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viernes, 24 de octubre de 2014

Su Majestad: Rey(na) de los Héroes. Capítulo 4. Problemas y posibilidades.

-Sé que te preocupo...-
-Sí, así es.- dijo el héroe de la dorada armadura en un tono orgulloso de sí mismo.
-Pero... me puedo defender sola. No deberías preocuparte por mi innecesariamente.- contestó Annie tranquilamente mientras caminaba a la par del Príncipe de la Gravedad, tomados de la mano.
Ryan Goldsmith ciertamente podría ser prepotente, creído, orgulloso, altanero y todos esos sustantivos calificativos de éste tipo, eso era claro; pero también era demasiado (y no escatimemos en este detalle) selectivo en sus relaciones afectivas. La única relación estable que tenía era con su iguana, Molly; claramente había sido casi una revelación espiritual para él darse cuenta del amor que sentía por Anaksha, pero cuando lo aceptó sin temor o duda alguna, nació en él la inconsciente necesidad de protegerla. Sabía que ella era perfectamente capaz de cuidar de sí misma, pero por si tropezaba, sólo por si acaso, él quería estar ahí para ella y suavizar su caída.
-Lo sé.- dijo encogiendo los hombros y sonriendo como lo hacía eventualmente.

Hubo un momento en donde las luces de los pasillos ya no se hacían presentes y una espesa obscuridad invadía el campo visual; Ryan se detuvo por un momento deteniendo a Annie con el agarre de su mano, sentía algo... como una presencia o un indicio de que no estaban solos. Vieron una silueta salir de una puerta; aquella entidad se postró delante de ellos e iluminándose en un aura azul fluorescente alzó la mano y una especie de campo de fuerza hizo que tanto Ryan como Anaksha salieran volando entre los dos héroes que venían atrás, desconcertando lo que fuese que estuvieran haciendo.
-¡Aléjense!- gritó el hombre que emergió de la nada, temblaba un poco y se notaba cierto nerviosismo en su voz. Mientras Ryan y Annie se incorporaban, Bunny se postró delante de Kotetsu adoptando una posición ofensiva.
El héroe conejo se sentía inseguro porque ahora este hombre (quien fuese que fuera) ahora representaba un latente peligro para llegar al suero y por lo tanto, a la recuperación de Wild Tiger; se sentía inclusive molesto, más bien no sabía definir qué era exactamente lo que sentía y eso le parecía ridículo. Se despejó de ese último pensamiento y con una postura firme y decidida, preguntó:
-¿Quién eres?- el eco de su voz retumbaba por los pasillos haciendo que el otro hombre se pusiera a la defensiva con las manos al aire amenazante de realizar otro campo de fuerza, sin embargo se le veía realmente nervioso.
-S-sólo... aléjense ¿si?- tartamudeaba un poco. Este hombre sudaba frío, realmente quería evitar una confrontación física con los héroes, pero haberla iniciado no había sido precisamente su mejor idea. A lo lejos, se veía asomándose de su bolsillo un frasco considerablemente grande con un líquido rosa acuoso. Bunny se percató de ello y se acercó sólo un poco, activó una función en su visor para poder ver con precisión a distancia y leyó en la etiqueta del vial un extraño código de barras, un número de serie y la leyenda "ReConnect".
-Dame el vial, por favor.- pidió con amabilidad y firmeza. El hombre se tensó más del cuerpo y comenzaba a temblar con desespero.
-¡¿Qué?! ¿Tiene el suero...?- preguntó un alarmado Kotetsu.
-Yo... lo necesito. Me corresponde por derecho.- dijo el hombre, temblando y con la mirada baja.
-¿Por derecho...?- exclamó dubitativo el Príncipe de la Gravedad.
-M-me llamo Jason Keyes, mi padre era el Doctor John Keyes... el inventor del suero. Murió hace unas semanas, pero inventó "ReConnect" para mi. Yo... estoy en declive, mis poderes a veces funcionan, a veces no... estaba mejorando la fórmula cuando falleció, pero ¡el propósito del suero era curarme a mi!-
-Aunque así fuera, si lo hubiera dejado para ti te lo habría dejado como herencia y no tendrías que haber venido a buscarlo a hurtadillas ¿no crees? Sea como sea, estás cometiendo un delito: Sword está cerrada para cualquiera que no sea de la policía, registrado ante la oficina de Justicia o en compañía de alguien que lo sí lo esté.- dijo Anaksha, viéndolo escéptica mientras el Apollon Trío la miraba concediéndole la razón. Aunque en realidad, seguía enojada de haber recibido aquel golpe al inicio de su confrontación y no haber podido devolvérselo.- Como no te lo heredó legalmente, nosotros tomaremos ese suero. Tenemos la aprobación de la Oficina de Justicia y del responsable actual de la Base.-
-¡No pueden! ¡Es mío!- gritó violentamente, una pequeña bola azul destelló de entre sus manos formando un campo de energía con la intención de alejar a los cuatro héroes.
-¡¡Doddón!!- exclamó Ryan mientras expandía su campo gravitacional y contrarrestó a nada la energía decreciente del hombre, quien salió corriendo al ver que ya no podía formar otra esfera de poder. La armadura de Barnaby se iluminó en un rosa fluorescente, sus ojos se tornaron de un azul igualmente brillante y salió a perseguir a Jason Keyes. Kotetsu quiso seguirle de cerca mientras Ryan y Annie se dirigían a cortarle la salida rodeando el lugar.

Jason era rápido, increíblemente rápido; muy seguramente era corredor de pista o algo similar ya que inclusive con su poder, a Bunny le resultaba complicado perseguirlo. La angustia fue invadiendo al conejo mientras Jason se escapaba con increíble sigilo, casi no veía signos de él y pocas señales para seguirle la pista. A medida que avanzaban por los pasillos, hubo un momento en el que la velocidad de Barnaby aumentó (tal vez fue por miedo o adrenalina, quién sabe) pero conforme a que se aproximaba más y Keyes se veía acorralado, paró de huir y se enfrentó al héroe conejo con su última carta.
-¡Aléjate o lo romperé!- Jason se recargó contra una columna mirando los ojos de Bunny. Casi podía sentir como la calma abandonaba su cuerpo y empezaba a reinar la desesperación al mostrarle el vial rosa acuoso, amenazante de tirarlo al piso y romperlo.
-Si lo haces, ni tu ni yo saldremos beneficiados, sólo dame el vial y te dejaré ir. Lo prometo.- dijo con calma; el chico ya estaba lo suficientemente desesperado por una salida que volteó para seguir huyendo pero se detuvo al ver a Golden Ryan y a Anaksha Kjolsrud bloqueándole el paso.
Jason les lanzó otro campo de fuerza (más fuerte esta vez) y Ryan creció de nuevo su energía gravitacional, con tal fuerza que al juntarse ambos poderes colisionaron, y tanto Barnaby, como Jason y Ryan con Annie salieron disparados en direcciones diferentes. Keyes fue a dar contra la columna y el vial con "ReConnect" voló fuera del bolsillo... directo a estrellarse contra el impecable piso de Sword, rompiéndose en mil pedazos y derramando de una gloriosa manera la sustancia.
Wild Tiger iba llegando un tanto cansado y concentrándose por haber seguido la pista correcta hacia Bunny; a quien vio tirado a principio del pasillo, también vio cómo todos los demás se encontraban tirados, apenas recobrándose ya que parecían aturdidos y apuró el paso para ayudar a su compañero, ya sin importarle que Jason Keyes saliera huyendo dejando atrás al Príncipe de la gravedad y a la semi pelirroja, hasta que miró una sustancia rosa destellando en el blanco piso, brillando por su ausencia.

Kotetsu sólo sintió una punzada en su pecho, como si una flecha de acero ardiente atravesara sus pectorales, sintió su respiración entrecortada y un nudo en el estómago; se inclinó y tocó el hombro de Bunny quien miraba perdido el espacio donde se había roto el vial, junto a su esperanza. El conejo apretaba sus puños contra la superficie blanca de Sword, entró en un momento de ansiedad preguntándose el objetivo de ser héroe si ni siquiera podía salvar a su propio compañero de un inminente retiro, o aplazarlo en todo caso. El tigre se percató de que pensamientos atormentaban a Barnaby y con su cálido contacto quiso calmar a su amigo.
-Bunny... tranquilo. Yo...-
-¡¿Tu qué?! ¡Ben me lo dijo en la mañana! Me preguntó si ya me habías dicho lo de tu retiro... ¡Te vas a ir en dos semanas cuando la temporada acabe y me vas a dejar! ¡Vas a romper otra vez tu promesa!- dijo con la voz quebrada. Si su visor hubiera estado levantado, Tiger hubiera podido ver las lágrimas con las que éste reclamaba su partida. El tigre solo bajó la cabeza, tomó de nuevo la mano de su compañero y la estrechó fuertemente, a él mismo también se le quebró la voz.
-Perdón, Bunny.- una rápida mirada por encima del hombro le confirmó que los cuatro se encontraban decepcionados, la mirada de furia que se reflejaba en los ojos de la mujer era negra y escalofriante; Annie sólo apretaba los puños en señal de impotencia, su alrededor se empezaba a encender en un azul fluorescente y todos los objetos de alrededor (incluyendo a Ryan) empezaban a levitar.
-¿Qué? ¡Hey! ¡Annie!- exclamó el Príncipe de la Gravedad veinte centímetros despegado del piso; la chica se percató de ello y reaccionó tomando un suspiro relajado, dejando las cosas en donde estaban, incluyendo a su novio.
-Oh, lo siento.- Annie sintió un latido en la cabeza, le vino a la mente una idea brillante pero un poco compleja. Después vio a Ryan y supo que si ambos trabajaban en sintonía, se encontrarían victoriosos devolviéndole "ReConnect" al veterano de Apollon. Señaló el lugar donde se encontraba roto el vial y exclamó con una sonrisa:- ¡Otro vial! ¡Sólo consigan otro vial!- Barnaby y Tiger voltearon y aunque no tenían ni la más mínima idea de qué era lo que la mujer pensaba, ver aquella luminosa sonrisa les animó sobremanera. El conejo se levantó, alzó su visor, Tiger hizo lo mismo y cuando ambos se miraron con los ojos aún acuosos, también su decisión se vio reflejada. Kotetsu no sabía si hacerlo o no, pero como no sabía con precisión si iba a tener otra aventura con Barnaby, tomó su mano sin vacilar entrelazando sus dedos y tomó la delantera jalando a su compañero.
-Vamos, Bunny.- dijo con una media sonrisa, viendo fijamente los hermosos ojos esmeralda del hombre. Éste apretó fuertemente la mano del tigre, se dispuso a seguirlo y caminaron hasta doblar el pasillo para desaparecer de la vista de los otros dos.
-¿Qué... acaba de pasar con esos dos?- preguntó Ryan desconcertado. Annie se paró sobre los pies del héroe dorado, puso sus brazos alrededor del cuello del hombre y se estiró para besarlo gentilmente en los labios.
-No se tu, pero a mí me suena a amor.- dijo finalmente, viendo cómo Ryan se sonrojaba violentamente.
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"... no sabía con precisión si iba a tener otra aventura con Barnaby..." fue un pensamiento fugaz de Wild Tiger que salió en ése momento, pero realmente tenía un gran peso sobre él porque era cierto. Kotetsu no tenía ni la más remota idea de qué era lo que planeaba Anaksha, pero como él lo veía, había un cincuenta-cincuenta de posibilidades de fracasar o triunfar.
Sostenía fuertemente la mano de Bunny (y éste hacía lo mismo) mientras caminaba buscando entre las ventanas de los laboratorios más viales o tubos de ensayo, ambos sin hablar, sólo disfrutando inconscientemente del contacto. Al poco rato, encontraron unos viales nuevos, intactos y esterilizados dentro de un contenedor, después de todo estaban dentro de un laboratorio, así que encontrarlos no era tarea tan difícil. Entraron al pequeño laboratorio para tomar la caja y sus manos se volvieron a encontrar al querer tomar los viales al mismo tiempo. Bunny ya iba con el visor levantado, así que no pudo ocultar su sonrojo ni Tiger pudo evitar notarlo; con ese simple calor ruborizándose en las mejillas del rubio, Kotetsu tomó una decisión que podría salir tanto bien como muy mal, pero aún así estaba dispuesto a arriesgarse, después de todo... ésta podría ser la última vez junto a Barnaby.

Vio directo a las preciosas esmeraldas del conejo, quien se sonrojaba un poco más cada vez que veía los tranquilos ojos del tigre, éste último volvió a tomar la mano del rubio con mayor determinación de no soltarla y se le acercó peligrosamente al rostro. Dirigió su mano libre directo a la mejilla de Barnaby y susurró lentamente y con un nudo en la garganta: "Gracias", el aliento de Kotetsu le parecía sencillamente tranquilizador al héroe conejo, quien posó su mano sobre la suya en su rostro y se permitió dejar escapar una pequeña lágrima reprimida, tan sólo una.
Tiger no quiso esperar si había dudas, arrepentimientos o reconsideraciones y tomó la iniciativa. Atrayendo al conejo contra sí, posó gentilmente sus labios sobre los de Barnaby, ejerciendo una ligera presión sobre ellos. Bunny no tenía idea de qué estaba pasando, tal vez sólo era un agradecimiento o algo parecido, pero lo que no podía negar, era que definitivamente el beso era reconfortante en extremo; así que abrió sus labios tan sólo un poco más, y otro poco de vez en cuando permitiendo más íntimamente el contacto y dejando que sus lenguas bailaran una insonora melodía, explorando sus bocas en un tierno pero intenso momento.
Kotetsu seguía besando a Barnaby aunque se encontraba sorprendido ya que no había esperado esta reacción. A decir verdad, estaría mintiendo si dijera que el tigre esperaba una reacción en concreto, hizo su movimiento estando completamente a ciegas de lo que pasaría después, pero ahora que eso estaba sucediendo, decidió que aquel conejo no se le iba a escapar.
Tiger soltó la mano de Barnaby y enroscó su brazo en torno a la cintura del rubio, profundizando el beso devorando aquellos labios suaves y de color rosado; así cuando se vieron sobrellevados por aquel intenso beso y rompieron contacto, se vieron mutuamente con la respiración agitada y realmente desconcertados.

Las mejillas de Bunny se encendían en un rojizo demasiado adorable, su mirada bajó un poco, pero al cabo de un breve momento se reincorporó y con una postura erguida preguntó:
-¿Qué fue eso?- Kotetsu se extrañó bastante con aquella pregunta. Era bastante obvio lo que era, un beso. ¿Qué más podía ser? Si preguntaba por el contexto emocional, eso ya era otro cantar.
-Un beso.- dijo en su habitual tono confundido.
-A lo que me refiero... ¿Qué implica?- dijo esta vez en un tono más demandante. Tiger comprendió y le sonrió con una expresión suave e incluso, tímida; sería un gesto que muy pocas personas habrían visto. Una, para ser específicos, y esa era Tomoe.
-Implica que... te quiero. No sólo como compañero o amigo ¿sabes?- dijo rascándose la cabeza con sus ademanes significativos.- Yo te quiero de una forma más... ¿especial?-
-¿Especial? Llamas "especial" a todo lo que comes en la calle, Kotetsu. Me siento como un trozo de carne.- resopló el conejo, volteándose mientras sus brazos se cruzaban en un puchero. Usualmente Tiger era bastante claro y conciso hablando y expresando sus sentimientos, pero el rubio lo ponía en una situación complicada; los nervios empezaban a crecer en él y sólo se le ocurrió un buen ejemplo para decir lo que su corazón gritaba.
-Sí, especial. Te quiero de la misma forma especial en... en la que Ryan quiere a Annie.- dijo finalmente. Barnaby comenzaba a sentir lo que aquella vez en su departamento, cuando había llegado a la conclusión de que no buscaría la oportunidad pero... la tomaría si llegaba. ¿Acaso esta era aquella dichosa oportunidad?
Esa calidez en su pecho ahora quemaba y ardía, como si lava ardiente recorriera sus interiores; quería corresponderle y a la vez no quería (aunque no tenía ni una sola razón para rechazarlo). No sabía muy bien cómo procesar lo que acababa de escuchar, así que lo mejor que podía hacer era confirmar aquellas palabras.
-Ryan no "quiere" a Annie, él la ama.- dijo aún dándole la espalda a Kotetsu, con ojos inundados en la expectativa de una respuesta más certera.
-Yo... a eso me refiero, Bunny.-

Pasó un pequeño momento y cuando el rubio no dijo nada más, Kotetsu alargó la mano y con suavidad, le hizo girar el rostro para que le mirara.
-No es como si me desagradara la idea...- dijo el conejo con la vista en otro lugar y un adorable rosa coloreando sus mejillas.
-¿Estás diciendo que...?- preguntó Kotetsu un tanto confuso de no poder completar la frase de Bunny.
-Que... podemos intentarlo.-
-¿Quieres tener una relación... y conmigo?-
-No es como si no te conociera, tus malos hábitos y tus buenas cualidades, y personalmente no creo que cambie tanto la relación que llevamos hasta ahora. Quiero decir, hace un momento paseábamos tomados de la mano, al otro ya nos besábamos y... estuve perfectamente bien con ello.- dijo el conejo, intentando aparentar no darle tanta importancia al asunto.
-¿Así de fácil?- preguntó Kotetsu en voz alta. Ciertamente no se había esperado que su "declaración" a Barnaby fuera tan complicada pero fácil a la vez de decir; tampoco imaginó siquiera, en un mínimo y remoto caso, que el conejo aceptaría tener una relación amorosa con él (y menos aún cuando literalmente, él mismo no le había planteado la idea, sino que todo salió de la garganta del rubio). -Me refiero a que... ya eres algo así como ¿mi no-vio?- dijo entrecortado hasta el final, extrañado por aquella etiqueta.
-Supongo que sí... una cosa más: No me importa que los demás se enteren, nuestros amigos. Pero creo que en público debemos mantener una imagen.-
-Digamos que no hay mucha vida privada cuando eres héroe mostrando tu verdadero rostro ¿no crees?- dijo el Tigre, mucho más relajado y feliz de escuchar las palabras de su "nuevo compañero".
-Lo que creo es que ya deberías dejar de restregármelo en la cara. Anda, los otros nos esperan.- respondió serio, aunque no pudo evitar que una sonrisa se escapara de sus labios cuando cubrió su rostro con el visor de la rosa armadura.

Como solía pasarle en los últimos días, su mente divagó en Kotetsu, había estado tan confuso por el tema que la única opción viable que veía, era dejar las cosas pasar; aunque a juzgar por el mismo carácter de Barnaby, por supuesto que eso era muy poco probable. Pero ahora que de algún modo habían arreglado un acuerdo en su relación... tendría tiempo para descubrir al Kotetsu que siempre vio por debajo de aquellos ojos.Aquel al que siempre quiso ver y al que siempre deseó desenmascarar.

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