápidamente el botiquín y se abalanzó a auxiliarlo, Yuri se aseguró de cerrar la puerta y ayudó a la chica a limpiar la sangre y en vendar al débil muchacho. Una vez una poco más espabilado, se apoyó en ambos pares de brazos que lo sostenían y volvió a tomar asiento.

Lunatic se asomó al contenedor, era obvio el porqué del desgaste del chico. Kaede le había dicho que en la mañana habían aproximadamente 95 monedas, sin embargo, ahora se divisaban alrededor de 500. Deino estaba llegando a su límite, y eso al parecer no le importaba a nadie más que a ellos.

-Te trajimos la cena.- dijo Kaede en un tono de voz reconfortante mientras acercaba un vaso con agua a los labios del muchacho.

-Gracias por acompañarme, me hace muy feliz verlos.- respondió con una sonrisa cansada, con brillo en sus demacrados ojos.

-¿Cómo te sientes, Deino?- preguntó el vigilante, mientras se retiraba la máscara.

-He estado mejor.- dijo riendo levemente.

-Me alegro que por lo menos tu humor sigue intacto.- respondió Yuri sonriendo igualmente. Pensaba en la valentía del chico, era poco más que evidente que estaba muriéndose en vida, explotado por una causa errada y fanática, y aun así encontraba fuerzas para recibirlos con una sonrisa. Su fortaleza era digna de admirarse.- Hemos venido para hablar sobre unas cosas que Kae quiere contarnos.-

-Sí… sucedieron algunas cosas hoy, que con suerte significarán el final de todo esto. Escuchen…- decía la joven Kaburagi, mientras continuaba con su relato y ambos la escuchaban con atención y detenimiento mientras cenaban.


……………


-¿Hiciste qué cosa?- bramó Yuri levantándose de golpe de su asiento, asustado ante la posibilidad de que descubrieran a Kaede.- ¿Pero cómo pudiste arriesgarte de esa manera? ¿Sabes lo que te haría el desgraciado de Jason si descubre que hiciste la copia de ese archivo?-

-Esa es otra cuestión… no tengo que imaginármelo.- respondió resignada y con una sensación de asco.

-¿A qué te refieres?- preguntó Deino confundido.

-Él cree que Deino y yo… bueno, que tuvimos… intimidad.- decía sonrojada, el joven también se tornó colorado de rostro.- Y dice que si Deino ya estuvo conmigo, él también lo hará. Incluso… me tocó.- 

-¡¿Qué te hizo ese hijo de la gran puta?!- exclamó Yuri, verdaderamente furibundo y con un lenguaje que nunca había utilizado en su vida. Kaede cayó en cuenta de lo que había dicho y se corrigió rápidamente antes de que los ánimos de Lunatic se calentaran más.

-¡No es lo que piensas! Me estaba reclamando que llegué un par de minutos tarde al sermón y yo le contesté de mala manera. Dijo que mi carácter le gustaba y que lo encontraba… “excitante” y rozó mi cadera con su mano. Sólo eso.- soltó un pesado suspiro reprimiendo sus ganas de estallar en llanto.- No justifico que me haya tocado, pero afortunadamente no pasó a más. Lo que sí es que me dio a entender que lo iba a hacer… que me iba a forzar a…- la mano del vigilante se posó en el hombro de la chica, quien bajaba la cabeza, intentando mantener la compostura.

-Aunque te hubiera tocado tan siquiera un solo cabello, Kae. Ese maldito infeliz me las va a pagar.... No quiero que te preocupes más por él en ese aspecto, se lo prometí a tu padre y te lo prometo a ti: vas a estar a salvo así me cueste la vida ¿Me entendiste?- la chica vio con ojos acuosos a los del hombre quien la observaba con absoluta convicción de lo que decía y asintió.-No voy a permitir que ninguno de los dos vuelva a ser maltratado por ese imbécil. Yo me encargo de ese tema.-

-Por favor, Lunatic. Debes protegerla, yo… ahora no puedo hacer nada, no tengo cómo…- decía Deino, llorando con preocupación. El vigilante asintió y lo miró, haciéndole saber que todo iba a estar bien. Luego se obligó a tranquilizarse y tomó asiento nuevamente, respirando profundo y concentrándose en el primer problema.


-Kae, me dijiste que para no dejar evidencia de la copia que hiciste del expediente de la Brigada 731, lo escaneaste y guardaste directamente en un pendrive ¿cierto?- preguntó Yuri con cierta ansiedad, la chica asintió.

-Así es, para que no hubiera evidencia digital.-

-Entonces me imagino que también desconectaste la impresora de la red ¿verdad? ¿No la dejaste con conexión a la intranet de Ouroboros?- Kaede sintió que el corazón se le detuvo por un momento y sintió un violento vacío en el estómago. Abrió los ojos con incredulidad mientras éstos se llenaban de lágrimas y cubrió su boca con su mano, intentando articular alguna respuesta, pero ningún sonido salía de su garganta. El vigilante se percató enseguida de que, a pesar de no tener respuesta clara a su pregunta, ésta era obvia. Se dio cuenta que algún regaño o llamado de atención era inútil en aquel momento y con pesadez suspiró mientras su cerebro trabajaba a máxima capacidad para idear algún plan para seguir manteniendo la fachada de la chica.

-Perdóname…- respondió la chica con un llanto ahogado.

-Por ahora sólo necesito que permanezcas tranquila y, sobre todo, indiferente hacia cualquier insinuación de sospecha. Tú no sabes nada, ni has visto nada, ni hiciste nada ¿de acuerdo?- bramó Yuri molesto, aunque su molestia más bien se debía a que no sabía qué hacer cuando la Brigada 731 notificara a Frank y Jason sobre la copia ilegal del expediente.

-¿Qué planeas hacer?- preguntó el chico, cansado y con energía apenas suficiente para alimentarse y seguir el hilo de la conversación.

-Voy a ver si averiguo algo. Ustedes quédense, les avisaré si es seguro continuar aquí.-


…………………


A pesar de que Yuri Petrov estaba convencido de que no sólo los héroes de la Primera Liga Sternbild iban a tener un papel de suma importancia en la revolución que se avecinaba, sino también la pequeña resistencia dentro de las filas enemigas que se había formado de la triada de Kaede, Deino y él, no podía dejar de sentirse preocupado, y hasta cierto punto incómodo, de que tanto peso recayera sobre los hombros de un par de niños. Y además él era responsable por la vida de aquellos muchachos. “Thanatos, dame fuerza para llevar a cabo tus deseos, de preservar la vida, de cambiar nuestro mundo…” pensaba con pesadez, intentando sacar fuerza de su fe, de su Dios.

-Lunatic.- una voz muy familiar escupió su nombre con desdén, pero al mismo tiempo en su rostro estaba dibujada una sonrisa entintada de malicia.

-¿En qué te puedo ayudar, Jason?- contestó Yuri indiferente, aunque en su mente sonaba una voz que le repetía mil veces “lo sabe”.

-Afortunadamente, a mí en nada. Pero el Maestro quiere verte en su oficina. Necesitamos discutir algo contigo. Ahora.- espetó el castaño, a lo que el vigilante asintió calmadamente y caminó unos metros desde la puerta de la bóveda de Deino hasta la oficina de Frank. Dentro le esperaba el NEXT supremo, mirando una pantalla frente a él, se notaba molesto. El vigilante se retiró la máscara y la puso frente a su amigo, aquel amigo al que estaba traicionando.

-¿Qué es lo que te atormenta, Frank?- preguntó Yuri, mirando fijamente a los dorados y ojerosos ojos de Martínez. Jason hizo una mueca de disgusto, Yuri era la única persona que se dirigía al Maestro por su nombre y eso le parecía desagradable.

-Amigo mío, hay un infiltrado, un traidor que camina libremente entre nosotros.- espetó con molestia el moreno, el vigilante plasmó con pulcritud su rostro con sorpresa y molestia, como si de verdad le causara impresión la noticia que recibía.- Nico Rosberg, el segundo al mando de Vaako Kovalevskaya, me acaba de informar que se hizo una copia no autorizada del expediente de los perfiles de la Brigada 731. Necesito que me ayudes a hacer que el miserable traidor deje de burlarse de nosotros.- dijo seriamente, buscó en uno de los cajones de su escritorio y le entregó una carpeta de color verde fluorescente donde se leía “CONFIDENCIAL: PERFILES B731”.

-¿Aquí viene toda la información de la Brigada?- pregunto Yuri, recibiendo el expediente a lo que Frank asintió.-¿Me permites leerlo? Si voy a indagar por una copia, necesito saber lo que estoy buscando.-

-No dejaría a nadie más que a ti o a Jason leer esta información. Adelante, mi amigo.-


Yuri no lo podía creer, aunque afortunadamente la información que estaba en sus manos ya también estaba en poder de los héroes, era escalofriante la cantidad de poder y motivación que la Brigada 731 desplegaba con tan sólo diez miembros. Pero lo que más le desconcertaba era que hasta apenas en ese mismo instante, él mismo se estaba enterando de la descripción y perfiles de esta organización secundaria paramilitar, cuando ellos mismos se encontraban bajo amenaza del estandarte de Lunatic. ¿Es decir que las órdenes que seguían estaban cimentadas en miedo? Cada historia de cada miembro era profundamente dolorosa, era como si cada uno hubiera sido especialmente elegido por su martirizante contexto. Ellos no compartían la ideología radical de Martínez, sino que éste los controlaba amenazando al resto de la triada de los Sun On Yee… la propia idea le asqueaba, su ser del pasado era tan admirado por cientos de personas y temido por miles. Yuri nunca se detuvo a pensar que su personaje, Lunatic, no sólo era temido por criminales, sino por inocentes que eran erróneamente fichados como tal. Sintió una punzada en su pecho y una repentina urgencia de llorar pero se reprimió con gran disciplina, sabiendo que su escarmiento vendría después.

-¿Entonces los tienes amenazados?- preguntó mientras fingía admiración de manera excelente.

-Siento que hasta ahora lo sepas, pero cuando los amenacé con la Primera Liga de Héroes de Sternbild hasta a mí me dio risa. Esos héroes no son nada a comparación del poder que la Brigada tiene. Una de sus principales desventajas es que los héroes compiten entre ellos por un estúpido marcador, mientras que la Brigada funciona en equipo con la precisión de un reloj suizo: por separado son peligrosos, pero juntos son letales.- suspiró el moreno con cierto orgullo.- La única manera de controlarlos era someterlos ante un poder mayor, y ese eres tú. Implacable y tenaz, mi amigo. No tienen oportunidad si la amenaza eres tú, y ellos lo saben perfectamente.- Yuri asintió, fingiendo sentirse halagado.

-Y sobre la copia, ¿tienes algún sospechoso sobre quién podría hallar uso para esta información?-

-Hay algunos… Tengo la corazonada de que quien haya sido el responsable, quiere entregar la información a Hero TV. Yuri, entiendes que eso datos no pueden llegar a manos de los Héroes de la Primera Liga. Es claro que están destinados a fracasar en esta guerra, pero tampoco necesitamos que se sientan en ventaja y ralenticen nuestros planes.- el moreno hizo un desdén y bufó molesto.- ¿Ves la pequeña luz en el marco de la puerta? Es un sensor de células, escanea con precisión las células NEXT o humanas de todo aquel que cruce la puerta, y momentos antes de que se hiciera la copia registró dos tipos diferentes de habilidades: imitación facial y transmutación a arena. Estoy pensando en Joseph Hex y Carl Briyam del grupo Whiskey 3.-

-Muy bien, iré a investigar ahora mismo.- Yuri se levantó del asiento, tomó su máscara del escritorio y dio media vuelta dispuesto a salir de la oficina de Frank.

-Maestro, no podemos olvidar que su nueva asistente administrativa, también de Whiskey 3, tiene los mismos poderes que Carl Briyam. ¿Y si se trató de ella y Joseph Hex?- la voz de Jason sonaba malsana y cizañera, sus labios tenían una muy sutil sonrisa. Yuri se percató de que su cercanía a Kaede despertaba las malas intenciones de Keyes.- La bitácora registró la copia del expediente minutos antes de que se reuniera con nosotros en su sermón, Maestro. Creo que yo personalmente debería encargarme de su interrogatorio…-

-Ella no va a ser sometida a ningún interrogatorio, y menos tuyo.- la voz de Yuri resonó como un rugido por la habitación, empapado de enojo. Frank se sorprendió.

-Tienes que admitir que también es sospechosa, Yuri. ¿Por qué no quieres que Jason la investigue?- preguntó el NEXT supremo con desconcierto.

-Porque no pienso que sea sospechosa, adopté como mis protegidos a Kae y Deino, les estoy llevando por el camino de Thanatos, Frank. Vi en Kae la misma pasión que tú viste cuando la aceptaste en Ouroboros, y me responsabilizo por todas sus acciones. Sus mentes aún son jóvenes y pueden ser adoctrinadas por la palabra suprema con rapidez.- Martínez se sorprendió ante tal aseveración.

-¿Tanto confías en ella?- preguntó.

-¿Recuerdas cuando tú me acogiste hace tantos años? Estoy poniendo en práctica tus enseñanzas, y si queremos que este mundo podrido cambie, quiero hacerlo tal y como me lo enseñaste.- dijo Yuri mientras colocaba su mano en el hombro del moreno, que dejándose llevar por la labia de su amigo y sintiendo su ego de NEXT supremo halagado, le concedió la razón.

-Thanatos habla con la verdad, Yuri. Y si es el camino que te mostró, estoy de acuerdo, confío plenamente en tu juicio.- decía Frank, orgulloso del hombre de cabello claro que tenía frente a él. Jason por detrás bufaba molesto, disgustado ante la confianza que el vigilante y su Maestro se tenían.

-Por otro lado, Frank, quisiera comentarte otro problema que tengo con respecto a mis protegidos. Hubiera querido decírtelo a solas, pero me parece que dada las sospechas de Jason, este es un buen momento.- el moreno se extrañó pero asintió cediéndole la palabra a Yuri.- Me ha llamado la atención que cada vez que veo a Deino, está en peor estado. Sé que hacer el nuevo tipo de cambio para la era gloriosa que tenemos al frente es desgastante para él, pero pienso que es innecesario que Jason lo golpeé cada vez que tiene oportunidad. Así se concentraría menos en la costilla rota que tiene ahora y más en las monedas que necesita fabricar. ¿No te parece, Jason?- la mirada del vigilante se clavó como dagas filosas en los ojos del castaño.

-Simplemente le recuerdo cuál es su deber, nada más.- bramó.

-Ya veo… ¿Tu deber también es ser un depredador sexual o eso lo haces gratuitamente?- los ojos de Jason se abrieron tanto como pudieron y su expresión se tornó ofendida.