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"Le plantearé esa idea. Cuando acabe la saga, lo haremos público... Ojalá diga que sí".
Kaito tomó sus cosas del estudio, y se disponía a salir a tomar un taxi.
Su carro estaba en el taller, ya que "alguien" le había rayado el cofre. Ése "alguien" lo hizo tan anónimamente, que había dejado en pequeño y apenas legible, una marca que decía "CV03".
Lo entendió como venganza por haberla mandado a la mierda aquella ocasión, pero realmente le molestaba que aparte de haber lastimado a su mejor amigo, se estuviera acostando con el prometido de su amor imposible. De verdad que le enojaba recordar aquello... pero la música de llamada de su celular lo hizo salir de sus pensamientos.
Supo de inmediato quién llamaba, a Gakupo lo había personalizado con el tono de "LOVELESSxxx", así que contestó muy emocionado:
-¡Mi amor!-
::Hola, cariño. ¿Ya saliste del estudio?:: dijo Kamui, y a juzgar por el tono de voz, el también lo extrañaba.
-Si, de hecho estaba por salir y tomar un taxi, en unos cincuenta minutos estaré en casa.-
::No hace falta. Sal y cruza la calle...:: Gakupo colgó y Kaito salió casi corriendo.
"Le plantearé esa idea. Cuando acabe la saga, lo haremos público... Ojalá diga que sí".
Kaito tomó sus cosas del estudio, y se disponía a salir a tomar un taxi.
Su carro estaba en el taller, ya que "alguien" le había rayado el cofre. Ése "alguien" lo hizo tan anónimamente, que había dejado en pequeño y apenas legible, una marca que decía "CV03".
Lo entendió como venganza por haberla mandado a la mierda aquella ocasión, pero realmente le molestaba que aparte de haber lastimado a su mejor amigo, se estuviera acostando con el prometido de su amor imposible. De verdad que le enojaba recordar aquello... pero la música de llamada de su celular lo hizo salir de sus pensamientos.
Supo de inmediato quién llamaba, a Gakupo lo había personalizado con el tono de "LOVELESSxxx", así que contestó muy emocionado:
-¡Mi amor!-
::Hola, cariño. ¿Ya saliste del estudio?:: dijo Kamui, y a juzgar por el tono de voz, el también lo extrañaba.
-Si, de hecho estaba por salir y tomar un taxi, en unos cincuenta minutos estaré en casa.-
::No hace falta. Sal y cruza la calle...:: Gakupo colgó y Kaito salió casi corriendo.
Ahí, fuera de las puertas del estudio, estaba un convertible púrpura, y recargado en el, un hombre alto, vestido con unos pantalones de mezclilla oscuros y una camisa negra.
-¿Sabes que ese atuendo me gusta mucho? Podría devorarte ahora...- dijo Kaito con lujuria asomándose descaradamente.
El samurai tomó al hombre de azul y le dio un tierno pero apasionado beso.
-Vamos a casa, mi amor.-
Kaito asintió y entraron al auto, Gakupo lo puso en marcha y se dirigieron a casa.
-Te quería preguntar algo...- dijo Shion.
-¿Qué es?-
-Bueno, me gustaría que hiciéramos público lo nuestro con los demás, pero como vamos a presentar el proyecto de la saga de los pecados capitales, que por cierto ya está terminado, vamos a estar todos muy ocupados... así que me gustaría que en la fiesta de cierre del proyecto, lo anunciáramos.-
-Me parece buena idea, cuando empecemos, vamos a tener muy poco tiempo entre grabaciones, rodaje, edición y eso.- dijo relajado, pero Kaito abrió los ojos con aire desorbitante.
-¿De verdad?-
-Claro que si, cariño. No tengo ningún inconveniente. De hecho, me alegra enormemente que hayas pensado en todos. Demuestra el gran corazón que tienes.- el azulado se sonrojó y esbozó una sonrisita orgullosa. -Pero ahora que lo pienso, ¿cómo vamos a organizar lo de la saga?-
-La verdad no sé muy bien, sólo que vamos a hacer como un sorteo para repartir cada pecado. Meiko se va a encargar de eso, la junta de introducción va a ser dentro de dos días. Ahí va a presentar formalmente el proyecto a los ejecutivos y al señor Fujimori y después, nos asignan el pecado. Obviamente no van a poder participar todos, así que los que sobren van a editar, producir, y dirigir el proceso.-
Gakupo se quedó pensando, y se quedó callado durante unos segundos.
-¿Fujimori, eh? No lo veo desde que me dejó unirme a Vocaloid.-
Aquel señor que le dejó audicionar e hizo llorar con ésa canción de cuna, era el señor Fujimori. Si no le hubiera dado la oportunidad tan valiosa de cantar, tal vez seguiría en Edo matando gente.
-¿Te encuentras bien?- preguntó el azulado con preocupación- Es muy poco probable que lo veamos, como en las ocasiones anteriores, siempre se va antes de que lleguemos y...-
-No te preocupes.- interrumpió el samurai.- De todos modos, aunque le escribí mil cartas de agradecimiento, nunca le dije personalmente cuánto le debo.-
Kaito sólo le dio un beso en la mejilla y continuaron el resto del camino hablando de cómo sería si les tocara cada pecado.
-En lo personal, espero que me toque la lujuria, y así poderme meter en personaje... Hacerte mío todos los días.- dijo Gakupo.
-Puedes hacerlo, no soy de nadie más.-
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-¿Sabes que ese atuendo me gusta mucho? Podría devorarte ahora...- dijo Kaito con lujuria asomándose descaradamente.
El samurai tomó al hombre de azul y le dio un tierno pero apasionado beso.
-Vamos a casa, mi amor.-
Kaito asintió y entraron al auto, Gakupo lo puso en marcha y se dirigieron a casa.
-Te quería preguntar algo...- dijo Shion.
-¿Qué es?-
-Bueno, me gustaría que hiciéramos público lo nuestro con los demás, pero como vamos a presentar el proyecto de la saga de los pecados capitales, que por cierto ya está terminado, vamos a estar todos muy ocupados... así que me gustaría que en la fiesta de cierre del proyecto, lo anunciáramos.-
-Me parece buena idea, cuando empecemos, vamos a tener muy poco tiempo entre grabaciones, rodaje, edición y eso.- dijo relajado, pero Kaito abrió los ojos con aire desorbitante.
-¿De verdad?-
-Claro que si, cariño. No tengo ningún inconveniente. De hecho, me alegra enormemente que hayas pensado en todos. Demuestra el gran corazón que tienes.- el azulado se sonrojó y esbozó una sonrisita orgullosa. -Pero ahora que lo pienso, ¿cómo vamos a organizar lo de la saga?-
-La verdad no sé muy bien, sólo que vamos a hacer como un sorteo para repartir cada pecado. Meiko se va a encargar de eso, la junta de introducción va a ser dentro de dos días. Ahí va a presentar formalmente el proyecto a los ejecutivos y al señor Fujimori y después, nos asignan el pecado. Obviamente no van a poder participar todos, así que los que sobren van a editar, producir, y dirigir el proceso.-
Gakupo se quedó pensando, y se quedó callado durante unos segundos.
-¿Fujimori, eh? No lo veo desde que me dejó unirme a Vocaloid.-
Aquel señor que le dejó audicionar e hizo llorar con ésa canción de cuna, era el señor Fujimori. Si no le hubiera dado la oportunidad tan valiosa de cantar, tal vez seguiría en Edo matando gente.
-¿Te encuentras bien?- preguntó el azulado con preocupación- Es muy poco probable que lo veamos, como en las ocasiones anteriores, siempre se va antes de que lleguemos y...-
-No te preocupes.- interrumpió el samurai.- De todos modos, aunque le escribí mil cartas de agradecimiento, nunca le dije personalmente cuánto le debo.-
Kaito sólo le dio un beso en la mejilla y continuaron el resto del camino hablando de cómo sería si les tocara cada pecado.
-En lo personal, espero que me toque la lujuria, y así poderme meter en personaje... Hacerte mío todos los días.- dijo Gakupo.
-Puedes hacerlo, no soy de nadie más.-
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Kamui se despertó, muy temprano en la mañana. Apenas eran las siete, y Kaito a su lado, estaba más que dormido. Shion tenía el sueño muy pesado, cuando dormía, era una roca. Casi tenía que zarandearlo para que despertara, en cambio, el samurai era de sueño ligero, en extremo. Cualquier ruido lo despertaba, sólo que ahora dormía más tranquilo. Antes, era muy alerta, por si alguien quería tratar de matarlo mientras estaba dormido.
Descubrió su desnudo cuerpo de las sábanas, se sentó al filo de la cama para tomar impulso y levantarse. Volvió para darle un beso a su amado, mientras dormía, y lo cubrió con el resto de la sábana. Recorrió con sus dedos la espalda de aquel hombre, y cuando llegó al arco, escuchó un pequeño gemido salir de los labios de Kaito.
"No me voy a poder contener si sigo..." pensó, y se retiró de la habitación para darse una ducha con agua fría.
Descubrió su desnudo cuerpo de las sábanas, se sentó al filo de la cama para tomar impulso y levantarse. Volvió para darle un beso a su amado, mientras dormía, y lo cubrió con el resto de la sábana. Recorrió con sus dedos la espalda de aquel hombre, y cuando llegó al arco, escuchó un pequeño gemido salir de los labios de Kaito.
"No me voy a poder contener si sigo..." pensó, y se retiró de la habitación para darse una ducha con agua fría.
Habiéndose secado, peinado y vestido, tomó las llaves de su auto y condujo hacia el estudio, antes de empezar el proyecto de la saga, debía terminar de editar una canción de su recopilación de solos.
Le iba a llevar un tiempo, así que se sentó frente al computador, abrió el edito y se puso a trabajar.
-¿Cuando regresaste, enana?- dijo sin despegar los ojos de la pantalla.
-Hace dos horas llegué a la ciudad. ¡Así que levanta tu morado trasero y salúdame como la gente!-
Gakupo se levantó del asiento y la jovencita se apresuró a abrazarlo.
-¿Cómo estuvo el frío en Rusia, Gumi?-
-Terrible. Pero conseguimos grabar todo antes de la tormenta de nieve.-
Le iba a llevar un tiempo, así que se sentó frente al computador, abrió el edito y se puso a trabajar.
-¿Cuando regresaste, enana?- dijo sin despegar los ojos de la pantalla.
-Hace dos horas llegué a la ciudad. ¡Así que levanta tu morado trasero y salúdame como la gente!-
Gakupo se levantó del asiento y la jovencita se apresuró a abrazarlo.
-¿Cómo estuvo el frío en Rusia, Gumi?-
-Terrible. Pero conseguimos grabar todo antes de la tormenta de nieve.-
Gumi siempre estuvo enamorada de Kamui, pero él sólo la veía como su hermana. Cuando Luka y el hicieron pública su relación y empezaron a vivir juntos, ella cayó en una depresión. No duró mucho, siempre fue de la idea de siempre seguir adelante. Si el era feliz, ella igual.
-Ya puedes empezar a agradecerme, jaja.- dijo Gumi, un poco burlona.
-¿De qué hablas, enanita?-
-Pues, ya que tenía algo de tiempo, terminé de editar tu canción.-
-Pues muchas gracias. La verdad es que no tenía muchas ganas de editar hoy. Me acabas de ahorrar mucho tiempo.-
-Por cierto, Meiko me dijo que te avisará que dentro de dos días es la Junta de la saga. Te enviaré los detalles por email.-
-Claro, muchas gracias.-
-Gakupo, puedo preguntarte, si no es mucha indiscreción ¿Dónde estás viviendo?-
Kamui reflexionó por un momento si era seguro contarle a Megpoid sobre sus relaciones con Shion, pero conocía a Gumi. Ella.siempre había sido alguien de confiar, así que supuso que no habría problema.
-Bien, te diré. Pero tienes que prometerme que no vas a decir nada a nadie.-
-Lo prometo.-
-Después de que me fui del departamento de Luka, no sabía donde ir, pero caminando esa noche me perdí, y resulta que me encontré a Kaito.
Su departamento quedaba cerca de donde estábamos, y desde entonces he vivido con el. Asumo que Miku ya te contó su parte de la historia con el.
En fin, resumiendo un poco... el y yo estamos muy enamorados.-
-Que bueno que te recibió en su depart... espera ¡¿Qué acabas de decir?!- dijo Gumi con los ojos desorbitados.
-Así es, lo amo, me ama, es simple. Nunca había sentido esa cálida sensación recorrer mi pecho, ni tampoco esa seguridad de que encontré a mi perfecto ideal.-
Megpoid no sabía que hacer o como reaccionar, pero algo era seguro:
Si Gakupo no era para ella, aún así ella lo iba a apoyar en lo que fuese. Amigos sobre todo, y para siempre. Ella siempre le sería fiel a esa amistad.
-¿Por qué no lo han hecho público?-
-Queremos esperar a que se complete el proyecto de la saga, y en la fiesta de cierre, anunciarlo formalmente.-
-Bueno, espero que les salga bien todo, y pues yo no diré nada.-
El samurai la envolvió en sus brazos, y agradeció. Ella le devolvió el abrazo, y se despidieron.
-Ya puedes empezar a agradecerme, jaja.- dijo Gumi, un poco burlona.
-¿De qué hablas, enanita?-
-Pues, ya que tenía algo de tiempo, terminé de editar tu canción.-
-Pues muchas gracias. La verdad es que no tenía muchas ganas de editar hoy. Me acabas de ahorrar mucho tiempo.-
-Por cierto, Meiko me dijo que te avisará que dentro de dos días es la Junta de la saga. Te enviaré los detalles por email.-
-Claro, muchas gracias.-
-Gakupo, puedo preguntarte, si no es mucha indiscreción ¿Dónde estás viviendo?-
Kamui reflexionó por un momento si era seguro contarle a Megpoid sobre sus relaciones con Shion, pero conocía a Gumi. Ella.siempre había sido alguien de confiar, así que supuso que no habría problema.
-Bien, te diré. Pero tienes que prometerme que no vas a decir nada a nadie.-
-Lo prometo.-
-Después de que me fui del departamento de Luka, no sabía donde ir, pero caminando esa noche me perdí, y resulta que me encontré a Kaito.
Su departamento quedaba cerca de donde estábamos, y desde entonces he vivido con el. Asumo que Miku ya te contó su parte de la historia con el.
En fin, resumiendo un poco... el y yo estamos muy enamorados.-
-Que bueno que te recibió en su depart... espera ¡¿Qué acabas de decir?!- dijo Gumi con los ojos desorbitados.
-Así es, lo amo, me ama, es simple. Nunca había sentido esa cálida sensación recorrer mi pecho, ni tampoco esa seguridad de que encontré a mi perfecto ideal.-
Megpoid no sabía que hacer o como reaccionar, pero algo era seguro:
Si Gakupo no era para ella, aún así ella lo iba a apoyar en lo que fuese. Amigos sobre todo, y para siempre. Ella siempre le sería fiel a esa amistad.
-¿Por qué no lo han hecho público?-
-Queremos esperar a que se complete el proyecto de la saga, y en la fiesta de cierre, anunciarlo formalmente.-
-Bueno, espero que les salga bien todo, y pues yo no diré nada.-
El samurai la envolvió en sus brazos, y agradeció. Ella le devolvió el abrazo, y se despidieron.
Gakupo salió del estudio y subió a su convertible, pero no tenía intención de regresar a casa. Se dirigió al centro comercial, iba a comprar una bufanda (para agrandar la colección de Kaito) y un arreglo de flores bestialmente grande para su amado compañero.
Estacionó en el sótano del centro y subió a la planta baja. Primero, entró por la bufanda a una tienda de tejidos.
Compró la bufanda más larga, cara y suave de todas (color azul, claro) y pidió que la devolvieran en una caja en forma de corazón.
Esta caja, estaba forrada de terciopelo beige, y en la superficie, le colocaron un moño amarillo. En el centro de la caja, había un espacio en blanco para escribir una nota. Gakupo sacó una pluma y escribió: "Para mi único amor."
Le entregaron la caja dentro de una bolsita transparente, salió de aquella tienda y se dirigió a la de flores.
Estacionó en el sótano del centro y subió a la planta baja. Primero, entró por la bufanda a una tienda de tejidos.
Compró la bufanda más larga, cara y suave de todas (color azul, claro) y pidió que la devolvieran en una caja en forma de corazón.
Esta caja, estaba forrada de terciopelo beige, y en la superficie, le colocaron un moño amarillo. En el centro de la caja, había un espacio en blanco para escribir una nota. Gakupo sacó una pluma y escribió: "Para mi único amor."
Le entregaron la caja dentro de una bolsita transparente, salió de aquella tienda y se dirigió a la de flores.
-Señor Kamui, adelante por favor.- dijo la encargada de la tienda.
Todavía se le hacía extraño que le reconocieran en todas partes, pero era parte de su trabajo.
Después de firmar un autógrafo, explicó a la encargada que quería un arreglo grande, muy grande. Con todo tipo de flores, en una base hecha de la mejor madera que tuvieran. Y que lo entregaran al departamento número 47, del piso 25 en veinticuatro horas.
Mientras la encargada se apresurada en dibujar un diseño lo suficientemente grande como para complacer al hombre, él se quedó mirando las flores de alrededor que afirmaban la tienda.
-¿Tan poco signifiqué para ti que ya tienes otra?- dijo Luka mientras le golpeaba la cara al samurai.
-¿Qué demonios haces aquí?- preguntó enojado. Cómo odiaba cuando le golpeaban.
-Pues vine de compras, genio. Ése no es el punto, si no que apenas va un mes de que nos separamos y ya tienes otra... ¿Quién es? ¿Es Gumi Megpoid, verdad?-
-No tengo porqué decírtelo. Mi vida personal ya no te incumbe.-
-¿Vas a tirar a la basura esos dos años que vivimos?-
-Si mal no recuerdo, fuiste tu quién los tiró a la mierda acostándote con Mikuo.-
-¡Por favor! Ya es agua pasada, son sólo detalles menores.-
-Te lo dije una vez, y te lo voy a decir de nuevo: Si no es laboral, no quiero nada que ver contigo.-
Todavía se le hacía extraño que le reconocieran en todas partes, pero era parte de su trabajo.
Después de firmar un autógrafo, explicó a la encargada que quería un arreglo grande, muy grande. Con todo tipo de flores, en una base hecha de la mejor madera que tuvieran. Y que lo entregaran al departamento número 47, del piso 25 en veinticuatro horas.
Mientras la encargada se apresurada en dibujar un diseño lo suficientemente grande como para complacer al hombre, él se quedó mirando las flores de alrededor que afirmaban la tienda.
-¿Tan poco signifiqué para ti que ya tienes otra?- dijo Luka mientras le golpeaba la cara al samurai.
-¿Qué demonios haces aquí?- preguntó enojado. Cómo odiaba cuando le golpeaban.
-Pues vine de compras, genio. Ése no es el punto, si no que apenas va un mes de que nos separamos y ya tienes otra... ¿Quién es? ¿Es Gumi Megpoid, verdad?-
-No tengo porqué decírtelo. Mi vida personal ya no te incumbe.-
-¿Vas a tirar a la basura esos dos años que vivimos?-
-Si mal no recuerdo, fuiste tu quién los tiró a la mierda acostándote con Mikuo.-
-¡Por favor! Ya es agua pasada, son sólo detalles menores.-
-Te lo dije una vez, y te lo voy a decir de nuevo: Si no es laboral, no quiero nada que ver contigo.-
La encargada de la tienda terminó el dibujo y corrió a enseñárselo a Gakupo, pero sus ojos casi salían de sus cuencas al ver ahí a la famosa CV03, Luka Megurine.
-¡Por Dios! ¡Si es la señorita Megurine! Mi hija adora "GakuLuka". ¿Podría tomarles una foto abrazados?
Luka vio una oportunidad, y dijo altanera:
-Si, mi amor. ¿Acaso no quieres complacer a los fanáticos?-
-Lo siento, señorita. No es el mejor momento.-
-Lo entiendo.- la encargada tendió el papel en donde estaba dibujado el diseño del arreglo floral- éste es el diseño. ¿Es para la joven Luka, cierto?- dijo muy emocionada.
-Si, Gakupo ¿es para mi?-
-Señorita, por favor empiece el arreglo y entréguelo mañana a la dirección que le indiqué. Muchas gracias.- dicho eso, salió muy enojado de la tienda y Luka corrió tras de el.
-¡No me puedes hacer eso! ¿Acaso no estamos destinados a estar juntos?-
-Eso pensé, pero me queda en claro que no es así. Ya no me busques más, o tendré que tomar acciones legales.-
Luka frenó en seco, y vio como el samurai tomaba el elevador y desaparecía del centro comercial.
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