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miércoles, 18 de junio de 2014

Gakupo x Kaito. Nuestra Aventura. Capítulo 29.

"Respira... sólo tranquilízate. Vas a estar bien, no te vayas. Aún no te he dicho que nunca he dejado de amarte, fuiste parte de mi historia... por favor, no cierres los ojos."
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Al salir de la ducha, Kaito se recargó en el lavadero del baño y se miró al espejo. Jamás en su vida había estado tan nervioso, era como si fuertes océanos chocaran en su interior y su estómago lo resintiera, las náuseas lo invadían y todo eso lo tenía abrumado. Pero era al mismo tiempo la sensación más maravillosa de todas, algo que no cambiaría por nada del mundo. Miró su reflejo en el espejo directo a los ojos y se dijo:
-Hoy es el gran día, no lo arruines, Shion. El primer escalón a una eternidad junto a él.-
Tomó un poco de agua fría directo del grifo y humedeció su rosto, se volvió a ver en el espejo y una sonrisa se asomó entre los vapores del agua que se levantaban por el baño.

Gakupo, quien ya estaba limpio, desnudo y listo para vestirse, tomó la invitación de Akaito y Teto de la mesa de noche y la vio como si fuera un objeto precioso.
Cogió el cepillo y empezó a peinarse esa larga y hermosa cabellera suya. Pensaba en todas las posibles situaciones de su propuesta; la forma en que sus amigos reaccionarían, cómo lo tomaría la prensa, si unos los felicitarían, las inevitables preguntas molestas y los odiosos ataques.
Antes de que el azulado saliera de la ducha, Gakupo tomó una pequeña caja forrada de terciopelo negro de un cajón, aquella que contenía la reluciente argolla de compromiso y la guardó con cautela dentro del bolsillo del esmoquin. La preciosa argolla de oro blanco con hermosos y relucientes zafiros incrustados, zafiros tan azules como los ojos del amor de su vida.
Kaito salió del baño con una toalla alrededor de la cintura se acercó al samurai quien se peinaba aún estando desnudo.
-¿Sabes? Sigo pensando que tal vez ya tenga que recortar mi cabello..- dijo el de ojos amatista. Shion se retiró la toalla y se sentó sobre el regazo del otro, comenzó a acariciar los hermosos cabellos de su hombre y le plantó un beso en la frente.
-A mi me gusta cómo se ve, tal y como está.- Gakupo vio directo a los ojos de Kaito, lo tomó de la cintura y lo tumbó boca abajo en la cama, hundió su rostro en la pecaminosa curva del cuello del azulado y comenzó a besarla intensamente.
-Gakupo... n-no podemos. No queda mucho t-tiempo...- dijo entre pequeños gemidos.
-Podemos llegar un poco tarde a la boda...- decía mientras seguía paseando sus manos por la perlada piel... piel lisa, sin cicatrices. ¡Ah! ¡Cómo anhelaba que todas sus propias marcas se desvanecieran con el tiempo! Pero no podía ser y aunque Kaito estremecía su cuerpo entero cuando las besaba, tenía que seguir luciendo con vergüenza sus suturas fuera de la intimidad.
-No quiero llegar t-tarde a la boda de m-mi hermano... el que va a ser tu familia también.- el samurai se frenó, levantó la cabeza y le dio un suave beso.
-De acuerdo, entonces será mejor que nos demos prisa.- le dijo el samurai al oído.
-Estoy ansioso por que llegue la noche.-
-Algo me dice que va a ser una noche llenas de sorpresas, amor mio... ya verás.- dijo Gakupo muy sonriente.
...

Rojo y dorado, ésos era los colores de la decoración del gran salón de fiestas donde se celebraba la boda de Kasane Teto y Shion Akaito.
Los invitados principales comenzaban a llegar; Kasane Chihiro y Amina, la distinguida familia de Teto, los (molestos) padres de los gemelos Shion, la doctora Namine Ritsu fue acompañada de su esposo, el CEO Leon Aberdeen. La familia Vocaloid también llegaba: Gakupo y Kaito fueron los primeros en llegar, Kagamine Rin y Len arribaron tomados de la mano, Hatsune Miku iba bien acompañada de su nuevo y formal novio (el hombre que había conocido durante su estancia en Rusia), el actor de cine independiente, Vladimir Kradgoff, su propia prima, la presentadora Akita Neru en papel de invitada y no de periodista, Megpoid Gumi hizo una entrada deslumbrante en un hermoso vestido amarillo, las recién llegadas al grupo, Lily e IA; e incluso el mismo Señor Fujimori iba en la buena compañía de su propia hija, Meiko. La crema y nata de la sociedad estaba junta en un solo evento y (por supuesto) la prensa se apretujaba por entrar aunque la seguridad particular no les permitían la entrada.

La ceremonia fue rápida, tanto Akaito como Teto estaban desesperados por finalmente contraer nupcias y empezar la fiesta; así que sólo entraron al recinto, pronunciaron sus votos, se colocaron los anillos de matrimonio y unieron sus labios en un rápido beso para finalmente ver a los espectadores y gritar a todo pulmón: "¡QUE EMPIECE LA FIESTA!"
Las copas chocando entre sí ya se estaban haciendo sonar, la música inundaba el ambiente y los primeros en saltar a la pista de baile fueron los recién matrimoniados. La gente esperaba que para su primer baile sonara una canción lenta y romántica, pero todo el mundo se llevó un grata sorpresa viendo como los pelirrojos se movían y saltaban al ritmo de una canción rock. Para el baile de padre-hija, Teto jaló impulsivamente por la muñeca a su progenitor, el respetable Kasane Chihiro, quien no pudo resistir a la euforia de su pequeña hija, quien ya se había vuelto toda una mujer. El señor Kasane también sacudió su cuerpo junto a su hija al escuchar la canción de rock.
La pista fue invadida por los Kagamine, quien no se hicieron esperar para seguir con la música descontrolada, Gakupo y Kaito se tomaron de la mano e hicieron lo mismo hasta que de repente ya todo el mundo parecía dentro de un concierto de la mejor banda de rockstars.

Cuando el ambiente se calmó un poco, se sirvió la respectiva cena. Platos de cocina internacional, los mejores chefs de renombre a la disposición de los novios, champaña y vinos de la mejor calidad y selección (por supuesto, Kaito estaba fascinado). Una vez servido el postre y que el brindis a la salud de los novios fue realizado, Gakupo vio su oportunidad. "Es ahora o nunca." pensó. Se puso de pie y comenzó.
-¡Su atención por favor! Me gustaría decir unas palabras... a los novios y a una persona muy especial para mi. Para empezar, cuando Akaito y yo nos conocimos, nos odiamos en ése mismo instante, el era muy engreído y yo muy inexperto; y cuando conocí a Teto, no quise indagar mucho en conocerla más.- todo mundo soltó una breve risa, incluido los pelirrojos.- Pero los eventos recientes nos han unido mucho, he conocido facetas de ellos que me hacen sentir afortunado de poderme hacer llamar "su amigo". Chicos, esta copa va a su salud, ¡larga y próspera vida a los novios!- dijo alzando su copa.
-¡Larga y próspera vida a los novios!- lo corearon.
-Ahora, como he dicho, los eventos nos han unido tanto que me gustaría poder formar parte de su familia. Esto me lleva a ti, Kaito.- le tendió la mano y lo puso de pie junto a la mesa.- Desde que ingresé a Vocaloid, fuiste mi mejor amigo y hasta la fecha no he confiado tanto en nadie como en ti. Quiero que todos sepan el papel tan importante que ocupas en mi vida, pero a veces los seres humanos somos egoístas y queremos más de lo que ya poseemos, dicho esto...- Gakupo se arrodilló, sacó de su bolsillo la caja negra forrada con terciopelo, la abrió y se la tendió al hombre de azul, quien tenía una de sus manos sujetando su propio rostro.- Es tiempo de que ahora todos sepan lo mucho que te amo y que quiero que estés conmigo para siempre. Shion Kaito... ¿Me harías el hombre más afortunado del universo al contraer matrimonio conmigo? Yo juro hacerte feliz y amarte el resto de mis días, hasta que ya no me quede un ni soplo de vida.-

Los murmuros empezaron, nadie sabía cuando habían si quiera empezado a salir. Los únicos que no parecían tan sorprendidos del todo fueron Gumi, Akaito, Teto y las chicas húngaras. Incluso Ritsu quien los pilló en una situación subida de todo estaba estupefacta. La cara del señor Fujimori era de lo más graciosa, reflejaba sorpresa, felicidad, y mucha extrañeza. Cada vez las voces que pasaban los rumores de una mesa a otra, se iban escuchando un poco más, hasta que una muy peculiar voz rompió el ambiente y todo mundo guardó silencio para escuchar la simple respuesta que tenía que decir.
-Si. ¡SI!- Kaito quitó la mano de su rostro y la puso frente al rostro de Gakupo, indicándole que pusiera la argolla en su dedo.
La madre de Kaito se levantó estrepitosamente de su asiento dispuesto a anular lo que fuese que su hijo pensara hacer, pero Akaito la detuvo.
-Mamá ¿ya está bien, no crees? Cuando éramos pequeños hicieron con nosotros lo que ustedes quisieron. Se los agradecemos de verdad, pero ahora nos toca a nosotros vivir nuestra vida como queramos. Deja a mi hermano ser feliz, nunca lo he visto así en mi vida y quiero que esté así por siempre.-

Todos los Vocaloids se reunieron alrededor de los novios y de los prometidos, llenándolos de felicitaciones y una que otra pregunta. Gumi estaba muy feliz de ver a Gakupo con luz en los ojos, luz de esperanza. Miku se abalanzó sobre el anillo de Kaito admirando con minuciosidad los zafiros. Rin y Len estaban ya queriendo discutir los arreglos para la boda, diciéndoles que ellos TENÍAN que ser los que planearan todo. La noticia estaba siendo sensación, las sonrisas y risas por parte de sus amigos eran incontrolables; estaban contagiados de la inevitable alegría del ambiente.

Un sonoro estruendo rompió con las risas, haciendo que todos callaran violentamente para escuchar lo que estaba pasando, pasó un breve momento sin sonido alguno hasta que el grito desesperado de alguna mujer se hizo resonar por todo el salón. Todo mundo siguió en silencio y la mayoría físicamente paralizados, el miedo se respiraba, los gemidos de terror ya se escuchaban lentamente.
Detrás de la puerta que separaba la recepción del salón, se oían pasos que caminaban pacientemente hacia ellos; aquella puerta se abrió, rechinaba con suspenso y de ella emergieron dos hombres armados y con el rostro cubierto por un pasamontañas.
-¿Llegamos tarde? Bueno, el entretenimiento llegó... Nosotros, vamos a darles de que hablar. ¡Una experiencia vivaz para todos! ¿Están listos? El show comienza...-
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-¿Entonces Akaito sabe?- preguntó Kiyoteru.
-Espero que si, le dejé un mensaje urgente, ojalá haya revisado sus correos de voz. Estaba tan ocupado con lo de la boda que sabrá Dios si lo habrá escuchado...- contestó VY2.
Yüma había advertido del peligro de Luke, Mikuo y Caeles a Akaito, pero éste no atendió llamadas durante todo el mes, sus asistentes se ocupaban de ellas, pero muchos mensajes se perdían por la cantidad tan numerosa de llamadas que Shion recibía a diario.
Gakupo y Kaito tampoco estuvieron contestando sus teléfonos ni recibiendo a nadie por el peligro al que se exponían con la prensa, todo mundo los quería pillar in fraganti con Lily e IA, se mantuvieron incomunicados así que no pudieron advertirles.
Sólo Yüma y Kiyoteru "sabían" que había algo entre manos, pero no sabían qué iban a hacer exactamente o para qué usarían a Caeles Delphox.
Ambos hombres se encontraban postrados en la parte trasera del recinto, Yüma sospechaba que si invadían la fiesta, lo harían desde atrás para evitar ser notados. VY2 sacó su arma, una pistola calibre 45 y se aseguró de que estuviera a la mano por si las cosas se ponían difíciles. Del lado contrario de la funda sobaquera, sacó una calibre 25 y se la tendió a Hiyama, quien no dudó en rechazarla de inmediato.
-Por favor, sólo es en caso de emergencia, guárdala y úsala sólo si tienes que. Está cargada.-
-De acuerdo, pero por el momento sólo la guardaré. Sabes que no me gustan estas cosas.- dijo mientras tomaba el arma, se aseguró que tuviera el seguro puesto y la atoró en la retaguardia de su cinturón, cubriendo lo que se asomaba con su saco.

Ambos hombres encendieron un cigarrillo y se dispusieron a esperar; recargados en una de las paredes, sólo tomaron sus manos entrelazándolas y disfrutaban del delicioso tabaco quemándose entre sus dedos.
De pronto un ruido muy sonoro se hizo presente...
-¿Disparos...?- escuchó atentamente de dónde provenía el estruendo y concluyó lo que temía.-  Oh, no... vienen por el frente.- dijo Yüma; sacando su arma, posicionándose para atacar abrió la puerta trasera y mientras caminaba por los pasillos que guiaban a la cocina del salón, se oyó el grito de una mujer.
Kiyoteru se estremeció, pero siguió con paso firme siguiendo a VY2, llegaron a la cocina y observaron a dos hombres con un par de ametralladoras compactas y los rostros cubiertos.
Estos hombres se acercaron a los Vocaloids que estaban reunidos alrededor de Gakupo y Kaito, y Akaito y Teto.
Se ocultaron bajo una repisa y pudieron escuchar como uno de ellos daba algunos pasos más y dijera:
-¿Llegamos tarde? Bueno, el entretenimiento llegó... Nosotros, vamos a darles de que hablar. ¡Una experiencia vivaz para todos! ¿Están listos? El show comienza...-
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-¡Buenos días, corazón! Bueno, en realidad son las cuatro de la tarde...- exclamó Luke al ver a Mikuo despierto tendido sobre su cama, se abalanzó sobre el y comenzó a besarlo.- ¿Acaso ya no resistes hacer el amor toda la noche? O tu eres muy holgazán o yo soy una máquina sexual.- reía mientras Mikuo apenas iba recuperándose de su ciclo de sueño interrumpido.
-Hoy estás de muy buen humor...-
-¡Pues claro que sí! ¡Hoy es el gran día!-
-¿Estás listo?-
-¿Tu lo estás? Como te dije una vez, no me voy a echar para atrás y menos ahora que estamos tan cerca de consumar todo.-
-Si, lo estoy... pero sabes que una vez que empecemos podríamos pasar un mal rato después ¿cierto?-
-Lo se, tengo contemplado que en el mejor de los casos nos arresten.-
-¿Y en el peor?-
-Que nos maten.- contestó sin vacilar.

"Morir, ¿eh? Creo que sólo me falta vivir una experiencia para poder haber vivido lo suficiente... el sentimiento de amor es tan extraño para mi. Si tan sólo pudiera permitirme amarlo... sería tan feliz." Luke pensaba en ello todos los días por las últimas semanas.
Ambos se alistaron, por supuesto con elegantes trajes para la ocasión y corbatas de moño, azul y rosa respectivamente. Se peinaron pulcramente y una vez listos, tomaron el maletín que les entregó Caeles y subieron al auto de Hatsune dispuestos a irrumpir en la boda de Akaito y Teto.
"¿Va a proponerle matrimonio hoy? Pues vamos a hacer de esta una experiencia inolvidable."
Llegaron hasta el salón de fiestas, una construcción enorme y muy hermosa, parecía que el edificio había sido construido con cristal y se podía ver hasta el fondo la puerta principal con el acceso a la celebración.
Antes de bajar del auto, Luke le tendió un pasamontañas a Mikuo quien lo vio confundido.
-Creí que lo que menos querías era el anonimato... y que entraríamos como invitados.-
-Lo se, pero me gustaría hacer una entrada dramática ¿a ti no? Además, date cuenta de toda la prensa que está ahí. Si nos ven entrar con las metralletas solo van a acelerar el tiempo en que nuestra reputación sea totalmente destruida. No me preocupa tanto la policía si hacemos lo que vinimos a hacer... rápido.-
-¿Aún tienes esperanza de salir limpio de esto, eh?-
-Hey, la esperanza es lo último que se pierde.- dijo Luke, para después darle un beso fiero y ponerse su pasamontañas.

Con las armas cargadas, los hombres bajaron del vehículo y lanzaron unos cuantos tiros al aire para que la prensa se dispersara. Toda la gente salió corriendo, los reporteros gritando y algunos camarógrafos intentando salvar las cámaras antes que sus vidas. Los guardias de seguridad particular sacaron sus armas para contraatacar, pero las ráfagas que lanzaron las pequeñas ametralladoras fueron por mucho más rápidas.
En los primeros sesenta segundos que Mikuo y Luke atacaron, ya tenían siete muertos y dos heridos en sus conciencias.
La chica que recibía las invitaciones en la puerta principal logró esconderse tras una columna, pero temblaba tanto del miedo que no pasó desapercibida; Mikuo la tomó violentamente por el chaleco que usaba y le acercó el arma a la cabeza.
-Grita.-
-¿Q-qué?- tartamudeaba la chica, muerta de miedo. Las lágrimas le recorrían las mejillas y le costaba trabajo respirar.
-Que grites a no ser que quieras que te ponga una bala en el cráneo. ¡GRITA!-
La chica obedeció y gritó desesperadamente con todas sus fuerzas, para después desmayarse; Mikuo la aventó al piso como si se tratase de un trapo viejo.
Luke caminó con paso lento pero seguro hasta la puerta, la abrió lentamente y ambos entraron.
Todo mundo les miraba con miedo, con suspenso de lo que fueran a hacer a continuación. Luke aventó una mesa y atoró la puerta principal. Mikuo dio un paso adelante, miró a todos con desprecio y dirigiéndose a los Vocaloids reunidos en un pequeño grupo, dijo:
-¿Llegamos tarde? Bueno, el entretenimiento llegó... Nosotros, vamos a darles de que hablar. ¡Una experiencia vivaz para todos! ¿Están listos? El show comienza...-

-¡¿Quién eres y qué quieres aquí?!- exclamó Akaito muy indignado.
-No te adornes, esto no se trata de ti. Es acerca de ellos.- dijo Luke señalando a los comprometidos.
-¿Nosotros qué hicimos?- preguntó Kaito con un poco de miedo en la voz mientras se aferraba a Gakupo.
Nadie aún había reconocido a Luke o a Mikuo, seguían con los pasamontañas puestos y hablaban con un tono de voz demasiado gutural.
-Les explicaré lo que hicieron, par de idiotas: por su culpa, alguien muy importante para nosotros ya no existe.- gruñó Mikuo.
Desde la cocina, Yüma y Kiyoteru salieron rápidamente, VY2 ya tenía el calibre 45 en la mano, acortó la distancia entre ellos y los hombres enmascarados a unos tres metros y apuntándole a Luke, gritó:
-¡Baja tu arma y pon las manos detrás de la cabeza!-
Luke se sorprendió al ver a Yüma y a Yotu ahí, pero sólo era un pequeño inconveniente en el plan, nada grave; porque ni ellos ni nadie iban a evitar que su venganza se consumara.
-¡Justo el pedazo de imbécil que quería ver!- dijo Megurine mientras apuntaba a Kiyoteru con su ametralladora.- Tira tu arma al suelo y patéala hacia a mi si no quieres que le dispare a tu amorcito. ¡AHORA!-
Hiyama tocó su hombro indicándole que lo hiciera, Yüma miró directo a los ojos del castaño y éstos le decían "Está bien", así que obedeció, tiró su arma y la pateó en dirección a los pies de Luke, quien la levantó, se sentó relajadamente en una de las sillas y se sirvió un trago de whisky.
-Bien, ahora que el orden se ha restablecido, creo que ya nos podemos quitar esto.- dijo Megurine y se retiró el pasamontañas.

-Tu... eres Megurine Luke.- dijo Gakupo señalándolo. "Es sorprendente el parecido que tienen el y Luka".
-¡Oh, Dios! Vamos a darte un premio a la mejor inteligencia ¿si?- respondió Luke con sarcasmo.
-¿Qué es lo que quieres con nosotros? ¿Esto es por Luka, verdad?-
-¡NO TE ATREVAS A PRONUNCIAR SU NOMBRE!- grito Mikuo revelando su rostro.
-¡¿Mikuo?! ¡Oh, Dios! ¿Por qué estás haciendo esto?- lloraba Miku, mientras Vladimir evitaba que avanzara hasta su hermano. Asimismo todos los demás Vocaloids estaban estupefactos; el chico Hatsune siempre había sido muy tranquilo y mantenía un perfil bajo. Nadie podía creer lo que estaban viendo, aquel muchacho que se hacía llamar su amigo tenía sus vidas a su merced. Rin abrazaba a Len con miedo, Gumi tomaba la mano de Meiko quien no dejaba de ver a su padre, sentado junto a los padres de Teto. Nadie podía moverse, todo el mundo estaba demasiado asustado como para hacer algo.
-Perdóname, hermana... pero esta cuenta tenía que ser saldada.- dijo viendo a la chica de reojo.
-¿Que no entienden que su muerte fue un accidente? Ella misma lo provocó y nosotros ya salimos afectados por ello más de una vez. ¿No pueden dejar esto así?- dijo Gakupo.
-Ella murió por su culpa. Tu le pertenecías ¡Y te negaste!- exclamaba Mikuo furioso
-¡Porque me engañaba contigo! ¿Recuerdas? ¡Eras mi amigo y te acostabas con mi novia! ¡MÍA! ¡Nunca fue nada tuyo! Sólo te usaba como su juguete sexual y lo sabías en ese entonces y lo sabes ahora.-
-¡Cállate! Ella te buscó para solucionar las cosas y por tu capricho de querer estar con Kaito ella perdió la razón, fue tu culpa ¡Tu maldita culpa!-
-El chico tiene razón.- decía Luke feliz mientras seguía bebiendo de su copa.
-Yo la amaba.- decía Mikuo con lágrimas recorriendo su piel.
-Ella nunca te amó... ni a mi.- le contestó Gakupo mirándolo directo a los ojos.

Mikuo sintió la rabia subir hasta su cabeza, volteó bruscamente a ver a Luke y le dijo:
-Sé que acordamos que tu los matarías, pero ya no puedo más. Lo voy a asesinar.- Megurine alzó su copa en señal de festejo y dijo.
-Si lo hago yo o lo haces tu.... de todos modos terminarán en el mismo lugar. Hazlo.-
-¡No! ¡No lo hagas, Mikuo!- gritó el azulado.
-Oh, Kaito, si no lo voy a matar ahora, no a él. Tu también me heriste ¿recuerdas? El día en que te fui a buscar a tu apartamento con Luka tu y él nos corrieron de una forma muy grosera. Yo sólo quería que estuvieras con mi hermana, y también te negaste. Y por eso ella tuvo el corazón roto... también heriste a mi familia.-
-Ella no quería estar conmigo, te quería a ti ¡Tu fuiste quien le rompió el corazón, no yo!-
-Dar excusas no te va a salvar, Shion.- dijo mientras le apuntaba directamente al pecho.
-Mikuo... ¿q-qué estás haciendo?- dijo mientras retrocedía un poco. Hatsune volteó a ver a Gakupo con una sonrisa malsana dibujada en su rostro.
-Tu me quitaste lo que yo más amaba, ahora yo voy a devolverte el favor...-

Gakupo entendió perfectamente qué significaba eso. Quiso correr para alcanzar a Kaito, pero el dedo de Mikuo jaló del gatillo y la bala llegó más rápido que el.
-¡Kaito!- gritó Miku, se liberó del agarre de su novio, abrazó del cuello a Kaito y ella... ella fue la receptora de la bala.
-No... ¡NO! ¡MIKU!- gritó Kaito quien se arrodilló mientras la chica CV01 yacía en sus brazos. Ritsu se acercó rápidamente a evaluar la herida. La doctora volteó un poco a Miku para ver el impacto de la bala que había aterrizado en su espalda.
-Con suerte no atravesó un pulmón, pero si no le atendemos rápido va a morir desangrada.- dijo Namine.
Gakupo vio como Mikuo soltaba el arma y veía sus manos como si estuviesen manchadas, cómo sus ojos reflejaban una culpa que lo carcomía violentamente. Pero no pudo controlarse, había querido matar al amor de su vida y a una buena amiga que era como su familia... como había dicho, era una cuenta que tenía que ser saldada.
Kamui tomó velocidad y embistió a Mikuo contra el suelo haciéndolo caer dolorosamente, empezó a golpearlo con violencia creciente una y otra vez, Hatsune sólo intentaba cubrirse y escapar, pero confirmó que el samurai realmente era eso: un samurai; tenía la fuerza y la disciplina para mantenerlo inmovilizado.
Luke reaccionó cuando Mikuo fue a dar al suelo y tomó su arma, Gakupo vio que estaba en la mira del chico de rosa, pero no reaccionó, seguía golpeando a Mikuo sin cesar. Yüma hizo un movimiento rápido ahora que Luke no lo miraba y sacó el calibre 22 que Kiyoteru guardaba en la parte trasera de su pantalón y disparó dos veces a la mano de Megurine. Una bala alejó la ametralladora compacta y la otra bala hirió su mano superficialmente. Le dio la pistola a Yotu para que mantuviera justo a Luke y fue a apartar a Gakupo de Mikuo antes de que lo matara.

Yüma tacleó a Gakupo para apartarlo de Hatsune quien yacía inconsciente y Luke se abalanzó sobre él.
Megurine empezó a sobar su cara con delicadeza por todas las heridas que ahora tenía y besaba sus mejillas que tenían sangre brotando.
-¿Estás bien? ¡Amor, respóndeme, por favor!- exclamaba el chico de rosa,  Mikuo sólo alzó una mano para acariciar el rostro de Luke y alcanzó a decir algo.
-T-te amo...-
-¡Y yo a ti! ¡Te amo! ¡Maldición, escúchame, te amo!- lloraba Megurine. Con el rostro ensangrentado, siguió besando las heridas de su amante y lo abrazó.- Si tan sólo me hubiera dado cuenta antes, habría sido tan feliz...-
VY2 se encontraba encima de Gakupo intentando contenerlo, pero no era como la última vez que con tan sólo aprisionándolo con sus brazos bastó; el día en que golpeó a Kaito. Ahora Kamui estaba sano y muy... MUY enfurecido, se le escapaba de de las manos y no sabía si iba a resistir.
-¡Kaito! ¡Ayúdame!- gritó y Shion reaccionó. Dejó a Miku, quien seguía consciente y adolorida al cuidado de Ritsu que era apoyada por su esposo y Vladimir (quien no dejaba de abrazarla). Se levantó, corrió hasta donde estaba su prometido y le empezó a acariciar la frente.
-Mi amor, basta. Ya pasó... ya estamos bien. Gakupo, no eres la bestia de Edo que todos querían que fueses.-
El samurai empezó a respirar y a calmarse, los niveles de adrenalina en su sangre habían disminuido y comenzaba a ver las cosas con claridad.
-¿Miku? ¿C-cómo está?- decía Gakupo un tanto tembloroso.
-Estará bien si una ambulancia llega pronto.-

-Kaito... ¡Kaito!- grito Ritsu. El azulado volteó a ver a Gakupo, no sabía si ir con Ritsu y abandonar a su hombre o no.
-Estaré bien, ve.- dijo el samurai tocando la mejilla de Shion.
-Está mareado por la adrenalina en su sistema circulatorio, Yotu lo cuidará en lo que yo veo qué pasa en la estación. Es un hombre fuerte, no te preocupes por él, estará bien en unos minutos.- dijo Yüma. Kaito se levantó y fue a ver qué pasaba con Miku.
Yüma tomó su arma y cuidaba que Luke y Mikuo no escaparan, aunque eso sería difícil en el estado en el que se encontraba el chico de azulverdoso aparte de que Luke parecía demasiado concentrado en abrazarle y protegerle. Hiyama se levantó y revisó con delicadeza a Gakupo hasta que se encontró en mejor estado. VY2 por su parte, hizo lo propio como Comandante, salió a recibir a la policía y a aprehenderlos por haber tardado tanto, también solicitó ambulancias para los guardias heridos y para los hermanos Hatsune.

-Ritsu, ¿qué pasa?-
-Es Miku, entró en estado de shock. Si no la atendemos rápido, no lo va a lograr.-
-¿Miku? ¡Miku! Quédate con nosotros ¿si?- le decía el azulado a la CV01 mientras sostenía su rostro. Ella apenas mantenía sus ojos abiertos, sosteniendo la mano de su novio quien la miraba con ternura y tristeza.
-Vladimir... no te v-vayas... Te amo.-
-Yo también te amo, Miku... te amo.- decía el ruso.
-Kaito... perdóname p-por todo...- balbuceaba apenas la chica mientras sus ojos se iban cerrando lentamente.
-Respira... sólo tranquilízate. Vas a estar bien, no te vayas. Aún no te he dicho que nunca he dejado de amarte, fuiste parte de mi historia... por favor, no cierres los ojos.-

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