The SkarSkull is...

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I fall in love with everything, I also hate everything. It's very hard to be a misanthrope and a romantic at the same time... ♥ Facebook: Skarskull - Facebook Group: SkarSkull.GoldenYaoi ♥ Twitter: @xSkarSkull ♥ Amor Yaoi, Wattpad, Fanfiction: skarskull ♥ Instagram: SkarSkull

viernes, 27 de junio de 2014

Gakupo x Kaito. Extra: Nota final de Autora, SkarSkull.

Hace algunos años tuve un accidente y me caí de una altura de ocho metros, aquello me causó una cicatriz en la nuca un poco grande, de ahí mi pseudónimo: SkarSkull. (Scar= cicatriz Skull= cráneo)
Soy una persona de placeres simples, comer, dormir, escuchar música, leer, ver anime y yaoi.
Hace un año casi, empecé con esta historia como un medio de distracción ya que en mi casa la situación no era la mejor. Ni siquiera pensaba terminarla, iba a estar como otros proyectos que tenía y nunca completé, los dejé morir en el olvido y nunca más los volví a leer siquiera.
Para este proyecto en particular, no tenía la intención de que superara los 10 capítulos, pero ustedes han sido la mejor fuente de inspiración que pude haber tenido, saber que les estaba gustando algo que empecé a escribir para relajarme...

Yo sé que no puedo complacer a todos al acabar la historia, muchos quieren un final feliz y otros no tanto.
Para mi, los fics y libros son un medio de escapar de nuestra realidad, una realidad que a veces puede ser muy dura y tratarte mal, así que si uno sufre en la vida real ¿porqué habría de hacerlo en su mundo de alegría y fantasía? Algunas partes son tristes, claro, pero todos tienen un final feliz a su modo.

También me complace anunciarles que ya hay un nuevo proyecto que tengo, listo para empezar a redactar y que espero les guste. El nombre de dicho proyecto es: Karakuri Dogs: 5 deben morir.
A diferencia de esta historia llena de amor y cariño, esta será una historia donde nadie conoce que es ese sentimiento de amor y el mundo se rige en un mundo de venganza. Será un crossover del mundo del videojuego Sleeping Dogs (un tanto modificado) y al mismo tiempo, un Songfic de la canción Karakuri卍Burst. Espero que les agrade y ya veremos que tal se desarrolla, claramente también será un fic yaoi y la OTP será la misma, y aunque pensaba cambiarla, Gakupo y Kaito son personajes fáciles de manejar para mi.

En fin, muchas gracias por acompañarme en esta aventura de un año, un gran año gracias a ustedes.
Gakupo y Kaito han tenido su aventura, y yo también he tenido una escribiéndola.
He tenido una aventura con ustedes, y espero que ustedes tengan la suya.
Recuerden: De aquí a la eternidad.... hagan su aventura.

Con cariño para todos ustedes y por los que vienen,

                                 ~SkarSkull, out.



[Antes de finalizar, quisiera agradecer a cuatro personas que fueron mis más fieles lectores y me dieron las ideas más interesantes para el final cuando pedí su ayuda:
Los usuarios de Amor-Yaoi.com; Eliann, KatKusamaKamijou, y HikarixD.
Y por último, una persona muy especial para mi, no sólo por ser mi madrina, si no una de mis amigas de más confianza: Julie. Gracias a todos, y a ustedes les deseo la mejor de las suertes.]

Gakupo x Kaito. Nuestra Aventura. Capitulo 30 / Epílogo.

El salón de fiestas... con esa hermosa decoración en rojo y dorado. Aquella que de verdad se había teñido de rojo en un encuentro emocionalmente devastador.
Ya no era más una fiesta, la celebración había muerto. Miku era trasladada al hospital Allenworth donde Ritsu iba atendiéndola lo mejor que podía dadas las posibilidades y circunstancias desde la ambulancia, y a decir verdad, no estaba segura de poder mantener su cuerpo con vida.

-Comandante, Megurine Luke y Hatsune Mikuo ya han sido arrestados. A primera hora mañana un juez de la Suprema Corte les dictará auto de formal prisión.- dijo la policía de la placa VY1.
-Gracias, Mizki. Kiyoteru se encargará de los asuntos con la fiscalía. Asegúrate de que lleguen a la estación y nos veremos mañana.- ordenó VY2 y la mujer subordinada a él obedeció.
-¿Yüma?-
-¿Estás bien, Meiko?-
-¿Qué pasará con Mikuo y el hermano de Luka?- preguntaba aún con algunas lágrimas recorriendo sus mejillas.
-Por ahora, sólo se les va a retener en la estación, les haré el interrogatorio correspondiente y mañana el juez dictará la sentencia. Unos veinte años... por cada persona que mataron. Y diez por cada herido.-
-¡Eso lo haría una cadena perpetua!-
-Lo es, Meiko. Lo es... hazme un favor ¿quieres? Diles a los demás que ya todo está bien y que Miku va a tener seguridad de la policía hasta que salga de Allenworth. Su novio Vladimir va a estar atendiéndola, ya no se preocupen.-
-¿Crees que salga de esta?-
-Hay que tener fe.- fue lo último que el comandante dijo.

Meiko se reunió con sus colegas, les explicó el asunto y propuso un after-party en su casa para bajar el estrés del momento con un poco de alcohol. Claro que nadie ya estaba de humor para festejar nada pero unos buenos tragos podrían ayudar a aliviar la tensión.
En el camino al hogar de la castaña, Kaito notó que Gakupo iba muy callado, tal vez era por la misma situación, o por haber golpeado a Mikuo casi hasta la muerte, o la sensación de que el amor de su vida se iba a ir una vez más. La reacción del samurai no era para nada la que esperaba Kaito, no se miraba triste o dolido por lo de Miku, tampoco enojado por Mikuo quien había tratado de matarlo... se le miraba serio y con una gran decepción desbordante de sus hermosas ventanas amatistas. Tal vez... muchas preguntas, pocas respuestas y tantas posibilidades.
-¿Te encuentras bien?- preguntó el azulado.
-No.- fue la única y tajante respuesta de Gakupo.
Kaito ya no dijo nada más. Comprendía que la estabilidad emocional de cualquiera estaría afectada después de lo que había pasado, pero el samurai siempre había soportado muy bien estos asuntos por su pasado... definitivamente, algo pasaba. Y se veía que el de amatista no podía dejar de pensar en aquello que lo estuviera torturando.
Cuando llegaron a casa de la castaña, Teto y Akaito permanecían inseparablemente abrazados. Ya después de superar esto podrían tener su luna de miel como era debido pero por mientras, necesitaban consuelo emocional de su familia... sus amigos. Rin y Len se sostenían tiernamente y se repetían que todo iba a estar bien una y otra vez, Lily e IA se preguntaban qué harían ahora ya que ellas lo único que querían era volver a Hungría por Oliver y no el desastre que había sucedido, Gumi y Meiko estaban preparando té y bebidas en la cocina cuando Kaito se acercó a ellas.
-¿Han visto a Gakupo?-
-Está arriba, fumando en el balcón. Creo... que deberías hablar con él. No lo veo con buen semblante.- dijo preocupada la joven Megpoid.
-Lo sé...- suspiró y se dirigió a la parte alta de la casa a hablar con su prometido.

-¿Gakupo?- preguntó el azulado.
El samurai estaba recargado en las barras del balcón, sostenía un cigarrillo mentolado entre sus dedos y veía fijamente el horizonte contemplando la luna y las pocas estrellas que vislumbraban la ciudad. En Edo, las estrellas reflejaban todo su esplendor, se veían cientos... o miles, tantas que apenas contara diez ya no sabría dónde continuar. Le recordaban a diario lo mucho que quería salir y ver el mundo, pero ahora veía que el mundo que creyó conocer, el mundo que creyó la escapatoria del lugar donde era explotado mental y físicamente estaba plagado de la misma violencia de la que él tanto huía.
Sin quitar la vista del hermoso cielo y después de dar una calada al cigarro, hizo la pregunta que más temía, la que le carcomía lentamente el corazón.
-¿Aún la amas?- Kaito sintió un nudo en el estómago. Aún cuando estaba lejos de su prometido mientras le decía aquellas palabras a la CV01 y en un tono de voz muy bajo, éste lo había escuchado. No era algo que le preocupara mantener en secreto, pero tampoco creyó en ése instante las consecuencias de sus palabras. Gakupo no estaba sufriendo por nada más que por aquellas palabras.
-Yo... aún la amo. Pero no lo entiendes...- decía quebradamente el azulado. Kamui dejó caer el tabaco y se volteó agresivamente a encararlo.
-¿Entender qué, exactamente? ¿Que entonces todo esto que hemos pasado juntos ha valido absolutamente nada?- dijo en un tonó mucho más demandante.- ¿De qué sirvió todo lo que pasamos si aún sigues amándola?-
-No es eso. Fue mi primer amor y la amo por eso, pero no como te amo a ti. No quiero pasar el resto de mi vida con ella como lo quiero hacer contigo. El día en que nos encontramos, aquel en donde descubriste la infidelidad de Luka y a mi me había rechazado Miku, acepté que nunca podría pasar nada entre nosotros, pero estos sentimientos son preciosos. No me pude deshacer de ellos tan fácilmente en ése entonces ni ahora...-
-Perdóname, pero no puedo seguir escuchando esto. No puedo seguir con la idea de que no soy al único al que amas.- dijo el samurai listo para marcharse.
-¡Tu mismo lo dijiste! ¿Eso es todo? ¿Así van a ser las cosas? Si no te amara no hubiera perdonando que me pusieras en coma.-
-Tu me apuñalaste.-
-¡No te atrevas a echarme eso en cara! ¡Fue un accidente y lo sabes!-
-¡Igual lo fueron las razones que me orillaron a cometer aquella atrocidad!-
-Aún así nos perdonamos... porque nos amamos, Gakupo.- el hombre de amatista soltó un resoplo.
-Necesito pensar...-
-¿Pensar qué? ¿Ahora no crees que te amo? ¿Ya no me crees?-
-Estuviste conmigo todo este tiempo sin decirme que aún sentías algo por ella, ya no sé qué creer.-
-¡No me digas que tu olvidaste todos aquellos momentos con Luka! Mírame a los ojos y dime que no la extrañas.- dijo Kaito desafiante.
-¡Aún la extraño y aún lloro su muerte! Fue la primera persona en enseñarme la vida fuera de Edo, pero también se corrompió de poder y lujuria, fue cuando la descubrí con Mikuo que mi amor por ella murió.- Shion se quitó la hermosa argolla de oro blanco y la puso frente al rostro de Gakupo.
-No, no lo acepto. Esto... esto significó algo. No pienso dejar que eches todo por la borda.- y así con esas palabras Kamui se vio entre la espada y la pared, quería buscar culpables, pero esto estaba muy lejos de involucrar este asunto con Luke o Mikuo.
-No puedo... no ahora. Perdona, pero tengo que irme y acomodar mis pensamientos.- dijo mientras se marchaba, pero antes de bajar las escaleras y cruzar la puerta principal se detuvo para escuchar una voz que lloraba.
-De aquí a la eternidad.- dijo Kaito. Gakupo bajó la cabeza y se fue sin responder o decir nada más.
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-Perdóname, Lily. Sin la ayuda de algún tercero dentro del consulado, no te puedo ayudar. ¿No habías dicho que tenías a alguien que podría interceder por ti?- preguntó Kiyoteru.
-Lo tenía, pero... salió mal.- respondió IA quien abrazaba a la devastada rubia.
-¿A qué te refieres?- preguntó el abogado. Ambas chicas se vieron y con la mirada, concluyeron que lo mejor era hablar. Ya no tenían mucho que perder.
-Cuando fuimos contratadas por Fujimori.... Luke nos contactó. El trabajaba en el consulado de Hungría y nos prometió que nos ayudaría con nuestra situación si le decíamos lo que averiguáramos de Gakupo y Kaito. Al principio no sabíamos cómo acercarnos a ellos, pero cuando nos pidieron fingir ser sus novias y pasar tiempo con ellos, las cosas se nos facilitaron mucho... Kiyoteru, no lo hicimos con malas intenciones. Dios sabe que sólo fue para poder ir a ver a mi hijo, pero ahora todo parece en vano.- contestó Lily.
-Yo no diré nada, pero cómo veo las cosas, me parece que le deben una explicación a los chicos. Estoy seguro de que ellos entenderán la situación en la que estaban y sabrán perdonarlas.-
-Eso espero, Yotu...-
-Volviendo a tu problema, no creo que todo esté perdido...- dijo con la cara resplandeciente, como si la respuesta a todo lo hubiera iluminado.
-¿Qué quieres decir?- preguntó la peliblanca.
-Tal vez ustedes no puedan volver a su país, pero podamos traer aquí el pedacito de Hungría que quieren ver.- Lily secó sus lágrimas, se levantó de su asiento y comprendió lo que el castaño quería decir...
-¿Traer a Oliver aquí?-
-Mira, yo podría viajar a Hungría y contactar a tus padres, según tengo entendido ellos tienen la custodia del niño. Les explico la situación, que tu estás viva e Ibolya, perdón, IA es inocente y vive contigo. Lo único que tendrían que hacer ustedes es pagar el traslado de tus familiares aquí. Yo me ocupo de los papeles para que vivan aquí sin problemas con la oficina de migración. Allá sus nombres están muertos y en tinta roja, pero aquí significan algo.-

Un rayo de sol iluminó la habitación, haciendo resaltar la felicidad del momento. Las chicas no podían asimilar por completo lo que el abogado iba diciendo. Sólo... se quedaron ahí, viendo fijamente los ojos de Kiyoteru quien se preguntaba si había algún problema. Las chicas mostraban una total falta de expresión en sus rostros y era prácticamente imposible descifrar lo que estuvieran pensando. Pero Lily rompió el silencio con una expresión que ahora se tornaba atónita.
-¿Tu... puedes hacer eso?-
-Sí, yo me encargo de que pasen y vivan en el país sin problemas. Sólo tendrían que ocuparse de los gastos; aparte del sueldo que ganan, también tengo entendido que antes de morir, Oliver Rayquuz dejó estipulado que toda su fortuna pasaría a manos de Oliver Rayquuz Jr, tu hijo. Así que prácticamente son millonarios a gran escala.-
-Yo... de verdad, gracias. Muchas gracias, Kiyoteru.- dijo Lily para después abrazarlo como a nadie nunca había abrazado.
-No se preocupen. Ya cerré el caso de Luke y Mikuo, así que puedo disponer de algunas semanas. Iré a preparar todo y saldré a Hungría lo más rápido posible.- dijo correspondiendo el abrazo de la rubia y recibiendo un beso en la mejilla por parte de la peliblanca.- Con su permiso.-

Con un gran sentimiento de benevolencia, salió del apartamento de las mujeres, se subió a su auto y condujo por la ciudad hasta la estación de policía.
Cuando llegó y entró por la puerta principal saludando a todos sus colegas, VY1 lo interceptó.
-¡Hiyama!-
-Hola, Mizki.-
-Este... quería saber... si pudieras decirme en qué terminó todo con Hatsune y Megurine. Me da un poco de vergüenza preguntarle al Comandante.-
-¿Por qué te daría vergüenza?-
-He estado ocupada con un asalto que hubo hace unos días. El día siguiente del incidente de la boda, un convoy asaltó uno de los bancos Aberdeen y aunque ya capturamos a los responsables, ya no pude saber qué fue lo que pasó con aquel asunto. Me da vergüenza porque no quiero que piense que soy distraída y pongo más atención a algunos incidentes que a otros, eso y porque los involucrados son cercanos a ustedes.-
-Ya veo... no te preocupes. Estoy segura de que puedes hablar con el Comandante sin ningún problema. Pero ya que te has tomado la molestia de preguntarme, te lo explicaré: Lamentablemente, Luke y Mikuo tomaron la vida de siete personas y también dejaron heridas de gravedad a tres. También se les agregó el cargo de conspiración y posesión de armas ilegales no registradas. A eso se le suma que Leon Aberdeen y la doctora Ritsu hicieron una denuncia anónima contra ellos, al parecer secuestraron por un día al señor Aberdeen y a la doctora la amenazaron. A pesar de tener sus rostros cubiertos, se dieron cuenta que se trataba de ellos haciendo una lógica en el incidente el día de la boda. El veredicto fue de dos cadenas perpetuas para cada uno sin posibilidad de fianza ni libertad condicional por buena conducta. Por lo que sé, se han adaptado bien al aislamiento y son compañeros de celda. Después de los golpes que recibió ése día, a Mikuo lo atienden periódicamente en el servicio médico de la prisión.-
-¿Y qué sucedió con la señorita Hatsune Miku? ¿Y los recién casados?-
-Ritsu me informó que ya está estable, muy débil por la pérdida de sangre que sufrió y que la bala casi le perfora un pulmón. Pero con tratamientos y terapia podrá salir adelante, es una chica fuerte y de corazón noble. El señor Kradgoff me dijo que tenía la intención de perdonar a su hermano y visitarlo en prisión. En cuanto a Akaito y Teto, ya visitaron a Miku en el hospital y cuando supieron que ya estaba fuera de peligro y con ánimos de recuperarse decidieron irse a su luna de miel a Dubai, y me parece que estarán ahí tres semanas.- dijo el abogado. El radio de Mizki sonó para avisar que debía efectuar el interrogatorio al líder del convoy de ladrones que había atacado el banco Aberdeen.
-Y pensar que todo esto sucedió hace apenas una semana...en fin, te dejo, Kiyoteru. El deber me llama. Muchas gracias por la información.- decía la de la placa VY1 mientras tomaba unos expedientes del escritorio y se iba.
-No hay de qué, cuídate, Mizki.-

-¿Puedo?- preguntó el castaño al tocar la puerta de la oficina principal de la estación.
-¿Yotu? ¿A qué se debe tu visita, mi amor?- preguntó Yüma quien lo recibió literalmente con los brazos abiertos.
-Necesito pedirte un favor, uno que nos ayudará a nosotros y a dos personas mas.-
-Ya me tienes intrigado. ¿De qué se trata?- preguntó Yüma curioso, mientras abrazaba íntimamente al castaño.
-¿No crees que Mizki se está encargando de todo últimamente? Se ha vuelto más capaz.-
-Así es, si sigue a este paso tendré que cuidar de cerca mi trabajo, jaja. ¿Pero qué tiene que ver con el favor que querías pedirme?-
-Bueno, ahora que las aguas se han calmado, creo que puedes tomarte unas vacaciones. Has estado trabajando durante algunos años sin descanso, así que ya has acumulado muchos días pagados (y obligados) de vacaciones.-
-¡Oh! Un descanso ¿eh? Ahora que lo pienso, tienes razón. No me he tomado uno en mucho tiempo, y parece que Mizki tiene todo bajo control. ¿Ya tienes alguna idea?-
-Budapest es muy hermoso en esta época del año ¿sabes? Quiero ir porque voy a contactar a los padres de Lily para después arreglar su estancia permanente en éste país.-
-¿Lo del asunto con su hijo, cierto?-
-Sí, pero me llevará un día o dos. Lo demás podemos viajar por el Puente de las Cadenas y disfrutar de la ciudad más hermosa del Danubio. ¿Qué dices?-
-No me importa a donde vaya mientras sea contigo.- dijo Yüma finalmente.
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"Lo entiendo bien, lo arruiné todo. Pero ahora que tuve tanto tiempo para pensar, no entiendo porqué dije eso. Claro que la amo por ser mi primer amor, pero ahora es una amor fraternal. Ya no puedo visualizar a Miku de otra forma que no sea como mi hermana pequeña o mi mejor amiga. Y sin embargo, dije algo como aquello sin pensar."
Había pasado ya una semana ya desde aquella discusión. Y para cuando Kaito volvió a su departamento ésa noche, muchas de las cosas de Gakupo ya no estaban. Realmente lo había herido, pero aunque no lo hubiera hecho con esa intención era una verdad que no pensó que podía doler tanto.
"¿Tanto? Si él me hubiera confesado que seguía enamorado de Luka, después de tantas cosas que hemos vivido y de todas esas veces en la que hemos hecho el amor tan sinceramente... creo que yo no querría ver su rostro otra vez."
"¿Entender qué, exactamente? ¿Que entonces todo esto que hemos pasado juntos ha valido absolutamente nada?"  Las palabras que dijo el de amatista retumbaban violentamente en su cabeza... "¿De qué sirvió todo lo que pasamos si aún sigues amándola?"

Había intentado buscarlo desde entonces, pero de repente desapareció. Nadie sabía en dónde estaba o qué había sido de él. Kaito se encontraba tan desesperado por encontrarlo que incluso pensó en buscarlo en Edo, pero eso sería un suicidio seguro y tal vez deshonrara el nombre de la familia Kamui; el bien sabía que a Gakupo no le importaba ese honor, pero no quería ni imaginar cómo le habría ido a su samurai si volviera a la comuna. La última vez que Gakupo fue a ver a su padre terminó con una herida de treinta y dos centímetros en el pecho.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando su teléfono comenzó a sonar con un número conocido.
-¿Gumi? ¿Qué pasa?-
::Kaito... perdóname.:: dijo un poco triste la joven Megpoid.
-¿Por qué? ¿Qué te sucede?-
::Es Gakupo...::
-¡¿Gakupo?! ¿Sabes algo de él?- preguntó mucho más demandante.
::Yo... no te dije en dónde estaba antes porque él me lo pidió.::
-¡¿Tú sabías en dónde estaba y no me dijiste?!-
::Entiéndeme, por favor. Le prometí que no le diría a nadie en dónde se encuentra y al decirte estoy faltando a mi promesa.::
-Está bien, está bien... lo siento. ¿Puedes decirme en donde está?- dijo en un tono mucho más calmado e intentando respirar.
::Está en el hotel Yoshiwara, la habitación 105. Los primeros dos días sólo lo veía deprimido, pero ahora está demasiado demacrado. Hace unas horas que fui a ver cómo estaba, pero sólo pasa el tiempo tirado en el piso, bebiendo cerveza y fumando cigarrillos. Yo... nunca lo había visto así. No voy a preguntar qué pasó en la casa de Meiko porque no me incumbe, pero si puedes hacer que mejore...::
-No creo que quiera verme, he estado buscándolo pero creo... mas bien, sé que de quien huyó fue de mi. Perdona, Gumi, pero no creo poder ayudar mucho. Aún así iré a verlo, no puedo quedarme sin él.-
::Por favor, haz lo que puedas. Mucha gente cree que la depresión no es una enfermedad, pero lo es. Y como toda enfermedad, tiene un punto de inicio y si no se trata, una fase terminal.::
Kaito supo muy bien lo que quiso decir Gumi con aquellas palabras, y con miedo evidente preguntó:
-¿Quieres decir que puede llegar a... quitarse la vida?-
::Yo rezo porque no. Pero tienes que ayudarlo porque a mí no me deja ni acercarme.::
-De acuerdo. Iré enseguida.-

El hotel Yoshiwara era ciertamente inconfundible, en especial cuando él mismo tuvo un viaje en helicóptero hasta la gran azotea del edificio. Kaito llegó al hermoso hotel y preguntó en recepción por la habitación 105.
Subió al tercer piso y al abrirse el ascensor, vio la puerta grabada con tal número hasta el fondo del pasillo; caminaba con un paso tembloroso y reflexionando qué era lo que quería decir. Tenía miedo, mucho miedo; de lo que fuera a decir Gakupo, de que ya no quisiera verlo nunca más, del estado en el que lo encontraría o de simplemente ya no encontrarlo. Ahora que se encontraba frente a la dichosa puerta con una mano en el aire dispuesta a llamar, su cuerpo no respondía. Sus nervios habían llegado a limitar sus movimientos, pero tenía que hacer algo; si se encontraba tan mal como Gumi lo había descrito, no se podía dar el lujo de perder más tiempo. Tenía que salvar los momentos, los recuerdos, las palabras y sobre todo, salvar a Gakupo de sí mismo. Respiró profundamente, normalizó un poco su ritmo cardíaco y tocó la puerta.
-Váyase.- dijo la voz detrás de la puerta. Una voz muy familiar para el azulado, pero en un tono a la vez desconocido. Sonaba desganado a más no poder.
-Gakupo... soy yo.-
-¿Qué necesitas?-
-Hablar. ¿Podemos hablar?- decía Kaito prácticamente pegado a la puerta.
-Estamos hablando.-
-Gakupo, por favor: Déjame entrar.-
Pasó un momento donde ya no se escuchaba nada, el silencio inundaba todo el ambiente para después romperse levemente con el sutil sonido de los pasos de Gakupo acercándose, ahora también se escuchaba como muchos seguros eran removidos de la puerta para que después la perilla girara y dejase ver al hombre que se escondía en la habitación.

Gakupo estaba total y absolutamente irreconocible. Además de que estaba descalzo y sólo usaba un pantalón demasiado flojo, su cabello estaba terriblemente enredado y alborotado. Sus ojeras remarcaban exageradamente las cuencas de sus ojos, su piel se tornó violentamente pálida al punto de remarcar sus venas y cicatrices, y la habitación desprendía con vehemencia un fuerte olor a alcohol y tabaco.
-Entra.-
Kaito entró a la 105 y concluyó que como Gumi había descrito el asunto, era una definición muy amable de la condición del samurai y de la habitación.  Había latas de cerveza por todos lados, algunas vacías y otras no tanto; colillas de cigarros por aquí y por allá, la cama llena de la ropa desordenada del hombre de amatista y un espacio en blanco junto a la cama donde Gakupo veía los días pasar sin hacer otra cosa mas que contemplar la ciudad ebrio y deprimido.
El samurai dejó que el azulado cerrara la puerta para después sentarse en aquel lugar en el piso y hacer lo de siempre, Kaito se sentó a un lado suyo en el filo de la cama sin saber que hacer o decir; se sentía extremadamente mal saber que la situación en la que estaba Kamui era su culpa.... su culpa por no saber poner en claro sus sentimientos y que quien lo pagara fuera la persona que el más amaba en este mundo.
-¿De qué quieres hablar? Creo que... está claro todo entre tu y yo.- decía en un tono que no parecía molesto ni que guardase rencor. Era aún peor, sonaba roto y desalentado.
-Gakupo, por favor. Vine a explicarte, a querer remediar las cosas... no puedes seguir así, ni yo.-
-¿Explicarme? No creo que tengas que hacer eso, tu tomaste tu decisión y yo la mía.-
-Yo no he decidido nada. ¿Tu decidiste dejarte morir de ebrio? ¿Ver por la ventana hasta que algo te suceda?- el azulado empezaba a molestarse.
-Nunca dije que haya tomado una decisión muy buena...- decía mientras daba un sorbo a la lata de cerveza. Kaito la arrebató de sus manos y la arrojó lejos de el.
-Maldita sea, Miku estaba a punto de morir. En una situación así, tu más que nadie debe saber que los recuerdos lo inundan a uno... que yo sólo quería que se salvara, que no cerrara los ojos.-
-No te excuses con eso, Kaito. Yo he visto la muerte de cerca y si bien sé que tienes razón en eso, aún así me confesaste que seguías amándola. Y fue en ése momento cuando todos los recuerdos de las cosas que pasamos, cuando no sabías como pedirme que viviera contigo y yo no sabía como pedirte vivir junto a mi, la angustia que sufriste cuando yo estaba medio muerto y la desesperación que yo pase cuando te puse en coma, los días de temor cuando quería pedirte que te casaras conmigo y cuando fui a por la argolla para proponerme... todo eso regresó a mi y perecía haber sido en vano, porque siempre la quisiste a ella y a mi como tu amigo. No sabía que era eso que llamaban amor hasta que te conocí, cuando te puse por encima de mi mismo.- con esas palabras los ojos de Gakupo y Kaito se empezaron a inundar terriblemente de lágrimas, el samurai bajó su cabeza recargándose en sus rodillas.- No te estoy deteniendo, puedes hacer de tu vida lo que quieras, ve y sé feliz... con quien sea que te haga feliz.-
-No quiero, me niego. Por favor, comprende... a Miku la amo, si lo hago. Pero la amo por ser el recuerdo de mi primer amor, la amo por ser mi mejor amiga, por ser como una hermana pequeña a la que tengo que cuidar de los novios que le rompen el corazón. Sólo eso. No la amo como te amo a ti.- Gakupo empezó a levantar su cabeza poco a poco, la voz quebrada de Kaito y sus manos hechas puño reflejaban su desesperación por decir la verdad, lo que realmente sentía.- Sólo hay una persona con la que quiero estar el resto de mi vida, y eres tu, si no esa vida ya no valdrá nada. Te amo, amo como cepillas tu cabello cuatro veces al día, amo todas tus historias, tu voz, tus cicatrices, la forma en la que hablas; amo como te apasiona vivir, como pones el corazón en cada cosa que haces, amo la forma en la que me miras cada vez que hago algo tonto y tienes que ayudarme, cada vez que me hablas, cada vez que pronuncias mi nombre. Amo tu pasado porque te hace ser la persona que eres hoy y por sobre todas las cosas, amo que me ames.-

Silencio... ese incómodo silencio de nuevo. Pasaron algunos minutos y ni Gakupo ni Kaito dijeron palabra alguna, la tensión y el estrés se adueñaban rápidamente del azulado quien estaba a punto de tener un colapso nervioso. Estaba a punto de gritarle al demacrado hombre que dijera algo, que no se quedara callado, pero entonces la voz de ése hombre se hizo sonar de una forma muy sutil.
-¿Entonces... si?- dijo Gakupo.
-¿Qué?- exclamó Kaito evidentemente confundido.
-¿Te casarás conmigo?- esta vez levantó completamente la cabeza y miró a los llorosos ojos azules del hombre en la cama mientras esbozaba una pequeña y muy tierna sonrisa. Shion fue quien no contuvo el llanto de felicidad y se abalanzó sobre Gakupo, asimismo él lo recibió estrechando el cuerpo del azulado fuertemente entre sus brazos.
-Nunca más te vuelvas a alejar de mi, por favor.-
-No lo haré... jamás.- dijo Gakupo para después besar a su amado de una manera demandante y posesiva.
Ambos hombres pasaron la noche juntos en el hotel Yoshiwara. La noche fue suya y los recibió en un infinito de amor, pasión, lujuria y sobre todo... amor.
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*~.25 años después.~*

-¿Estás listo?-
-Ya te he dicho que yo no tengo dudas sobre lo que hago. Después de todo, eso fue lo que nos condujo hasta aquí.-
-No me arrepiento de nada, Luke. Haberte conocido fue lo mejor que me pasó en la vida.-
-Yo tampoco tengo arrepentimientos, Mikuo. Si bien no logramos lo que queríamos ése día, se me permitió quedarme a tu lado.-
-Disfruté el tiempo que se nos concedió, mi amor. Ahora estoy preparado para pasar mayor vida. Aunque vayamos al infierno, será un paraíso si estoy junto a ti.-
-Pasemos a mayor vida, amor mío. Esta ya no tiene nada que ofrecernos.-

Habían pasado veinticinco años desde que Megurine Luke y Hatsune Mikuo habían sido encarcelados por lo que la prensa llamó "La Dorada Matanza" el día de la boda de Akaito y Teto. Los primeros cinco años habían sido tolerables para ambos, sin embargo los abusos dentro de prisión por parte de los demás reclusos, las burlas que se le hacían a diario a Mikuo por ser la "estrellita" del lugar y los acosos sexuales sin ceso hacia Luke eran muy recurrentes. Hasta que Mikuo una vez casi murió por defenderlo cuando uno de los reclusos más peligrosos quiso poner las manos sobre Megurine cuando hacía sus deberes en la lavandería. En la pelea con aquel hombre, Hatsune resultó herido cuando le perforaron el estómago con un fierro oxidado de una de las lavadoras; estuvo tres meses hospitalizado y por supuesto que en ese tiempo más de uno satisfizo sus deseos carnales con Luke.
Los siguientes años no fueron distintos, lo único que los motivaba a seguir, era que seguían siendo compañeros de celda y podían verse en la noche y algunos momentos en el patio de la prisión.
No había día en que a Mikuo no lo golpearan por ser "el rico de clase alta", "el amigo abandonado del Comandante de la policía"; y en cuanto a Luke, todos los demás hombres de la prisión lo violaban incesantemente fantaseando con el hecho de tener sexo con la sensual Megurine Luka.
Las prueba médicas periódicas un día llegaron con malas noticias... para ambos. El recluso número 263 había dado positivo en las pruebas de VIH. Y el recluso 263 abusaba de Luke tres veces por semana.
Mikuo ahora también estaba contagiado y las condiciones del aislamiento no podían mejorar su condición, sino empeorarla. La falta de higiene, de servicios médicos... de libertad.

Veinticinco años sufrieron incansablemente encerrados en una pocilga de metal y piedra, pero ya no más.
Las duras y rasposas sábanas que habían sido testigo de su desesperación con otros reclusos, y que los habían acogido también en sus íntimos momentos de pareja ahora eran sus mejores aliadas.
Las mejores aliadas si se anudaban de la manera correcta, haciendo una larga tira y el bendito nudo hasta el final de cada una. Aquel nudo que los salvaría de su realidad.
Tomaron una mesa pequeña de la cocina y la llevaron a su celda sin que los guardias se dieran cuenta; amarraron el otro extremo de la tela a las tuberías que pasaban por encima de ellos, subieron a la mesa, se colocaron uno al otro el nudo de la sábana alrededor del cuello como si se tratase de una corbata hasta apretarlo un poco y se dieron un hermoso beso, lleno de lágrimas por ser el último roce de labios que tendrían en ésta vida.
Entrelazaron sus dedos y al decirse "Te amo" por ultima vez, ambos saltaron de la mesa.
Ambos saltaron y ambos se fueron, juntos como debía de ser.

"Morir, ¿eh? Creo que sólo me falta vivir una experiencia para poder haber vivido lo suficiente... el sentimiento de amor es tan extraño para mí. Si tan sólo pudiera permitirme amarlo... sería tan feliz. Pero ahora que lo se bien, que sé que es el amor, que lo amo, y que nunca amé a nadie más en mi vida, puedo irme sin remordimientos."
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-¡Buenos días! ¡Ya levántate, Gakupo! Tienes que llevar a las niñas la la escuela.- decía Kaito mientras abría las cortinas de la habitación para que el sol la iluminara. El samurai se retorcía entre las sábanas, pero el azulado tenía razón.
-Ya voy... ¿Has visto mis pantalones negros?-
-Están en el armario.-
-Gracias.-
Kaito había preparado ya el desayuno y servido cuatro platos alrededor de una hermosa mesa redonda, mientras la televisión sonaba en el noticiero; al parecer Oliver Rayquuz Jr. con sólo veintinueve años, había comprado las acciones de Crypton, que era la empresa que se ocupaba de los Vocaloids convirtiéndose así en su nuevo dueño y supliendo al Señor Kato Fujimori.
-¡Niñas! ¡Bajen ya a desayunar que se les va a hacer tarde!- gritó a las escaleras de la casa que habían comprado hace diez años, casi al mismo cuando decidieron adoptar a dos hermosas gemelas de cinco años de edad para convertirlas en sus hijas; y hace quince fue que decidieron retirarse del mundo del espectáculo, al verse carcomidos por la presión de la prensa con el asunto de Luka y su matrimonio.
Al principio de su retiro, sólo se dedicaban a viajar y conocer el mundo, pero después, cansados de no sentar cabeza, optaron por llevar una vida normal, de bajo perfil en otra ciudad, comprar una casa y sí, armar una familia.
-¡Ya vamos!- gritaron las quinceañeras desde su cuarto para después ponerse sus zapatillas escolares bien lustradas y bajar al comedor. Gakupo también iba bajando y terminando de abrocharse la camisa.
-Buenos días, papá.- dijeron las gemelas rubias al unísono dirigiéndose al hombre de amatista quien les dio un beso en la frente.
-Buenos días, Anon. Buenos días, Kanon.- dijo y las niñas continuaron degustando su desayuno de cereal con leche.- Buenos días, mi amor.- decía mientras abrazaba por detrás a Kaito quien untaba un poco de jalea a un pan tostado.
-Buenos días.- respondió volteándose para besar a su esposo. Al padre de sus hijas.

"¿Sabes? nunca pensé que la vida me sonreiría de esta manera como lo ha hecho. Mi vida es plena teniéndote a ti y a nuestras preciosas hijas. ¿Recuerdas hace veinticuatro años, el día de nuestra boda? Una ceremonia sencilla en el viñedo de tu abuelo, cómo Akaito estaba demasiado ebrio pero aún así quería seguir bailando con Teto. Recuerdo también a Miku y su ahora esposo, Vladimir... como te llevó mil flores para que aventaras y tu te opusiste alegando que no eras una mujer. Como Gumi terminó aventando esas flores y Rin se las arregló para conseguirlas todas y pedirle matrimonio a Len ése mismo día. El señor Fujimori riendo a carcajadas junto a tus padres y Meiko amenizando la fiesta con todas nuestras canciones.
El primer baile que hicimos como recién casados, el primer beso... todo fue demasiado perfecto, que ya no puedo pedir nada más a la vida. Estoy feliz y completo.
Una vez dije: No sé si voy por un buen rumbo, deambulo por la noche solo como un ave hacia aquello que llamamos hogar. Pues lo encontré, encontré mi hogar; no me importa en donde pueda parar, sólo me importa tenerte a mi lado porque éste siempre fue nuestro destino.
De aquí a la eternidad.
Fue... nuestra aventura."

                                                ~Fin.

miércoles, 18 de junio de 2014

Gakupo x Kaito. Nuestra Aventura. Capítulo 29.

"Respira... sólo tranquilízate. Vas a estar bien, no te vayas. Aún no te he dicho que nunca he dejado de amarte, fuiste parte de mi historia... por favor, no cierres los ojos."
....................................


Al salir de la ducha, Kaito se recargó en el lavadero del baño y se miró al espejo. Jamás en su vida había estado tan nervioso, era como si fuertes océanos chocaran en su interior y su estómago lo resintiera, las náuseas lo invadían y todo eso lo tenía abrumado. Pero era al mismo tiempo la sensación más maravillosa de todas, algo que no cambiaría por nada del mundo. Miró su reflejo en el espejo directo a los ojos y se dijo:
-Hoy es el gran día, no lo arruines, Shion. El primer escalón a una eternidad junto a él.-
Tomó un poco de agua fría directo del grifo y humedeció su rosto, se volvió a ver en el espejo y una sonrisa se asomó entre los vapores del agua que se levantaban por el baño.

Gakupo, quien ya estaba limpio, desnudo y listo para vestirse, tomó la invitación de Akaito y Teto de la mesa de noche y la vio como si fuera un objeto precioso.
Cogió el cepillo y empezó a peinarse esa larga y hermosa cabellera suya. Pensaba en todas las posibles situaciones de su propuesta; la forma en que sus amigos reaccionarían, cómo lo tomaría la prensa, si unos los felicitarían, las inevitables preguntas molestas y los odiosos ataques.
Antes de que el azulado saliera de la ducha, Gakupo tomó una pequeña caja forrada de terciopelo negro de un cajón, aquella que contenía la reluciente argolla de compromiso y la guardó con cautela dentro del bolsillo del esmoquin. La preciosa argolla de oro blanco con hermosos y relucientes zafiros incrustados, zafiros tan azules como los ojos del amor de su vida.
Kaito salió del baño con una toalla alrededor de la cintura se acercó al samurai quien se peinaba aún estando desnudo.
-¿Sabes? Sigo pensando que tal vez ya tenga que recortar mi cabello..- dijo el de ojos amatista. Shion se retiró la toalla y se sentó sobre el regazo del otro, comenzó a acariciar los hermosos cabellos de su hombre y le plantó un beso en la frente.
-A mi me gusta cómo se ve, tal y como está.- Gakupo vio directo a los ojos de Kaito, lo tomó de la cintura y lo tumbó boca abajo en la cama, hundió su rostro en la pecaminosa curva del cuello del azulado y comenzó a besarla intensamente.
-Gakupo... n-no podemos. No queda mucho t-tiempo...- dijo entre pequeños gemidos.
-Podemos llegar un poco tarde a la boda...- decía mientras seguía paseando sus manos por la perlada piel... piel lisa, sin cicatrices. ¡Ah! ¡Cómo anhelaba que todas sus propias marcas se desvanecieran con el tiempo! Pero no podía ser y aunque Kaito estremecía su cuerpo entero cuando las besaba, tenía que seguir luciendo con vergüenza sus suturas fuera de la intimidad.
-No quiero llegar t-tarde a la boda de m-mi hermano... el que va a ser tu familia también.- el samurai se frenó, levantó la cabeza y le dio un suave beso.
-De acuerdo, entonces será mejor que nos demos prisa.- le dijo el samurai al oído.
-Estoy ansioso por que llegue la noche.-
-Algo me dice que va a ser una noche llenas de sorpresas, amor mio... ya verás.- dijo Gakupo muy sonriente.
...

Rojo y dorado, ésos era los colores de la decoración del gran salón de fiestas donde se celebraba la boda de Kasane Teto y Shion Akaito.
Los invitados principales comenzaban a llegar; Kasane Chihiro y Amina, la distinguida familia de Teto, los (molestos) padres de los gemelos Shion, la doctora Namine Ritsu fue acompañada de su esposo, el CEO Leon Aberdeen. La familia Vocaloid también llegaba: Gakupo y Kaito fueron los primeros en llegar, Kagamine Rin y Len arribaron tomados de la mano, Hatsune Miku iba bien acompañada de su nuevo y formal novio (el hombre que había conocido durante su estancia en Rusia), el actor de cine independiente, Vladimir Kradgoff, su propia prima, la presentadora Akita Neru en papel de invitada y no de periodista, Megpoid Gumi hizo una entrada deslumbrante en un hermoso vestido amarillo, las recién llegadas al grupo, Lily e IA; e incluso el mismo Señor Fujimori iba en la buena compañía de su propia hija, Meiko. La crema y nata de la sociedad estaba junta en un solo evento y (por supuesto) la prensa se apretujaba por entrar aunque la seguridad particular no les permitían la entrada.

La ceremonia fue rápida, tanto Akaito como Teto estaban desesperados por finalmente contraer nupcias y empezar la fiesta; así que sólo entraron al recinto, pronunciaron sus votos, se colocaron los anillos de matrimonio y unieron sus labios en un rápido beso para finalmente ver a los espectadores y gritar a todo pulmón: "¡QUE EMPIECE LA FIESTA!"
Las copas chocando entre sí ya se estaban haciendo sonar, la música inundaba el ambiente y los primeros en saltar a la pista de baile fueron los recién matrimoniados. La gente esperaba que para su primer baile sonara una canción lenta y romántica, pero todo el mundo se llevó un grata sorpresa viendo como los pelirrojos se movían y saltaban al ritmo de una canción rock. Para el baile de padre-hija, Teto jaló impulsivamente por la muñeca a su progenitor, el respetable Kasane Chihiro, quien no pudo resistir a la euforia de su pequeña hija, quien ya se había vuelto toda una mujer. El señor Kasane también sacudió su cuerpo junto a su hija al escuchar la canción de rock.
La pista fue invadida por los Kagamine, quien no se hicieron esperar para seguir con la música descontrolada, Gakupo y Kaito se tomaron de la mano e hicieron lo mismo hasta que de repente ya todo el mundo parecía dentro de un concierto de la mejor banda de rockstars.

Cuando el ambiente se calmó un poco, se sirvió la respectiva cena. Platos de cocina internacional, los mejores chefs de renombre a la disposición de los novios, champaña y vinos de la mejor calidad y selección (por supuesto, Kaito estaba fascinado). Una vez servido el postre y que el brindis a la salud de los novios fue realizado, Gakupo vio su oportunidad. "Es ahora o nunca." pensó. Se puso de pie y comenzó.
-¡Su atención por favor! Me gustaría decir unas palabras... a los novios y a una persona muy especial para mi. Para empezar, cuando Akaito y yo nos conocimos, nos odiamos en ése mismo instante, el era muy engreído y yo muy inexperto; y cuando conocí a Teto, no quise indagar mucho en conocerla más.- todo mundo soltó una breve risa, incluido los pelirrojos.- Pero los eventos recientes nos han unido mucho, he conocido facetas de ellos que me hacen sentir afortunado de poderme hacer llamar "su amigo". Chicos, esta copa va a su salud, ¡larga y próspera vida a los novios!- dijo alzando su copa.
-¡Larga y próspera vida a los novios!- lo corearon.
-Ahora, como he dicho, los eventos nos han unido tanto que me gustaría poder formar parte de su familia. Esto me lleva a ti, Kaito.- le tendió la mano y lo puso de pie junto a la mesa.- Desde que ingresé a Vocaloid, fuiste mi mejor amigo y hasta la fecha no he confiado tanto en nadie como en ti. Quiero que todos sepan el papel tan importante que ocupas en mi vida, pero a veces los seres humanos somos egoístas y queremos más de lo que ya poseemos, dicho esto...- Gakupo se arrodilló, sacó de su bolsillo la caja negra forrada con terciopelo, la abrió y se la tendió al hombre de azul, quien tenía una de sus manos sujetando su propio rostro.- Es tiempo de que ahora todos sepan lo mucho que te amo y que quiero que estés conmigo para siempre. Shion Kaito... ¿Me harías el hombre más afortunado del universo al contraer matrimonio conmigo? Yo juro hacerte feliz y amarte el resto de mis días, hasta que ya no me quede un ni soplo de vida.-

Los murmuros empezaron, nadie sabía cuando habían si quiera empezado a salir. Los únicos que no parecían tan sorprendidos del todo fueron Gumi, Akaito, Teto y las chicas húngaras. Incluso Ritsu quien los pilló en una situación subida de todo estaba estupefacta. La cara del señor Fujimori era de lo más graciosa, reflejaba sorpresa, felicidad, y mucha extrañeza. Cada vez las voces que pasaban los rumores de una mesa a otra, se iban escuchando un poco más, hasta que una muy peculiar voz rompió el ambiente y todo mundo guardó silencio para escuchar la simple respuesta que tenía que decir.
-Si. ¡SI!- Kaito quitó la mano de su rostro y la puso frente al rostro de Gakupo, indicándole que pusiera la argolla en su dedo.
La madre de Kaito se levantó estrepitosamente de su asiento dispuesto a anular lo que fuese que su hijo pensara hacer, pero Akaito la detuvo.
-Mamá ¿ya está bien, no crees? Cuando éramos pequeños hicieron con nosotros lo que ustedes quisieron. Se los agradecemos de verdad, pero ahora nos toca a nosotros vivir nuestra vida como queramos. Deja a mi hermano ser feliz, nunca lo he visto así en mi vida y quiero que esté así por siempre.-

Todos los Vocaloids se reunieron alrededor de los novios y de los prometidos, llenándolos de felicitaciones y una que otra pregunta. Gumi estaba muy feliz de ver a Gakupo con luz en los ojos, luz de esperanza. Miku se abalanzó sobre el anillo de Kaito admirando con minuciosidad los zafiros. Rin y Len estaban ya queriendo discutir los arreglos para la boda, diciéndoles que ellos TENÍAN que ser los que planearan todo. La noticia estaba siendo sensación, las sonrisas y risas por parte de sus amigos eran incontrolables; estaban contagiados de la inevitable alegría del ambiente.

Un sonoro estruendo rompió con las risas, haciendo que todos callaran violentamente para escuchar lo que estaba pasando, pasó un breve momento sin sonido alguno hasta que el grito desesperado de alguna mujer se hizo resonar por todo el salón. Todo mundo siguió en silencio y la mayoría físicamente paralizados, el miedo se respiraba, los gemidos de terror ya se escuchaban lentamente.
Detrás de la puerta que separaba la recepción del salón, se oían pasos que caminaban pacientemente hacia ellos; aquella puerta se abrió, rechinaba con suspenso y de ella emergieron dos hombres armados y con el rostro cubierto por un pasamontañas.
-¿Llegamos tarde? Bueno, el entretenimiento llegó... Nosotros, vamos a darles de que hablar. ¡Una experiencia vivaz para todos! ¿Están listos? El show comienza...-
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-¿Entonces Akaito sabe?- preguntó Kiyoteru.
-Espero que si, le dejé un mensaje urgente, ojalá haya revisado sus correos de voz. Estaba tan ocupado con lo de la boda que sabrá Dios si lo habrá escuchado...- contestó VY2.
Yüma había advertido del peligro de Luke, Mikuo y Caeles a Akaito, pero éste no atendió llamadas durante todo el mes, sus asistentes se ocupaban de ellas, pero muchos mensajes se perdían por la cantidad tan numerosa de llamadas que Shion recibía a diario.
Gakupo y Kaito tampoco estuvieron contestando sus teléfonos ni recibiendo a nadie por el peligro al que se exponían con la prensa, todo mundo los quería pillar in fraganti con Lily e IA, se mantuvieron incomunicados así que no pudieron advertirles.
Sólo Yüma y Kiyoteru "sabían" que había algo entre manos, pero no sabían qué iban a hacer exactamente o para qué usarían a Caeles Delphox.
Ambos hombres se encontraban postrados en la parte trasera del recinto, Yüma sospechaba que si invadían la fiesta, lo harían desde atrás para evitar ser notados. VY2 sacó su arma, una pistola calibre 45 y se aseguró de que estuviera a la mano por si las cosas se ponían difíciles. Del lado contrario de la funda sobaquera, sacó una calibre 25 y se la tendió a Hiyama, quien no dudó en rechazarla de inmediato.
-Por favor, sólo es en caso de emergencia, guárdala y úsala sólo si tienes que. Está cargada.-
-De acuerdo, pero por el momento sólo la guardaré. Sabes que no me gustan estas cosas.- dijo mientras tomaba el arma, se aseguró que tuviera el seguro puesto y la atoró en la retaguardia de su cinturón, cubriendo lo que se asomaba con su saco.

Ambos hombres encendieron un cigarrillo y se dispusieron a esperar; recargados en una de las paredes, sólo tomaron sus manos entrelazándolas y disfrutaban del delicioso tabaco quemándose entre sus dedos.
De pronto un ruido muy sonoro se hizo presente...
-¿Disparos...?- escuchó atentamente de dónde provenía el estruendo y concluyó lo que temía.-  Oh, no... vienen por el frente.- dijo Yüma; sacando su arma, posicionándose para atacar abrió la puerta trasera y mientras caminaba por los pasillos que guiaban a la cocina del salón, se oyó el grito de una mujer.
Kiyoteru se estremeció, pero siguió con paso firme siguiendo a VY2, llegaron a la cocina y observaron a dos hombres con un par de ametralladoras compactas y los rostros cubiertos.
Estos hombres se acercaron a los Vocaloids que estaban reunidos alrededor de Gakupo y Kaito, y Akaito y Teto.
Se ocultaron bajo una repisa y pudieron escuchar como uno de ellos daba algunos pasos más y dijera:
-¿Llegamos tarde? Bueno, el entretenimiento llegó... Nosotros, vamos a darles de que hablar. ¡Una experiencia vivaz para todos! ¿Están listos? El show comienza...-
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-¡Buenos días, corazón! Bueno, en realidad son las cuatro de la tarde...- exclamó Luke al ver a Mikuo despierto tendido sobre su cama, se abalanzó sobre el y comenzó a besarlo.- ¿Acaso ya no resistes hacer el amor toda la noche? O tu eres muy holgazán o yo soy una máquina sexual.- reía mientras Mikuo apenas iba recuperándose de su ciclo de sueño interrumpido.
-Hoy estás de muy buen humor...-
-¡Pues claro que sí! ¡Hoy es el gran día!-
-¿Estás listo?-
-¿Tu lo estás? Como te dije una vez, no me voy a echar para atrás y menos ahora que estamos tan cerca de consumar todo.-
-Si, lo estoy... pero sabes que una vez que empecemos podríamos pasar un mal rato después ¿cierto?-
-Lo se, tengo contemplado que en el mejor de los casos nos arresten.-
-¿Y en el peor?-
-Que nos maten.- contestó sin vacilar.

"Morir, ¿eh? Creo que sólo me falta vivir una experiencia para poder haber vivido lo suficiente... el sentimiento de amor es tan extraño para mi. Si tan sólo pudiera permitirme amarlo... sería tan feliz." Luke pensaba en ello todos los días por las últimas semanas.
Ambos se alistaron, por supuesto con elegantes trajes para la ocasión y corbatas de moño, azul y rosa respectivamente. Se peinaron pulcramente y una vez listos, tomaron el maletín que les entregó Caeles y subieron al auto de Hatsune dispuestos a irrumpir en la boda de Akaito y Teto.
"¿Va a proponerle matrimonio hoy? Pues vamos a hacer de esta una experiencia inolvidable."
Llegaron hasta el salón de fiestas, una construcción enorme y muy hermosa, parecía que el edificio había sido construido con cristal y se podía ver hasta el fondo la puerta principal con el acceso a la celebración.
Antes de bajar del auto, Luke le tendió un pasamontañas a Mikuo quien lo vio confundido.
-Creí que lo que menos querías era el anonimato... y que entraríamos como invitados.-
-Lo se, pero me gustaría hacer una entrada dramática ¿a ti no? Además, date cuenta de toda la prensa que está ahí. Si nos ven entrar con las metralletas solo van a acelerar el tiempo en que nuestra reputación sea totalmente destruida. No me preocupa tanto la policía si hacemos lo que vinimos a hacer... rápido.-
-¿Aún tienes esperanza de salir limpio de esto, eh?-
-Hey, la esperanza es lo último que se pierde.- dijo Luke, para después darle un beso fiero y ponerse su pasamontañas.

Con las armas cargadas, los hombres bajaron del vehículo y lanzaron unos cuantos tiros al aire para que la prensa se dispersara. Toda la gente salió corriendo, los reporteros gritando y algunos camarógrafos intentando salvar las cámaras antes que sus vidas. Los guardias de seguridad particular sacaron sus armas para contraatacar, pero las ráfagas que lanzaron las pequeñas ametralladoras fueron por mucho más rápidas.
En los primeros sesenta segundos que Mikuo y Luke atacaron, ya tenían siete muertos y dos heridos en sus conciencias.
La chica que recibía las invitaciones en la puerta principal logró esconderse tras una columna, pero temblaba tanto del miedo que no pasó desapercibida; Mikuo la tomó violentamente por el chaleco que usaba y le acercó el arma a la cabeza.
-Grita.-
-¿Q-qué?- tartamudeaba la chica, muerta de miedo. Las lágrimas le recorrían las mejillas y le costaba trabajo respirar.
-Que grites a no ser que quieras que te ponga una bala en el cráneo. ¡GRITA!-
La chica obedeció y gritó desesperadamente con todas sus fuerzas, para después desmayarse; Mikuo la aventó al piso como si se tratase de un trapo viejo.
Luke caminó con paso lento pero seguro hasta la puerta, la abrió lentamente y ambos entraron.
Todo mundo les miraba con miedo, con suspenso de lo que fueran a hacer a continuación. Luke aventó una mesa y atoró la puerta principal. Mikuo dio un paso adelante, miró a todos con desprecio y dirigiéndose a los Vocaloids reunidos en un pequeño grupo, dijo:
-¿Llegamos tarde? Bueno, el entretenimiento llegó... Nosotros, vamos a darles de que hablar. ¡Una experiencia vivaz para todos! ¿Están listos? El show comienza...-

-¡¿Quién eres y qué quieres aquí?!- exclamó Akaito muy indignado.
-No te adornes, esto no se trata de ti. Es acerca de ellos.- dijo Luke señalando a los comprometidos.
-¿Nosotros qué hicimos?- preguntó Kaito con un poco de miedo en la voz mientras se aferraba a Gakupo.
Nadie aún había reconocido a Luke o a Mikuo, seguían con los pasamontañas puestos y hablaban con un tono de voz demasiado gutural.
-Les explicaré lo que hicieron, par de idiotas: por su culpa, alguien muy importante para nosotros ya no existe.- gruñó Mikuo.
Desde la cocina, Yüma y Kiyoteru salieron rápidamente, VY2 ya tenía el calibre 45 en la mano, acortó la distancia entre ellos y los hombres enmascarados a unos tres metros y apuntándole a Luke, gritó:
-¡Baja tu arma y pon las manos detrás de la cabeza!-
Luke se sorprendió al ver a Yüma y a Yotu ahí, pero sólo era un pequeño inconveniente en el plan, nada grave; porque ni ellos ni nadie iban a evitar que su venganza se consumara.
-¡Justo el pedazo de imbécil que quería ver!- dijo Megurine mientras apuntaba a Kiyoteru con su ametralladora.- Tira tu arma al suelo y patéala hacia a mi si no quieres que le dispare a tu amorcito. ¡AHORA!-
Hiyama tocó su hombro indicándole que lo hiciera, Yüma miró directo a los ojos del castaño y éstos le decían "Está bien", así que obedeció, tiró su arma y la pateó en dirección a los pies de Luke, quien la levantó, se sentó relajadamente en una de las sillas y se sirvió un trago de whisky.
-Bien, ahora que el orden se ha restablecido, creo que ya nos podemos quitar esto.- dijo Megurine y se retiró el pasamontañas.

-Tu... eres Megurine Luke.- dijo Gakupo señalándolo. "Es sorprendente el parecido que tienen el y Luka".
-¡Oh, Dios! Vamos a darte un premio a la mejor inteligencia ¿si?- respondió Luke con sarcasmo.
-¿Qué es lo que quieres con nosotros? ¿Esto es por Luka, verdad?-
-¡NO TE ATREVAS A PRONUNCIAR SU NOMBRE!- grito Mikuo revelando su rostro.
-¡¿Mikuo?! ¡Oh, Dios! ¿Por qué estás haciendo esto?- lloraba Miku, mientras Vladimir evitaba que avanzara hasta su hermano. Asimismo todos los demás Vocaloids estaban estupefactos; el chico Hatsune siempre había sido muy tranquilo y mantenía un perfil bajo. Nadie podía creer lo que estaban viendo, aquel muchacho que se hacía llamar su amigo tenía sus vidas a su merced. Rin abrazaba a Len con miedo, Gumi tomaba la mano de Meiko quien no dejaba de ver a su padre, sentado junto a los padres de Teto. Nadie podía moverse, todo el mundo estaba demasiado asustado como para hacer algo.
-Perdóname, hermana... pero esta cuenta tenía que ser saldada.- dijo viendo a la chica de reojo.
-¿Que no entienden que su muerte fue un accidente? Ella misma lo provocó y nosotros ya salimos afectados por ello más de una vez. ¿No pueden dejar esto así?- dijo Gakupo.
-Ella murió por su culpa. Tu le pertenecías ¡Y te negaste!- exclamaba Mikuo furioso
-¡Porque me engañaba contigo! ¿Recuerdas? ¡Eras mi amigo y te acostabas con mi novia! ¡MÍA! ¡Nunca fue nada tuyo! Sólo te usaba como su juguete sexual y lo sabías en ese entonces y lo sabes ahora.-
-¡Cállate! Ella te buscó para solucionar las cosas y por tu capricho de querer estar con Kaito ella perdió la razón, fue tu culpa ¡Tu maldita culpa!-
-El chico tiene razón.- decía Luke feliz mientras seguía bebiendo de su copa.
-Yo la amaba.- decía Mikuo con lágrimas recorriendo su piel.
-Ella nunca te amó... ni a mi.- le contestó Gakupo mirándolo directo a los ojos.

Mikuo sintió la rabia subir hasta su cabeza, volteó bruscamente a ver a Luke y le dijo:
-Sé que acordamos que tu los matarías, pero ya no puedo más. Lo voy a asesinar.- Megurine alzó su copa en señal de festejo y dijo.
-Si lo hago yo o lo haces tu.... de todos modos terminarán en el mismo lugar. Hazlo.-
-¡No! ¡No lo hagas, Mikuo!- gritó el azulado.
-Oh, Kaito, si no lo voy a matar ahora, no a él. Tu también me heriste ¿recuerdas? El día en que te fui a buscar a tu apartamento con Luka tu y él nos corrieron de una forma muy grosera. Yo sólo quería que estuvieras con mi hermana, y también te negaste. Y por eso ella tuvo el corazón roto... también heriste a mi familia.-
-Ella no quería estar conmigo, te quería a ti ¡Tu fuiste quien le rompió el corazón, no yo!-
-Dar excusas no te va a salvar, Shion.- dijo mientras le apuntaba directamente al pecho.
-Mikuo... ¿q-qué estás haciendo?- dijo mientras retrocedía un poco. Hatsune volteó a ver a Gakupo con una sonrisa malsana dibujada en su rostro.
-Tu me quitaste lo que yo más amaba, ahora yo voy a devolverte el favor...-

Gakupo entendió perfectamente qué significaba eso. Quiso correr para alcanzar a Kaito, pero el dedo de Mikuo jaló del gatillo y la bala llegó más rápido que el.
-¡Kaito!- gritó Miku, se liberó del agarre de su novio, abrazó del cuello a Kaito y ella... ella fue la receptora de la bala.
-No... ¡NO! ¡MIKU!- gritó Kaito quien se arrodilló mientras la chica CV01 yacía en sus brazos. Ritsu se acercó rápidamente a evaluar la herida. La doctora volteó un poco a Miku para ver el impacto de la bala que había aterrizado en su espalda.
-Con suerte no atravesó un pulmón, pero si no le atendemos rápido va a morir desangrada.- dijo Namine.
Gakupo vio como Mikuo soltaba el arma y veía sus manos como si estuviesen manchadas, cómo sus ojos reflejaban una culpa que lo carcomía violentamente. Pero no pudo controlarse, había querido matar al amor de su vida y a una buena amiga que era como su familia... como había dicho, era una cuenta que tenía que ser saldada.
Kamui tomó velocidad y embistió a Mikuo contra el suelo haciéndolo caer dolorosamente, empezó a golpearlo con violencia creciente una y otra vez, Hatsune sólo intentaba cubrirse y escapar, pero confirmó que el samurai realmente era eso: un samurai; tenía la fuerza y la disciplina para mantenerlo inmovilizado.
Luke reaccionó cuando Mikuo fue a dar al suelo y tomó su arma, Gakupo vio que estaba en la mira del chico de rosa, pero no reaccionó, seguía golpeando a Mikuo sin cesar. Yüma hizo un movimiento rápido ahora que Luke no lo miraba y sacó el calibre 22 que Kiyoteru guardaba en la parte trasera de su pantalón y disparó dos veces a la mano de Megurine. Una bala alejó la ametralladora compacta y la otra bala hirió su mano superficialmente. Le dio la pistola a Yotu para que mantuviera justo a Luke y fue a apartar a Gakupo de Mikuo antes de que lo matara.

Yüma tacleó a Gakupo para apartarlo de Hatsune quien yacía inconsciente y Luke se abalanzó sobre él.
Megurine empezó a sobar su cara con delicadeza por todas las heridas que ahora tenía y besaba sus mejillas que tenían sangre brotando.
-¿Estás bien? ¡Amor, respóndeme, por favor!- exclamaba el chico de rosa,  Mikuo sólo alzó una mano para acariciar el rostro de Luke y alcanzó a decir algo.
-T-te amo...-
-¡Y yo a ti! ¡Te amo! ¡Maldición, escúchame, te amo!- lloraba Megurine. Con el rostro ensangrentado, siguió besando las heridas de su amante y lo abrazó.- Si tan sólo me hubiera dado cuenta antes, habría sido tan feliz...-
VY2 se encontraba encima de Gakupo intentando contenerlo, pero no era como la última vez que con tan sólo aprisionándolo con sus brazos bastó; el día en que golpeó a Kaito. Ahora Kamui estaba sano y muy... MUY enfurecido, se le escapaba de de las manos y no sabía si iba a resistir.
-¡Kaito! ¡Ayúdame!- gritó y Shion reaccionó. Dejó a Miku, quien seguía consciente y adolorida al cuidado de Ritsu que era apoyada por su esposo y Vladimir (quien no dejaba de abrazarla). Se levantó, corrió hasta donde estaba su prometido y le empezó a acariciar la frente.
-Mi amor, basta. Ya pasó... ya estamos bien. Gakupo, no eres la bestia de Edo que todos querían que fueses.-
El samurai empezó a respirar y a calmarse, los niveles de adrenalina en su sangre habían disminuido y comenzaba a ver las cosas con claridad.
-¿Miku? ¿C-cómo está?- decía Gakupo un tanto tembloroso.
-Estará bien si una ambulancia llega pronto.-

-Kaito... ¡Kaito!- grito Ritsu. El azulado volteó a ver a Gakupo, no sabía si ir con Ritsu y abandonar a su hombre o no.
-Estaré bien, ve.- dijo el samurai tocando la mejilla de Shion.
-Está mareado por la adrenalina en su sistema circulatorio, Yotu lo cuidará en lo que yo veo qué pasa en la estación. Es un hombre fuerte, no te preocupes por él, estará bien en unos minutos.- dijo Yüma. Kaito se levantó y fue a ver qué pasaba con Miku.
Yüma tomó su arma y cuidaba que Luke y Mikuo no escaparan, aunque eso sería difícil en el estado en el que se encontraba el chico de azulverdoso aparte de que Luke parecía demasiado concentrado en abrazarle y protegerle. Hiyama se levantó y revisó con delicadeza a Gakupo hasta que se encontró en mejor estado. VY2 por su parte, hizo lo propio como Comandante, salió a recibir a la policía y a aprehenderlos por haber tardado tanto, también solicitó ambulancias para los guardias heridos y para los hermanos Hatsune.

-Ritsu, ¿qué pasa?-
-Es Miku, entró en estado de shock. Si no la atendemos rápido, no lo va a lograr.-
-¿Miku? ¡Miku! Quédate con nosotros ¿si?- le decía el azulado a la CV01 mientras sostenía su rostro. Ella apenas mantenía sus ojos abiertos, sosteniendo la mano de su novio quien la miraba con ternura y tristeza.
-Vladimir... no te v-vayas... Te amo.-
-Yo también te amo, Miku... te amo.- decía el ruso.
-Kaito... perdóname p-por todo...- balbuceaba apenas la chica mientras sus ojos se iban cerrando lentamente.
-Respira... sólo tranquilízate. Vas a estar bien, no te vayas. Aún no te he dicho que nunca he dejado de amarte, fuiste parte de mi historia... por favor, no cierres los ojos.-

martes, 10 de junio de 2014

Gakupo x Kaito. Nuestra Aventura. Capítulo 28.

::Luke, hoy salimos con ellos. Me dijeron algunas cosas que te podrían interesar...::
-¿Yli? ¿Sabes qué hora es?- gruñó el chico Megurine evidentemente molesto al ver su ciclo de descanso interrumpido.
::Si, ya sé que es muy tarde, pero tenemos información que te puede servir.::
-¿Y no podías esperar hasta una hora decente, cierto?-
::No tengo ese tiempo, entre más rápido acabemos con esto, mejor::
Luke se levantó de la cama y se sentó, frotó sus ojos con su mano y con la otra encendió la lámpara de noche a un lado de su cama. Aquella luz brilló tanto que no sólo lastimó sus ojos, sino que también despertó a una figura bien conocida. El chico de cabello azulverdoso también se levantó.
-¿Qué pasa?- preguntó adormilado. Luke tapó el micrófono de su celular haciéndolo a un lado.
-Son Yli e Ibolya... dicen que tienen información de Gakupo y Kaito.- Mikuo asintió y esperó a que el hombre finalizara la llamada.
::¿Luke? ¿Con quién hablas?::
-No es de tu incumbencia. Dime qué es lo que tienes ya.-
::De acuerdo. Gakupo y Kaito están juntos.::
-¿Sólo eso? Dime algo que nadie sepa, todos saben que son mejores amigos.-
::Cuando digo "juntos" me refiero a que son pareja.::
...
-...Son... ¿qué?- preguntó estupefacto.
::Si, quieren que IA y yo actuemos como sus amantes para que la prensa los deje de molestar. Gakupo le va a proponer matrimonio en la boda de su hermano. También... algo dijeron de tu hermana.::
-¿Luka? ¿Dijeron qué fue lo que pasó con ella? ¡Habla de una vez, mujer!-
::Cuando Gakupo rompió con tu hermana, ella descubrió el día del rodaje de la saga que ellos eran amantes. Al parecer cambió los cuchillos y así Gakupo terminó apuñalado y cuando supo que no había muerto lo fue a buscar al hospital... y bueno, ya sabes cómo terminó eso. Kaito cayó en coma porque Gakupo lo golpeó, dijeron que Luka había engañado a Gakupo y cuando se vieron para hablar, el no lo escuchó y lo azotó hasta dejarlo en estado comatoso. Quieren que pasemos más tiempo con ellos. ¿Necesitas algo en concreto?::
-No... ya no.- fue lo último que dijo y colgó el teléfono.
Mikuo observaba los ojos de Luke, que se llenaban de lágrimas y su rostro permanecía sin expresión alguna.
-Esos bastardos... son pareja. Luka los descubrió y quiso matarlos, pero la mataron a ella.-
El de cabello azulverdoso se congeló por un instante. Los dos hombres habían sido demasiado cuidadosos para no levantar sospechas acerca de su relación entonces. Tomó las manos de Luke y las besó.
-Te lo juro, los voy a matar a los dos.-
-Yo voy a matar a Kaito... Gakupo tomó lo que quedaba de mi familia, y yo voy a matar a la suya. Y lo haré después de que le pida matrimonio en la boda de Akaito.-
-Llamaré a Caeles, necesitamos a alguien que nos pueda proporcionar armas.- dijo mientras tomaba su teléfono. Luke tomó su mano para indicarle que no lo hiciera.
-Hazlo mañana, por ahora ya que estamos despiertos...- dijo mientras se encimaba en el y lo besaba intensamente.- hazme tuyo.- susurró.
-¿Estás bien? ¿Te sientes bien para esto en éste momento?- preguntó Mikuo preocupado.
-¡Oh, cariño! ¡Nunca me he sentido mejor!-

Pero ¿eso era verdad?
Mientras los deseos carnales de ambos se encontraban satisfaciéndose, parecía que a Luke le habían arrebatado su cordura, aunque siempre había mostrado obvia frialdad hacia las personas. Claro, que si era tremendamente apasionado hacia las demandas carnales de su cuerpo, siempre había despreciado a cualquiera que estuviera con el. Luke sabía que Mikuo estaba loca y perdidamente enamorado de él, pero para él, Hatsune sólo era un escalón más para llegar a su meta.
Luke ya tenía un plan y sabía que ya no había retorno alguno una vez que estuviera en marcha. En el mejor de los casos, la prisión era donde iba a terminar.
-Luke... te amo.- decía Mikuo jadeante mientras seguía satisfaciendo sus cuerpos en el rol dominante.
-Yo... lo sé.- contestó en el éxtasis del orgasmo.
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Pasaron tres semanas y en cada televisión, periódico, revista, sitio de Internet, artículo de espectáculos y conversación de la gente aparecía: "Conoce las nuevas conquistas de los solteros Vocaloid más codiciados", "Las nuevas integrantes de Vocaloid han conquistado los corazones de los solteros más solicitados del país", "Citas dobles: Gakupo y Lily, Kaito e IA", "La boda del año: Akaito Shion y Kasane Teto. Prepárate para ver la alfombra roja de esta unión", "Reunión de celebridades en la boda de Akaito y Teto, próximamente."
Todo, absolutamente todo era acerca de ellos, no había lugar en el que Luke no viera las caras de los dos hombres que habían arruinado a su familia.
Fastidiado de todo y de todos, llegó al restaurante donde Mikuo y él habían citado a Caeles. El de azulverdoso ya lo estaba esperando en una mesa hasta el fondo y cuando llegó hizo señas para que lo notara.
-No ha llegado.-
-Raro. Caeles siempre es fastidiosamente puntual.- gruñó Luke.
-El encargo costó considerablemente caro ¿no crees?-
-Es mejor. Nos cobró la localización del sujeto que vende armas ilegales en el país, y un extra por haberlo mandado a él a comprarlas. Pero es preferible... ¿qué pasaría si nos descubren y nos vinculan al traficante? Después de todo, eres una celebridad y definitivamente no te gustaría que te vieran comprando armas ilegales. O que la policía se entere y Yüma nos pusiera el ojo encima. Caeles se dedica a esto, después de todo. El tiene un perfil bajo y a nadie le importa.-
-Si, si Yüma nos tuviera en la mira realmente estaríamos en problemas... Oh, no.- dijo Mikuo quedándose en una posición estática .
-¿Qué te sucede?- preguntó Luke molesto.
-Hablando del rey de Roma...-
Luke volteó discretamente donde los ojos de Hatsune se encontraban fijos y justo del otro lado del establecimiento se encontraba el mismo Yüma atravesando la entrada acompañado de su hermanastro/amante, Kiyoteru.
Ambos pensaron lo mismo al instante: salir de ahí sin levantar sospechas. Si Yüma los descubría comprando armas a Caeles, todo el plan se iría a la basura.

Se levantaron discretamente de la mesa y caminaron despacio y con sigilo entre las mesas. Mikuo caminaba cabizbajo y tan concentrado en no ser descubierto por el Comandante que chocó con un hombre que venía hacia ellos.
-¿Puedes poner un poco más de atención? "Esto" es delicado.- dijo el hombre con el que había chocado haciendo referencia al maletín que cargaba.
-Caeles... vámonos. Ahí está el Comandante de la policía.- dijo Luke, el peliblanco asintió y aunque quisieron retomar su sigilo, Kiyoteru había descubierto al hombre de azulverdoso.
-¿Mikuo? ¡Hola!- dijo mientras se acercaba a ellos tomando de la mano a Yüma. Megurine y Caeles se voltearon a la barra y fingieron pedir tragos para evitar ser notados.
-¡Hola, Yotu! ¿Todo bien?- decía con una sonrisa mal fingida.
-Si, vine a tomar un trago, pero ya me iba.-
"¡Idiota!" pensó Luke. "Ahora voltearán a la barra y nos verán." Así fue, Kiyoteru se asomó y reconoció a Luke, del día del funeral. Claro que era inconfundible... era como ver a la misma Luka. Yüma los observaba con el ceño fruncido, las pupilas de Mikuo indicaban que estaba mintiendo sobre algo... ¿pero sobre qué?
-Oh, no viniste sólo. Perdonen la rudeza, él es Yüma y yo soy Kiyoteru.- dijo Yotu a los dos hombres, pero sólo el chico del cabello rosa volteó. Caeles no mostraba su rostro.
-No tienes que decirme quienes son, sé quien eres, y él. Los recuerdo muy bien a los dos...-
-Escucha, Luke... lamentamos lo de tu hermana.- dijo Kiyoteru haciendo una reverencia de respeto.
-¿De verdad? Pues dudo mucho que lo lamenten tanto como yo lo hice.- se puso de pie y se plantó con rudeza frente a Yüma (quien era por mucho más alto que Luke, medía veinticinco centímetros más).- Ahora que supongo estás en día de descanso y no llevas tu maldita placa, déjame decirte una cosa, maldito asesino: Ojalá te pudras en esta vida y en la que sigue.- Yüma sólo hizo una mueca de desdén recorriendo con la mirada a Megurine.- Mikuo, Caeles... ¡vámonos!- los dos hombres hicieron lo propio y se fueron tras del chico de rosa.

Luke, Mikuo y Caeles caminaron hacia un callejón, lejos de la vista del público.
-¡¿Qué demonios fue eso, Luke?!- reclamaba Mikuo.
-Simplemente alguien tenía que poner en su lugar a ése imbécil...-
-¡Te pudo haber arrestado por faltarle el respeto a la autoridad!-
-Estaba en su día de descanso, si no lleva la placa consigo es como si estuviera insultando a cualquier otra persona, así que ya tranquilízate. Caeles... ¿traes lo nuestro?.-
El peliblanco en su papel indiferente asintió con frialdad y les tendió el maletín.
-Dos ametralladoras de mano 0.45 SMG y 0.35 SMG con cinco cargadores de 30 rondas para cada una.-
Mikuo tomó el maletín de mala gana, así Caeles se dio la vuelta y se marchó.
-La próxima vez que vayas a insultar a un policía o al Comandante, ten la amabilidad de avisarme.-
Luke se rió suavemente, besó a Mikuo y tomó su mano para regresar a su hogar.
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-Perdón por eso, Yüma...- dijo Hiyama bastante apenado.
-No tiene importancia... pero tengo un muy mal presentimiento, Yotu. Uno muy malo.- decía evidentemente preocupado.
-¿Qué pasa?-
-Mikuo y este chico, Luke... estaban junto a Caeles Delphox.-
-¿El hombre con el cabello blanco?-
-Si, el no sabe, pero la brigada de investigación especial está siguiéndole la pista. La mayor parte del tiempo es detective privado, pero si pagas una cuota extra, también se convierte en lo que llamamos "el chico de los mandados sucios". Te puede conseguir drogas, armas e incluso los contactos de los clanes yakuzas que trafican con personas y órganos. Este tipo está metido en algo muy serio, pero nunca hemos podido probar nada. Siempre borra cualquier tipo de prueba una vez completada la transacción, cambia su número de celular cada tres días y su cuenta bancaria es de un banco suizo, donde por supuesto, ningún gobierno puede investigar. Este tipo es más cuidadoso que Yowane Haku en sus buenos tiempos, y creemos que estuvieron trabajando un tiempo juntos cuando el clan yakuza de esa mujer vendía órganos en el mercado negro.-
Kiyoteru se enfrió al escuchar el nombre de esa mujer, pero recordó algo que pensó podría importarle a su amante.
-Mikuo me preguntó el día de la fiesta, con especial interés, debo decir... si iríamos a la boda de Teto y Akaito. Le dije que no porque saldrías de la ciudad y yo te acompañaría.-
-No saldré de la ciudad, ahora no. No es coincidencia que justo después de la muerte de Luka ellos dos empezaran a salir juntos... y ahora que los vi con Caeles Delphox, menos lo es. Algo traman.-
-¿Crees que Caeles tenga algo que ver?-
-No, el solamente funciona de intermediario. Nunca se involucra con lo que investiga. Pero si Delphox estuvo en contacto con ellos, muy seguramente ya saben de la relación que tienen Gakupo y Kaito; no van a tragarse toda la publicidad de ellos con las nuevas chicas húngaras.-
-Si fuese así y supieran que ellos son amantes... ¡Significaría una venganza segura!-
-No habrá forma posible de saber para qué se vieron con Caeles; ellos piensan que para esas fechas vamos a estar fuera de la ciudad...- de repente todo fue claro para Yüma. Sabía que si el, como Comandante de la policía estaba fuera de su área de jurisdicción, todo estaría mucho más vulnerable.- ellos van a atacar ése día. ¿Te preguntó si estaríamos el día de la boda, no? Significa que lo que sea que vayan a hacer, lo harán en la boda.-
-Oh, no... ¿no puedes ponerles seguridad? Hacer que la policía vaya a darles apoyo en la fiesta...-
-No puedo disponer de la policía así; el Ministerio de Justicia de la ciudad no me permitiría dar órdenes a mis elementos si me baso en una corazonada.-
-¡Pero no es una corazonada! Es una sospecha basada en pruebas sólidas. ¡Los acabamos de ver con Caeles!-
-Lo sé, pero sin fotos o video, no podemos probarlo. Tampoco hay testigos, este tipo es muy sigiloso, nadie recordará haberlo visto. Parece que nadie nos apoyará...-
-Estamos juntos en esto, Yüma. Y si no tenemos apoyo, nos tendremos uno al otro; justo como aquella vez ¿De acuerdo?-
Yüma se acercó a darle un suave beso, importándole nada que la gente observara y hablara a sus espaldas. Su razón para vivir estaría con el por siempre, y con eso bastaba.
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 Luke y Mikuo habían llegado a la casa del chico de rosa, pero se encontraron con una sorpresa. Lily e IA se encontraban recargadas en la puerta, esperando impacientes a la llegada de los hombres.
Megurine soltó un suspiro, "¿Ahora qué quieren?" pensó. Hatsune volteó a verlo y como Luke no mostraba señal alguna de inseguridad, el tomó la misma posición.
Luke avanzó sin vacilar hacia la puerta, listo para insertar la llave en la cerradura, empujando un poco con el hombro a Lily quien se molestó por ese desdén, pero cambió su molestia a sorpresa cuando vio a Mikuo ahí.
-Yo... te he visto antes. ¿Eres Hatsune Mikuo, cierto? Eres hermano de Miku. Estuviste en la fiesta de la Saga...-
-¿Que es lo que quieres, Yli?- espetó Megurine.
-No me llames así en público ¿Sabes por lo que tuvimos que pasar para que la prensa no nos viera salir de nuestro apartamento ni llegar hasta aquí?... Nos debes algo, Luke, nos prometiste interceder por nosotras en el consulado.-
-Es muy vulgar hablar aquí afuera, pasen y conversemos como la gente.- dijo abriendo la puerta tras de sí para que las chicas entraran seguidas de Mikuo.
-Les ofrecería un trago, pero se van a quedar muy poco tiempo ¿cierto?-
-Luke... por favor. Cumple con tu parte.-
-Lo haré cuando llegue el momento, por ahora no me estorbes ¿quieres? Si ya no tienen más que hacer, les suplico que se larguen de mi casa.- dijo Megurine y se dio la vuelta dejando a Lily con la palabra en la boca.
-Escúchame, Luke. Si no haces lo que dijiste que harías, no dudaré en contarle a Gakupo a y Kaito que nos mandaste a investigarlos. No sé para qué fin ni me interesa saber, pero no les gustará enterarse que violaste su privacidad y como yo lo veo, a ti no te conviene que lo sepan.- dijo Lily ya enojada por lo cretino que Luke se comportaba.
-¿Ah, si? ¿Y quién intercedería por ustedes ante los húngaros? Se quedarían sin la oportunidad de ver a tu hijo.-
-¡Con lo que Ibolya... IA y yo ganamos ahora, podemos comprar a cualquiera que trabaje en el consulado!-
A Luke se le ocurrió una idea. Se le iluminaron los ojos y se acercó provocativamente a Lily. Había que decirlo, era muy andrógino, eso ya lo sabemos. También que era pecaminosamente similar a Luka, pero cuando el hombre quería sacar a relucir y reafirmar su masculinidad, Luke podía tener a sus pies a cualquier mujer. Se irguió, infló el pecho y habló en un tono mucho más grave (cosa que Mikuo no pasó desapercibido y le pareció demasiado irresistible), tomó de la barbilla a la rubia obligándola a ver esos hermosos ojos azules que tenía y se acerco un tanto demasiado a su rostro.
-No harías eso... Porque de verdad quiero ayudarte a recuperar a tu hijo, el pobre Oliver no tiene la culpa de nada.- Lily respiraba el aliento de Luke, ella también estaba considerándolo irresistible, encantador, de ensueño...
-Si... t-tu ¿me ayudarás, c-cierto?-
-Oh, mi niña, claro que lo haré. Hablaré en el consulado y las defenderé de todo aquel que se oponga a su regreso, pero tienes que confiar en mi. ¿Lo harás?- decía el chico de rosa. La rubia estaba completamente embelesada, IA que estaba detrás de ella estaba bajo el mismo encanto, se imaginaba las caricias como las que estaba recibiendo su amiga.
-S-si. Confío en ti.-
-Eso es, confía de esto...-

Mikuo se rompió. Rompió por dentro como si le hubieran quitado el corazón aún latente con un simple arranque... Luke besaba a Lily frente a sus ojos.
¿Y las noches que pasaban juntos nunca importaron? ¿Las palabras que se dijeron fueron en vano? Acababan de hacer el amor ése mismo día y ya estaba besando a alguien más en su cara. Hatsune siempre supo que Luke no le sería fiel, era igual de polígamo que Luka y lo entendía; no le importaba mucho que durmiera con otras personas siempre y cuando no se enterara, pero esto ya rayaba en el colmo de la desfachatez.
-Creo que ya deben de irse, tengo muchas cosas que hacer. Pero no te preocupes, linda rubia mía... te cumpliré.-
-De acuerdo. Nos v-vamos, hasta l-luego...- decía Lily aún atontada por aquel delicioso beso mientras salía de la mano junto a IA.
Luke miró a Mikuo nuevamente, pero el de cabello azulverdoso estaba violentamente sonrojado y apretaba fuertemente los puños.
-¡¿En qué demonios estabas PENSANDO?! ¡¿Estabas pensando siquiera?!-
-No tengo porqué explicarte nada, sin embargo...- decía Luke, pero fue abruptamente interrumpido por un muy iracundo Mikuo.
-Sin embargo ¿qué? ¿Todo lo que he arriesgado por ti no te interesa? ¿Lo que hacemos noche tras noche es sólo sexo para ti? ¿Todas las veces que te he dicho que te amo han sido sólo un juego?- y la verdad, así era. Pero Luke no podía perder su más poderosa e importante pieza de ajedrez, el rey y la reina de todo su juego.
-Sin embargo, te explicaré. Yo les dije que podía interceder por ellas en el consulado de Hungría, pero la verdad es que no puedo. No puedo meterme en asuntos políticos de Hungría porque no soy húngaro de nacimiento, ni tengo esa nacionalidad. Les diré que lo haré después del día de la boda cuando todo haya acabado, pero no podía arriesgarme a que ellas lo dijeran todo a tan pocos días de que se consume todo nuestro plan. Pensé en matarlas inclusive, para no tener que recurrir a esto del beso (¿recuerdas? a mi me gustan los HOMBRES), pero por ahora están en boca de todos y claro que la prensa las va a extrañar si no se aparecen en la alfombra roja de la boda. Sabes que yo sólo te amo a ti.- Mikuo ya no estaba tan molesto, Luke realmente tenía el don de la palabra e incluso podía convencer a un científico de que el sol es verde y las nubes rojas si así lo quisiera.
-No me han invitado a la boda... ¿cómo vamos a entrar?- refunfuñó el de azulverdoso.
-¿De verdad estoy mejor enterado que tu? La invitación se extendió para todos los integrantes de Vocaloid mas un acompañante. Sólo dices que yo soy el dicho acompañante y estamos dentro.-
-¿Y cómo entraremos con las armas? De seguro va a haber seguridad...-
-Ya lo tengo todo contemplado. Como le dije a la zorra... tienes que confiar en mi... te amo.-
Ambos hombres completaron un beso, Mikuo se embelesaba el paladar con los deliciosos besos de Luke, mientras que el otro solamente contemplaba el infinito; pensando en que su planificación iba perfectamente.

"No hay forma de que salgan de esta. Gakupo, Kaito: se reunirán con mi hermana dentro de poco... muy poco."

martes, 3 de junio de 2014

Nota de SkarSkull: Doble Actualización.

Como ya muchos de ustedes pudieron notar, esta vez no sólo actualicé el fic que oficialmente está apunto de terminar, sino que esta vez les traje una doble actualización. Un gesto de agradecimiento de mi parte por ser tan fieles a mi trabajo y esperarme tanto entre cada actualización.
La historia contará con 29 capítulos y un epílogo, o 30 capítulos. Como lo quieran ver.
Muchas gracias por leer, y bueno, ya publicaré otra nota de autora en el epílogo de esta historia que he tenido el honor de que me acompañasen.