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lunes, 4 de noviembre de 2013

Gakupo x Kaito. Nuestra Aventura. Capítulo 17.

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... -Estuve leyendo los perfiles psicológicos de cada uno. me llamó la atención que tenía leves tendencias sociópatas. No me sorprendería que en un arranque de ira, se volviera totalmente instintiva y visceral, pero al mismo tiempo fría y calculadora.- Yüma se sorprendió de aquello y habló por su radio.- Aquí VY2, necesito refuerzos para arresto. Sujeto posiblemente armado y violento. Femenino, veinte años. Megurine Luka. Patio número dos, partimos en tres minutos.-
-¿Y Kaito?- preguntó el abogado.
-Mizki, lleva a Kiyoteru con Shion, y si lo desea, que vea los videos.-

Yüma se dirigió a su oficina, para tomar un chaleco protector (el cual colocó debajo de sus ropas), y su arma, por si se daba el caso de tener que responder con violencia. Una vez preparado, se dirigió al patio número dos, dónde dos patrullas y cuatro oficiales lo esperaban para brindarle el respaldo que necesitaba. Subió como copiloto de una de las patrullas y partieron al departamento de CV03.
El vehículo salió de la estación, con la sirena sonando por lo alto, había mucho tráfico, pero los automóviles iban abriendo paso como podían a las patrullas.
"Justo hoy tenía que ser el Festival de la nieve en Sapporo" pensó VY2. Las personas abrían paso a los oficiales, pero era un tanto tardado pasar, ya que el desfile adornaba toda la calle, inmovilizando la mayoría de la vialidad.
Después de algunos gritos al son de "Muévanse" y "A un lado", las autoridades consiguieron llegar al departamento de Luka, subieron el elevador y Yüma golpeó fuertemente la puerta.
-¡Señorita Megurine! ¡Abra la puerta! ¡Tenemos una orden de arresto!- al no haber respuesta, desenfundó el arma y dijo: -Procedan.-
Dos de los oficiales igualmente sacaron su pistola nueve milímetros y de una patada, lograron derribar la puerta.
Yüma entro con cautela, revisando cada lugar y afirmando que se encontraba despejado. Escuchaba el ruido de la televisión encendida, así que se dirigió al living muy cuidadosamente., pero pronto se dio cuenta de que todo el lugar estaba vacío. No había señales de Megurine por ninguna parte.
La televisión estaba en el canal siete, en las noticias de las doce. Tenía que ver aquello en algo, lo presentía. Pero una llamada de Mizki por radio lo sacó de sus pensamientos.
::Detective, aquí VY1... tenemos una situación::
-Aquí VY2 ¿Qué pasa?-
::Al parecer uno de los paramédicos que atendió a Kamui en Aszod, reveló anónimamente al canal siete su estado de salud. Gracias a que hemos mantenido confidencialmente el caso, no reveló más detalles::
-¿Al canal siete? ¿Cuándo transmitieron esta fuga de información?-
::Hace aproximadamente media hora:: Yüma sintió cómo cobraba sentido todo. Megurine se había enterado del estado de salud de Gakupo y ahora iba a terminar lo que había empezado. Debía detenerle.
-¡Todos! ¡A Allenworth! ¡¡PERO YA!!- dijo mientras se dirigía corriendo a la puerta. 
Los oficiales le siguieron, corriendo igualmente. Bajaron del piso y subieron nuevamente a las patrullas y sonando las sirenas, se dirigieron al hospital. ¡Pero vaya que había tráfico!
Yüma empezaba a sospechar que no llegaría a tiempo.
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Ése día, Luka se levantó muy temprano por la mañana, y recogió los restos de las ropas de Gakupo para guardarlas en bolsas de basura y dejarlas en el contenedor del edificio.
Estaba furiosa, pero satisfecha de lo que había provocado. No se arrepentía ni un poco. Se lo merecían aquellos dos, por negarle lo que era suyo por derecho.
Después de un rato de vagar en sus pensamientos, se dirigió a la cocina a preparar una taza de café. Un furioso café, a decir verdad. Cuando dio el primer sorbo se fue tranquilizando, el calor de aquella bebida recorriendo su cuerpo era como un suave bálsamo para su ira.
Pero sonó el teléfono, quebrantando su "paz interior".
-¡¿QUÉ?!- Contestó furiosa.
::¿Luka? ¡No lo vas a creer!!:: dijo Meiko feliz ::Prende el televisor en el canal siente::
-Meiko, odio ver el noticiero...-
::¡Hazme caso!:: expresó con emoción notoria y colgó el teléfono.
A Megurine le pareció extraño, así que por mera curiosidad obedeció. La conductora del noticiero era la prima de Hatsune Miku: Akita Neru. Recordaba vagamente que algunos meses atrás, Miku parloteaba tonterías de que su prima estaba haciendo todo lo posible para que su carrera periodística ascendiera, pero... ¿Qué diablos le hizo creer a Meiko que esto le interesaba?.
Estuvo apunto de apagar la televisión, molesta, pero fue algo que dijo Neru, lo que hizo que la pelirrosa pusiera atención:
"-... Y en otras noticias, el conocido cantante del grupo musical 'Vocaloid', Kamui Gakupo, sufrió un terrible accidente ayer en el castillo de Aszod. Al parecer, se estaban grabando los videoclips del nuevo proyecto musical del grupo, cuando una falla en la utilería lo dejó herido de gravedad. La información ha sido proporcionada anónimamente por uno de los paramédicos que atendió al señor Kamui. Hasta ahora sólo se nos dijo que fue 'un descuido en la utilería', pero no se nos revelaron más detalles del accidente. Afortunadamente, Kamui ya está fuera de peligro y siendo tratado en el hospital Allenworth. La doctora Namine Ritsu, quién fue quien salvó la vida del cantante y actor, no quiso hacer comentarios al respecto. Los detectives VY1 Mizki y VY2 Yüma, que son los responsables del caso, han sido difíciles de contactar, pero seguiremos intentando. El estudio del canal siete le mandamos la mejor de las suertes y una recuperación pronta. Pasando a otro tema, el festival de la nieve ha inundado las calles de la ciudad...-"

Luka quedó atónita. "¿Cómo es posible que no haya muerto? Ni para eso sirve el inútil de Kaito..." pensó.
Tomó su bolso, las llaves de su deportivo rosa y se dispuso a encarar una vez más al hombre.
"A Allenworth, entonces".
Tardó un poco en llegar, ya que el festival de la nieve empezaba a atraer a la gente, pero no había tanto jaleo. Cuando entró al hospital, preguntó por la doctora Namine Ritsu y la dirigieron al quinto piso.
Tomó el elevador, y vio a la mujer que lucía un cabello casi tan largo como el de ella misma, de color rojo, una bata y un estetoscopio alrededor del cuello. Con un gafete que decía "Dra. Namine Ritsu".
-¿Doctora Ritsu? Vengo a ver a Gakupo. Es mi novio.-
-¡Ah! Tu debes de ser Luka.- dijo la doctora. "¿Cómo es eso? Soy mundialmente conocida, idiota." pensó la pelirrosa, pero contestó de igual manera.
-Así es, vengo a ver como está y hablar con el un momento.-
-Supongo que puedo dejar que lo veas, pero sólo por un momento. No puede agitarse demasiado, y debe descansar.-
-Con unos minutos será suficiente.-
-Por supuesto. Es la habitación 502. Que no se exalte demasiado, por favor.-
Era el permiso suficiente que necesitaba, sin decir más fue a la habitación indicada. Se concentró un poco antes de entrar, porque no iba a hacer ella el trabajo sucio. Iba a hacer algo mucho mejor, así que continuó y abrió la puerta, asomándose a medias.
Gakupo estaba ahí, con la televisión encendida pero en silencio, mientras perdía su mirada en la ventana con los ojos desbordantes de miseria.
-¿Qué demonios es lo que quieres, Luka?- dijo sin dirigirle la mirada. Tenía realmente buen oído y buena vista periférica. Samurai, lo quisiera o no después de todo.
-Vine a ver como estabas...-
-Tu y tu intento de compasión se pueden ir mucho a la mierda.- dijo el hombre molesto. Estaba de muy mal humor.
-Sólo vine a advertirte. Cuando estábamos grabando el video, y estábamos en nuestra escena... Kaito tuvo un arranque de celos y nadie se dio cuenta cuando cambió el cuchillo y te apuñaló a traición.- dijo con lágrimas en los ojos, dignas de un premio Oscar.
-¡Ja! Es curioso que utilices la palabra "traición" sin morderte. No te creo, así que lárgate.-
-Como quieras, pero el ya lo confesó. Lo habrían metido a prisión de no ser porque Kiyoteru le consiguió una fianza. Una muy cara, pero nada que no se pudiera costear...-
Gakupo abrió los ojos, sorprendido. Quitó la pesada mirada de aquella ventana y la dirigió a Luka, que aún seguía brotando lágrimas hipócritas.
-¿Y cómo podrías saber tu eso?- preguntó con genuina curiosidad y genuino temor.
-Uno de los detectives que lleva el caso: VY1 Mizki. Es una amiga muy cercana y me ha contado porque le he estado insistiendo en que me mantenga al tanto de lo que pasaba con el responsable de que te encuentres así. En fin, sólo quería advertirte. Yo me voy de la ciudad, porque tal vez venga a por mi igualmente. Ten cuidado.-
Dicho eso, y antes de marcharse pudo ver como los ojos del samurai se llenaban de consternación constante, de miseria, y de nada de esperanza para vivir.
Tomó de nuevo el ascensor, hasta la planta baja para el acceso al estacionamiento. Mientras el elevador bajaba, iba riendo escandalosamente. "Mi trabajo está hecho" pensó.
Las puertas se abrieron, dejándola salir, pero justo cuando puso un pie afuera, le gritaban desde una mediana distancia.
-¡Megurine Luka! ¡Deténgase ahí!-
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Yüma seguía atascado en el tráfico. El festival de la nieve cada vez atraía a más personas y le impedía progresivamente avanzar. Se empezaba a preocupar, si no salía a tiempo, CV03 podría llegar a hacer una maldita masacre a Allenworth.
Las patrullas lograron avanzar unos cuantos metros, pero no era nada a comparación de lo lejos que quedaba el hospital. "Necesito encontrar una manera de llegar", pensó.
Su atención se vio atrapada en un edificio alto, con unas gárgolas en la punta. "El hotel Yoshiwara...". Rápidamente sacó su radio y contactó a VY1.
-Mizki, el festival de la nieve nos impedirá llegar a tiempo. Necesito que envíes un helicóptero.-
::Pero no hay un helipuerto remotamente cerca de su ubicación. El más cercano es el de Allenworth::
-El hotel Yoshiwara tiene la azotea lo suficientemente amplia. Recógeme ahí. Trae contigo a Shion, Hiyama y tres Operaciones Especiales.-
::Enseguida, detective. Estaremos ahí en cinco minutos::
-Que sea menos. Si no llegamos, puede que sea demasiado tarde.-
::Entendido, comandante::

VY2 se apresuró. Corrió entre la gente al hotel, entró y tomó el elevador. Fue lo bastante rápido y llegó al mismo tiempo que el helicóptero. Cuando Kaito seguía intentando (fallidamente) asimilar lo que había visto en los videos, Hiyama le avisó que iban a por Luka, pero que había que apresurarse, puesto que ella se dirigía a Allenworth probablemente a terminar lo que había empezado.
Corrió desesperadamente junto a su abogado, Mizki y tres hombres corpulentos más hacia el patio número uno a tomar un helicóptero, y en cuestión de minutos descendían sobre el Yoshiwara para unírseles Yüma.
::Tiempo estimado a hospital Allenworth, dos minutos:: dijo el piloto.

Para cuando llegaron al hospital, Yüma había estado planeando una estrategia en su cabeza.
-Mizki, que Hiyama y Shion vayan contigo. Kamui se encuentra en el quinto piso. Tienes autorizado usar la fuerza, si es necesario. Los OPS y yo, iremos a la planta baja. ¡Vayan!-
-¡Sí, señor!- gritó VY1. Kaito y Kiyoteru fueron a las escaleras para bajar al quinto piso. El hospital sólo tenía seis, así que no tardaron mucho. Ya en el piso donde se encontraba el samurai, Mizki vio a Ritsu.
-Doctora ¿Megurine Luka ha venido?- preguntó agitada.
-Ah, si. Justo acaba de retirarse de ver a Gakupo. Mire, justo se acaba de cerrar el elevador. Ahí va.- dijo sin importancia, haciendo un leve señalamiento a la cabina, para después volver a hacer sus anotaciones.
-¡Yüma, se dirige hacia la planta baja en el elevador!- gritó a su radio.
::Copiado, que seguridad cierre todos los accesos al primer piso. Nadie entra y nadie sale ¿Entendido?::
-Afirmativo.-

Cuando VY2 recibió la advertencia de su compañera, entraba al hospital apenas.
-¡¡TODO EL MUNDO SALGA!! ¡POLICÍA DE LA CIUDAD!- todos se sorprendieron, pero obedecieron rápidamente, ya que sabían el protocolo.
Era una recepción enorme, así que apresuraron el paso para llegar al elevador de donde iba a salir la pelirrosa. Las puertas se abrieron, y ella emergió a través.
-¡Megurine Luka! ¡Deténgase ahí!- gritó VY2 con placa en mano.- ¡Tenemos una orden para arrestarla!-
La mujer se vio acorralada, no tenía a donde huir ahora. Se acercó al detective de cabello rosa, igualmente. Y le dijo en un tono malditamente sensual:
-Si me das cinco minutos de ventaja, te doy las mejores horas de tu vida.- se sonrió.
-Eso no va a suceder. ¡Arréstenla!- Los OPS obedecieron, soltaron por un momento sus pesados rifles, y los dejaron caer sobre sus cuerpos, pues las correas los detenían. Se dispusieron a arrestar a la mujer.
-No debiste de hacer eso, cariño.- dijo Luka.
En ése momento ella empujó al detective, haciéndolo tropezar y caer de espaldas contra el suelo. De la nada, se encontraba frente a su propia arma apuntándole. Megurine le había retirado el arma de la funda sin que el se diese cuenta. Los OPS volvieron a tomar su rifle y mientras le apuntaban, uno de ellos gritó:
-¡Baje el arma y ponga las manos sobre la cabeza!-
-"Eso no va a suceder" ¿Cierto?- dijo burlonamente mientras seguía apuntando el arma a Yüma. El hombre se levantó y Luka le siguió con la pistola.- Les vas a decir que me dejen de apuntar, y me vas a dejar salir de aquí, ¿entendido?-
VY2 la miró con desagrado. El no iba a ceder, nunca cedía. Y menos lo iba a hacer frente a una desquiciada. Realmente no tenía idea qué pasaba por la mente de aquella mujer... De verdad no podía ser tan tonta como para pensar que realmente tenía una escapatoria de aquella situación.
Pero tal vez, el tenía que arriesgar un poco más para poder sacarle las garras para siempre, para que ya no pudiera hacer más daño. Su perfil psicológico lo aprendió de memoria.
Psicópata y con tendencias sociópatas, fría, manipuladora... visceral.

Yüma sabía muy bien que la decisión que estaba por tomar, no era suya, ni de nadie. Y sin embargo estaba dispuesto a tomarla, era egoísta y jugaría a ser Dios por un momento. Pero no sonaba tan mal en aquel instante.
Luka era el tipo de personas que, no importa a cuanta gente pisoteara, mientras pudiera llegar a la cima se sentiría victoriosa y no tendría ningún tipo de absurdo remordimiento. Aunque fuese por un pequeño y patético momento. Cerró los ojos y se dijo a si mismo que un mal pequeño por un bien mayor valía la pena.
Lo único que lamentaba, era no tener la posibilidad de ver a su amor de nuevo. Era frío y serio la mayoría del tiempo, pero cuando miraba a los ojos de su amor, se volvía alguien totalmente distinto.
"Te amaré incluso en la otra vida..."
Depende que decidiera ella, y a donde apuntara... tendría una posibilidad en dos de sobrevivir. Pero seguiría existiendo el riesgo de que ella disparara a lo seguro.

-Primero muerto.-
-Vale, me funciona.-
Luka disparó el arma y Yüma cayó.





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