-Llegas tarde.-
-Lo sé. Pero no es como si tuvieras algo mejor que hacer para no esperarme ¿o sí?-
Mikuo ya no dijo nada.
-Lo sé. Pero no es como si tuvieras algo mejor que hacer para no esperarme ¿o sí?-
Mikuo ya no dijo nada.
Hatsune y Megurine habían quedado esa tarde para planear toda su investigación acerca de la muerte de Luka, y qué tanto tuvieron que ver con eso Gakupo, Kaito y Kiyoteru.
Quedaron de verse en el departamento de Mikuo y así revisarían toda la información que tenían hasta ahora, y hablarían de los medios para conseguir más.
-¿Qué tienes hasta ahora?- pregunto Luke.
-Algo que vi en el canal siete hace no tanto. Sólo que, cuando Kamui estuvo internado, lo atendió una doctora llamada Namine Ritsu. Por lo que me enteré, es la misma que está cuidando a Kaito. Apuesto a que ella sabe algo... el problema va a ser encontrarla y obligarla a decirnos lo que pasa.-
-No creo que sea tanto problema. Yo también sabía todo eso, así que contraté un detective privado para que la investigara, pero lo único importante que pudo descubrir fue que está casada con el dueño del banco inglés más importante del país... Leon Aberdeen.-
-¿Y eso de que nos sirve?- refunfuñó molesto Mikuo.
-Sabrás a su debido tiempo... por cierto: ¿Qué sabes acerca de las nuevas dos chicas de Fujimori? Las que van a entrar para intentar rellenar a mi hermana.-
-Ah, si. Una se llama Lily, y otra se hace llamar IA. Las va a presentar oficialmente en la fiesta de cierre de la saga, pero... ¿Ellas qué tienen que ver?-
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Quedaron de verse en el departamento de Mikuo y así revisarían toda la información que tenían hasta ahora, y hablarían de los medios para conseguir más.
-¿Qué tienes hasta ahora?- pregunto Luke.
-Algo que vi en el canal siete hace no tanto. Sólo que, cuando Kamui estuvo internado, lo atendió una doctora llamada Namine Ritsu. Por lo que me enteré, es la misma que está cuidando a Kaito. Apuesto a que ella sabe algo... el problema va a ser encontrarla y obligarla a decirnos lo que pasa.-
-No creo que sea tanto problema. Yo también sabía todo eso, así que contraté un detective privado para que la investigara, pero lo único importante que pudo descubrir fue que está casada con el dueño del banco inglés más importante del país... Leon Aberdeen.-
-¿Y eso de que nos sirve?- refunfuñó molesto Mikuo.
-Sabrás a su debido tiempo... por cierto: ¿Qué sabes acerca de las nuevas dos chicas de Fujimori? Las que van a entrar para intentar rellenar a mi hermana.-
-Ah, si. Una se llama Lily, y otra se hace llamar IA. Las va a presentar oficialmente en la fiesta de cierre de la saga, pero... ¿Ellas qué tienen que ver?-
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-Bienvenido de vuelta, compañero.- dijo Gakupo.
Akaito salió a avisar a Ritsu que Kaito había despertado ya, así que la doctora entró y empezó el chequeo.
-Shion... Ha pasado un tiempo. ¿Qué tal te sientes?- dijo mientras revisaba las pupilas del azulado con una lamparita.
-¿Un tiempo? ¿Qué pasó?-
-Como tu médico, tengo la obligación de decirte todo lo ocurrido, independientemente si soy su amiga o no. En un horrendo malentendido, Gakupo te golpeó muy fuerte... y caíste en estado comatoso algunos días. La verdad, empezábamos a dudar que te recuperarías, pero gracias a que Kamui pudo avistar un movimiento tuyo, pudimos intervenir rápido.-
-Espera, espera, espera... ¿Un coma?- dijo demasiado confundido, pero a la vez... todos esos sueños en los que escuchaba a Akaito, Teto, Gakupo, Ritsu e incluso Kiyoteru.... cobraban sentido.
-Como tu médico, tengo la obligación de decirte todo lo ocurrido, independientemente si soy su amiga o no. En un horrendo malentendido, Gakupo te golpeó muy fuerte... y caíste en estado comatoso algunos días. La verdad, empezábamos a dudar que te recuperarías, pero gracias a que Kamui pudo avistar un movimiento tuyo, pudimos intervenir rápido.-
-Espera, espera, espera... ¿Un coma?- dijo demasiado confundido, pero a la vez... todos esos sueños en los que escuchaba a Akaito, Teto, Gakupo, Ritsu e incluso Kiyoteru.... cobraban sentido.
-¿Hasta dónde recuerdas, Kaito?- el hombre volteó a ver a Gakupo con cierto rencor.
-Lo último que recuerdo... ¿De verdad creíste que yo pude haberte apuñalado a traición? ¿Y, además, hacerle algo a Luka? ¿De verdad creíste que yo sería capaz?- recriminaba con la voz quebrada.
-Creo que ustedes dos necesitan hablar a solas.- dijo Teto, mientras tomaba del brazo a su prometido y a la doctora, indicándoles que salieran todos de la habitación.
El samurai acercó una silla a la cama de Kaito, tomó asiento y comenzó a hablar.
-No voy ni siquiera a tratar de justificar lo que hice. Te traicioné, y eso no lo puedo cambiar, por más que quiera hacerlo. Yo... estaba tan herido, no sólo físicamente, sino que... cuando Luka me dijo que habías sido tu quién me había traicionado e intentado matar, estaba desesperado por una respuesta a todas las preguntas y dudas que tenía. Así que le creí.
Y después hice algo que jamás me perdonaré: dejé que la maldita bestia de Edo se desatara; y en contra tuya, que fue lo peor de todo... en contra de aquel al que amo. No merezco tu perdón, Kaito. De verdad, no lo merezco, pero te lo suplico: Perdóname... ¿Podrás hacerlo alguna vez?- acto seguido, dejó el guardapelo de oro en las manos de Kaito, quien lo tomó como si fuese la primera vez que lo veía.
-Maldición, Gakupo... Esto no es algo que pueda perdonar de la noche a la mañana. Sigue sin entrarme en la cabeza que le hayas creído a ella, que hubieras pensado que yo sería capaz de algo como eso..¡Maldita sea! ¡¡PUDE HABER MUERTO POR TI!! Luego tuve que soportar verla morir frente a mis ojos. ¡Yo no quería nada de esto! ¡Sólo quería poder amarte tranquilamente cada jodido día! ¡¡Sólo quiero eso!!- No quería estar cerca de Gakupo, no aún. Le producía demasiadas emociones encontradas mirar esos ojos color amatista. El azulado no sabía qué pensar, no sabía definir lo que sentía y eso le parecía ridículo.- ¿Sabes qué? Vete. Sólo... vete.- dijo finalmente. Tomando la joya desesperadamente entre sus manos mientras sollozaba con ahogo.
Kamui se puso de pie, con lágrimas recorriendo sus mejillas. Al menos ahora sabía que el azulado lo seguía amando, pero lo doloroso sería el tiempo que tendría que pasar hasta que el permitiera su contacto, nuevamente. Lo que tendría que esperar para que pudieran estar juntos otra vez.
Con una inclinación de cabeza, se encaminó a la salida de la habitación. pero la voz de su hombre lo detuvo en seco, y sin hacer contacto visual, volvieron a hablar.
-¿Cuándo es la fiesta del cierre de la saga?- preguntó Kaito, recordando lo que había escuchado en sueños.
-En dos meses y medio, según lo que Yotu me dijo.-
-Estaré esperando tu propuesta ése día.-
El hombre de pie abrió los ojos tanto como pudo... escuchó todo lo que le había dicho; realmente podrían volver a sus anteriores vidas, aunque a su debido tiempo... Se amarían de nuevo.
-No faltará.- dijo, y salió del cuarto.
Entraron a la habitación Akaito y Ritsu, el pelirrojo quería hablar con su hermano y la doctora, tenía que cambiar la bolsa de medicamento y explicarle a Kaito en qué iba a consistir su tratamiento.
Después de indicarle lo difícil, pero beneficioso del proceso, Ritsu se marchó, dejando a los hermanos a solas para hablar de un tema que tenía que aclarar Akaito.
-Me alegro tenerte de vuelta, estúpido.- dijo con una sonrisa.
-Me alegra ver que has cambiado para bien... me refiero a que, desde que te comprometiste con Teto, tu humor es más... tolerable, jeje.-
-Y si, pero hablando de mi compromiso con Teto, y el hecho de que ya estés despierto... Kamui me lo contó todo.- el azulado sintió un frío recorrer su espalda. Gakupo no le habría contado a su hermano acerca de ellos por ninguna razón ¿o sí? No, debía de haber algo.
-¿Qué te dijo?- preguntó antes de delatarse él mismo.
-Que mi compromiso con Teto se dio por un plan que el tenía; en donde involucraba zafarte A TI de los Kasane, porque... al parecer, ustedes dos se aman ¿Acaso es verdad?-
-Antes de contestarte, dime ¿Por qué razón te dijo eso?-
-Mira, no soy estúpido. Sabía que no era simple coincidencia su accidente en el plató, luego que la perra de Luka resultara muerta a mano de la policía, ¡Maldición! ¡Yotu me dijo que hasta un maldito helicóptero usaron para atraparla! y después el hecho de que cayeras en coma... Algo conectaba los tres incidentes. Y según todo fue por los estúpidos celos y mentiras de Luka, celos desatados porque tu y Gakupo están juntos. Yo no tengo ningún problema si eres homosexual o no, es tu vida; pero como tu hermano le exigí una explicación a todo al imbécil de tu novio y me terminó diciendo todo (después de algunas amenazas y unos golpes). Desde su problema con Megurine, lo tuyo con Miku, como se encontraron y cómo se desarrolló todo desde ahí hasta ahora.-
-¿De verdad... estás bien con ello? Es verdad todo eso, y aprecio muchísimo que te hayas preocupado así por mi.... Espera ¡¿Un golpe?! ¡¿Golpeaste a Gakupo?! ¡Carajo, Akaito! ¿Te das cuenta que peligroso hubiera sido para ti si te hubiera regresado el golpe? Bueno, no lo haría, tiene muy buen autocontrol, excepto con esta situación conmigo, claro, pero fuiste muy irresponsable al hacerlo.-
-¡No me cambies el tema! De todos modos, lo amenacé. Le dije que si no despertabas lo iba a matar yo mismo. Sólo me respondió que no iba a defenderse, que si tu morías, el también.-
-¿Que hiciste qué? Ay, espera... ¿Dijo eso?- mucha información y poco tiempo para procesarla, la cabeza de Kaito estaba a punto de explotar. Más aparte el dolor interno ya se estaba haciendo presente por el medicamento, tendría que calmarse y poner cada cosa en su lugar dentro de su mente.
Gakupo estaba fuera del hospital, fumando un cigarrillo y llamando a Kiyoteru desde su teléfono.
-¿Yotu? Llamo para ponerte al tanto. Kaito... ya despertó.-
::Woah! ¿De verdad? ¡Qué excelentes noticias! ¿Qué le va a pasar?::
-Le van a suministrar un medicamento un tanto agresivo durante un mes. Después de esos treinta días, estará como nuevo. Los golpes... ya casi sanan por completo.- dijo con un enorme nudo en el estómago.
::¿Quieres que les informe a los demás?::
-Si fueras tan amable.-
::Gakupo... ¿Cómo estás?:: preguntó el preocupado abogado.
-Aliviado, mucho. Pero, como era de esperarse, no me quiere ver. No por ahora, pero, en cuanto si seguirá habiendo un "nosotros", lo seguirá habiendo.- dijo con una sonrisa triste a la vez.
::Cualquier cosa, avísame ¿Quieres? Voy a convocar junta en el estudio y después una rueda de prensa. Por ahora sólo revelaré el estado de salud de ambos. Lo demás lo tendrán que esclarecer ustedes, tanto para sus compañeros como para la prensa::
-Así tendrá que ser.-
..................................................................................
-Podríamos usar a esas chicas para que se les acerquen a Kamui y a Shion y los seduzcan. Sacarles algo de información.- dijo Luke.
-¿Por si no llegáramos a obtener nada de Ritsu?-
-Así es, pero lo dudo mucho. Sólo es un plan B. Verás, estaba pensando que podríamos investigar la rutina de su esposo y así poder interceptarlo.-
-¿Pero que demonios tiene que ver él en todo esto?- preguntó Mikuo un tanto molesto.
-No desesperes, Hatsune. La mejor parte del plan, es planear. Después de todo... es Leon Aberdeen, dueño de un banco importantísimo. Estoy seguro que, por lo menos, más de una persona lo quiere ver muerto...-
-¿Lo vamos a matar?-
-No por ahora.-
El celular de Mikuo sonó, hizo una pequeña pausa y contestó. Era Kiyoteru, estaba convocando una reunión de Vocaloid para un asunto "urgente". Al parecer tenía que ver con Kaito.
-Hiyama llamó, algo pasó con Shion. Iré a ver que pasa, mientras pon en orden todas tus ideas, y para cuando regrese me vas a explicar tu plan concisamente. ¿De acuerdo?- dijo Hatsune, mientras se acomodaba una bufanda en torno al cuello. Luke se levantó de su asiento, quitó las manos del otro, y peligrosamente cerca de él, se aseguró de enderezar ese pañuelo. Haciendo algunos toques gentiles en torno al cuello del hombre y estremeciéndolo un poco.
-Te encantará, ya verás.-
Cuando se encontró solo en el departamento, Luke llamó a su detective privado. Nadie sabía su nombre, y la única manera de contactarlo era por recomendación. Lo único que se sabía, era que se hacía llamar Caeles. Un hombre muy alto, con cabello blanco, barba de chivo, ojos grises y profundos: tenía semblante de asesino profesional en lugar de detective privado, ya que tenía las facciones tan duras y frías que daba miedo mirarlo mucho tiempo. Pero atractivo... en exceso. Y es algo que a Luke no le pasaba desapercibido.
El chico Megurine era abiertamente homosexual, pero no partidario de la monogamia, en lo absoluto. Cuando se aburría de alguien, se iba con otro. Incluso el mismo se consideraba como "una zorra". Hatsune le parecía bonito, y no le importaría ilusionarlo con un poco de sexo para que se volviera su marioneta personal (obteniendo ventaja del excesivo parecido con su difunta hermana).
Su acelerado ascenso como traductor en el consulado de Hungría, se debía a que aunque si era un perfecto políglota, el hombre que tenía el puesto antes que él, renunció inesperadamente dejándole el camino libre. Caeles descubrió un fraude bancario que había cometido unos años atrás (cosa que tenía muy bien escondida), y así Luke lo chantajeó con exponerlo. Incluso si a Megurine le sucedía algún tipo de "misterioso accidente" Caeles tenía la indicación de revelar la información. El hombre sólo podía ceder, y así el de cabello rosa se convirtió en el traductor más joven con tan sólo diecinueve años.
Las veces que se reunía con su investigador, se le insinuaba sin recatos, pero el otro jamás cedía. Así que lo había clasificado como "un caramelo inalcanzable"; aunque Luke siempre fue de esas personas que se podrían acostar con quien quisiera y cuando lo quisiera. Había sido "la primera vez" de muchos heterosexuales y el amor platónico de los demás. Y claro que le encantaba aprovecharse de ello.
-¿Caeles, cariño?-
::¿Qué quieres?::
-Siempre tan agresivo- dijo en un puchero.- Necesito que me consigas algo de información.-
::¿Qué necesitas?::
-La rutina exacta de León Aberdeen, planeo amenazar a Namine con la vida de su esposo para que nos diga que pasa con Kamui y Shion. Y para eso, quiero saber lo que hace a cada minuto ése hombre.-
::Podría investigar y tener para mañana toda la información que quieras acerca de ellos dos::
-¿Y perderme la oportunidad de desenmascararlos yo mismo? ¡Y cuando pensaba que me conocías...! Sólo obsérvalo dos semanas y pásame el reporte completo ¿Quieres, cariño?-
::De acuerdo. Quiero la cuota habitual::
-Sabes que sí. Hago mañana mismo el depósito, el dinero no es problema.-
::Que sea hoy:: dijo finalmente, y colgó el teléfono.
-Qué grosero... me encanta.- dijo Luke en una sonrisa pícara. Se sentó en una de las sillas del comedor, abrió su laptop e hizo la transferencia.
..........................................................................................
-¿Por qué demonios duele tanto esta porquería?- dijo Kaito, que estaba sentado en un sillón individual con una intravenosa en el brazo izquierdo, en una pose de "me quiero morir".
-Ritsu dice que el activo del medicamento provoca mucho dolor interno, que es casi como una quimio, pero te va a ayudar mucho.- dijo el hermano pelirrojo. Lo que también había dicho la doctora, era que por el constante dolor estaría de mal humor hasta que se acoplara un poco.
-¡Ya sé lo que dijo! Pero... ¿por qué t-tiene que doler a-así?-
-¿Quieres que llame a...?-
-¡No! Bueno, si quiero verlo y quisiera que estuviera aquí conmigo, pero sigo enojado con ése pedazo de... imbécil.-
-Estoy de acuerdo. Es un imbécil, pero si su presencia hace que te sientas mejor, no dudaré en llamarlo. Además, si no quieres escucharlo, sólo basta con que no hable, y si no quieres verlo, sólo fija la vista hacia otro lado.- dijo poniéndose de pie.- Además, nunca deja el piso, anda rondando siempre cerca por si necesitas algo.- salió y le pidió a Teto que por favor fuera por Gakupo.
-Akaito... gracias.- dijo el azulado, con una mirada que reflejaba gratitud.
El pelirrojo quería decirle que no era nada, que para eso eran hermanos, pero dijo algo muy distinto, aunque Kaito supo interpretarlo. Después de todo, el tenía una singular forma de demostrar su afecto.
-Me la debes, tarado.- dijo, su hermano de azul sólo rió y el de rojo salió de la habitación.
-Akaito me dijo que me querías ver.-
-Yo no dije eso, pero piensa que contigo aquí me voy a sentir mejor de esta maldita medicina.-
-Bueno, me sentaré en una esquina y me quedaré por si necesitas algo.- dijo el samurai, un poco triste.
-... de acuerdo.-
Después de media hora de silencio, Kaito preguntó:
-¿Por qué razón la dijiste a Akaito lo que había entre nosotros?-
-Dijo que se merecía una explicación, y así era. Así que tuve que decirle, era lo más justo.-
-Ya veo...-
-Kaito... ¿Seguirá habiendo un nosotros?-
-¿Por qué lo preguntas?-
-Hice algo terrible, y estoy más que consciente de que es motivo suficiente para que me odies el resto de nuestras vidas, pero te seguiré amando incluso si tu a mi no. Incluso si alguien más te enamora.... pero soy egoísta, y te quiero sólo para mi. No soporto estar lejos de ti.-
-Lo sé.-
-Significa entonces que no ¿cierto?-
-¡Maldición! Sabes que te amo, y te lo dije. Sólo que ahora estoy enojado. Confío plenamente en que ya no volverás a dudar de mi, porque si lo haces, significaría el fin de todo ¿De acuerdo? Como te dije, estoy enojado, pero nada más. Te amo y te seguiré amando hasta el día en que deje de respirar... Será Nuestra Aventura ¿Recuerdas? De aquí a la eternidad.-
Con todo y que Kaito sentía mucho dolor, hizo una seña para que el samurai se acercara a el, quedando de rodillas frente al hombre de azul y abrazando sus rodillas.
-Gracias, amor mío...-
Con la mano derecha, tomó el mentón de Gakupo (que ahora estaba húmedo por lágrimas de arrepentimiento) y lo guió hacia arriba para así encontrarse con aquellos labios que tanto habían pasado sin probarse. Aún cuando Kaito estaba muy enojado, no pudo resistirse a un beso de su amor, quien respondía con ternura y delicadeza.
Desde un cuadro externo, el sol resplandecía por detrás de Kaito haciéndolo parecer una figura angelical. Y el otro hombre a sus pies, mas aparte unidos por aquel gentil y puro roce de labios, era toda una revelación espiritual de presenciar. Inclusive Akaito lo reconocía, quien estaba observando todo desde fuera de la habitación. Le pareció raro encontrar una epifanía esotérica en aquella escena, en lugar de una inconformidad... pero estaba bien con ello. Al menos por ahora.
-Maldición, Gakupo... Esto no es algo que pueda perdonar de la noche a la mañana. Sigue sin entrarme en la cabeza que le hayas creído a ella, que hubieras pensado que yo sería capaz de algo como eso..¡Maldita sea! ¡¡PUDE HABER MUERTO POR TI!! Luego tuve que soportar verla morir frente a mis ojos. ¡Yo no quería nada de esto! ¡Sólo quería poder amarte tranquilamente cada jodido día! ¡¡Sólo quiero eso!!- No quería estar cerca de Gakupo, no aún. Le producía demasiadas emociones encontradas mirar esos ojos color amatista. El azulado no sabía qué pensar, no sabía definir lo que sentía y eso le parecía ridículo.- ¿Sabes qué? Vete. Sólo... vete.- dijo finalmente. Tomando la joya desesperadamente entre sus manos mientras sollozaba con ahogo.
Kamui se puso de pie, con lágrimas recorriendo sus mejillas. Al menos ahora sabía que el azulado lo seguía amando, pero lo doloroso sería el tiempo que tendría que pasar hasta que el permitiera su contacto, nuevamente. Lo que tendría que esperar para que pudieran estar juntos otra vez.
Con una inclinación de cabeza, se encaminó a la salida de la habitación. pero la voz de su hombre lo detuvo en seco, y sin hacer contacto visual, volvieron a hablar.
-¿Cuándo es la fiesta del cierre de la saga?- preguntó Kaito, recordando lo que había escuchado en sueños.
-En dos meses y medio, según lo que Yotu me dijo.-
-Estaré esperando tu propuesta ése día.-
El hombre de pie abrió los ojos tanto como pudo... escuchó todo lo que le había dicho; realmente podrían volver a sus anteriores vidas, aunque a su debido tiempo... Se amarían de nuevo.
-No faltará.- dijo, y salió del cuarto.
Entraron a la habitación Akaito y Ritsu, el pelirrojo quería hablar con su hermano y la doctora, tenía que cambiar la bolsa de medicamento y explicarle a Kaito en qué iba a consistir su tratamiento.
Después de indicarle lo difícil, pero beneficioso del proceso, Ritsu se marchó, dejando a los hermanos a solas para hablar de un tema que tenía que aclarar Akaito.
-Me alegro tenerte de vuelta, estúpido.- dijo con una sonrisa.
-Me alegra ver que has cambiado para bien... me refiero a que, desde que te comprometiste con Teto, tu humor es más... tolerable, jeje.-
-Y si, pero hablando de mi compromiso con Teto, y el hecho de que ya estés despierto... Kamui me lo contó todo.- el azulado sintió un frío recorrer su espalda. Gakupo no le habría contado a su hermano acerca de ellos por ninguna razón ¿o sí? No, debía de haber algo.
-¿Qué te dijo?- preguntó antes de delatarse él mismo.
-Que mi compromiso con Teto se dio por un plan que el tenía; en donde involucraba zafarte A TI de los Kasane, porque... al parecer, ustedes dos se aman ¿Acaso es verdad?-
-Antes de contestarte, dime ¿Por qué razón te dijo eso?-
-Mira, no soy estúpido. Sabía que no era simple coincidencia su accidente en el plató, luego que la perra de Luka resultara muerta a mano de la policía, ¡Maldición! ¡Yotu me dijo que hasta un maldito helicóptero usaron para atraparla! y después el hecho de que cayeras en coma... Algo conectaba los tres incidentes. Y según todo fue por los estúpidos celos y mentiras de Luka, celos desatados porque tu y Gakupo están juntos. Yo no tengo ningún problema si eres homosexual o no, es tu vida; pero como tu hermano le exigí una explicación a todo al imbécil de tu novio y me terminó diciendo todo (después de algunas amenazas y unos golpes). Desde su problema con Megurine, lo tuyo con Miku, como se encontraron y cómo se desarrolló todo desde ahí hasta ahora.-
-¿De verdad... estás bien con ello? Es verdad todo eso, y aprecio muchísimo que te hayas preocupado así por mi.... Espera ¡¿Un golpe?! ¡¿Golpeaste a Gakupo?! ¡Carajo, Akaito! ¿Te das cuenta que peligroso hubiera sido para ti si te hubiera regresado el golpe? Bueno, no lo haría, tiene muy buen autocontrol, excepto con esta situación conmigo, claro, pero fuiste muy irresponsable al hacerlo.-
-¡No me cambies el tema! De todos modos, lo amenacé. Le dije que si no despertabas lo iba a matar yo mismo. Sólo me respondió que no iba a defenderse, que si tu morías, el también.-
-¿Que hiciste qué? Ay, espera... ¿Dijo eso?- mucha información y poco tiempo para procesarla, la cabeza de Kaito estaba a punto de explotar. Más aparte el dolor interno ya se estaba haciendo presente por el medicamento, tendría que calmarse y poner cada cosa en su lugar dentro de su mente.
Gakupo estaba fuera del hospital, fumando un cigarrillo y llamando a Kiyoteru desde su teléfono.
-¿Yotu? Llamo para ponerte al tanto. Kaito... ya despertó.-
::Woah! ¿De verdad? ¡Qué excelentes noticias! ¿Qué le va a pasar?::
-Le van a suministrar un medicamento un tanto agresivo durante un mes. Después de esos treinta días, estará como nuevo. Los golpes... ya casi sanan por completo.- dijo con un enorme nudo en el estómago.
::¿Quieres que les informe a los demás?::
-Si fueras tan amable.-
::Gakupo... ¿Cómo estás?:: preguntó el preocupado abogado.
-Aliviado, mucho. Pero, como era de esperarse, no me quiere ver. No por ahora, pero, en cuanto si seguirá habiendo un "nosotros", lo seguirá habiendo.- dijo con una sonrisa triste a la vez.
::Cualquier cosa, avísame ¿Quieres? Voy a convocar junta en el estudio y después una rueda de prensa. Por ahora sólo revelaré el estado de salud de ambos. Lo demás lo tendrán que esclarecer ustedes, tanto para sus compañeros como para la prensa::
-Así tendrá que ser.-
..................................................................................
-Podríamos usar a esas chicas para que se les acerquen a Kamui y a Shion y los seduzcan. Sacarles algo de información.- dijo Luke.
-¿Por si no llegáramos a obtener nada de Ritsu?-
-Así es, pero lo dudo mucho. Sólo es un plan B. Verás, estaba pensando que podríamos investigar la rutina de su esposo y así poder interceptarlo.-
-¿Pero que demonios tiene que ver él en todo esto?- preguntó Mikuo un tanto molesto.
-No desesperes, Hatsune. La mejor parte del plan, es planear. Después de todo... es Leon Aberdeen, dueño de un banco importantísimo. Estoy seguro que, por lo menos, más de una persona lo quiere ver muerto...-
-¿Lo vamos a matar?-
-No por ahora.-
El celular de Mikuo sonó, hizo una pequeña pausa y contestó. Era Kiyoteru, estaba convocando una reunión de Vocaloid para un asunto "urgente". Al parecer tenía que ver con Kaito.
-Hiyama llamó, algo pasó con Shion. Iré a ver que pasa, mientras pon en orden todas tus ideas, y para cuando regrese me vas a explicar tu plan concisamente. ¿De acuerdo?- dijo Hatsune, mientras se acomodaba una bufanda en torno al cuello. Luke se levantó de su asiento, quitó las manos del otro, y peligrosamente cerca de él, se aseguró de enderezar ese pañuelo. Haciendo algunos toques gentiles en torno al cuello del hombre y estremeciéndolo un poco.
-Te encantará, ya verás.-
Cuando se encontró solo en el departamento, Luke llamó a su detective privado. Nadie sabía su nombre, y la única manera de contactarlo era por recomendación. Lo único que se sabía, era que se hacía llamar Caeles. Un hombre muy alto, con cabello blanco, barba de chivo, ojos grises y profundos: tenía semblante de asesino profesional en lugar de detective privado, ya que tenía las facciones tan duras y frías que daba miedo mirarlo mucho tiempo. Pero atractivo... en exceso. Y es algo que a Luke no le pasaba desapercibido.
El chico Megurine era abiertamente homosexual, pero no partidario de la monogamia, en lo absoluto. Cuando se aburría de alguien, se iba con otro. Incluso el mismo se consideraba como "una zorra". Hatsune le parecía bonito, y no le importaría ilusionarlo con un poco de sexo para que se volviera su marioneta personal (obteniendo ventaja del excesivo parecido con su difunta hermana).
Su acelerado ascenso como traductor en el consulado de Hungría, se debía a que aunque si era un perfecto políglota, el hombre que tenía el puesto antes que él, renunció inesperadamente dejándole el camino libre. Caeles descubrió un fraude bancario que había cometido unos años atrás (cosa que tenía muy bien escondida), y así Luke lo chantajeó con exponerlo. Incluso si a Megurine le sucedía algún tipo de "misterioso accidente" Caeles tenía la indicación de revelar la información. El hombre sólo podía ceder, y así el de cabello rosa se convirtió en el traductor más joven con tan sólo diecinueve años.
Las veces que se reunía con su investigador, se le insinuaba sin recatos, pero el otro jamás cedía. Así que lo había clasificado como "un caramelo inalcanzable"; aunque Luke siempre fue de esas personas que se podrían acostar con quien quisiera y cuando lo quisiera. Había sido "la primera vez" de muchos heterosexuales y el amor platónico de los demás. Y claro que le encantaba aprovecharse de ello.
-¿Caeles, cariño?-
::¿Qué quieres?::
-Siempre tan agresivo- dijo en un puchero.- Necesito que me consigas algo de información.-
::¿Qué necesitas?::
-La rutina exacta de León Aberdeen, planeo amenazar a Namine con la vida de su esposo para que nos diga que pasa con Kamui y Shion. Y para eso, quiero saber lo que hace a cada minuto ése hombre.-
::Podría investigar y tener para mañana toda la información que quieras acerca de ellos dos::
-¿Y perderme la oportunidad de desenmascararlos yo mismo? ¡Y cuando pensaba que me conocías...! Sólo obsérvalo dos semanas y pásame el reporte completo ¿Quieres, cariño?-
::De acuerdo. Quiero la cuota habitual::
-Sabes que sí. Hago mañana mismo el depósito, el dinero no es problema.-
::Que sea hoy:: dijo finalmente, y colgó el teléfono.
-Qué grosero... me encanta.- dijo Luke en una sonrisa pícara. Se sentó en una de las sillas del comedor, abrió su laptop e hizo la transferencia.
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-¿Por qué demonios duele tanto esta porquería?- dijo Kaito, que estaba sentado en un sillón individual con una intravenosa en el brazo izquierdo, en una pose de "me quiero morir".
-Ritsu dice que el activo del medicamento provoca mucho dolor interno, que es casi como una quimio, pero te va a ayudar mucho.- dijo el hermano pelirrojo. Lo que también había dicho la doctora, era que por el constante dolor estaría de mal humor hasta que se acoplara un poco.
-¡Ya sé lo que dijo! Pero... ¿por qué t-tiene que doler a-así?-
-¿Quieres que llame a...?-
-¡No! Bueno, si quiero verlo y quisiera que estuviera aquí conmigo, pero sigo enojado con ése pedazo de... imbécil.-
-Estoy de acuerdo. Es un imbécil, pero si su presencia hace que te sientas mejor, no dudaré en llamarlo. Además, si no quieres escucharlo, sólo basta con que no hable, y si no quieres verlo, sólo fija la vista hacia otro lado.- dijo poniéndose de pie.- Además, nunca deja el piso, anda rondando siempre cerca por si necesitas algo.- salió y le pidió a Teto que por favor fuera por Gakupo.
-Akaito... gracias.- dijo el azulado, con una mirada que reflejaba gratitud.
El pelirrojo quería decirle que no era nada, que para eso eran hermanos, pero dijo algo muy distinto, aunque Kaito supo interpretarlo. Después de todo, el tenía una singular forma de demostrar su afecto.
-Me la debes, tarado.- dijo, su hermano de azul sólo rió y el de rojo salió de la habitación.
-Akaito me dijo que me querías ver.-
-Yo no dije eso, pero piensa que contigo aquí me voy a sentir mejor de esta maldita medicina.-
-Bueno, me sentaré en una esquina y me quedaré por si necesitas algo.- dijo el samurai, un poco triste.
-... de acuerdo.-
Después de media hora de silencio, Kaito preguntó:
-¿Por qué razón la dijiste a Akaito lo que había entre nosotros?-
-Dijo que se merecía una explicación, y así era. Así que tuve que decirle, era lo más justo.-
-Ya veo...-
-Kaito... ¿Seguirá habiendo un nosotros?-
-¿Por qué lo preguntas?-
-Hice algo terrible, y estoy más que consciente de que es motivo suficiente para que me odies el resto de nuestras vidas, pero te seguiré amando incluso si tu a mi no. Incluso si alguien más te enamora.... pero soy egoísta, y te quiero sólo para mi. No soporto estar lejos de ti.-
-Lo sé.-
-Significa entonces que no ¿cierto?-
-¡Maldición! Sabes que te amo, y te lo dije. Sólo que ahora estoy enojado. Confío plenamente en que ya no volverás a dudar de mi, porque si lo haces, significaría el fin de todo ¿De acuerdo? Como te dije, estoy enojado, pero nada más. Te amo y te seguiré amando hasta el día en que deje de respirar... Será Nuestra Aventura ¿Recuerdas? De aquí a la eternidad.-
Con todo y que Kaito sentía mucho dolor, hizo una seña para que el samurai se acercara a el, quedando de rodillas frente al hombre de azul y abrazando sus rodillas.
-Gracias, amor mío...-
Con la mano derecha, tomó el mentón de Gakupo (que ahora estaba húmedo por lágrimas de arrepentimiento) y lo guió hacia arriba para así encontrarse con aquellos labios que tanto habían pasado sin probarse. Aún cuando Kaito estaba muy enojado, no pudo resistirse a un beso de su amor, quien respondía con ternura y delicadeza.
Desde un cuadro externo, el sol resplandecía por detrás de Kaito haciéndolo parecer una figura angelical. Y el otro hombre a sus pies, mas aparte unidos por aquel gentil y puro roce de labios, era toda una revelación espiritual de presenciar. Inclusive Akaito lo reconocía, quien estaba observando todo desde fuera de la habitación. Le pareció raro encontrar una epifanía esotérica en aquella escena, en lugar de una inconformidad... pero estaba bien con ello. Al menos por ahora.
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