-Ya
no recordaba qué era ir a una fiesta... pero sobre todo, una fiesta de
Fujimori.-
-Lo
sé, siempre hay que esperarse lo peor con esas ruedas de prensa ¿no?-
-Si...
¿y qué demonios quiso decir ése reportero del canal siete con que "se les
ha visto mucho tiempo juntos"?-
-Lo
bueno es que Yotu nos recomendó decirles que todo lo que sucedió en el hospital
lo queríamos mantener en privado y darles todo ese discurso de que porqué las
celebridades tenemos también derecho a la confidencialidad, pero... ¿Crees que
ya nos hayan descubierto, Gakupo? ¿Lo nuestro?-
-No,
pero por lo menos la prensa lo intuye... ¿Deberíamos de hacerlo público ya?-
preguntó el samurai, viendo esas hermosas ventanas azules.
-No
quiero. No todavía, no porque no quiera que la gente lo sepa, sino porque el
día de la boda de mi hermano... quiero que también signifique algo para
nosotros.-
-¿Qué
deberíamos de hacer, entonces?-
-Estuve
pensando un poco acerca de las nuevas chicas...- decía Kaito, mientras
recordaba "el plan de contingencia" que había pensado en la fiesta.-
me dieron buena espina, creo que son unas chicas muy lindas, y si la prensa
creyera que salimos con ellas, nos dejarían de perseguir. Claro, que se los
pediríamos como un favor y explicándoles la situación como es debido.-
Esa
sensación de alerta se hizo presente en Gakupo, como si una corriente eléctrica
recorriera su espalda hasta llegar a su cabeza hasta reaccionar con evidente
desconfianza.
-Espera
un momento... creo que no me representaría ningún problema si Gumi y Meiko
fueran quienes nos hicieran el favor, pero a ellas dos las acabamos de
conocer.-
-Pensé
en Gumi y en Meiko, pero dado que Gumi siempre ha sentido algo por ti, podría
ser perjudicial para ella, y la prensa sabe que con Meiko se acabó. Nadie va a
creer que justo cuando un reportero insinúa que paso mucho tiempo contigo,
regreso con mi ex.
Se
me hizo más viable que fuera con Lily e IA, porque como somos los únicos
Vocaloid "solteros", sería natural que nuestras conquistas fueran las
recién llegadas.- Gakupo tenía que reconocer que lo que Kaito decía tenía
sentido en más de un aspecto. La prensa creería fácilmente que conquistar a las
nuevas no les sería ningún problema y así se comprarían un poco de tiempo hasta
que fuera la boda de Akaito. Aún así, sólo habían conversado con ellas ésa
noche; podrán haber hablado mucho, pero en una conversación no llegas a conocer
a una persona.
-Kaito...
es que...- la inseguridad del samurai se vio interrumpida por un gentil beso.
-Sé
que no confías en ellas, pero presiento que son buenas chicas. Estoy seguro, lo
vi en sus miradas, tienen algo por qué luchar... y se que tu también lo viste.
Sólo hay que explicarles la situación y no nos defraudarán. Te lo prometo.-
-¿Cómo
puedes saber eso?- Gakupo de verdad quería apegarse a las palabras del azulado,
pero su corazón le decía que no debía de abrirse ante extraños, que debía
apegarse a lo que ya conocía... pero de pronto se dio cuenta de que hablaba tal
como su padre; de mentalidad cerrada y hecho a las costumbres. Eran las veces
en las que se cuestionaba si en algunas ocasiones, su progenitor hablaba con
sabiduría...
-Por
favor. Si no confías en ellas, confía en mi.-
El
samurai batallaba en su interior, una parte de el confiaba ciegamente en Kaito,
y otra parte se apegaba a la lógica de su padre. Pero esos ojos azules, tan
llenos de pasión por la vida, arrastraron sus dudas como un ciclón hasta
apartarlas en un rincón de su alma.
-De
acuerdo, hagámoslo a tu manera.-
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-No
sé porqué nos enviarían a investigar a ésos muchachos. Se ve que son buenas
personas ¿no crees, Yli?-
-No
me llames así. Nos tenemos que acostumbrar a nuestros nuevos nombres... si
alguien nos escuchara llamándonos por los verdaderos, nos podríamos meter en un
problema, Ibo... IA.-
-Lo
sé, pero estamos en nuestra nueva casa sólo tu y yo. ¿Quién nos va a escuchar?-
-No
importa, estos paparazzis están por todos lados. Ayer en la fiesta nos estaban
acosando tanto que nos tuvieron que sacar los hombres seguridad en una
camioneta con vidrios polarizados. Y hace unas horas, cuando me desperté para
recibir el periódico, unos ya nos estaban esperando del otro lado del pasillo.
Se enteraron de que vivimos aquí, pero se confundieron de apartamento. Por
suerte no me vieron...- dijo Lily sobándose la cabeza.
-De
todos modos, tus nombres, tanto uno como el otro, suenan casi igual. Yo tengo
dos nombres hermosos y ahora sólo me quedaron dos letras.- decía IA, suspirando
pesadamente.
-Es
por un bien mayor...-
-Lo
sé, lo extraño mucho... Pero me cambiaste el tema, te decía que los chicos de
ayer fueron muy amables.-
-Lo
son, pero no es nuestro trabajo decidir eso, a Luke no le importa nuestra
opinión. Me lo espetó de manera muy tajante ayer por teléfono cuando le comenté
de nuestra conversación con ellos.-
-¿Y
ahora qué sigue?-
-Hay
que pensar en un modo de acercarnos. Tal vez si fingimos estar interesadas en
ellos...-
-¿Interesadas?
¿De qué forma?- preguntó IA.
-Si,
les hacemos creer que tenemos intenciones románticas y cuando ya se sientan
confiados, les sacamos toda la información que Luke quiere...- El teléfono
sonó, ambas chicas se quedaron sorprendidas al ver la procedencia del número.
Lily movió la cabeza y contestó.- ¿Kaito?-
-¿Qué
dice?- preguntaba impacientemente la peliblanca, mientras la rubia sólo hacía
movimientos con la mano para indicarle que guardara silencio.
-¿Hoy
en la noche?... Si, tenemos que ir con Fujimori en la tarde para ver lo de
nuestro contrato, pero en la noche estaremos libres... si, claro... ¿entonces
ustedes vienen por nosotras?... bien... si, nos vemos. Adiós.-
-¿Qué
te dijo? ¿Qué va a pasar en la noche?- preguntaba inquieta IA.
Lily
estaba sosteniendo el teléfono con la mirada un poco perdida, procesando lo que
acababa de escuchar.
-Al
parecer, fue más sencillo de lo que imaginaba.-
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-¿Ya
las invitaste a cenar?- preguntó Gakupo, soltando su celular.
-Dijeron
que si. Les dije que en la noche nosotros iríamos a su departamento a
recogerlas.-
-Yo
acabo de llamar al restaurante, la reservación para cuatro en la noche ya está
hecha.- dijo un poco desanimado.
-Ya
sé que te está costando un poco de trabajo hacer esto, pero nos si las chicas
aceptan, nos pueden comprar tiempo hasta que sea el día. Son sólo algunas
semanas más...-
-No
confío en ellas, pero si en ti. Espero estés en lo correcto.-
-Verás
que si, así que despreocúpate, amor.-
Gakupo
se dejó caer pesadamente en el respaldo del sillón, soltando un igualmente
pesado suspiro, aunque sus ganas de querer pensar el asunto se vieron
interrumpidas cuando Kaito se sentó en su regazo, abrazando su cuello y besando
su frente. El samurai rodeó la cintura del otro con sus bien tonificados brazos
y se dejó llevar por las sensaciones que el azulado despertaba en él. Después
de un apasionado beso, Kaito se separó un poco.
-Deberíamos
prepararnos para ir por las chicas... ¿Quieres entrar a la ducha conmigo?-
-Todavía
faltan varias horas para que caiga la noche...-
-Lo
sé.- dijo el azulado en un tono inmensamente provocativo, después de verse a
los ojos, Gakupo captó la indirecta lujuriosa que mandaba su amante y asintió.
-¿Todavía
te sientes débil?-
-No,
estoy bien.- dijo Kaito un poco confundido.
-Yo
creo que no, es más, creo que debería de cargarte hasta el cuarto, ayudar a
desvestirte y cargarte de nuevo hasta la ducha...- decía con una sonrisa
mientras sus ojos se postraban firmemente en los labios de su amante.
-En
ése caso, creo que me empiezo a sentir un poco débil...- dijo finalmente
mientras sentía como era levantado con facilidad del sillón y completó aquel
beso.
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Cayó
la noche y los chicos por fin salieron a vestirse tras su ducha de una duración
de tres horas y quince minutos.
Gakupo
se recogió el cabello en una larga coleta, se vistió con un traje negro, con la
camisa fajada y algo abierta del pecho; Kaito usó un pantalón sastre negro, con
una camisa blanca igualmente abierta y un saco color beige. Ambos hombres se
perfumaron y bajaron al estacionamiento por la camioneta del azulado, subieron
con Kaito al volante y marcharon al edificio donde residían las chicas.
El
portero del edificio les permitió la entrada, estacionaron y subieron al piso
donde se hallaban las muchachas. Una vez se abrió la puerta del elevador, una
ola de paparazzis les saltó encima, ellos se abrieron paso con un poco de
trabajo y en gran parte a la buena fuerza del samurai. Kaito tocó la puerta un
tanto insistente, ya que los de la prensa estaban prácticamente sobre ellos,
tomando fotos y aventando preguntas al por mayor.
La
puerta se abrió, y ambos hombres entraron exhaustos.
-Perdonen
por eso, están aquí desde la mañana. Para ir a nuestra cita con Fujimori
tuvimos que escaparnos por la escalera de incendios- dijo Lily.
-Está...
bien.- dijeron ambos hombres mientras ponían especial atención a lo bien que se
veían las chicas. Ambas traían en mismo modelo de vestido, sencillo, muy
entallado, de tirantes y un escote revelador, pero no atrevido.
Lily
usaba el vestido color rojo, mientras IA usaba uno negro.
-Se
ven absolutamente hermosas.- dijo Gakupo con una media sonrisa y Kaito asintió.
-Muchas
gracias.- dijo IA.- Habrá que irnos ya, antes de que invadan más aquí estos
reporteros tan groseros.-
Todos
asintieron y se dirigieron a la ventana, bajaron entre risas y con mucho
cuidado por la escalera de incendios, luego se escabulleron hasta el
estacionamiento para tomar la camioneta del azulado.
Salieron
a la calle y hasta parecía que toda la prensa del país había rodeado la
camioneta. No podían avanzar, los reporteros estaban por doquier, hasta que
Gakupo se le ocurrió un señuelo.
Se
asomó por el sunroof de la camioneta y dijo:
-Su
atención por favor: Nosotros no estamos dando respuestas en éste momento, quien
las está dando es el señor Fujimori, quien está dentro del estacionamiento con
un pequeño grupo de reporteros.-
De
repente todos los paparazzis empezaron a correr y a gritar "¡Fujimori! ¡En
el estacionamiento!" y despejaron rápidamente la zona para que la
camioneta pudiera pasar.
Una
vez en el restaurante y asignada su mesa, Kaito ordenó un vino que sabía era
muy bueno y empezó a fluir la conversación.
-Nunca
me había escabullido en mi vida para poder salir de mi casa.- decía muy
divertido el azulado.
-Yo
sólo una vez... y no me arrepiento para nada.- dijo orgulloso el samurai. -¿Qué
tal ustedes? ¿Se han escabullido o escapado alguna vez de casa?-
-Bueno,
IA y yo nos conocemos desde pequeñas, somos algo así como "hermanas
adoptivas". Digamos que... en la casa donde vivíamos no había forma de
escaparse sin que te atraparan.-
-Oh...
¿sus padres eran muy estrictos?- preguntó Kaito.
-Algo
así...- dijo IA tomando un sorbo de agua.
Gakupo
inmediatamente notó por la forma en la que Lily desviaba la mirada y el leve
temblor de mano que IA tuvo al tomar la copa que habían pasado por difíciles
situaciones como él y que muy probablemente quisieran hablar de ello, aún no se
sentían listas o confiadas. Así que decidió dar un giro al ambiente
aprovechando la llegada del vino a la mesa.
-Kaito,
háblanos de este vino.- pareció que el samurai encendió una mecha con ese
comentario. El azulado estaba listo y emocionado por revelar todos los datos
acerca de esta bebida.
-¡Claro!-
dijo mientras servía a todas las copas.- Éste es un Romanée-Conti Grand
Cru de 1960, está entre los mejores vinos del mundo, se cosecha en los límites
de Francia tomando un poco de tierras suizas.-
-¡Ah!
Francia... la ciudad del amor, la hermosa París ¿no creen?- suspiraba la
peliblanca mientras tomaba un sorbo de vino.
-Yo
creo que todas las ciudades son del amor si estás con la persona correcta...
¿no, chicos?- dijo la rubia con intención de escuchar algo de "información
útil".
-Pienso
igual que tu, Lily.- dijo Gakupo tomando la mano de Kaito por debajo de la
mesa.
-Ya
que sacas el tema a colación... necesitamos pedirles un favor, chicas. Sé que
aún no nos conocemos bien, pero de verdad nos ayudarían mucho.- decía Kaito con
un tono serio y adoptando una posición erguida.
Las
chicas se miraban una y otra vez, tratando de averiguar lo que pasaba o lo que
pediría Kaito, pero ellas aceptaron de todos modos. Un favor significaba
confianza, confianza significaba cercanía y cercanía era un paso hacia adelante
para dar con Oliver.
Gakupo
y Kaito ya habían hablado al respecto, para pedirles un favor como este, tenían
que explicarles las razones que los orillaron a ello. Y no sólo era que no se
supiera la relación, tenían que contarles los antecedentes, y eso quería decir
que la historia de cómo y por qué Luka enloqueció se iba a hacer presente una
vez más.
-...
así que por eso la vacante para el grupo se abrió y nosotros terminamos en el
hospital. Ahora la prensa intuye algo entre nosotros. No queremos esconder
nuestra relación, pero por ahora no queremos ni levantar sospechas sino hasta
el día de la boda de mi hermano hacerlo oficial.- las chicas quedaban
asombradas a medida que el azulado iba avanzando en la historia.
-Déjame
ver si entendí... lo que quieres que Lily y yo hagamos, es pretender que somos
sus novias hasta que sea la boda de tu hermano ¿Cierto?-
-Y
eso implica estar la mayoría del tiempo juntos ¿verdad?- preguntó la rubia.
-¿Es
mucho pedir?- preguntó Kaito con decepción en la voz.
-En
realidad, nos encantaría poder ayudarlos. No tenemos amigos en la ciudad y
podríamos aprovechar esta farsa para pasar tiempo de calidad... como amigos
¿no, IA?- decía feliz la rubia y la peliblanca asintió con una sonrisa.
-¿De
verdad lo harán? ¡Muchas gracias!- Kaito soltó un brinquito de emoción.
-Pero...
presiento que Gakupo no está muy convencido de esto.-
-Lo
estoy, de verdad. Me parece un buen plan.- dijo el samurai en semblante serio
tan propio de el.- Sólo que aún me cuesta trabajo confiar tan rápido en la
gente, no es nada personal, Lily.-
-Descuida,
te entiendo. Pero con el tiempo que vamos a compartir, ya verás cómo te puedo
inspirar confianza.-
-Gracias,
chicas.-
La
velada transcurrió entre risas y buena conversación hasta que ya era tan tarde
que podría ser temprano.
Todos
subieron a la camioneta y devolvieron a las chicas a su edificio desde la calle
de atrás, ayudándolas a subir por aquellas molestas escaleras de incendios, así
no se arriesgarían a otro ataque de la prensa.
-Pasen
buena noche... y gracias.- dijo Gakupo.
Las
chicas se despidieron y los amantes se fueron a su apartamento.
-Creo
que tenías razón, Kaito...-
-Y
no será mucho tiempo, son sólo ésas semanas para después pasar a una gran vida
juntos.-
-Aunque
siento que esta chica, Lily... tiene algo que ocultar, pero es sincera al mismo
tiempo... no sé, es raro.-
-Ya
tendremos tiempo para conocerla.-
-Así
es, mi amor.- dijo el samurai finalmente y compartieron un beso.
........................................................
-Todo
eso de que estaríamos bien compartiendo el tiempo... ¿fue verdad o sólo fue un
engaño para acercarnos?- preguntó IA
-Fue
sincero lo que dije, y aunque me empiezo a sentir culpable por tener que
decirle todo a Luke, no voy a parar. Tenemos que llegar a Hungría por Oliver, y
si traicionarlos es necesario... lo haré con todo el dolor de mi corazón.-
-¿Ya
has llamado a Luke para contarle lo de hoy?- Lily tomó su teléfono y marcó el
número.
-No,
pero justo ahora lo hago...
Luke,
hoy salimos con ellos. Me dijeron algunas cosas que te podrían interesar...-