Día 3 después de la primera aparición de la Brigada 731.
La noche para los héroes había sido larga y tediosa, revisando el material recuperado de la base militar de Sternbild: archivo por archivo y documento tras documento con especial escrúpulo en cada detalle que pudiera representar aunque fuera una pequeña pista sobre los paramilitares que acechaban la ciudad como frente primario de batalla de Ouroboros.
-No puedo creer que nos hemos pasado la noche entera revisando estos documentos y no estemos ni cerca de saber quiénes son la Brigada 731.- dijo Karina en un suspiro claramente exasperado, mientras daba otro sorbo a su taza de café y revisaba con hartazgo la hoja de papel en su mano.
-¿Qué? ¿Ya amaneció…?- preguntó el héroe tigre con sorpresa en el rostro, mirando con incredulidad a los grandes ventanales de la sala de juntas que dejaban pasar sin recelo los rayos de sol y viendo su reloj de muñeca marcar las 6.48 de la mañana.- No hay que rendirnos, chicos. Vamos muy bien, ya revisamos casi la mitad del material, no nos falta mucho.- decía animosamente a los cansados rostros que lo contemplaban mientras se ponía de pie y palmeaba sus manos un par de veces. Aunque él mismo tenía más de una razón para tirar la toalla y rendirse, necesitaba ser el rayo de esperanza para sus compañeros. Si él, quien tenía a su propia sangre infiltrada tras líneas enemigas como doble agente mostraba una buena actitud, los demás héroes tal vez verían un panorama esperanzador, en lugar del desolador que tenían enfrente.
-Es verdad, hasta ahora tenemos varios datos de interés que nos pueden servir…- dijo Barnaby, acompañando el entusiasmo de Kotetsu mientras se dirigía a una pizarra de corcho donde tenían varios datos vinculados unos con otros mediante hilos rojos y anotaciones.- Según los reportes que hemos leído hasta ahora de los incidentes en los que se involucra a Vaako Kovalevskaya, identificamos que nunca hace el trabajo por su cuenta.-
-Al parecer ocupa a otras personas para hacer el trabajo sucio, es muy cuidadoso. No hay nada en los reportes sobre sus poderes, así que suponemos que no hace uso de éstos para evitar registros, en su lugar utiliza a los NEXT con los que se involucra para que ellos cumplan con el atentado y luego los asesina para no dejar cabos sueltos.- puntualizó Agnes.- Al principio, como todos sabemos, dudamos que de verdad se tratara de un individuo con capacidades NEXT, pero dado el principio de Ouroboros de “purificación” de Frank Martínez, descartamos la idea casi de inmediato.-
-Por el momento únicamente hemos identificado a dos NEXTs que han aparecido en varios de los informes de actos terroristas que ya revisamos, por lo que asumimos que se trata de dos miembros de la Brigada 731; Susie Wolff y Nico Rosberg. Con base en lo que pudimos revisar en los documentos y al compararlo con el video de seguridad de la base militar de Sternbild, estamos casi seguros al afirmar que fueron ellos dos de los tres NEXT que se infiltraron para robar los cañones antiaéreos.-decía Annie mientras tomaba lugar a un lado de Barnaby en la pizarra, haciendo un par de marcas sobre los nombres de los NEXT que recién describía, tomó una carpeta y ubicó el dato de interés que buscaba.- En el video de la base militar vimos que era una mujer la que se convertía en el humo tóxico ¿cierto? En un incidente de hace cuatro años hubieron víctimas con el mismo patrón de mortalidad, entonces tenemos que la señorita Wolff es dueña de este poder. Lo que nos deja a Nico Rosberg con la posibilidad de ser nuestro habilidoso hacker o el sujeto de los rayos que encogen cosas.-
-Lo que no entiendo es por qué está trabajando junto a estos NEXT ahora y a los demás los asesinó para silenciarlos…- Nathan reflexionó muy interesado en un momento de lucidez, muy a pesar del cansancio que sentía.- Estos NEXT son recurrentes en más de una misión, pero veíamos en los demás informes que Vaako ubicaba con precisión a las personas que utilizaba para luego exterminarlos. ¿Cuál es el sentido en eso? ¿Creen que una vez terminado el trabajo los asesine a ellos también?- Karina y PaoLin asintieron en concordancia a la pregunta.
-Sinceramente, lo que realmente me preocupa ahora es que nos asesinen a nosotros y a toda la raza humana…- decía Barnaby, mientras caminaba en círculos, intentando encontrar otro ángulo para ver la situación con otra perspectiva.- Otra cosa que estoy encontrando particularmente molesta es que muchos de los reportes de incidente que tienen que ver con ellos están tachados con tinta negra.-
-¿Censurados?- preguntó el héroe tigre con incredulidad, a lo que el rubio asintió con una expresión de disgusto.- ¿Por qué la Interpol habría de censurar estos archivos?-
-Significa que el índice de peligro que representan es muy elevado y prefieren dejarlo en alto secreto, por lo que las conjeturas que estemos haciendo ahora son sólo eso. Si quisiéramos revisar los archivos sin censura necesitamos autorización de la ONU y viajar al cuartel general de la Interpol en Lyon, Francia. Y no sobra decirles que no tenemos manera de abandonar la ciudad y mucho menos contamos con tiempo.-
-Esperen un momento…- Anaksha interrumpió brevemente, con cierto resplandor en los ojos y el ceño fruncido. Claramente pensaba en algo.- Cuando salimos de la base militar vi que había algunos DVD en alguna de las cajas. ¿Aún no revisamos esos datos, cierto?-
-¿Es seguro reproducirlos? ¿Los de la Brigada podrían saber lo que estamos viendo?- preguntó Keith con cierta preocupación.
-No debería haber problema, toda conexión de esta sala está aislada de cualquier red, pública o privada. Es seguro revisar lo que hay en los discos.- respondió con firmeza la CEO de HeroTV y se dirigió junto con Ivan a buscar dentro de las cajas los pequeños contenedores con los discos. Al cabo de unos minutos encontraron el estuche con tres discos, Agnes no perdió ni un segundo y rápidamente colocó en el reproductor aquel que estaba marcado como “V. Kovalevskaya – Interrogatorio 1/3”.
La imagen del proyector mostró un cuarto muy sobrio, con una mesa y una silla; sentado se encontraba aquel hombre cuyo rostro ya conocían, con una intensa mirada en esos ojos negros como ébano y expresión indiferente, miraba fijamente sus manos frente a él esposadas sobre la mesa. Al cabo de unos segundos, dos hombres entraron por la puerta del cuarto pero sus rostros no entraron en cuadro. Se colocaron a la altura de la cámara y comenzaron a interrogarle de manera muy agresiva, uno de los hombres le golpeó directamente en el rostro a la primera pregunta lanzada y sin esperar por la respuesta, el segundo hombre apagó su cigarrillo en la frente de Vaako, quien con absoluta disciplina reprimió cualquier señal de dolor o molestia. Fue una escena muy cruda de ver para los héroes, en especial para PaoLin, sin embargo respiró profundamente y se obligó a tranquilizarse. Vieron minuto y medio del metraje y concluyeron con pesadez que no entendían ni una sola palabra del lenguaje en el que se comunicaban los hombres y Vaako, se miraron unos a otros con evidente confusión, pero las dos personas que aún estaban prestando atención al video eran Dragon Kid y Black Xiaji.
-¿Están entendiendo a lo que dicen?- preguntó Agnes con asombro. Las chicas se miraron con extrañeza y después de reflexionar la pregunta por un par de segundos, asintieron con un poco de ingenuidad por no haberlo pensado antes.
-Disculpen, cuando PaoLin y yo hablamos a solas, procuramos hacerlo en nuestra lengua materna... ya saben, para practicar.- respondió Annie, a lo que Ryan suspiró con obviedad y dejó escapar una pequeña sonrisa al entender de qué hablaba su novia, pero al ver las expresiones de los demás igual de confundidas que antes, explicó.
-PaoLin es de China, y no sé si recuerdan que Anaksha les explicó en alguna ocasión que aunque sus padres eran de Noruega, ella había nacido y crecido en China hasta la adolescencia.- los héroes soltaron una expresión unísona de obviedad.
-Así es.- afirmó PaoLin.- En este video están hablando en cantonés, más específicamente, por lo que muy probablemente se trate no de China, sino de la Región Administrativa Especial de Hong Kong. De lo que hemos visto, los agentes le están pidiendo que confiese la ubicación de su base, supongo que desde ahí dirigía sus operaciones.-
-Agnes, ¿podrías rebobinar la grabación unos 30 segundos? Congela la imagen a mi señal, creo haber visto algo…- pidió Barnaby, a lo que la castaña hizo lo que se le indicó, intrigada de la posible observación del conejo. Esperaron todos atentos durante unos segundos y entonces el rubio dio la señal.- ¡Ahí, alto! ¿Qué es esto?- se acercó a la pantalla y señaló la muñeca izquierda del hombre. Tenía una marca tatuada donde claramente se veían un par de símbolos pertenecientes al idioma que no entendía: 大佬
-Dai Lo.- dijo Annie por lo bajo y PaoLin asintió con una expresión amarga, la semi pelirroja se volteó y explicó a los demás.- “Dai Lo” significa jefe o hermano protector en contexto de la mafia. Hong Kong está regida por dos triadas, los Sun On Yee y los 18k. La diferencia radica en que los miembros de los Sun On Yee son exclusivamente NEXT. Piénsenlo como Ouroboros pero locales. En realidad no son violentos, se dedican al contrabando y fraudes, pero por tratarse de NEXTs la policía los ha estado cazando desde hace años, aun cuando los 18k se dedican a la trata de blancas y el narcotráfico. Aunque… esto es muy extraño.-
-¿A qué te refieres, Anaksha?- preguntó Kotetsu.
-Algo no hace sentido. Los Sun On Yee son famosos en Hong Kong por atender zonas de pobreza, no sólo en la ciudad sino en toda China, incluso teniendo células en Taiwán e Indonesia. No son gente violenta a menos que su gente sea dañada. Me parece extraño porque tienen fama de ser “los chicos buenos”. ¿Por qué su líder es el único que comete actos terroristas en nombre de Ouroboros cuando es bien sabido que castiga de manera implacable a cualquier Sun On Yee que decida perjudicar?-
-Así es, suena extraño. Todos los documentos que hemos revisado hasta ahora indican mucha violencia, pero es él únicamente quien la comete junto con los de la Brigada 731. ¿Será una organización independiente?- Antonio rompió el silencio que hasta ahora mantenía y rascó su frente evidentemente confundido.
-Sigan buscando en el material que nos está pendiente de revisar, tal vez encontremos ahí las piezas que nos faltan para tener una imagen más completa. Tenemos que darnos prisa antes de que hayan diez víctimas más hoy. Afortunadamente, Saito y Halsey me informaron que Cain ya está fuera de peligro y se encuentra descansando. - dijo Agnes, mientras se levantaba de su asiento y tomaba las llaves de la camioneta de HeroTV.- Ryan y Annie, vengan conmigo. Tenemos trabajo en la Corporación SkullBunny, aprovecharemos que es temprano para traer “amigablemente” a Anick Lomawien y hacerle unas preguntas.-
……………….
Agnes al volante conducía con determinación hacia el gran corporativo alternativo, con un plan simple pero que esperaban fuera efectivo. Anaksha se notaba visiblemente molesta, iba en silencio y perdida en sus propios pensamientos sin prestar mucha atención a nada. Se sentía enojada… furiosa; se permitió dudar de ella misma y de todos sus logros al enterarse que su empleadora era parte de la conspiración del enemigo. Era algo que jamás estaría dispuesta a perdonarle a Anick, de algún modo u otro quería que su jefa sintiera lo que ella y los héroes: apatía, enojo, desesperación, miedo...
-¿Estás bien?- preguntó Ryan con la expresión más dulce que alguna vez cualquiera que conociera al Príncipe de la Gravedad Errante hubiera visto jamás. El rubio posó su mano sobre el rostro de Anaksha, quien súbitamente cambió de expresión, ahora su rostro reflejaba cierto arrepentimiento.
-Saca estos pensamientos de mí, por favor…- decía la chica, sollozando y con un nudo en la garganta, incapaz de ver a su novio a los ojos.- Sólo puedo pensar en hacerle daño, que experimente todo lo que nosotros hemos estado pasando, esa impotencia que nos tiene buscando desesperadamente cualquier indicio de esperanza.-
-Escucha, sé lo que estás pensando y la respuesta es no. No eres una mala persona, y tienes todo el derecho de enojarte con ella por traicionar tu confianza y utilizarte para sus propios intereses; pero sé que aunque quieres lastimarla -y con justa razón, no lo voy a negar- sabes que no es lo correcto. Nuestro deber como héroes es preservar la vida de las personas, sean buenas o no y muy a nuestro pesar.- Ryan la tomó de las manos y la hizo mirarlo.- Puedo ver en esos hermosos ojos violetas la bondad que te caracteriza como héroe, y estoy completamente seguro de que cuando llegue el momento, sabrás qué hacer.-
-Espero saberlo… pero si pasa algo, lo que sea, cualquier señal que veas de que me esté descontrolando, promete que me detendrás. No me permitas convertirme en el monstruo que creen que somos, por favor.- pidió la chica con ojos suplicantes, y aunque el rubio no dijo palabra alguna, ella supo que podía contar con esa promesa.
Pasaron tan sólo un par de minutos cuando Agnes acercó el vehículo a la entrada del estacionamiento subterráneo de la Corporación SkullBunny, emparejó la ventana del conductor a la caseta de vigilancia para pasar la tarjeta de empleado de Anaksha por el sensor, pero la voz de un hombre la sorprendió brevemente.
-¿Qué puedo hacer por usted, señora?- preguntó muy amablemente un señor mayor, quien se miraba con ojos cansados pero animosos pese a todo.
-Disculpe, no lo vi.- respondió la CEO con una sonrisa de alivio.- Vine a recoger unas cosas, papeles y algo de ropa.- el hombre le devolvió la sonrisa y miró el pequeño monitor de datos en su caseta. La identificación que leyó el sensor no coincidía con la persona al volante.
-Señora, ¿por qué quiere ingresar al edificio con la identificación de Black Xiaji?- el hombre la cuestionó, aunque no de manera amenazante, sino con preocupación y hasta cierto punto, miedo.
-Viene conmigo, Bob. No te preocupes.- la voz de Annie sonó desde atrás de la van, se levantó del asiento posterior y pasó al del copiloto.- Vine a recoger mis cosas del vestidor, por ahora los héroes estamos trabajando desde el edificio de HeroTV y necesito la ropa que dejé aquí.-
-Entiendo, señorita. Bienvenida.- respondió el hombre con una sonrisa algo melancólica. Anaksha se percató de ello.
-¿Estás bien, Bob?- preguntó la chica con preocupación a lo que el guardia suspiró y una pequeña lágrima recorrió su mejilla.
-Es sólo que me gustaría estar ahora con mi familia, señorita. No es que desconfíe de los héroes, pero la situación en la que está la ciudad es muy peligrosa y sólo quiero abrazar a mi esposa, a mis hijos y a todos mis nietos.- respondió pesadamente. Annie cayó en cuenta. ¿Qué estaba haciendo el hombre ahí, trabajando? Con bastante enojo reprimido, lanzó otra pregunta.
-¿Anick te está obligando a venir a trabajar pese al peligro que involucra?- Bob asintió con pesadez.
-Sólo al personal de vigilancia y limpieza. Dijo que si no nos presentábamos a trabajar, nos despediría. Usted conoce mi situación, señorita. No puedo darme el lujo de perder mi empleo.- dijo sollozando.- La señora Lomawien no ha faltado al trabajo en estos días, el resto del personal administrativo trabaja desde casa, pero nosotros de vigilancia y limpieza no podemos hacer lo mismo.-
La semi pelirroja sintió una punzada en el pecho y un nudo en el estómago. ¿Cómo era posible que el mundo se estuviera acabando y Anick obligaba a la gente a estar alejados de sus familias? Sabía que la responsabilidad de arreglar las cosas era de ella y de los demás héroes, pero seguía sorprendiéndose de la falta de empatía y humanidad de la CEO de SkullBunny. Bajó del vehículo y entró a la caseta de vigilancia con Bob, quien la veía con asombro y lágrimas en sus cansados ojos… La Leona Siniestra imponía en su andar pero sus acciones rompían con la imagen ruda e implacable que los medios le habían otorgado. En un suave y cálido abrazo envolvió al hombre, quien sorprendido rompió totalmente en llanto y le devolvió el abrazo de manera desesperada.
-Ve a casa, Bob. No te preocupes por tu empleo, me voy a asegurar que tu familia esté bien. Y te prometo que no falta mucho, vamos a acabar con esto. ¿De acuerdo?- el guardia limpió su rostro y asintiendo tiernamente tomó una mochila con sus pertenencias, agradeció a la heroína tomando su mano y se marchó. La chica se detuvo por un momento antes de volver al vehículo, suspiró pesadamente mientras meneaba la cabeza con reprobación y miró a una expectante Agnes.- El lugar de estacionamiento de Anick está a un costado del mío, lleva la van ahí y espera a que llegue. Yo me llevaré la maleta para traer algunas de mis cosas del vestidor. Ella llegará en aproximadamente 15 minutos, subiré por 20 y bajaré para irnos. ¿De acuerdo?-
-¿Estás bien, Anaksha?- preguntó la CEO de HeroTV.
-Tengo que estarlo. Por Bob y por todas las personas que están sufriendo… necesitamos acabar con esto, Agnes.- dijo con zozobra y se dirigió a la puerta frontal del edificio.
……………..
Las calles vacías y las vías de tránsito despejadas eran lo que más disfrutaba Anick de los últimos días. Eran casi las 8 de la mañana, y aunque para esa hora las calles del distrito Central Comercial y Financiero de Sternbild debieran estar en plena hora pico, se podía transitar con mucha calma con apenas un par de vehículos a la distancia.
El ambiente le parecía un tanto pesado, pero la mujer estaba convencida de que si Frank quería así el renacer del mundo entonces ése era el mundo en el que Anick quería vivir. Porque era obvio, si llegara a haber un trono por supuesto que sería ella quien se sentara a un lado del NEXT supremo ¿cierto? Convencida de sus propias ideas, se repetía una y otra vez que Frank Martínez la amaba con pasión y locura.
Con eso en mente, estuvo apenas a tres metros de pasar de largo la entrada al estacionamiento subterráneo de su corporación; a las 8 de la mañana en punto del reloj Anick pasó su tarjeta de acceso por el sensor de la entrada para darse cuenta que no había nadie ahí. En un instante, se olvidó de todas sus ilusiones y fantasías con el líder de Ouroboros sólo para gritarle a la cabina de vigilancia vacía.
-¡Maldita sea, Robert! ¡Juro que te vas a quedar en la calle! ¡Y cuando regreses a rogarme por tu miserable empleo voy a pagarte 20% menos! ¡Infeliz!- chilló escandalosamente al aire, revoloteando las manos. Entró con su vehículo al estacionamiento conduciendo de una manera muy poco segura y con furia desprendiéndose de cada neumático, rápidamente llegó su lugar designado pero encontró un vehículo estacionado en el lugar de Anaksha Kjolsrud.- ¿Y esa camioneta? ¿Será de ella…? ¿Qué hace esa perra aquí, no debería de estar en HeroTV?-
Molesta emparejó su auto al vehículo desconocido, tomó su bolso y salió. Inmediatamente la puerta trasera de la camioneta se abrió, dejando ver una figura bastante conocida para Anick. Inmediatamente la rubia dejó de fruncir el ceño, todo su enojo y molestias desaparecieron y sonrió de manera pícara.
-Vaya, pero si es Golden Ryan… ¿A qué debo el placer, señor Goldsmith?- preguntó la CEO de SkullBunny quien se acercó a la camioneta, donde el hombre dentro la miró con ojos seductores. Ella intencionadamente se cruzó de brazos para realzar el volumen del busto y que se apreciara a través de su escote.
Aunque Ryan había aceptado y contribuido en varias partes del plan no pensó en lo incómodo que sería seducir a la jefa de su novia. Esto incluía factores cómo que ya no tenía ojos para nadie más que para su Leona Siniestra, que inclusive ya se había olvidado de cómo seducir a una desconocida (a pesar de ser todo un experto hasta hace unos meses), y sobre todo, el hecho de que la mujer a la que tenía que seducir era una traidora y no sentía nada más que desprecio por ella.
-Vine a verte, Anick.- respondió con voz grave que embelesó los oídos de la mujer frente a él, ella se estremeció un poco.
-¿A escondidas?- preguntó divertida, a lo que recordó un pequeño gran detalle.- ¿Y tu novia?- su expresión cambió, su rostro reflejaba disgusto, asco inclusive.
-Ella no está aquí ¿cierto?- la calma con la que respondió le produjo náuseas, pero el rubio siguió con una impecable actuación.- Además, tú tienes algo que ella no tiene, algo que necesito…- la mujer se acercó con un caminar felino excitada ante tal comparación, Ryan la ayudó a subir al vehículo, con una mano en la cintura acercó su cuerpo al de él, y dejó que Anick respirara de su aliento.
-¿Qué es lo que tengo y ella no?- susurró mientras pasaba su mano por la entrepierna de Ryan, tocando con firmeza la protuberancia; el rubio se concentró en su papel, no permitiéndose mostrar su incomodidad. Acercó sus labios al lóbulo de la mujer.
-Información sobre Frank Martínez.- Anick se frenó en seco y miró con falsa sorpresa a Ryan. Justo cuando se disponía a mentir y decirle que no sabía de lo que estaba hablando, sintió una punzada en el cuello. Llevó su mano al lugar de donde provenía el dolor y reconoció la figura de una jeringa, al voltear vio cómo el rostro de Agnes Joubert se hacía cada vez más borroso, hasta que cerró los ojos.
-Lo hiciste bien, Ryan.- dijo Agnes con una sonrisa un tanto triste, especialmente al ver la consternada expresión de Ryan que sostenía su rostro con los ojos bien abiertos, enrojecidos y acuosos. El rubio suspiró pesadamente, bajó un poco la mirada y respondió con tristeza.
-No quiero volver a hacer eso jamás. Ni siquiera pensar en hacerlo…-
-Descuida, la tenemos. No tendrás que volver a tratar con Anick.- la castaña tomó asiento a un lado del héroe y puso su mano en su hombro, intentado confortarlo.
-No es sólo Anick…- bramó con cierto desespero.- Sé que hoy fue parte de un plan, pero no quiero que una situación similar me aleje de Anaksha.- Agnes sonrió levemente, eran hermosos los sentimientos que Ryan y Annie se tenían a pesar de no tener tanto tiempo de estar juntos. La química y dinámica de pareja que ellos habían conseguido en tan sólo unos meses era algo de lo que carecían incluso algunos matrimonios longevos.
-Dime la verdad, ¿estarías con alguna otra mujer que no fuera Annie? Físicamente, me refiero.- el hombre volteó a verla con sorpresa, ofendido inclusive.
-¡¿Qué dices?! ¡Claro que no!- respiró brevemente y se tranquilizó un poco.- Quiero decir, modestia aparte, sé que hay muchas mujeres muy atractivas que quisieran dormir conmigo, y no te voy a negar que en más de una ocasión me he sentido tentado… pero hay algo que no me deja hacerlo. Es extraño, pero siento algo parecido a un vacío… Me pongo a pensar ¿qué voy a hacer después de tener sexo con ellas? ¿Irme y ya? ¿Qué hay de lo que viene después? Ver dormir a Anaksha me encanta, verla junto a mí descansando, saber que soy lo suficientemente digno de su confianza como para permitirse ser vulnerable. Es un alma rebelde, independiente, fuerte… Hay veces en las que siento que no soy suficiente para ella, pero me niego en dejarla ir. Me esfuerzo en ser mejor, por ella. ¿Quién más me puede ofrecer eso? -
Anaksha escuchaba con atención cada palabra que decía Ryan, mientras permanecía inmóvil detrás del vehículo. Sus ojos violetas no lo soportaron y lloraba con una gentil sonrisa dibujada en su rostro. Ésa fue la personalidad de la que se enamoró. Ella no era muy diferente a Ryan de antaño, la semi pelirroja nunca se involucraba con nadie e incluso la consideraban una “come-hombres”. Nunca prestó mucha atención a los rumores sobre ella, porque aunque resultaran verdaderos, ella sabía que disfrutaba de su vida sin hacer daño a los demás. Fue después de conocer al Príncipe de la Gravedad Errante que por fin se permitió abrirse ante alguien. ¡Y cómo le alegraba que Ryan la amara tanto! Porque entonces sus sentimientos eran totalmente recíprocos. Se sentía agradecida por contar con el apoyo incondicional de su novio, que incluso con todo su pasado y demonios, la amaba incluso en aquellas ocasiones en la que ella no podía amarse a sí misma. Y en palabras de Ryan, ¿quién más podía ofrecerle eso? Incluso si hubiera alguien, Anaksha escogería a Ryan cada vez que fuera necesario.
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