The SkarSkull is...

Mi foto
I fall in love with everything, I also hate everything. It's very hard to be a misanthrope and a romantic at the same time... ♥ Facebook: Skarskull - Facebook Group: SkarSkull.GoldenYaoi ♥ Twitter: @xSkarSkull ♥ Amor Yaoi, Wattpad, Fanfiction: skarskull ♥ Instagram: SkarSkull

viernes, 22 de mayo de 2020

Su Majestad: Rey(na) de los Héroes. Capítulo 31: Dentro de las fauces

Día 3 después de la primera aparición de la Brigada 731.

 

-… ino. Deino… ¿me escuchas?- a la distancia se escuchaba el sonido de una angelical voz, un delicado bálsamo… ¿acaso así se sentía tocar el paraíso? La sensación recorría su cuerpo inundándolo de serenidad, inclusive podía oler con claridad cómo un suave pero embriagador aroma a caramelo se impregnaba en la refrescante brisa que chocaba contra su rostro.

-Soy yo, Creador.- respondió el chico, con una leve y genuina sonrisa. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras lograba vislumbrar una luz y el rostro de su amada, la sangre que escapaba de su nariz goteaba en el piso con un sonido hermoso y relajante. Alzó levemente su mano y estiró la punta de sus ya muy escarmentados dedos, como si quisiera alcanzar algo; con una voz suplicante llena de esperanza y dicha, hizo su petición.- ¿Podrías… llevarme con ella?-

El desayuno que Kaede le había llevado al platinado quedó esparcido sobre la bandeja en el piso de la habitación en el momento en que se abalanzó a socorrerlo, encontró a Deino semi consiente, delirando palabras sin sentido con la mirada perdida en las luces que colgaban del techo. La chica intentaba sin éxito que se reincorporara, y así como cuando ella misma experimentaba ocasionalmente ataques de ansiedad, hizo lo que su abuela Anju hacía para relajarla con la esperanza de que funcionara; daba palmadas gentiles a las mejillas del muchacho y soplaba a la altura de los ojos y nariz. El semblante de Deino se compuso, pero aun no recobraba la conciencia.

-Por favor, cariño… respóndeme.- suplicaba alarmada la chica, mientras seguía palmeando y soplando sin éxito, sus propias lágrimas empezaban a humedecer el rostro que reposaba incoherente en su regazo. Vio que los rasgados ojos grises del muchacho empezaban a cerrarse cada vez más  en una cálida pero cansada expresión de paz.- No… no, no, no, no me hagas esto ¡Por favor! ¡Despierta!- la chica abrazó con recelo y desesperación la cabeza del platinado, meciéndose hacia atrás y adelante pensando en mil cosas y a la vez en ninguna, la impotencia se apoderaba de ella.

-¿Qué está pasando aquí?- una gélida voz resonó con estruendo, los pasos del hombre se escuchaban firmes con cada desplante. Kaede se heló, la voz había penetrado sus oídos de manera violenta y una sensación de temor le empezó a inundar.

-Jason… traje el desayuno para Deino pero lo encontré en este estado y…- explicaba con la expresión angustiada de una joven Origa Petrov, pero el segundo al mando de Ouroboros (quien ni siquiera había hecho contacto visual con ella) la interrumpió dirigiéndose exclusivamente al chico.

-¿Crees que esto es aceptable, Deino? El Maestro me envió para hacer un conteo del nuevo tipo de cambio, pero esto...- recriminó mientras se acercaba al contenedor más cercano, hundió su mano entre las brillantes y casi cegadoras monedas sólo para hacer un conteo aproximado.- Esto es inaceptable. Llevas desde ayer cumpliendo una única función y no has fabricado ni cien monedas. ¿Qué explicación esperas que le dé al Maestro sobre tu mediocre desempeño?- la voz de la chica sonó por lo bajo por detrás de él, temerosa de hablar.

-Jason, creo que es mejor si…- la mano del castaño tomó impulso desde su lugar y se dirigió perniciosa hasta la mejilla de Kaede, quien con veloces reflejos alcanzó a cubrir su rosto con ambas manos, evitando a toda costa el contacto de la mano desnuda del NEXT que la violentaba aunque el impacto dolió de igual manera.

-Es mejor si te callas y te limitas a tus actividades. No creas que tienes el derecho a opinar sólo por haberte ofrecido como una furcia con él.- bramó con desprecio mientras señalaba al chico, aún convaleciente.- No sé cómo es que te convertiste en el pequeño proyecto personal de Lunatic, pero escúchame bien: Si Deino no cumple con su deber en tiempo y forma, me voy a asegurar de que el Maestro les entierre a ambos una de sus espinas venenosas en lo más profundo de ese asqueroso e ingenuo saco de células que tienen por corazón. Muy romántico ¿cierto?- Kaede estaba paralizada sin saber qué hacer, el miedo recorría cada centímetro de su cuerpo y sólo pudo atinar a asentir levemente; Jason se volteó con paso firme hacia el cuerpo de Deino quien batallaba por espabilarse, y tomando el impulso suficiente, la espinilla del castaño golpeó con malicia hacia la boca del estómago del platinado.

Se escuchó un terrible crujido y el dolor hizo que Deino recobrara la conciencia mientras se retorcía de dolor a causa de una costilla fácilmente rota. La chica simplemente apartó la mirada, incapaz de ver al muchacho sufrir pero los gritos le parecían ensordecedores. Ahogó su llanto lo más que pudo hasta que los alaridos cesaron, entonces se acercó a Deino y lo ayudó a que tomara asiento de nuevo mientras él le sonreía agradeciéndole con la mirada.

-Reciban esta nueva era que favorece a los fuertes, o mueran igual de indignos que los débiles. ¡Pónganse a trabajar!- finalizó el castaño marchándose y azotando la puerta tras de si.

-Lamento que hayas tenido que pasar por eso, princesa. ¿Estás bien?- preguntaba Deino entre murmullos.

-No te preocupes por mí. Sólo sigue resistiendo, ¿de acuerdo? Te prometo…- decía con ferviente enojo.- … que esto se terminará muy pronto.-

 

……………

 

Dos horas habían pasado desde lo sucedido, el medio día no lucía radiante sino más bien frío y sombrío desde la fábrica abandonada al oeste de Sternbild. Kaede se encontraba más tranquila pero no menos furiosa, mientras hacía sus deberes repasaba mentalmente una y otra vez las opciones con las que contaba para poder acabar con la organización lo más pronto posible, pero todas eran demasiado arriesgadas. Pero si no se arriesga, no se gana ¿cierto? Después de todo, ese mismo sentimiento fue lo que la llevó a infiltrarse tras las líneas enemigas y descubrir al enemigo antes que los héroes mismos. Tal vez tomar un riesgo era la mejor opción… la única opción para desbaratar al enemigo desde dentro. La chica sabía muy bien que la Brigada 731 tenía acorralada a la ciudad y a los héroes paralizados, así como sabía que si los héroes contaran con información precisa y de primera mano sobre estos paramilitares NEXT sabrían cómo atacar.

Frank Martínez, líder de Ouroboros tenía toda la información que necesitaba la Primera Liga, ¿pero cómo conseguirla sin levantar sospechas? Además, todos los días en punto de las 12:30 del día el autoproclamado NEXT supremo daba un sermón obligatorio a sus feligreses/militantes. Kaede estaría ocupada verificando la lista de asistencia con más de 1.600 personas veinticinco minutos antes de iniciar cada sermón. Deino había hecho este proceso mucho más sencillo al integrar cada 20 personas a un grupo con el nombre de una letra del alfabeto radiofónico acompañado de un número; este sistema también servía para clasificar a los NEXT que participarían en las filas de combate primarias, secundarias, terciarias y de apoyo. Por ejemplo, Lunatic y Jason pertenecían al grupo Alfa 1, los NEXTs con capacidad destructiva considerable  estaban repartidos entre los grupos Bravo, Charlie, Delta y Echo; Deino y Kaede en cambio, fueron asignados a Whiskey 3, junto con Joseph de Lavandería y Carl de Vigilancia.

La pequeña Kaburagi miró su reloj de pulsera, la hora para empezar a cotejar a los asistentes se aproximaba por un par de minutos. Se dirigió a la puerta del acceso subterráneo, donde los militantes sabían de antemano que debían de organizarse en sus respectivos grupos, ya que la asistencia se tomaba en consideración siempre y cuando el grupo estuviera completo.

-¿Alfa 3? Uno, dos tres…- la castaña contaba a las personas con mucha concentración.- … diecinueve y veinte. Adelante. ¿Bravo 1?- procedió mientras palomeaba en la lista al equipo anterior, el grupo avanzaba con velocidad para tomar su lugar correspondiente dentro del Vínculo. Kaede era muy rápida y observadora en esta labor a pesar de ser su segundo día como asistente general. Sólo le tomó veinticuatro minutos de los veinticinco habituales hacer la toma de asistencia. Sabía que tenía poco tiempo antes de que apareciera en escena el NEXT supremo acompañado de su fiel esbirro, aprovechó el movimiento de gente y rápidamente bajó por las escaleras; pasó la lavandería y los almacenes del primer nivel, siguió por el comedor en el segundo, hasta llegar a la zona prohibida para la mayoría de los integrantes de Ouroboros: el tercer nivel donde se encontraba la división de investigación y la oficina central.

Caminó con cautela aunque decidida hacia la oficina de Frank Martínez, pero a dos escasos metros de quedar frente a la puerta vio cómo el picaporte giraba y la puerta se abría lentamente. Kaede sin embargo, mantuvo la compostura y entró sigilosamente a la habitación que estaba inmediatamente cercana ella, dándose cuenta que se refugiaba dentro del ala de investigación; afortunadamente estaba vacía y sin ninguna alma, ya que todos esperaban impacientes el sermón de su Maestro en El Vínculo. Escuchó algunas risas y uno que otro murmuro, la chica pegó su oreja a la puerta para oír con claridad.

-… lo juro, sólo estoy esperando que se empiecen a matar entre ellos, Jason.-

-Los acorraló brillantemente, Maestro.-

-Lo sé, creen que estar atrincherados en el edificio de HeroTV les va a comprar tiempo, pero con Vaako pisándoles los talones, es cuestión de un par de días para que se entreguen.-

-La moral de la organización crece con cada día que pasa. Su victoria ya está asegurada, Señor.-

-Así es, mi buen amigo. Creo que hoy me saldré del discurso y alentaré a nuestros seguidores con algo motivador previo a nuestra inminente victoria…-

 

Las inconfundibles voces de Frank y Jason fueron atenuándose gradualmente y Kaede comprendió que el tercer nivel estaba despejado; antes de salir del ala de investigación, recordó que el día anterior programó en la mensajería una entrega de un paquete a esta área, algo que tal vez le resultaría muy útil en esos momentos. Vio la pequeña caja que afortunadamente ya estaba abierta (y así no levantar sospechas), tomó una memoria USB completamente nueva y salió discretamente de la habitación.

Fijándose que no hubiera nadie en las proximidades, se dirigió con extremo sigilo a la puerta de Frank; se percató que en la parte superior del marco de la puerta de la oficina central había una especie de dispositivo con una tenue luz clara, pero al ver que cuando abrió la puerta no sonó ningún tipo de alarma o pasó algo siquiera, no le dio importancia. Quizás sólo era un sensor de movimiento para activar la luz al entrar, eso sonaba más lógico considerando que eso sucedió… sus pensamientos entintados con paranoia no estaban ayudando mucho en el momento. Se sacudió un instante y se concentró en lo que tenía que buscar: la información sobre la Brigada 731. Había muchos documentos sobre el escritorio de Frank, y aunque pensó que le tomaría una eternidad revisar cada uno para encontrar lo que necesitaba, había un expediente que estaba marcado con un color verde fluorescente. Imperdible. Nombre del archivo: “CONFIDENCIAL: Perfiles B731”.

Kaede estaba perpleja, no lo podía creer. Mientras revisaba superficialmente el documento, se percató de que tenía en sus manos el expediente con la biografía de cada integrante de la Brigada 731 (la versión extraída por las investigaciones de la Interpol y la versión “real” del investigador de Ouroboros) y su clasificación en DR (Danger Rate - La tasa de peligrosidad). ¡Tenía en sus manos el poder de acabar con esto de una vez por todas! Salvar a la humanidad, a su padre, a Deino… Un sentimiento arrasador de esperanza inundó completamente su cuerpo y se puso manos a la obra. Tomó el expediente y lo puso directamente sobre el escáner de la oficina de Frank, conectó la memoria USB al puerto de la máquina e hizo una sencilla configuración. De ese modo, mientras el documento se escaneaba, se guardaba automáticamente en el pendrive.

El documento se escaneó y guardó completamente en pocos segundos, la chica guardó la memoria USB y se aseguró de dejar el expediente tal y como lo encontró en primer lugar. Tomó su tabla de anotaciones, cuando se dispuso a abandonar la oficina central, optó por esconderse rápida y sigilosamente al notar que el picaporte estaba girando y la puerta tenía intenciones de dejar a alguien entrar. Se arrastró debajo del escritorio principal, intentando tranquilizarse… en el peor momento estaba empezando a sufrir un ataque de ansiedad por lo que comenzaba a hiperventilar. Llevó sus temblorosas  manos hacia su rostro, haciendo presión en su boca y nariz, ahogando el ruido que quería escapar y conteniendo las lágrimas. No podían descubrirla, no ahora, no con la clave para terminar la guerra.

-Dijo que la taza de té estaba sobre el escritorio…- se decía Jason, mientras buscaba con la mirada sobre el escritorio.- ¡Ah! ¡Aquí está!- tomó con indiferencia el recipiente y sin más se dio la vuelta. Kaede se relajó, creía que la habían descubierto cuando en realidad, Keyes únicamente bajó a la oficina central por la taza de Frank, casi era gracioso. Pero soltó un sutil suspiro de alivio antes de tiempo.- ¿Qué fue eso?- preguntó Jason al aire, mientras volteaba indignado y con evidente furia en su voz. Sus ojos eran los de un maniático.

Como un balde de agua fría, la chica cayó en cuenta de su falta error y volvió aprisionarse el rostro con ambas manos. Jason buscaba con acecho en la mirada y lanzó una terrible amenaza:

-Si no te muestras en tres segundos, usaré mis campos de fuerza para reventar cada uno de tus órganos y lo que reste de tu cuerpo sólo podrá ser comparado con comida para perros. ¡Uno!- comenzó a contar, su voz era atronadora y siniestra.

::¿Qué demonios voy a hacer ahora? No puedo entregarme…:: pensaba la chica, quien batallaba por mantenerse oculta y en silencio, pero el miedo la carcomía violentamente.

-¡Dos!- Jason se empezó a iluminar en su azul fluorescente característico y se sintió la energía recorrer la habitación. Aquello no iba de farol.

::… pero si me entrego mi castigo será aún peor, me asesinará y no podré darle la USB a los héroes, a mi padre…:: la chica temblaba violentamente.

-¡Tres!- gritó finalmente el castaño.

::Papá…- Kaede cerró sus ojos y esperó el trágico desenlace.

 

Pasaron unos segundos, todo estaba en calma… “¿Así se siente morir?” pensó la chica. Se preguntó a sí misma si estaría en el cielo o en algún tipo de vida después de la muerte, pero confirmó que no era así cuando volvió a escuchar la voz de Jason Keyes, asegurándose de que estaba más que viva y al parecer, intacta. Abrió los ojos dándose cuenta que seguía escondida debajo del escritorio de Frank.

-Creo que fue una falsa alarma.- la voz del esbirro sonaba mucho más tranquila, aunque igual de indiferente que al principio. Paso firme atravesó la puerta de la oficina, regresando con premura junto a su Maestro. Kaede quitó sus manos del rostro y dejó caer sus hombros, inhaló fuertemente y lloró como nunca lo había hecho en su vida.

 

………..

 

-¿En dónde carajo estabas, Kae?- preguntó Jason con disgusto en la mirada a la chica cuando ésta se incorporó siete minutos tarde al sermón de Frank en el Vínculo, tomando su lugar como asistente junto al castaño y supuestamente a Lunatic, quien no se había presentado al ser el único militante que tenía permitida la inasistencia.

-Fui con Deino para saber si necesitaba algo.- respondió la chica, con evidente desdén, desafiante y de mala gana. Se supondría que mantendría una personalidad complaciente y de bajo perfil para no comprometer su fachada, pero lo único que deseaba en ese momento y desde la mañana, era tirar un par de dientes de la horrible sonrisa de Jason. El rostro de la joven madre de Lunatic portado por la joven Kaburagi estaba tenso y asqueado.- Le estoy llevando un suplemento mineral para que no se agote y cumpla con su deber. ¿Preferirías que no lo hiciera?- el castaño hizo una mueca bastante difícil de descifrar, pero el comentario ya estaba hecho, no había vuelta atrás.

-Veo que te estás armando de carácter. Eso me agrada, he de confesar que incluso me excita un poco.- dijo con una media sonrisa, mientras arqueaba escéptico una ceja. Con esa misma expresión se agachó llevando su rostro frente al de ella en una incómoda y poco apropiada distancia; pasó su mirada por el mentón de la chica, después por sus labios y hasta llegar a sus ojos. Kaede se sintió terriblemente intimidada, la mirada lasciva de Jason era una que nunca antes había visto, sin embargo ella no se doblegó y mantuvo el desafío en su mirada.- Pero si vuelves a hablarme de esa manera, voy a hacer algo más que darte sólo una advertencia.- la mano del castaño rozó suavemente la cadera de la chica, y aun así no cedió ante la intimidación muy a pesar de que quería explotar en llanto.

-¿Estás consciente que sólo tengo catorce años y tú más de veinticinco?- Kaede golpeó la mano de Jason al contacto; replicó sarcástica, asqueada, profundamente asustada y ecuánime en su expresión.

-Veintisiete, de hecho. Además, ya eres lo suficientemente mayor, y si Deino ya te mereció ¿por qué yo no habría de hacerlo?- dijo el esbirro con una sonrisa malsana pintada en su rostro.

-Porque te odio.- fue lo último que la chica atinó a decir. Reincorporó su postura, ignorando la mirada del hombre quien soltó un muy desagradable suspiro.

-Pronto te mostraré que es así como se siente mejor.- finalizó con una breve y malévola risa.

 

……………

 

El reloj estaba por marcar las 6 de la tarde, faltaban sólo tres minutos para que sonara el toque de queda. Qué día tan más largo y abrumador… definitivamente el peor día que la chica había pasada dentro de Ouroboros, aun considerando la muerte proyectada en vivo el día de la aparición de la Brigada 731. Kaede sabía que tenía que ser fuerte, sólo tenía que salir rápida y sigilosamente de la fábrica para buscar a su padre y darle la USB. Gracias a Frank ahora sabía en dónde se refugiaba, esperando que aun así hubiera podido recibir la carta que le había dejado unos días antes.

Disponía únicamente de una hora, ya que a las 7 la cena se servía y debía tomar de nuevo la asistencia, además de llevar alimento al confinamiento de Deino. Pensar en su estado actual le preocupaba sobremanera, pero esa era precisamente la motivación para acabar con esto de una vez por todas. El toque de queda sonó, el personal de vigilancia en las puertas les indicaba a todos los que estaban en los alrededores de la fábrica que tenían que regresar, y mientras todos entraban vieron a Kaede salir, sin embargo no le prestaron mucha atención ya que como asistente general, tenía permitido saltarse el toque. Aunque sí era obligatorio que les dijera con qué propósito saldría, uno de los vigías la llamó con la mirada.

-Hola, Carl.- Kaede saludó muy amable a aquel de quien había copiado uno de sus poderes. El hombre asintió devolviendo el saludo, sacó una licorera de su gabardina y le dio un buen trago para después ofrecérsela a la chica, quien la rechazó educadamente.- Voy a dar un paseo por los contenedores, tal vez me quede por allá un rato. Regresaré para la cena ¿de acuerdo?- Carl sólo agitó su mano con indiferencia y se sentó en su habitual puesto de vigilancia, junto a un bote que desprendía fuego para iluminar.

Una vez que se aseguró que no había cámaras o gente cerca, transformó su rostro al de una chica que vio en un cartel de goma de mascar y con paso firme tomó camino al edificio de Hero TV; al caminar, simultáneamente contaba en su mente del uno al cien, y cada vez que llegaba a la centena volteaba hacia alguno de los espectaculares que iluminaban el atardecer de la ciudad, encontraba algún rostro y lo cambiaba. Supuso que de esa forma las cámaras intervenidas no podrían rastrear su movimiento tan fácilmente.


La entrada de HeroTV no se veía heroica en lo absoluto, había indicios de quemaduras en el suelo y restos de vidrio y papel. Una barrera de corpulentos hombres impedía el paso hacia la recepción del edificio, en cuanto la chica se acercó uno de ellos alzó un brazo y colocó su mano a la altura del rostro de la chica.

-No hay acceso al público. Haga el favor de dar media vuelta y retirarse.- bramó bruscamente.

-Necesito hablar con los héroes, es urgente.- pedía la chica con ojos suplicantes.

-¿No escuchó, señorita? ¡Lárguese!- dijo mientras acercaba su imponente cuerpo a Kaede, quien retrocedió sintiéndose levemente amenazada y tropezó con algún escombro cayendo sobre sus cuartos traseros.

-¡Hey! ¿Qué le haces, hombre? Sólo es una niña. ¿Te encuentras bien?- una voz familiar sonó por detrás de la barrera de guardias, abriéndose paso entre los cuerpos que salvaguardaban el acceso al edificio. La figura se acercó a ella, agazapándose para tenderle la mano y ayudarla a levantarse del pavimento.- Me llamo Annie, pero aquí me conocen como Black Xiaji. ¿Y tú?-

Kaede recordó haber visto a esta mujer que tan amablemente la ayudaba a levantarse en los programas de Hero TV, no la había conocido en persona sino hasta ese momento, pero la última vez que vio a su padre en aquella reunión organizada por Lunatic éste dijo que ella y Golden Ryan tenían su absoluta confianza. Lunatic incluso consintió que se les revelara su identidad como Yuri Petrov. Confiando ciegamente en esta chica alta y de cabello bicolor, buscó rápidamente el pendrive en su bolsillo y se lo dio a la heroína.

-No tengo mucho tiempo, tengo que regresar. Por favor, toma esta información y acaben con la guerra.- dijo mientras depositaba en las manos de la heroína el dispositivo y las presionaba con sus propias manos enguantadas.

-No lo entiendo… ¿Quién eres?- preguntó Anaksha confundida. Kaede transformó por un brevísimo instante su rostro al verdadero.

-Soy Kaede Kaburagi.- Annie no necesitó más pruebas. En el par de segundos en el rostro de la niña se reveló, pudo ver claramente el mismo espíritu que veía en Kotetsu. No dudó por un instante que se trataba en carne propia de su hija.

-Espera… tenemos tantas preguntas. ¿Por qué no entras y saludas a tu padre? Estoy segura que se aliviará al verte sana y salva.- decía la semipelirroja, con una mezcla de sentimientos encontrados, entre los que destacaban la emoción y los nervios de por fin conocer a la pequeña Kaburagi. Por su parte, Kaede sabía que eso era lo que más quería hacer en el mundo, correr a los brazos de su padre, abrazarlo y decirle hasta el cansancio cuánto lo amaba, pero debía regresar o todo por lo que se había arriesgado se perdería. Revisó su reloj con tristeza.

-Tengo que regresar. Necesitan atacar ya, nos estamos quedando sin tiempo… me estoy quedando sin tiempo.-

-¿A qué te refieres?- pregunto la Leona Siniestra evidentemente preocupada.

-Deino se muere con cada minuto que pasa y Jason…- la chica suspiró pesadamente, intentando no decir nada que provocara que su padre fuera a buscarla en un impulso.- Por favor, Annie, dile de mi parte que lo extraño y que lo amo con todo el corazón.-

Kaede dio la media vuelta y corrió de vuelta a la fábrica, el tiempo no era su aliado en ese momento; contaba del uno al cien, cambiaba de rostro, corría más rápido. Quería deshacerse a toda costa de la sensación que le provocó Jason, ese contacto de la mano del esbirro en la cadera de la chica era repugnante, sus ojos mirándola con un asqueroso deseo desnudándola con la mirada, la joven Kaburagi sollozaba en un desesperado intento de olvidarse de la amenaza que el castaño había lanzado en su contra, hasta que una fría sensación vino a ella: ¿Amenaza o sentencia? Jason… quería violarla.

-¿Kae?- la chica venía inmersa en sus pensamientos, que no se dio cuenta que ya había llegado a la zona de contenedores, muy cerca de la fábrica. La voz que la llamaba era suave y protectora.- ¿Te encuentras bien? ¿Por qué tienes otro rostro? Si no fuera por el traje, debajo de tu ropa, no te hubiera reconocido.- Kaede cayó en cuenta que no había regresado al rostro de Origa Petrov, así que se concentró y lo hizo.

-Lunatic… yo….- la chica inhaló y suspiró profundamente, tomando valor.- Necesito contarte sobre hoy… todo lo que sucedió.- dijo, y al fin, rompió en llanto.


lunes, 18 de mayo de 2020

Su Majestad: Rey(na) de los Héroes. Capítulo 30: (des)Esperanza


Día 2 después de la primera aparición de la Brigada 731.

-Están en la Base Militar de Sternbild, Vaako.- decía Nico, vigilando de cerca uno de los monitores en donde se veía claramente el patio principal de la Base. La riña que había tomado lugar hacía unos escasos momentos entre los elementos militares y algunos de los héroes de la Primera Liga de Sternbild aún se encontraba disipándose.
-¿Qué quieren?- preguntó el líder de la Brigada, curioso y alarmado a la vez.
-Según el satélite y los micrófonos externos, hablar de la ciudad y qué hacer si pierden la lucha.-
-Vigílalos hasta que salgan, quiero saber con detalle cada palabra que salga de sus bocas.- espetó fríamente.
-Están entrando al edificio.- el líder moreno se levantó de golpe de su asiento y acompañó a su rubio subordinado hasta su estación de control.
-Dame visual, Nico.- ordenó Vaako, acercándose al monitor.- Necesito saber qué hacen.-
-Destruyeron las cámaras al interior, no puedo conectar la imagen.- dejó escapar un suspiro frustrado, intentando concentrarse.- Espera, trataré de ver si hay alguna cámara de celular o algún lente que nos de algo.- dijo para empezar a teclear varios códigos en su consola, iluminándose en su aura azul respectiva y concentrándose con la mirada algo perdida.- Rayos, no tengo nada… lo único que puedo conseguir por ahora es el audio de los micrófonos al interior.-
-Aumenta la calidad de la onda, limpia la frecuencia y sube el volumen.- ordenó Vaako, se encontraba intranquilo y preguntándose por qué los héroes irían con los militares intentando idear algún tipo de plan de contingencia. ¿Acaso sabían ya que la batalla estaba perdida? Vaako sí, lo sabía muy bien; que desde el momento en el que Frank tocó a la puerta de su triada, los Sun On Yee, no habría vuelta de hoja, que Ouroboros haría con ellos lo que quisiera, que tendría que reunir a sus mejores elementos y formar la Brigada 731 para defender aquello que ellos conocían como “familia”. “Estoy condenado… pero no condenaré a mi gente” se repetía una y otra vez, intentando convencerse de que la abrasadora culpa que carcomía sus interiores era pasajera y que todo valdría la pena al final, que encontraría su redención una vez terminado el trabajo.
-¡Lo tengo!- exclamó Nico y giró el indicador de volumen de su consola. Vaako regresó a su cruda realidad, se espabiló y escuchó atentamente. Todos permanecieron en silencio, concentrándose en las voces que se transmitían por la radio.

::Los pilares de la ciudad están fortificados, señor Brooks, no podemos hacer una maniobra contra-ofensiva sin comprometer la ciudad o su estructura.::
::Lo entiendo, General Autieri. No estamos considerando ninguna clase de maniobra, sabemos que no nos es posible. Dañaríamos mucho los cimientos de la ciudad con una pelea de esa escala, además de que la única vez que nos hemos enfrentado a Frank Martínez, Sky High salió herido de gravedad. Y con la Brigada 731 peleando a su lado, sinceramente no creo que tengamos alguna oportunidad. El despliegue de poder que muestran nos sobrepasa, algo que muy a nuestro pesar nos cuesta admitir.::
::¿Entonces cuál es su plan? Si no tienen la intención de pelear ¿qué se supone que harán?::
::Planeamos hacer algo más discreto ¿Es posible que nos pueda proveer de los planos arquitectónicos de la ciudad? Nos gustaría estudiarlos para ver si podemos hacer una evacuación civil si todo se sale de control.::
::¿Discreto? Una evacuación nunca es discreta, señor Brooks. Además, ¿a qué se refiere con “si todo se sale de control”?:: se pudo escuchar un gruñido de Chester Autieri, máxima autoridad militar de Sternbild. Ahora una voz femenina tomó la conversación, era seguro que se trataba de Agnes Joubert.
::-No planeamos iniciar una guerra, General. Pero sabemos que Ouroboros es implacable, no sabemos cómo detenerlos y los civiles están pagando por ello con sus vidas. Queremos intentar una evacuación civil a gran escala pero sólo si vemos viable algún salvoconducto por la ciudad, de lo contrario, lamento informarles que sólo nos queda esperar al día del juicio y ver cómo la humanidad se extingue desde Sternbild para seguir con el resto del mundo. ::
::Y yo lamento informarles que nuestros mejores ingenieros ya han estudiado las posibilidades, aun cuando contáramos con poderes NEXT aliados, no hay caminos seguros sin que nos detecten, e intentar crear un salvoconducto no es posible dado la estructura de la ciudad. En la Defensa Nacional sabemos que nos enfrentamos a la extinción… y que no hay nada que hacer.:: el hombre volvió a gruñir:: Llévense los planos, no encontrarán la solución que buscan, pero si eso les da esperanza…::
::Gracias, General. Nos gustaría llevárnoslos ahora si no le molesta. Son nuestra última oportunidad de salvar al mayor número de personas que podamos.:: agradeció una voz que no había hablado sino hasta ahora, una voz ronca y madura, Wild Tiger sin duda.
::Esto no se los digo como militar, se los digo como persona, como amigo si ustedes me lo permiten: Reúnanse con sus familiares y pasen sus últimos días rodeados de sus seres queridos. Esta lucha, no hay manera de ganarla.::
::Permítanos intentarlo, General.:: dijo otra voz femenina, Black Xiaji.
::No lo lograrán.::
::Lo sabemos.:: dijo en un suspiro Golden Ryan, uno que se escuchó con pesadez.

-Nico, confirma la información. ¿Es posible que la Primera Liga encuentre este llamado "salvoconducto" para una evacuación a gran escala?- preguntó preocupado Vaako, intentando idear cuantos planes de contingencia pudiera.
-Es correcto lo que dice el General, no podrían intentarlo, ni siquiera una evacuación pequeña. Tenemos todos los puntos cubiertos. Su mejor posibilidad es en el puerto de la Base Militar, pero tengo visual y sensores de movimiento en esa zona, además de que a dos kilómetros se situó uno de los antiaéreos. No hay posibilidad a que se arriesguen, no lo conseguirían.-
-Dame números, ¿cuál es la probabilidad?- Nico lo pensó un momento, mientras tocaba su consola en su aura azul.
-Según los cálculos, la probabilidad de éxito es de .015 sobre 100.-
-De acuerdo, no lo intentarán. No serían tan estúpidos, además, vaya discurso de Chester Autieri, sí que los alentó.- bramó el líder de los brigadistas con un tono sarcástico en su voz.
-Los veo, están saliendo de la Base. Llevan cargando varias cajas a la camioneta en la que llegaron.- advirtió Nico, después de ver claramente en uno de sus monitores la imagen de los héroes saliendo al patio, directo a su vehículo, allí donde ya tenía una señal de video precisa. Kovalevskaya miró con detenimiento la pantalla, vigilando con acecho cada movimiento de los héroes.
-¿Puedes acercar la imagen y definirla? Quiero ver el interior de las cajas.- el rubio hizo lo propio, aplicó un zoom a la imagen en tiempo real que veían en el monitor y aclaró los pixeles que distorsionaban el cuadro. Podía leerse un código en el lateral de una caja y en otra se leía otro código en una de las pestañas de un archivo. SB-502 y SB-785.- Investiga los códigos, ¿a qué están asignados?-
-SB-502 está asignado a la estructura del primer nivel del noroeste de la ciudad, SB-785 corresponde al alcantarillado de la zona adinerada del Distrito Sur. Son secciones de los planos de la ciudad, Vaako.- el moreno calló por un momento, pensando en mil cosas a la vez.
-¿Valtteri y Susie ya regresaron?-
-No, pero se reportaron hace unos minutos. El trabajo está hecho y ya están en camino para acá.- suspiró amargamente el rubio.
-De acuerdo… Dejaremos ir a los Apollon con Xiaji y Joubert, es sólo cuestión de tiempo para que se den cuenta de que nunca hubo esperanza para ellos.- bufó el moreno, Nico quiso disimular una expresión de incomodidad sin éxito, esto no pasó desapercibido por su líder.- ¿Qué sucede?- preguntó en un tono mucho más reconfortante y genuinamente preocupado, a lo que el rubio tuvo que espabilarse para tener el valor de preguntar.
-¿Y para nosotros?- su tono fue demasiado amargo.
-¿Para nosotros qué?- replicó Vaako, no entendiendo la pregunta de su colega.
-Para nosotros... ¿sí hay esperanza?-

Kovalvskaya terminó de entender, soltó un muy pesado suspiro y sintió en carne propia la desesperación de su compañero, era obvio y él mismo sufría por todas las cosas que hacían en nombre de un amo despiadado; Frank y el líder de los brigadistas no compartían la misma visión de la vida, y si bien Vaako tenía sus propias razones para preferir a NEXTs antes que a humanos, no les odiaba. Sin embargo, una muy mala racha de decisiones y un conjunto de "estar en el lugar equivocado en el momento equivocado" le habían llevado hasta donde se encontraba; lo único que podía hacer era tomar a la bestia por los cuernos y ser valiente, no por él mismo ni mucho menos por el falso autoproclamado Dios que ocupaba el mando de Ouroboros, sino por algo que le importaba más que él mismo o que cualquier otra cosa en el mundo: su familia, su tríada, los Sun On Yee.
-Sigo trabajando en ello, Nico.-
-Vamos a ciegas, ¿cierto?-
-Sí.- fue lo último que atinó a decir para retirarse a buscar al brigadista Kimi Räikkönen. Necesitaba poder conciliar el sueño de alguna manera, y si su conciencia no le dejaba dormir, al menos la cegadora luz que producía la habilidad NEXT de su subordinado le causaría la alucinación que necesitaba para descansar, aunque fuera un poco, tomando el consejo que Nico le había dado un par de días antes.
……………...

-¿Cómo te sientes? ¿Duele mucho?- preguntó Annie con angustia en el pecho, viendo el herido brazo de Ryan a causa de una bala de origen militar. Afortunadamente, una de las tantas cualidades de los seres NEXT era sanar más rápido que un humano promedio (especialmente con el tipo de habilidades de Kotetsu o Barnaby), por lo que la herida se veía con buen progreso, así como las lesiones causadas en la breve pelea entre Ryan y Tiger en la mansión Goldsmith-Kjolsrud.
-Estaré bien, no te preocupes por mí, sólo fue algo superficial. ¿Tú cómo estás? Ese maldito militar…- decía Ryan con la expresión furibunda, recordando cómo aquel hombre al que el General se había dirigido como el Capitán Deon, golpeaba a su novia sin misericordia alguna.
-Ya no vale la pena que te enojes, estoy bien, Ry. Además, conseguimos lo que necesitábamos, y considerando que no estamos muy lejos del edificio de HeroTV, creo que la Brigada no sospechó nada.- dijo satisfecha, mientras revisaba la herida en el brazo del Príncipe de la Gravedad Errante.
-¿Cómo se te ocurrió la idea, Anaksha?- preguntó Agnes intrigada.
-Cuando Kotetsu mencionó que podríamos revisar los expedientes físicos de la Interpol, tuve una idea muy similar a la que tuvo su hija, hacer las comunicaciones con los militares de otra manera. La idea principal era que Barnaby llevara toda la conversación en código morse, pero tuvimos suerte de que en el interior de la base no hubiera cámaras en funcionamiento.- respondió la semi-pelirroja, a lo que Kotetsu no pudo evitar que una pequeña sonrisa que denotaba orgullo se asomara entre sus labios y Annie no lo pasó desapercibido.
-Y así nos fue más fácil hablar mientras pasábamos notas escritas pidiendo lo que realmente necesitábamos. También hay que reconocer el mérito del General Autieri para seguirnos la pantomima, además de que su asistente fue muy atento al etiquetar los expedientes con los nombres de los archivos de los planos de la ciudad.- asintió Barnaby, con una sutil pero clara luz en sus ojos: esperanza. Tal vez sí había forma de ganar esta guerra, y como los héroes de Sternbild, por supuesto que lo intentarían.
-Pienso que tenemos toda la información que necesitamos revisar, solicitamos todos los expedientes de la Interpol concernientes a atentados NEXT y Vaako Kovalevskaya. Ahora lo que tenemos que hacer es revisar cada expediente para cotejar con la información que ya tenemos sobre la Brigada, repasar sobre la información concreta y que nos puede servir, y con suerte dar con algo que nos ayude a vencerlos.- decía Agnes con una leve sonrisa asomándose en su rostro, compartiendo el mismo sentimiento de Barnaby. Salir de la Base Militar de Sternbild con información de valor sin haber sido detectados por la Brigada 731 representaba una pequeña victoria en esta guerra que los había tenido acorralados por los últimos días, y ver a la distancia el edificio de HeroTV les llenaba de cierta tranquilidad. Pero fue precisamente esa misma tranquilidad la que gradualmente se perturbaba mientras se acercaban a la fortaleza del corporativo.
-¿Eso es… fuego?- preguntó temeroso el tigre, mientras se asomaba para ver con más claridad por el parabrisas de la camioneta.
-Eso parece, viejo. ¿Qué estará…?- preguntaba Ryan con desconcierto hasta que pudo vislumbrar con certeza aquello que su mente le insistía en negar, callando poco a poco su voz y generando un nudo de creciente angustia en la boca del estómago.- Son ellos, la brigada. Ahí están los diez civiles de hoy…-

Agnes aceleró el vehículo en un impulso y mientras se acercaba a la entrada principal pudo ver al resto de los héroes aglomerados en el lugar, había cadáveres incinerándose justo enfrente de la puerta del edificio y uno con hielo quemándole la piel; pancartas con mensajes recriminatorios dirigidos hacia la Primera Liga y justo en el centro de todo, Antonio inmovilizando a alguien debajo de su pesado cuerpo y armadura.
La CEO estacionó bruscamente cerca de la escena del desastre y bajó del vehículo con desespero seguida de los cuatro héroes que la acompañaban, corrió hasta el héroe y cuando vio quién era la persona a la que López aprisionaba, trató de forcejear con el héroe.
-¡¿Qué haces?! ¡Suéltalo!- gritaba mientras intentaba quitar sin éxito alguno la enorme mano del toro del brazo de su asistente. Blue Rose y Fire Emblem la sostuvieron por detrás, intentando calmarla y repitiéndole que necesitaba calmarse.-Rock Bison, te ordeno que liberes a Cain en este preciso momento ¡Ahora!- la mujer forcejeaba, pero los brazos de Nathan no cedían.
-No puedo hacer eso, Agnes. Cain está bajo los efectos de la Brigada 731. Podría intentar hacerse daño.- Joubert asomó un poco la cabeza sólo para comprobar que los ojos de su subordinado compartían la hórrida expresión que la del especialista de cuchillos de la Compañía Circense Nacional. Destensó su cuerpo dándole la confianza al héroe de fuego de que la soltase.
-De acuerdo, esto es lo que haremos: Anaksha y Antonio, asegúrense de que Cain no pueda moverse, que Anaksha lo inmovilice telequinéticamente y Antonio llévalo con Saito y Halsey, corran las pruebas necesarias para investigar todo lo que puedan sobre el estado en el que se encuentra. Los demás, ayúdenme a bajar estas cajas y llevarlas a la sala de conferencias. Necesito un reporte de lo que sucedió aquí, vamos contrarreloj ¡a trabajar!- bramó enérgicamente y todos hicieron lo que se les indicó. Mientras Kotetsu y Barnaby organizaban las cajas de expedientes para subir, Nathan se acercó a la CEO, tenía en su rostro una expresión extraña, una mezcla de frustración y decepción.
-Agnes, ¿por qué atacaste a Antonio de esa manera?- la voz del moreno sonaba cautelosa.
-No lo ataqué, Nate. Sólo… no sabía qué estaba haciendo con Cain.- dijo firme, pero por dentro la realidad era otra, se sentía profundamente apenada.
-¿E inmediatamente supusiste que lo estaba atacando? Porque somos NEXTs, y todos estamos en contra de la raza humana, ¿no es así?- recriminó el moreno evidentemente ofendido, a lo que Agnes replicó.
-No pongas palabras en mi boca que nunca dije.-
-No tuve que hacerlo, nos lo demostraste justo ahora a todos.- Nathan resopló molesto.- Escucha, si regresamos a la pelea es porque no todos los NEXTs somos iguales, nosotros estamos dispuestos a morir por aquellos que no tienen cómo defenderse. Y si te parece que por compartir cierto tipo de genes nos hace igual de viles que Ouroboros, quizá la que tiene que cambiar eres tú. Fue de muy mal gusto lo que hiciste, Agnes. Y le debes una disculpa a Antonio.- finalizó y se dirigió al vehículo a cargar los expedientes que le correspondía trasportar.
La castaña suspiró pesadamente, concediéndole absoluta razón al héroe de fuego. Reflexionó un momento, y se dio cuenta de que si fuera un problema de especies, los humanos le habían hecho por mucho más daño, hace apenas unas horas militares humanos habían arremetido contra ella misma y sus colegas; pero comprendía que el asunto no iba por ahí; NEXT o no, hablaban sobre personas, individuos. Y aquellas personas con las que convivía diariamente, su equipo de producción y los héroes le habían demostrado en más de una ocasión su lealtad incondicional como para que sospechara de las intenciones de cualquiera de ellos. Se dijo un par de insultos murmurados por lo bajo, tomó una caja de expedientes y se dirigió hacia la sala de conferencias para empezar a trabajar, prometiéndose hacer lo que Nate le había exigido, ofrecer una sincera disculpa al héroe toro.

..........

-… y así terminé asesinando a ese pobre chico.- decía Blue Rose con pesadez y lágrimas en los ojos, recordando el desafortunado accidente con el líder de los suicidas, que atendieron a las puertas de HeroTV camuflados de manifestantes.
Los héroes, una vez instalados y asegurándose de que Cain estuviera en especial observación por Saito y Halsey, se reunieron para ponerse al tanto de los sucesos recién ocurridos; el Apollon Trio junto con Anaksha y Agnes relataron toda la experiencia dentro de la Base Militar de Sternbild y el contenido de la carta de Kaede, explicando así el origen de las heridas de Kjolsrud y Goldsmith. Los demás procedieron a brindar un muy triste reporte de los nueve –casi- diez suicidas de aquel día.
-No fue tu culpa, Karina. Hiciste todo lo que pudiste para salvarlo pero ya estaba bajo la influencia de la Brigada. Ellos son los responsables, no te culpes por sus crímenes. Vamos a atraparlos, vamos a ganar, y vamos a hacer que respondan por todos los daños que han ocasionado.- la voz de Kotetsu era reconfortante, Lyle subió la mirada que había mantenido baja, con vergüenza y vio aprobación a esas palabras en los ojos de todos los presentes, agradeció con lágrimas el consuelo a lo que PaoLin la envolvió en un fuerte abrazo.
-De verdad, lamentamos no haber estado desde el principio con ustedes. No pensamos que nada de esto fuera ocurrir tan pronto.- dijo Ivan en una expresión amarga y triste, tomando de la mano a Keith, quien compartía el mismo tortuoso sentimiento.
-Fuimos irresponsables, nos dejamos llevar por el breve instante de tranquilidad que estábamos teniendo antes. Lamentamos nuestro comportamiento tan egoísta y les aseguramos que esto no volverá a ocurrir. Lo sentimos, y de nuevo, lo sentimos.- añadió el monarca.
-Esto iba a suceder de todos modos, la Brigada 731 nos está pisando los talones, nos está llevando a nuestros propios límites para rompernos desde dentro. Es algo que no pienso dejar que suceda, y para lograrlo tendremos que ser más cuidadosos, por favor. Y esto va para todos.- espetó Agnes pasando sus ojos por la totalidad de personas en la habitación, aunque de manera cálida y comprensiva.- Me incluyo en este llamado de atención. Debemos ser igual de veloces, asertivos e implacables ¿de acuerdo? Afortunadamente lograron detener a Cain antes de que pudiera hacerse daño, lo que nos puede dar una ventaja si Saito y Halsey logran encontrar la manera de revertir los efectos de la influencia a la que se encuentra sometido.-
-Por ahora, necesitamos empezar a revisar todos estos documentos. Fíjense en todos los reportes que incluyan a Vaako Kovalevskaya y que coincidan con la información que tenemos hasta ahora, una de las prioridades es saber cuál es su habilidad NEXT: vinculen todo aquello que tenga que ver con el NEXT que tiene intervenidas las comunicaciones, el que influencia humanos al suicidio, los que aparecen en la cinta de seguridad de la base militar; la mujer que se vuelve humo y el que reduce cosas con el rayo de la palma de sus manos, información sobre Frank Martínez, cualquier cosa de la que sospechen que pueda darnos indicios o pistas de su estructura para que podamos comenzar a mapear.- decía Barnaby mientras se levantaba de su asiento y escribía una lista en el pizarrón de la sala.- Pongan mucha atención, tal vez con esto podamos saber con precisión cuántos son y dónde se esconden. Todo lo que nos permita identificar al enemigo.-
-Tenemos al enemigo en casa, no lo olviden. Necesito tener una muy interesante conversación con mi jefa.- bramó Anaksha, con una mirada tan sombría que le hacía honor a su apodo de “Leona Siniestra”, provocando incluso un escalofrío a más de uno en la habitación.
-No te preocupes, de eso nos encargaremos Ryan, tú y yo el día de mañana. Estoy segura que posee información relevante que nos ayude a la investigación.- afirmó Agnes, la semipelirroja pensó por un breve instante.
-Si se supone que Anick es quien solventa todos los gastos de Ouroboros y además, ya desde hace tiempo, no creo que lo haga por transferencias bancarias.- decía Anaksha al momento que se levantaba de su lugar y caminaba a lo largo de la habitación, pensando profundamente y haciendo conjeturas lógicas.
-¿Por qué lo dices?. Preguntó Ryan intrigado al ver la expresión de su novia, sabía que había descubierto algo.
-Para empezar, si fuera una cuenta bancaria a nombre de Frank eso sería darnos una pista demasiado obvia, y sinceramente no creo que deje la gestión de los recursos esenciales a otro NEXT, por más confianza que le tenga. El sujeto es un ególatra asqueroso, eso lo hace más cuidadoso; esto le generaría un historial crediticio y de gastos, algo a lo que por supuesto no se arriesgaría ya que dejaría un rastro, un hilo del que podríamos tirar. Sin contar que si está manteniendo a 1.600 personas, ese dinero debe de salir directamente de las utilidades de SkullBunny, por lo que el Ministerio Fiscal ya habría dado alerta de presunto fraude por transferencias de flujo de efectivo a una cuenta externa.-
-¿Crees que manejaría sus cuentas a base de puro efectivo? Si dispone de efectivo de la Caja Mayor, tal vez el fisco no lo vería como fraude, sino sólo mala administración de recursos financieros.- preguntó Barnaby, siguiendo con claridad la lógica de Annie.
-No, porque si está usando al chico, Deino, para hacer un tipo de cambio nuevo, significa que ve las finanzas actuales como algún otro tipo de sistema humano al que te aseguro que se negará ser parte. Los billetes de los Sternbild dólares vienen impresos con personajes históricos y hasta donde recuerdo, ninguno de esos personajes es NEXT. No usará dinero o moneda de ningún tipo que lleve símbolos sobre la humanidad.- la chica suspiró, confidente de tener al fin una respuesta que era perfectamente lógica y probable.- Ella compra los suministros para enviárselos después… Anick sabe en dónde está la base de Ouroboros.-