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miércoles, 20 de mayo de 2015

Su Majestad: Rey(na) de los Héroes. Capítulo 11. La indecisión de decidir.

::¡Bienvenidos a una nueva emisión de Hero TV! ¡Hace unos momentos se activó la alarma de una joyería en un centro comercial al norte de la ciudad; las cámaras han captado que los ladrones irrumpieron con un vehículo blindado! Vemos que Rock Bison y Blue Rose ya están en la escena. Al parecer, el Rey de los Héroes no sé ha recuperado del todo del misterioso incidente sufrido, y vemos que ni Origami Cyclone ni dos tercios del Apollon Trío están en la escena. ¡Los demás héroes siguen llegando junto con la debutante de esta temporada: Black Xiaji!::
-¡Mary Rose! ¡Ponme al teléfono con Alexander Lloyds!- mandó la CEO Agnes Joubert a su asistente, que estaba en la consola de programación.
-¡Apollon Media al teléfono!- dijo Mary Rose y Agnes tomó el celular.
-¡Lloyds! ¡¿Dónde están Wild Tiger y Barnaby?! ¿Sabes cuánto rating me están haciendo perder? Si no fuera por la novata, Anaksha, la gente ni prendería sus televisores.- reprochó molesta.
-¡Hey, hey! Lo lamento, Agnes. Llamaron ayer en la noche diciendo que irían al pueblo natal de Kotetsu, tal vez lleguen hasta mañana...- explicó el señor Lloyds, antes de que la mujer le colgara furiosa.
-¡Mary Rose! Enfoca las cámaras a Black Xiaji, no perderemos más rating hoy.-

::Después de sellar las puertas del banco, los ladrones nos tienen a la espera. Los héroes no han podido entrar, aunque Rock Bison está a segundos de poder derribar la puerta gracias a su incomparable fuerza. Los demás héroes, Dragon Kid, Fire Emblem, Blue Rose, Black Xiaji y Golden Ryan están a la espera... ¡¿Pero qué acaba de pasar?! ¡Los ladrones salieron del edificio atravesando la ventana trasera con su vehículo blindado! Los héroes los persiguen en sus vehículos, Fire Emblem toma la delantera con su gran auto deportivo; pero Black Xiaji lo alcanza con su motocicleta de suspensión electromagnética. Golden Ryan y Blue Rose ahora también van a la par.Vemos que Rock Bison está preparado para embestirlos dentro de un kilómetro si los maleantes deciden mantener su ruta en línea recta, pero al parecer Fire Emblem se le está adelantando y está formando una bola de fuego entre sus manos... ¡la lanza, pero los criminales logran esquivarla en un movimiento rápido! Dragon Kid también está en la persecución y... ¡les arroja su más reciente rayo dragón! ¡El vehículo se ha quedado sin energía y se estrella contra los muros contención! Black Xiaji ha doblegado las puertas de la cabina del vehículo, pero los criminales se refugian en la parte de atrás; vemos que también las arranca con sus poderes... ¡¿Pero qué es eso?! ¡Los ladrones están armados con ametralladoras! Blue Rose hiela el piso del vehículo, los ladrones intentan mantenerse en pie, pero resbalan y... ¡Las ametralladoras empiezan a soltar disparos! ¡Vemos que Golden Ryan se ha interpuesto entre las balas y Black Xiaji en un movimiento increíblemente rápido, deteniéndolas con la parte trasera de su imponente armadura! Black Xiaji se deslinda del agarre del Príncipe de la Gravedad Errante y con sus poderes levanta la camioneta por los aires y la sacude violentamente... ¡los criminales han caído desorientados y Black Xiaji gana 800 puntos! ¡Esta persecución ha terminado, así que regresamos al estudio!::
::¡Y esos fueron nuestros corresponsales en la escena del crimen! Ahora que hemos visto a la recién llegada, que ahora los medios llaman "La Leona Siniestra"... ¡Vaya demostración que dio hoy! ¡Así se debuta! Qué impresión. ¿Pero saben qué nos ha impresionado más? Durante toda la persecución, Golden Ryan se veía mucho más concentrado en proteger a la recién llegada que en capturar a los criminales y sumar puntos... ¿Recuerdan a la mujer con la que se le había sorprendido hasta hace poco? Las fotos no eran nítidas en mostrar señas particulares de la mujer, pero algo que nos atrevemos a especular: ¿La habrá olvidado ya? ¿Su corazón habrá sido hechizado por los encantos oscuros de la Leona Siniestra? No se pierdan ninguna emisión de Hero TV y entérense con nosotros si de verdad éstos héroes se rescatarán uno al otro de la soltería.::

-¿Así que esto tenemos?- preguntó escéptica la CEO de la Corporación SkullBunny, Anick Lomawien, después de apagar la pantalla que transmitía el canal de Hero TV en su oficina.
-No creo que sea mi culpa que se preocupe más por mi que en mantener su trabajo.-respondió Anaksha, tratando de restarle importancia al asunto a los ojos de su jefa.
-Estoy molesta porque aunque me habías dicho que estabas saliendo con alguien, nunca me dijiste que ése alguien era Ryan Goldsmith. Si esto salía a la luz... ¿sabes cuánta publicidad gratis y dinero perdido le habría costado a Black Xiaji?-
-No es para tanto, sólo nos afectaría a Ryan y a mi.- quiso responder.
-No, no. No te confundas. Tanto Golden Ryan y Black Xiaji son marcas. Ustedes podrán ser dichos héroes, pero las marcas y la publicidad son asuntos internos tanto de Apollon Media como de SkullBunny; si esto se nos hubiera salido de las manos ¿sabes qué lío causarías en el área administrativa?-
-Estás haciendo una tormenta en un vaso de agua, Anick. Esto se soluciona ¿de acuerdo?- dijo con un poco de molestia la semi-pelirroja, a lo que la mujer rubia mostró un semblante incrédulo e irritado.
-Sí, pero la diferencia es que esto lo soluciono yo.- dijo molesta, presionó un botón en su teléfono fijo y llamó a su secretaria por el intercomunicador.- Llama a Apollon Media y agéndame una cita con Alexander Lloyds.- hizo algunas anotaciones y después volvió a la conversación.- Puedes retirarte.- dijo mientras veía a Annie con una mirada desafiante.
Anaksha ya no dijo nada, pero en realidad estaba molesta; sentía que su jefa había exagerado las cosas, pero también le concedía la razón. Volvió a su departamento mientras seguía dándole vueltas al asunto, sacó las últimas cajas que tenía ya que ahora, oficialmente, se traspasaba a vivir a la mansión Goldsmith. Pero necesitaba un tiempo a solas, ver la televisión un momento y relajar el estrés de ese día. Pero lo que vio en la programación, no la calmó ni un poco.
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Después de retirarse la armadura, ducharse, cambiarse y hacer mínimo trabajo de escritorio, Ryan caminaba tranquilamente al estacionamiento del edificio de Apollon Media, apuntó el llavero al su auto y desactivó la alarma para poder abordar dicho vehículo. Su brazalete sonó indicando una llamada entrante de nadie menos que el CEO de la compañía.
-Lloyds ¿Qué sucede?-
::Seré breve: ¿La mujer con la que sales es Black Xiaji?:: Alexander pensó que el Príncipe de la Gravedad Errante se lo pensaría un poco antes de responder y trataría de evadir el tema, pero después (y rápidamente) recordó que se trataba de Goldsmith y no de Wild Tiger y esa idea la desechó inmediatamente.
-Así es ¿por qué?- respondió el rubio con indiferencia.
::¡Oh, vaya! Bueno, pues la CEO de SkullBunny me acaba de llamar, quiere hablar de ese tema mañana por la tarde. Al parecer también vio lo que dijo la prensa de ti y la chica.::
-Prensa sensacionalista, Lloyds. Nada grave.-
::Lo malo es que el 95% de la gente que mantiene el negocio de Hero TV y los héroes, hacen caso de todo lo que dice la prensa sensacionalista. No nos podemos jugar tu imagen, Ryan... por favor, mantén tus asuntos personales fuera de las cámaras en lo que yo resuelvo esto con la CEO de SkullBunny. ¿Sabes? Esa mujer es un dolor en el trasero; tiene un carácter muy difícil.:: dijo con mucha pesadez, Ryan hizo una mueca de molestia, pero aceptó a regañadientes y condujo fuera del estacionamiento.

Cruzó el acceso de Apollon Media, dio la vuelta, avanzó con su vehículo una distancia de diez metros para después encontrarse con la oleada más enorme de paparazzis que había visto en su vida, todos arrojándose encima del auto del rubio y lanzando preguntas al aire.
-Ryan ¿Es verdad que dejaste a la otra mujer para salir con Black Xiaji?-
-¡Ryan! ¿Tu y la novata son pareja o estás tratando de conquistarla?-
-¿Es cierto que te ha domado la Leona Siniestra?-
-En los medios ya se habla de una boda entre ustedes ¿Podrías confirmarnos estos rumores?-
-¡Ryan! ¡Ryan! ¿Es verdad que intentas protegerla de su trabajo como héroe en lugar de concentrarte tú en el tuyo?-
¡Oh! Vaya que esa última pregunta lo había puesto a pensar. Era cierto lo que habían dicho en la televisión, ya que en ningún momento de la persecución pensó en atrapar a los criminales, sino que en su mente sólo retumbaba la palabra "Protégela". Después de contestar que no podía dar todavía respuestas oficiales, se abrió paso y llegó a su casa, donde esperaba que estuviera su novia, pero no era así. Se sentó en el sofá y comenzó a reflexionar sobre lo sucedido y sobre lo que podría suceder. No pasó mucho tiempo, si acaso treinta minutos para que llegara Anaksha con las últimas cajas que contenían sus pertenencias; ella llegó con un semblante apagado, y hasta cierto punto, un poco molesto.
-Con respecto a lo de hoy... te vi en la TV hace un rato...- empezó diciendo Annie.
-¿Sabes qué? He estado reflexionando sobre esto y, bueno, para empezar creo que debemos ser más cuidadosos... ¡No por que yo quiera!- balbuceaba un poco sus ideas el hombre rubio.
-Lo sé, Anick hoy me llamó la atención porque no está permitido que entrometamos nuestra vida personal en el trabajo. Así que...-
-Así que he decidido que por favor, salgas de la liga.- espetó Ryan, sin vacilaciones.

-¿Qué has decidido... qué? Eso no te corresponde a ti.- dijo estupefacta, imposibilitada de creer haber escuchado eso.
-No me había dado cuenta de qué tanto peligro hay en la primera liga sino hasta ahora; y más recientemente que hemos desenterrado a Ouroboros, esto es demasiado riesgoso; no quiero tener que preocuparme todo el tiempo por ti.-
-¡Detente justo ahora, Ryan! Yo soy perfectamente capaz de cuidarme sola. ¿No te quieres preocupar por mi? Entonces no lo hagas. Yo no voy a jugar el papel de la mujercita sumisa que espera a que llegues a casa después del trabajo. ¿Crees que no estoy consciente del peligro al que nos enfrentamos? ¿Crees que aunque si decidiera retirarme de la liga estaría cómoda viendo como arriesgas la vida diariamente? ¡¿Eso crees?!- el ambiente estaba encendido, la mecha se había prendido y alguno estaba a punto de estallar.
-¡No quiero que te pase nada! ¡Entiende!-
-¡No tiene porqué pasarme nada! Soy parte de los héroes de Sternbild ahora, y estoy calificada como cualquiera de los otros para defenderme en caso de tener que hacerlo. ¡No me tomes por una inútil!-
-¿No tiene porqué pasarte nada, Anaksha? ¿Y en Sword? ¡¿Eh?!-
-¡No te atrevas a echarme eso en cara! Ya estoy entrenando para hacerme más fuerte, y si no hubiera hecho lo que hice ese día, aún seguirían tratando de entrar a la base.- dijo, tomó su chaqueta, sus llaves y se dirigió a la puerta.
-¡¿Y ahora a dónde vas?!- preguntó muy enojado el Príncipe de la Gravedad Errante.
-¿Por qué? ¿También me quieres quitar el derecho de caminar en la calle?-
-¡No te estoy quitando ningún derecho!-
-¡Me alegra saberlo! ¡Por que no voy a dejar la Primera Liga!- concluyó la semi-pelirroja y salió azotando la puerta tras de sí.
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Un vaso de bourbon con dos hielos y un cigarrillo de hoja de limón era el tratamiento extremo para eliminar el estrés de Annie. Se encontraba en la terraza del Hero Bar (ya que además ahí no había televisores que le recordaran el porqué había empezado la discusión con Ryan), contemplando la espesura de la noche en la ciudad, cómo las luces hacían que la megalópolis cobrara vida.
-Pensé que habías dejado de fumar.-
-En realidad sólo fumo pocas veces... ¿Qué haces aquí, Ryan?- respondió a chica, ya no estaba molesta, pero si se encontraba un poco decepcionada.
-¿De qué hablas? Vine por mi Leona...- la expresión de Ryan denotaba tristeza, sin embargo intentaba disimularlo un poco con su animosa voz.- Aunque sé que si te ven conmigo... van a intuir que eres Black Xiaji.-
-Lo sé.- Anaksha tomó de un sorbo todo lo que sobraba de la bebida, dejó el vaso en una mesa, apagó el cigarro y volteó a ver a su novio.- No me pidas que deje la liga, Ry. No puedo, es lo que siempre quise después de que murieron mis padres. Eres tú y ésto todo lo importante que tengo en mi vida; y no quiero perder uno por causa del otro.-
-Si no te puedo convencer, entonces tendré que estar ahí para ti. Prometo dejar que te rompan el trasero si es lo que quieres.- dijo riendo, a lo que ella se sonrió y lo tomó de la mano.
-Gracias...- dijo mirándolo a los ojos; fue entonces que Goldsmith no pudo resistir, así que la tomó por la cintura y le dio un profundo y tierno beso, Ella se abrazó suavemente del cuello del rubio y llevó una de sus blancas y finas manos hasta la cabellera del hombre, dándole una caricia suave por entre cada mechón rubio de Ryan.
Todo eso pasaba, hasta que un flash mató el ambiente... un flash que no tuvieron idea ni de dónde ni de quién provenía, pero estaban seguros que una foto se les había tomado, y muy probablemente revelaba la cara de Annie. Pero ella estaba tranquila; ya sabía que cuando dicha foto saliera a la luz tendría que escuchar el regaño inminente de su jefa, pero que aún así ya se idearían de alguna estrategia para seguir adelante.
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"Tecum vivit et regnat."
La lealtad que tenía Yuri Petrov hacia Frank Martínez demandaba una afirmativa a su petición, pero sólo pudo proporcionarle aquel día la simplona respuesta de "Lo pensaré."
Yuri estaba un poco intranquilo con la propuesta de unirse a Frank y terminar el trabajo de su hermano, Jake; básicamente, él mismo nunca estuvo de acuerdo con los ideales del menor de los Martínez, pero tampoco trató de detenerlo cuando estalló aquella batalla. Es posible que en el fondo creyera en los héroes de la Primera Liga de Sternbild, lo suficiente como para dejarles ese asunto en sus manos. No se equivocó, ya que lograron vencerlo (aunque un costo un poco elevado, a su parecer).

Tan sólo un poco más de una semana había pasado desde la última vez que vio a su adorado amigo y mentor, Frank, y sin embargo, no pudo aceptar inmediatamente lo único que éste le solicitó. Tal vez un poco de patrullaje nocturno era lo que necesitaba, quizás volar un poco impulsado por su maravilloso fuego y sentir el aire despejando sus inconformidades.
Apagó su computadora, se despidió como solía hacerlo de Lydia, su secretaria, y se dirigió a su hogar.
Llegó a su domicilio, dejó su maletín en el recibidor mientras se retiraba el saco e iba desanudando su corbata; con la intención de ducharse cruzó los pasillos del recinto, mientras escuchaba a lo lejos los delirios de su madre, Origa. Una vez limpio y relajado, se colocó su respectivo traje y salió al balcón a tomar impulso para recorrer la ciudad a altas horas del anochecer.
A medida de que avanzaba, sintió la noche más profunda, más silenciosa; no tenía el habitual brillo de la luna ni el júbilo de las incesantes luces de la ciudad. La oscuridad casi lo cubría todo... un perfecto camuflaje para una existencia atormentada.

Se detuvo un momento sobre la punta de un edificio a contemplar y a reflexionar; ya sabía dónde ir a buscar a Frank, él mismo se lo había dicho, que tenía una base para el actual Ouroboros en la parte oeste de la ciudad. Ahí, en donde había una gran fábrica de calzado abandonada; tenía sótanos amplios de igual manera donde daba refugio a los NEXTs rebeldes que se iban sumando a sus filas, además de que estaba localizada en una de las partes más desoladas de la ciudad, y por la mala condición de la fachada principal, proporcionaba un margen de sospechas de cero por ciento.
Había tenido días y horas para pensar su respuesta, y cuando llegó a una conclusión, voló directo al oeste de la ciudad, dispuesto a contársela a su buen amigo, Frank. Yuri sabía que no comulgaba con las ideas de eliminar a los humanos, ya que había mucha gente buena en el mundo que no merecía morir por esta causa, pero también sabía (y estaba muy consciente de ello), que tenía una deuda de honor antes de cualquier cosa con Martínez. Todas aquellas almas que iban a entregar al creador cimentarían la confrontación final de Petrov, padre e hijo; Thanatos recibiría millones de almas, que Yuri juraría solemnemente que llegarían al juicio sin sufrir (a menos de que fueran criminales, claro estaba).
Cuando aterrizó a las afueras de la fábrica arruinada entró con cautela y sigilo, había muchas personas reunidas, trayendo alimentos, dejando algunos muebles, pero todo muy austero, tal vez porque lo verdaderamente interesante se encontraba en el sótano. Cuando por fin, un individuo lo reconoció, le dijo:
-Lunatic... le esperábamos. Déjeme conducirlo hacia el maestro, por favor. Si es tan amable de seguirme.- dijo muy amablemente mientras indicaba con su mano un camino hacia el interior de la fábrica. Ellos caminaban con calma, por en medio de todas las ocupadas personas que parecían acobijar y atender a otras menos favorecidas; todos mirando a Yuri con cierto asombro, pero nada de temor. Esto sin duda le llamó la atención.
-¿Por qué están tan tranquilos conmigo aquí?- preguntó. No es que se diera aires de superioridad o algo, pero usualmente cuando portaba el traje de Lunatic, todo mundo huía cuando lo avistaba.
-El maestro nos advirtió que llegaría, pero no para lastimarnos, sino para apoyarnos. Usualmente aunque la mayoría no tenemos poderes NEXT tan poderosos, no solemos temer a otros de nuestro tipo. Sólo al gran poder del maestro, el de Jason y el suyo, Lunatic. Pero nos inspira respeto, más que miedo; por ejemplo, muchas de las personas que estamos hoy aquí, antes nos encontrábamos en situación de pobreza, enfermedad, rechazo social y otros males. El maestro nos curó de todo eso, y estamos en deuda con él.- dijo muy animoso, muy amable mientras seguían caminando a través de la fábrica hasta llegar a unas escaleras. Descendieron unos tres niveles hasta llegar a un largo pasillo con múltiples puertas pegadas a éste, y ahí en el fondo se encontraba una oficina.

El chico que lo guiaba muy seguramente no tenía más de diecisiete años, delgado, vestía tan sólo una chaqueta ligera de tela, con jeans y zapatillas deportivas; cabello tan rubio que parecía blanco más que nada y de facciones muy tiernas e inocentes. Yuri no pudo evitar preguntarse si este chico de verdad sabía en lo que se estaba metiendo, pero bien ya lo había dicho, y era algo que tenían en común ellos dos: una deuda con Frank.
Entraron a la oficina, donde Jason se encontraba sentado en un sillón, tal vez jugando algún videojuego con los ojos fijos en la pantalla hasta el momento en el que el chico del cabello blanquecino y Lunatic entraron. Frank se encontraba revisando unos papeles y haciendo anotaciones sin despegar la mirada de sus asuntos.
-Maestro, tenía razón. Lunatic ha venido.- dijo con un atisbo de emoción aquel muchacho. El pelinegro alzó la mirada y al ver el particular traje de su amigo parado frente a él, se levantó con una sonrisa y caminó para abrazarlo. Yuri le devolvió el abrazo y tomó asiento frente al escritorio del líder actual de Ouroboros.
-Gracias, Deino. Ve a conseguirnos un par de tazas de café, por favor.- el muchacho asintió con dulzura y fue a conseguir el encargo.- Es un NEXT muy peculiar, tiene el don de crear naturaleza incluso en el más recóndito lugar. Podría hacer crecer un árbol en medio del más árido desierto y ese árbol viviría más que tu y yo juntos; no es un poder que me pueda servir mucho justo ahora, pero es muy buen asistente.-
-Es un chico muy amable.- dijo Yuri al momento en el que se retiraba la máscara y la dejaba frente de sí, en el escritorio.
-Siéntete en confianza alrededor de Jason, Deino y mío. Sabremos cuidar el secreto de tu identidad, por mientras, hay que seguir manteniendo el secreto frente a los otros. No queremos que se alboroten de más, no todavía. Pero en fin... ¿has venido con buenas noticias, mi amigo?-
-Estoy dentro.-

martes, 21 de abril de 2015

Su Majestad: Rey(na) de los Héroes. Capítulo 10: Confrontaciones pre-destinadas, parte II.

Había pasado ya una semana desde el incidente en la mansión Goldsmith, Annie y Ryan se mantuvieron extrañamente de un muy buen humor aquellos días, muy probablemente porque los destrozos en la fachada y el césped horrendamente quemado por las llamas de Lunatic, les dieron bastantes más excusas de pasar el tiempo juntos. En dos o tres ocasiones Tiger, Bunny y los demás héroes (exceptuando Ivan y Keith) fueron a ofrecerles ayuda con lo sucedido.
Hero TV (o mejor dicho, Agnes Joubert) no quiso perder ninguna oportunidad de relatar lo sucedido (guardando a regañadientes algunos detalles que podían revelar la identidad de los héroes):
"¡Y éste es el recuento de los sucesos más importantes de la semana! Después del inicio de temporada de Hero TV, los Héroes fueron atacados. Se desconoce la ubicación exacta en donde sucedió el atentado, pero el Rey de los Héroes de la temporada pasada, Sky High, salió herido en combate. ¡No podemos afirmar nada todavía, pero seguiremos investigando!".
Keith estaba mejorando rápidamente, un ritmo de recuperación que habría de esperarse dada su calidad de vida, Ivan seguía atendiéndolo lo mejor que podía y paseaba a John dos veces al día durante una hora.

Por otra parte, Agnes, muchos más ejecutivos de las distintas empresas y patrocinadores estaban algo molestos con sus empleados NEXT, ya que se realizaron tareas de investigación y rastreo necesarias para poder ubicar a toda la gente que estuvo en la fiesta de Ryan aquel día, hacerlas firmar un contrato de confidencialidad sobre lo sucedido ahí ofreciéndoles una (generosa) compensación monetaria.
Pero ellos no eran los únicos molestos: Kaede se encontraba nuevamente enojada porque su padre hubiera roto la promesa de ir a visitarla junto con Barnaby.

-Me odia...-
-No es verdad, sólo está molesta, y a decir verdad yo en su lugar también lo estaría.- dijo Barnaby.
-¡Pero no mentí! ¡De verdad no pudimos ir!-
-Yo lo se, pero ella no.- las cosas en Sternbild no habían estado nada sencillas para los héroes desde aquel día. Tenían en todas las compañías a un ala de informáticos y hackers investigando todo el día en toda la red por si Frank decidía hacer públicas las identidades de los héroes; así también intentando cancelar definitivamente la cuenta de Albert Maverick en el sistema de archivos de Hero TV, pero era demasiado complicado, ya que era una cuenta nivel ejecutiva.- Escucha... las cosas no parecen que vayan a cambiar a corto plazo, pero supongo que podemos tomarnos el día de mañana para ir a visitar a tu hija. Frank y Jason han de estar planeando como fortalecer Ouroboros, pero no tenemos idea de donde puedan estar ni pistas para empezar a buscarlos; por más que odie decirlo, estamos a su merced. No podemos hacer nada hasta que ellos ataquen primero.-
-Supongo que tienes razón... llamaré a Kaede y le diré que iremos mañana.- dijo Kotetsu, tomando el teléfono de la mesa.
-Será mejor que no lo hagas. Si vamos, será una linda sorpresa, pero si por alguna razón no podemos, no se decepcionará.-
Tiger se sorprendió de lo consciente que era el rubio, inclusive con su hija; tomó la blanca mano de Bunny y le dio un suave beso en el dorso.
-Gracias, Barnaby...- dijo mirando fijamente y con mucha seriedad a los verdes ojos de su pareja.
El conejo por su parte, sintió un calor recorrer su cuerpo y encender sus mejillas al escuchar su nombre completo pronunciado por Kotetsu, así que soltó una pequeña risa acompañada de una leve sonrisa.
-No te pongas sentimental, viejo.- dijo y se levantó hasta desaparecer en la intimidad de la habitación del tigre.
-¿Qué? ¿Por qué? ¡Bunny...!- el también soltó una pequeña risa, y con cierta mirada lasciva, se adentró a la habitación.
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Estaba a punto de amanecer cuando ambos hombres se despertaron, ducharon y alistaron para conducir algunas horas hasta el pueblo natal de Kotetsu. La camioneta del tigre era lo suficientemente rendidora como para aguantar dicho viaje (y más cómoda para dormir que el deportivo de Barnaby). Bunny conducía, mientras Kotetsu se perdía en Morfeo en el asiento de atrás, musitando algunas palabras entre sueños.
-...etsu... Hey... ¡Kotetsu!- se escuchaba una voz a lo lejos, acercarse poco a poco.- Ya hemos llegado, Kotetsu.- decía Barnaby con su ademán irritado de siempre, aunque reprimía una pequeña sonrisa que quería escapársele.
Tiger se talló un poco los ojos al reincorporarse, se estiró un poco y saltó fuera de la camioneta.
-Bueno... aquí estamos.- dijo mirando a su alrededor. Estacionaron la camioneta en un lugar vacío a tan sólo un par de decenas de metros de la casa de la señora Anju Kaburagi.
Caminaron un poco y cuando se encontraron frente a la puerta del hogar de la madre, hermano e hija de Tiger, llamaron.
-¡Kotetsu! ¿Qué haces aquí? ¡No te esperábamos!- dijo con sorpresa la madre del héroe veterano al abrir la entrada.- ¿Vienes solo...? ¡Oh, Barnaby! ¡Bienvenido! Kaede se pondrá tan contenta... pasen, pasen.- dijo feliz mientras abría la puerta con más energía. Ambos hombres se retiraron los zapatos en la entrada, y aunque ese gesto fue un poco inusual para Bunny, comprendió que por los orígenes de Kotetsu, esto era una cortesía.

-¡Abuela!- se escuchó desde dentro de la casa.- ¿Quién llegó, abuela?- dijo la niña/adolescente para luego asomar su castaña cabeza por detrás de una pared. Después de darse cuenta de quién estaba tomando el té con un ademán demasiado elegante por naturaleza, acompañado de su padre, su tío Muramasa y la abuela... los ojos casi se le salían de las cuencas. Si bien era cierto que no era la primera vez que estaba cerca o hablaba con Barnaby, realmente era una sensación de ensueño cada vez que podía tener contacto de cualquier tipo con él.- ¡Barnaby!- dijo para correr a abrazarlo una vez que el hombre dejó la taza en la pequeña mesa que había delante de él.
-¡¿Eh?! ¿Y yo qué? ¿No extrañas a papá?- preguntó Kotetsu con una sonrisa animosa mientras estiraba los brazos esperando a que si hija lo abrazase.
-¿Por qué no me dijiste que vendrían? ¡Pude haberme arreglado mejor!- rezongó.
-Te quisimos dar una sorpresa, fue idea de tu padre.- dijo Barnaby en un tono reconfortante.
-¿De verdad? ¡Oh, gracias!- dijo al rubio, mientras se acercaba con recelo a su padre, quien la miraba desconcertado a su vez que ella le daba un gélido beso en la mejilla.
-Kaede, hija... ¿nos podrías dar un momento? Tenemos que hablar de algunas cosas con tu abuela y tu tío, ya te llamaremos cuando sea prudente ¿De acuerdo?- dijo con una pequeña sonrisa, una que se plasmaba en su rostro con un poco de felicidad y otro poco de nervios.
-Iré a asearme un poco, sólo no se vayan.- dijo mirando a Bunny gentilmente antes de desaparecer detrás del pasillo. Cuando Muramasa se aseguró que efectivamente, la chica no estuviera escuchando, se aproximó a la sala de nuevo.
-¿Es mi imaginación o Kaede se ha vuelto más... difícil?- preguntó el preocupado padre.
-Así es. Desde la última vez que fue a Sternbild hasta ahora, su carácter ya no es el usual. Al principio le desesperaba un poco no poder controlar sus poderes porque eso implicaba no poder abrazar o tocar suavemente a cualquier persona. Me siento un poco aliviada de que ahora tenga el poder de Barnaby y el tuyo, que es básicamente el mismo, porque hasta hace poco había copiado los poderes de algún NEXT que escupía ácido (y era toda una molestia a la hora de comer o cepillarse los dientes). En fin, creo que ella está pasando por los estragos de la adolescencia...-
-Ya veo...-
-¿Qué hacen aquí? No es que no sea agradable recibirlos, pero me llama la atención que hayan decidido venir ambos. ¿Qué pasa?- preguntó muy serio el hermano mayor de los Kaburagi.
-Hemos venido ambos porque tenemos algo muy importante que decirles...- dijo Barnaby, disimulando perfectamente su nerviosismo, dando el último trago al té verde y preparándose para lo que venía.
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-Déjame ver si entendí... ¿Me están diciendo que están saliendo... como pareja amorosa?- decía la noble señora Anju, abriendo los ojos tanto como podía, mientras Muramasa sólo se limitaba a hacer una leve mueca de sorpresa y se sonrojaba por todo lo alto.
-¿Estás molesta?- preguntó un tanto cabizbajo el tigre.
-Estoy sorprendida... nunca te imaginé "del otro lado".-
-¡Hey! ¡No soy gay! Bueno, da la casualidad de que... me enamoré de Bunny... ¡Pero de ahí en fuera, no me gustan los hombres!-
-¿Que hay de ti, Barnaby?- preguntó Anju muy seria, fijando su ahora enérgica mirada sobre las esmeraldas del rubio.
-Yo tampoco puedo considerarme homosexual, señora Kaburagi. Nunca me había encontrado en una situación así con otro hombre mas que con Kotetsu.-
-¡Oh, vaya! No sé que decirles, chicos.- dijo un tanto apenada la madre de los Kaburagi.
-¿Van en serio? ¿Realmente en serio?- preguntó Muramasa, ahora con un semblante enfocado.
-Por supuesto.- se apresuró a decir el tigre, casi arrebatando las palabras de los labios del conejo. La madre de Kotetsu soltó un pesado suspiro.
-No soy quién para decirles qué hacer o no con sus vidas; ya son unos adultos hechos y derechos. Los que sí puedo decirte, hijo, es que sé bien que tu difunta esposa hubiera querido que siguieras con tu vida con quien fuese que te hiciera feliz, y si esa persona es éste chico, sólo me queda darles mi aprobación. Se que se cuidarán uno al otro.- dijo con una pequeña sonrisa.
-¿Qué le van a decir a Kaede?- preguntó Muramasa con un semblante preocupado.
-Pues esto mismo. ¿Quieres que le oculte que Bunny y yo estamos juntos o algo así?-

-¿Qué quieres decir con que "están juntos", papá?- preguntó Kaede mientras se acercaba por detrás de la pared, al escuchar accidentalmente la conversación. Su expresión facial denotaba una mezcla se sorpresa, enojo, frustración, disgusto y tristeza. -¿Te refieres a que son algo así como... amantes?-
-¡Kaede...!- exclamó Kotetsu, levantándose violentamente del piso en donde estaba y la miró. Los ojos de la chica se empezaban a llenar de lágrimas y eso le rompió totalmente el corazón a su padre.
-¡Respóndeme, papá!- le exigía, mientras su expresión se tornaba oscura.
-Lo que dice tu padre es verdad, Kaede. El y yo... estamos envueltos en una relación amorosa.- admitió con cierta pesadez el rubio; esa pesadez que pensó que jamás sentiría, porque el hecho de estar junto a alguien que lo hacía feliz le parecía algo de lo que nunca tendría que avergonzarse.
-No... ¿por qué, Barnaby? Yo... sé que nunca te lo dije, pero si sabías que estaba enamorada de ti.... sé que soy muy chica todavía ¡pero sólo tenías que esperarme unos años! ¡¿Por qué, papá?! ¿Por qué me traicionaste de esta manera tan... descarada?-
-Kaede, espera...- dijo Muramasa.
-¡Nunca te cansas de lastimarme! Rompes tus promesas, eres mentiroso, nunca vienes a verme y ahora me has robado la oportunidad que yo más quería... ¡La oportunidad de estar con Barnaby!-
-¡Kaede, detente!- gritó la abuela.
-¿Pero sabes qué? ¡¿Sabes qué?! ¡Te odio! ¡Te odio y espero no verte nunca jamás...!-
-¡KAEDE, ES SUFICIENTE!- gritó Kotetsu en un tono que jamás nunca nadie había escuchado salir de su garganta, un tono desesperado y opresor. Barnaby sentía también la sangre hervir, pero se controló, ya que él consideraba que no tenía autoridad moral alguna para reprocharle cualquier cosa a la castaña; ella se limpió las lágrimas, pero aún con los ojos acuosos se acercó lentamente hasta quedar frente a frente con su padre, confrontándolo con el rostro. Su expresión seguía furibunda, temblaba de coraje mientras algunas nuevas lágrimas se seguían escapando de sus ojos, recorriéndole las mejillas. En un tono casi susurrado y con las mandíbulas apretadas a más no poder, dijo algo que su padre jamás podría olvidar:
-Estás muerto a mis ojos...-

La mano de Anju hizo un gran escándalo cuando se estrello contra la mejilla de la niña, interrumpiendo alguna otra cosa que estuviera por decir; la chica volteó con una expresión estupefacta: nunca se hubiera podido imaginar que su abuela levantara la mano en contra de ella. Su abuela... su propia abuela que la había criado en lugar de su padre y madre.... ¡De verdad la había golpeado!
-No voy a permitir que le hables así a tu padre. ¡Discúlpate con él!- reprochó Anju.
-No... ¡No lo voy a hacer! ¿Escucharon? ¡No me voy a disculpar por pensar como lo hago!- dijo mientras lloraba a cántaros y salía huyendo de la sala de estar para encerrarse en lo más profundo y recóndito de su habitación.
-Bueno... eso no salió muy bien.- dijo Muramasa rompiendo el silencio.
-Muchas gracias por el té, mamá. Creo que nos marcharemos ya... te llamaré al llegar.- Kotetsu no hacía contacto visual con nadie, sólo se limitó a disimular un poco el temblor de sus manos al meterlas a sus bolsillos.
-Lo entiendo, hijo. Cuídense mucho, chicos.- respondió la señora Kaburagi con un tono de voz muy desanimado.
-Lamento dejarte con el desastre que causé, te dejaré en la mesa del recibidor lo de este mes.- dijo, cuando sacó por un momento una de sus manos para indicar una despedida hacia su hermano y salir. Barnaby hizo una pequeña reverencia y salió detrás del tigre, quien dejó un sobre bastante inflado de dinero sobre una pequeña mesa en la entrada de la casa.
El tigre se adelantó algunos bastantes metros del conejo caminando a paso rápido, buscando con desespero su vehículo, cuando Bunny preocupado corrió a alcanzarlo, tomándolo por el brazo y obligándolo a voltear y darle la cara.
-¿Kotet...?- no terminó de preguntar cuando Tiger recargó su cabeza en el hombro del rubio y rompió a llorar.

Kotetsu T. Kaburagi, aquel hombre que Barnaby consideraba con cierta templanza emocional, que incluso en las situaciones más delicadas mostraba siempre una buena cara y actitud optimista, había perdido todo el sentido de discreción y estaba siendo arrasado por la tristeza y la impotencia.
-¡La he perdido, Barnaby! ¡La he perdido!- exclamaba mientras las lágrimas mojaban su rostro y la chaqueta blanca del conejo por montones, su voz se entrecortaba porque se empezaba a hiperventilar un poco debido a la desesperación que empezaba a inundar su cuerpo. Barnaby realmente no supo qué hacer, todo su lado analítico y lleno de protocolos de acción se quedó en blanco; lo único que acertó a hacer, fue guardar silencio, abrazar con recelo y cariño la cabeza de su amante y esperar a que éste terminara de llorar todo lo que tenía que llorar.
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Nathan se encontraba sentado en la barra del Hero Bar, tomando un cóctel Cosmopolitan (con un poco más de zumo de arándanos y tanto menos vodka del usual) mientras esperaba al héroe toro; Nate había citado a Antonio en el establecimiento para hablar de algunas cosas. Últimamente no podía dejar de pensar en lo que había pasado en la fiesta de Ryan Goldsmith, le parecía bastante extraño... no había sido la primera vez que alguno de sus amigos le salvaba la vida, aquella vez cuando se vio combatiendo con aquel sujeto en el exoesqueleto robótico de Ouroboros junto a Wild Tiger, ambos se apoyaron y se cubrieron las espaldas uno al otro. Y básicamente, cuando Johnny Wong, aquel villano NEXT lo había puesto a dormir y recordar todos sus miedos, impotencias, frustraciones y complejos a revivir de nuevo una y otra vez, ahí estuvieron sus amigos; apaciguando las flamas que desprendía inconscientemente y dándole palabras de aliento, esperando con angustia a que despertara.

-¡Nate! ¿Qué pasa?- preguntó Antonio en un saludo animoso, palmeándole la espalda con más delicadeza de la usual.
-Hola, Tonio.- correspondió el saludo llamando al moreno con un apodo con el que hasta hace poco lo había nombrado.
-¿Qué pasa, hombre? Te ves muy serio.- preguntó mientras se acomodaba en un lugar al lado del héroe de fuego y pedía un tarro de cerveza.
-He estado pensando un poco.... y pues me he dado cuenta de que nunca te agradecí por haberme salvado la vida.-
-¡Ah, eso! Nate, yo sé que si hubieras estado en mi lugar hubieras hecho lo mismo. Para eso estoy yo y todos nosotros, para cuidarnos.-
-Y... hablando con total honestidad, tengo que decirte que he estado pensando mucho en ti. No ha habido otra cosa en los últimos días en mi mente mas que tu rostro...- dijo un poco sonrojado, pero siguió viendo a los aceitunados ojos del hispano en todo momento.
-Nathan... ¿qué me estás tratando de decir?- preguntó Antonio al dar un gran sorbo de cerveza.
-Ni yo sé... pensé que si te veía y hablaba contigo un poco mis pensamientos se pondrían en claro, pero creo que no estaba en lo correcto...- dijo al darse un poco la vuelta, pero la gran mano de su amigo, aquella que era por mucho, más grande y tosca, sujetó su hombro con firmeza, mas no brusquedad.
-No hemos hablado lo suficiente... Mira, ¿qué tal si te pides otra de esta cosa roja o rosa y la bebes mientras charlamos un rato? ¿Te apetece?- preguntó entusiasta el hispano mientras señalaba el Cosmopolitan de Fire Emblem, quien se sonrió y aceptó con gusto la oferta que le proponían.- ¡Eso es!- exclamó Antonio cuando se terminó a una buena velocidad el líquido del contenedor y ordenaba una ronda más para ambos.

El hombre de las llamas no quería embriagarse, ya que aún recordaba con un poco de vergüenza que en la última borrachera que se permitió, casi lo asesinaban; pero no quería quedarse atrás. Antonio traía particularmente un muy buen humor aquel día y bebía tarro tras tarro de cerveza, a Nate le costaba mantener el ritmo del toro.... hasta que ambos terminaron ebrios, definitivamente no tan ebrios como en la mansión de Ryan, pero sí un tanto desorientados.
Cuando salieron del Hero Bar, ya se recargaban uno en el otro para poder caminar con cierto equilibrio, por supuesto que ninguno de los dos estaba en condiciones como para conducir, así que al salir, se dirigieron a la parada del transporte público para cada quién pedir un taxi que los llevara a sus respectivos domicilios.
No pasó mucho tiempo cuando la avenida cobró la vitalidad de la noche y se escuchaba el barullo de los automóviles que pasaban incesantemente, aunque cosa curiosa, aquella parada de transporte se encontraría vacía en ese momento de no ser por los morenos; se veía un taxi vacío a lo lejos, esperando a que el semáforo en rojo cambiara y le permitiera avanzar hasta llegar a los hombres, Antonio lo vio, y dadas las circunstancias de lo que habían platicado en el bar y de su condición "alegre", empezó a decir:
-Hey, Nate... ¿recuerdas que me dijiste que querías poner tus pensamientos en claro?-
-¿Qué con eso?- respondió con una ligera sonrisa.
-Creo que... voy a hacer algo que puede aclararte las cosas o complicártelas más ¿de acuerdo?-
-... de acuerdo.- accedió el moreno, y cuando Tonio dio la instrucción de que cerrara los ojos y Nathan obedeció... lo que sintió fue hermoso y devastador al mismo tiempo.

Los firmes y toscos labios del toro se habían plasmado con mucha delicadeza sobre los de Nate, pero una punzada en el corazón del héroe de fuego se dio prisa en hacerse notar. Seymore no tardó mas de seis o siete segundos en reaccionar, cuando con un poco de fuerza empujó a López, apartándolo bruscamente de él.
-¿Crees que estoy jugando, Antonio? ¿Crees que esto es un juego para mi? ¿Acaso crees que lo que estoy empezando a sentir por ti es una broma?- reclamaba evidentemente enojado, con cierta furia escapándose de sus rosados iris.
-¿Nathan...?-
-Estoy bien, me largo. Iré caminando a casa.- dijo cuando se dio media vuelta con el ceño fruncido.
-¡Espera! Deja que te acompañe...-
-Sé cuidarme solo, aunque no lo parezca.- se abrazó para cubrirse un poco del aire y empezó a caminar en línea recta hasta su hogar; Antonio no supo que hacer, así que cuando el taxi se acercó por fin y le indicó que quería usar el servicio de transporte, le hizo una seña de que esperara, rápidamente se acercó por detrás de Nate y cubrió los delicados hombros de Seymore con su chaqueta, para después regresar al vehículo y marcarse. Nathan se asomó por encima de su hombro aún con la mirada molesta, para después permitirse soltar una diminuta lágrima y continuar su camino.

miércoles, 1 de abril de 2015

Su Majestad: Rey(na) de los Héroes. Capítulo 9. Confrontaciones Pre-destinadas, parte I.

NDA: En éste capítulo manejo contenido religioso, así que con esta nota, quiero avisar y dejar en claro que no busco ofender a nadie ni dar a conocer mi punto de vista en este aspecto.
No se si lo notaron en el capítulo anterior, pero manejo a Frank Martínez como un personaje altamente religioso. Dada la advertencia, les invito a seguir leyendo este capítulo 9 del fic. Gracias por leer.
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Lunatic volaba por los aires, impulsado por ráfagas de su hermoso fuego azul y verde; sin perder de vista al hombre castaño que corría a una velocidad impresionante, alejándose rápidamente de la lastimada mansión Goldsmith. Con él, llevaba envuelta a esta persona en lo que parecía ser un campo de energía, y aquel moreno se veía molesto, inclusive furibundo.
Después de unos cientos de metros de carrera, Lunatic decidió que ya había sido suficiente, con una de sus flechas les cortó el camino en un callejón, poniendo ardiente fuego azul de los dos lados del camino; los hombres se detuvieron en seco, pero el castaño protegía en todo momento al moreno, y sin dejarlo salir de la esfera de energía, se postró para enfrentar al vengador nocturno. Lunatic aterrizó, el fuego ardía gloriosamente justo por detrás de él y miró con detalle sólo para terminar de cerciorarse de algo que ya sabía.
-¿Quieres matarnos, Lunatic? Pues hoy no te la pondré fácil.- espetó el hombre castaño con una pose defensiva. El vengador de fuego giró un poco su cabeza y dijo aquello que sabía que sólo aquella persona podría entender. Eso que siempre decía, su lema, pero que estaba seguro que el hombre moreno entendería mejor que nadie.
-Thanatos siempre habla con la verdad...-

-Jason... ¡Jason!- gritó Frank, con cierto nerviosismo en la voz. Su aprendiz hizo caso y le hizo señas de que lo dejara salir del escudo que lo protegía, y aunque el castaño lo dudó por un instante, sabía que su maestro sabía lo que hacía y obedeció. Se dirigió al vengador, viendo directamente a los grandes ojos de la máscara de Lunatic.- Yo... reconozco tu voz. ¿Eres quien creo que eres?-
Y justo en ése momento, Lunatic hizo lo impensable, lo descabellado. Algo que jamás nadie (ni él mismo) pensó que haría: dirigió una de sus manos a su máscara y se la retiró, dejándola caer a un lado suyo como si se tratase de cualquier otro objeto sin importancia, después de eso se sonrió levemente.
-Así que tu... eras NEXT después de todo... Yuri.-
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(FLASHBACK - Hace poco más de diecinueve años... )
Yuri Petrov tenía ya un par de años de haberse graduado de la escuela de leyes como el mejor de su generación, y gracias a su título "summa cum laude" no le costó mayor trabajo entrar a la Oficina de Justicia, pero sí fue gracias a su impecable trabajo que consiguió llamar la atención del Juez en turno, lo suficiente como para que lo hiciera su asistente personal, prometiéndole así que cuando él se jubilara, Yuri ocuparía la silla que el Juez ocupaba.
Pero en realidad no todo era miel sobre hojuelas en su vida, ya que cada día que pasaba lo torturaban las dolorosas memorias de su padre, los incesantes delirios de su madre y las quemaduras en su rostro, aquellas que lo marcaron esa fatídica tarde y que diariamente se cubría con maquillaje, ardían igual que aquella vez.
Hubo un momento en el que Yuri llegó a su límite, tan desesperado se encontraba que incluso pensó en rendirse de una vez por todas y ceder su vida a la tierra; pero no podía, no porque tuviera mucho que perder o miedo a la muerte, claro que no. Sólo se le hacía una salida fácil, cobarde y demasiado patética a todos sus problemas, así que ése mismo día, con todo y que el muchacho andaba en sus veintitantos y ya estaba experimentando una crisis propia de los que llegaron a la plenitud de la mediana edad... decidió ir a buscar consuelo espiritual a una comunidad cristiana.

Entró a un recinto donde sólo había sillas y un estrado vacío hasta el fondo, con algunas personas reunidas en un espacio de la habitación hablando despectiva y lastimosamente sobre lo mal que Yuri se encontraba, pensando que él no los escuchaba. Al querer marcharse, fastidiado de lo poco reconfortante e increíblemente hipócrita del ambiente, se dio la vuelta, hasta que vio a un hombre que parecía estar rezando y sobre una biblia, las largas y blanco-pálidas manos del individuo.
Pensó que realmente no debía irse de ahí con las manos vacías, después de todo, no tenía nada que perder; se acercó donde el hombre y sentándose a su lado, se dispuso a escuchar las tantas palabras que salían de su garganta, en un tono poco audible. El hombre aquel era de cabello relativamente largo, negro y tenía unas facciones duras pero finas; sintió de inmediato cuando Yuri se acercó a él, pero no le dio mayor importancia y siguió con lo suyo.
-... permíteme continuar con mis tareas aquí, en el mundano espacio terrenal y terminar mi misión, aquella por la que me diste estos dones, mi señor.- finalizó. Yuri vio como el hombre se comunicaba con la deidad y quiso hacer lo mismo.
-Yo... yo no te conozco y hasta ahora no tenía la necesidad de recurrir a ti, pero... si pudieras tan sólo decirme o mandarme una señal de que mi vida sigue valiendo la pena... no sé, tal vez un motivo para quedarme...- decía Yuri, muy serio y mirando fijamente la biblia que el hombre a su lado sostenía con anhelo.
-Para mi tu vida no vale la pena, siéndote sincero, pero si el creador hizo que nos encontráramos justo aquí, justo ahora y justo así... tal vez esta es la señal por la que tanto pedías.- dijo el moreno, Yuri encontró su comentario extraño, ya que le resultó tanto desagradable como reconfortante.
-Y justo hoy. Hoy es el aniversario de la muerte de mi padre.- dijo con cierta pesadez, recordando como accidentalmente prendió el cuerpo de Mr. Legend en un azul envolvente.
-Si el creador quiso unirlo a sus filas, es porque lo necesitaba.-
-En parte fue mi culpa...-
-Corrígeme si me equivoco: ¿estás aquí para encontrar algún tipo de perdón?- preguntó el hombre moreno en un tono un tanto irónico, el cual Yuri no pasó desapercibido.
-Supongo que quiero intentar perdonarme a mi mismo, pero no puedo.-
-Los humanos son tan mundanos... el único lugar en donde obtendrás perdón o no es allá arriba, siendo juzgado por el creador.- el peliblanco asintió con pesadez, ya que las palabras del moreno empezaban a tener cierto sentido, si no podría recibir perdón en esta vida, tal vez sería en la siguiente, confrontando a su padre en los reinos espirituales. Pero también analizó las palabras que este hombre había dicho: "dones, humanos". Decía aquellas palabras como si despreciara a los mismos humanos con los que convivía, y dijo "dones" como si tuviera algún tipo de poder que los demás no. Tal vez este hombre podía ser NEXT, pero había que ser bastante perspicaz para poder deducirlo tan rápido y con pocas pistas. Yuri se consideraba muy atento y efectivamente, perspicaz, pero también muy inteligente, así que lo mejor para el en ésta situación, era oír, ver y callar.
-¿Y tu? ¿Tu qué pedías?- preguntó el peliblanco, sin despagar la mirada de las largas manos de la elegante biblia que sostenía el hombre.
-Que me permitiera continuar con la misión para la que nací, sólo eso.-
-Ya veo...-
-Tu no crees en este señor ¿cierto? No te culpo, yo tampoco lo hago, sólo se que aunque esta biblia, libro sagrado que ha sido contaminado por ideas paganas durante todos estos años por personas que buscaban poder y riqueza, sigue teniendo un trasfondo divino. Que el creador no es como lo pintan aquí. El creador lo es todo y nada y tiene formas distintas y distantes. Las mitologías y religiones de todo el mundo le ponen nombre, voz y voluntades diferentes a las originales, pero el creador es el mismo en cada una de ellas.- Yuri pensó aquello por un momento, para después preguntar:
-¿Y crees que cada quien adopte la imagen o voluntad del que más le convenga?-
-Eso es lo que pasa en el mundo. Tu... tu tienes un alma que se ve a leguas que está contaminada por la muerte y el dolor: rinde alabanzas a Thanatos y encuentra tu redención.-

-¿Thanatos...?- preguntó Yuri, curioso de escuchar ese nombre por primera vez.
-Es la personificación griega de una de las muchas caras del creador: La personificación de la muerte sin violencia. El creador, en forma de Thanatos recibe a los que han muerto sin sufrir físicamente y los que han muerto sin violencia emocional, que es el caso de los que perecen en situaciones accidentales.- aquello de inmediato atrajo al joven Yuri a querer saber más sobre esta deidad.
-¿Quieres decir que el creador da la vida igual que puede quitarla?-
-Así es...- dijo, riendo levemente, como si estuviera orgulloso de algo.- Debo irme ya.- se irguió de su lugar, tomo celosamente su libro sagrado y se dirigió a la salida.
Yuri estaba totalmente conmovido por la firmeza y confianza de este hombre, sintió como si el lo pudiera salvar, o mejor dicho, guiarlo en su camino para salvarse a sí mismo de una vida de tormento psicológico constante y aterrador.
-¡Espera! ¿Cuál es tu nombre?- preguntó el peliblanco volteándose hacia la salida, donde ya se encontraba el moreno, quien dudó por un momento, pero después se dignó a contestar con un poco más de calidez.
-Frank.- el peliblanco se levantó y le extendió su mano.
-Yuri, Yuri Petrov.- Frank vio con desprecio la mano que le ofrecía una cálida presentación, pero por alguna razón este simplón humano le daba buena espina, así que correspondió el apretón de manos.
-Thanatos es para ti, Yuri. Thanatos siempre habla con la verdad.- dicho esto, se fue.

Así pasaron nueve años, Yuri iba diario a aquel recinto a aquella hora sólo para encontrarse con Frank; había crecido en él una necesidad de que este hombre se convirtiera en su guía para levantarlo de la inminente ignominia en la que se estaba hundiendo. Incluso Frank le había tomado cariño al "humano simplón" como le gustaba llamarlo algunas veces. El ferviente creyente llenaba la cabeza de Yuri con textos antiguos, filosofía griega y romana, le enseño algunas bases del latín y básicamente lo mantenía distraído de todo aquello que lo atormentaba, aunque no sabía lo que era exactamente. Un día simplemente Frank dejó de ir al lugar donde se reunían diariamente, pero su último regalo para Yuri fue la biblia que sostenía la primera vez que se conocieron con una nota dentro:
"El estúpido de mi hermano, incluso desde prisión, ha empezado a hacer sus habituales locuras junto a su (aún más imbécil) novia y un tipo llamado Chuck; están haciendo una clase de plan. No es mi intención detenerlos, pero se que cuando fracasen (y lo harán) alguien tendrá que continuar con lo que sea que hayan empezado; así que iré a viajar por el mundo juntando reclutando gente con dones que me ayuden a acabar lo que inicien. Adiós, buen amigo, encuentra tu camino a la redención para que reines junto a mi... junto a la legión del creador."

Con esto supo que tal vez jamás vería de nuevo a Frank, y aunque eso fue un golpe extremadamente duro para él, supo lo que había que hacer.
Con todo el dolor de su alma, tomó valor suficiente, no para perdonarse, si no para vivir con ello y tolerar la muerte de su padre justo y tal como le había enseñado Frank: siendo fuerte y no permitiéndole a nadie ver su faceta más vulnerable. Ahí nació la idea de Lunatic, alguien que por fin podría expiar a los criminales con las abrasadoras llamas de la redención, enviándolos a Thanatos para que dispusiera de aquellas almas, porque... Thanatos siempre habla con la verdad.
(Fin FLASHBACK)
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-¿Alguna otra cosa que se te haya olvidado decirme, Yuri?- preguntó Frank, en un tono evidentemente molesto. El peliblanco, dejando su máscara a un lado e importándole nada la pregunta del pálido moreno, se abalanzó a abrazarlo con desespero; su voz se tensó, pero no permitió que se quebrara.
-Pensé que nunca te volvería a ver, amigo mío.- Frank rodó los ojos fastidiado, pero aunque su cara seguía denotando enojo, devolvió el abrazo con la misma calidez con la que lo recibió.
-¿Por qué nunca me dijiste que eras NEXT, Yuri? Se muy bien que en algún momento de los primeros años que pasamos juntos, te diste cuenta de que yo también era uno.-
-Si, pero nunca hice comentarios al respecto porque quería que llegara el momento en el que me lo confesaras con tu propia voz... Y nunca te dije que yo era uno, porque... fue así como murió a mi padre.-
-El primer día que nos conocimos mencionaste que cuando tu padre se había reunido con el creador había sido en parte tu culpa. ¿A eso te referías? ¿Tu don te controló y lo asesinaste accidentalmente?- Yuri se irguió, era verdad lo que decía el moreno, asintió con pesadez y el rostro tenso.- ¿Thanatos te ha llevado a la redención, mi amigo?-
-Perdí mi camino cuando te fuiste. Thanatos me ha enseñado que los criminales pueden ser expiados de sus crímenes: mi camino al paraíso está cimentado por los agravios de los delincuentes, ahí me confrontaré con mi padre. Ahí encontraré mi redención.-
Frank sintió como si el arduo trabajo de un campesino lo hubiera llevado a una cosecha fructuosa; como si una gran inversión resultara en incontables ganancias: Frank se sentía orgulloso del hombre en el que su amigo, Yuri Petrov, se había convertido.
-Únete a mi, amigo mío. Juntos dominaremos el mundano espacio terrenal para ascender con gloria al reino del creador.-
-¿Cuál es tu misión?- preguntó con mucha curiosidad y emoción.
-Mi estúpido hermano, Jake, quiso conquistar y vencer, pero sólo fue vencido gracias a su ego y displicencia a las jerarquías, pero su misión de querer que los seres NEXT dominemos este globo era más que acertada; nuestro problema son los supuestos "héroes" de esta ciudad como los de las demás. Los seres NEXT rezagados a los deseos humanos deberían morir al igual que sus menos desarrollados parientes, por lo mientras, ya he acabado con su supuesto rey. Tengo un séquito de NEXTs a los que fui reclutando estos años y los que había dentro de Ouroboros; Jason aquí presente es mi más fuerte y fiel aprendiz, pero contigo seremos invencibles, mi amigo. ¿Qué dices? Tecum vivit et regnat*.-
[*En latín: "Vive y reina."]
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-Ya está reaccionando... ¿Señor Goodman? ¿Qué tal se siente?-
Habían pasado unas cinco horas desde que Barnaby había llevado a un muy malherido Keith desde la desastrosa mansión Goldsmith al ala de urgencias, sus signos vitales estaban peligrosamente bajos al momento de internarlo, pero ahora que el Doctor Halsey se había encargado personalmente de verificar que el proceso de extracción del veneno fuera completamente seguro y exitoso, sólo debían esperar que Sky High recuperara energías. Halsey vio como Keith abría los ojos lentamente, tomó una pequeña lámpara para revisar las pupilas del héroes, revisó su ritmo cardíaco y apuntó el progreso en el expediente médico.
-¿Qué ha pasado...?- dijo, mientras intentaba que la cegadora luz no lo deslumbrara, mientras se sobaba la cabeza con una de sus manos.
-Doctor... ¿podría dejarnos un momento a solas? Le avisaré inmediatamente si le ocurre algo.- dijo con pesadez una voz muy familiar para él.
-Intente no agitarlo mucho, Ivan.- hizo una reverencia y el Doctor se marchó, cerrando la puerta de la habitación tras de sí.

Ivan se sentía muy culpable por lo que Keith estaba viviendo; entendía perfectamente que el ataque de Frank y Jason no lo podía haber evitado, pero lo que sí pudo haber hecho, era comportarse y no enfurecer más al enemigo.
-¿Cómo se siente, Keith?- preguntó sonrojado y con la cabeza gacha.
-Origami... ¿En dónde estamos?- decía un poco cansado.
-En el hospital. Frank Martínez le disparó y cayó inconsciente unos minutos después.-
-Es verdad... recuerdo que me quité una espina dorada del pecho y... y que me salvaste Ivan. Gracias, y de nuevo, muchas gracias...- dijo esbozando una ligera sonrisa, con los párpados pesándole y extendiendo una de sus manos para alcanzar las del muchacho. El joven se sonrojó más de la cuenta, el contacto de las suaves manos del héroe del aire le parecían algo parecido a un placer culposo, suave como las mismas nubes muy seguramente y aunque débil, firme al mismo tiempo. Pero sobre todo, se sintió sumamente apenado porque le dijera que lo salvó cuando el pensaba... o sabía que había sido por sus faltas que se encontraban en aquel lugar.
-Nada de eso, por favor. Si no hubiera hecho burla de Jason Keyes, nada de esto le hubiera sucedido, Keith. Fue mi culpa, estoy muy arrepentido y le ofrezco mis más sinceras disculpas.- se inclinó un poco para reverenciar al héroe herido, pero éste lo vio con mucha extrañeza.
-Ivan, tu me salvaste. Si no hubieras empujado a Jason, no sé que habría sucedido. Tal vez ya no estaría aquí...-

El silencio se hizo presente, el héroe del aire estaba demasiado aferrado a la idea de Origami salvando su vida que el mismo muchacho no podía hacerlo cambiar de opinión. Realmente él esperaba que la culpa le fuera echada en cara y disculparse y enmendar sus errores, ya estaba preparado mentalmente para ello, pero que en vez de ello le dieran las gracias por haber impedido lo que él mismo comenzó (según él), le parecía extraño, sacándolo así de sus protocolos de disculpa apropiados.
-¿Sabes cuando me darán de alta? Necesito hacerme cargo de John ¿sabes?-
-No se preocupe, ya he ido a su hogar a alimentarlo y pasearlo una hora... como usted acostumbra hacerlo.-
-¿De verdad? ¡Oh, gracias, Ivan..!- dijo, pero el héroe comenzó a toser un poco. Ivan se levantó y se dirigió a la puerta de la habitación.
-Iré por el doctor...- pero la suave mano de Keith lo detuvo.
-No es necesario... sólo... quédate aquí.- Ivan se sorprendió un poco, y aunque obedeció, Keith no retiró su mano.

Mientras Keith se sentía aliviado y tranquilo de que alguien estuviera ahí para el, Ivan por su parte, se sentía intranquilo. Su honor le exigía saldar la deuda, que aunque no fuera reconocida por el héroe del aire, estaba presente. El plan de acción que planeó rápidamente para poner en marcha a corto plazo era simple: superarse realmente a sí mismo, pero no para sumar más puntos en los marcadores de Hero TV, sino para poder estar a la altura de su colega y poder hacerse llamar digno compañero; aunque el verdadero trasfondo era que quería proteger a Sky High, y tal vez en un punto, poder llegar a salvar su vida de verdad.
Miraba como Keith descansaba tan plácidamente cuando una enfermera le avisó que en unos minutos tendría que salir de la habitación para que el doctor pudiera continuar con los chequeos; el asintió, se puso de pies pero antes de salir, se acercó y puso una mano suavemente sobre la frente de Keith.
-Lo compensaré... lo juro.- dijo finalmente, pero sintió la necesidad de propinarle un delicado y sutil beso entre los ojos. Levemente sonrojado, le dedicó una última mirada y salió de la habitación.

jueves, 5 de marzo de 2015

Su Majestad: Rey(na) de los Héroes. Capítulo 8. Revancha.

-¿Me recuerdan, desgraciados? Les traje algo de compañía...- dijo el hombre que había atravesado las compuertas de la gran mansión. Los invitados en la fiesta salieron apresuradamente pasando a un lado del hombre castaño, quién les había hecho una seña que denotaba claramente la expresión "Lárguense".
-Espera... tu eres el hijo del científico fallecido de Sword.. ¿Jackson...? no. ¿Jordan...? tampoco ¿James...?- intentaba recordar Kotetsu.
-Jason. Jason Keyes ¿cierto?- preguntó Barnaby en un tono muy serio. El hombre irguió su postura y sonreía ligeramente.- Tus poderes son más fuertes que antes aunque habías mencionado que estabas en declive... pensé que sólo había un antídoto en existencia.-
-Sí, lo había hasta que lo usaron en Wild Tiger... ¿Cómo lo ha asimilado tan bien, señor Kaburagi?- preguntó en un tono sarcástico, burlón pero también evidentemente molesto.- El que mi poder se haya regenerado ciertamente fue gracias a alguien de mi tipo, más bien... de nuestro tipo.-
-¿Un NEXT?- preguntó Anaksha, atrayendo la atención de todos a la respuesta.
-¿Les mencioné que traje compañía, cierto? Bueno, pues es hora de las presentaciones.-

Ivan Karelin se auto-consideraba una persona en control de sus emociones, acciones y demás aspectos personales; una persona que tenía la suficiente disciplina para enfrentar cualquier situación con la cabeza fría actuando con objetividad sin caer en acciones meramente viscerales.
Bueno, pues todo ese clamado perfecto auto-control, disciplina y equilibrio personal, pasó a valer absolutamente nada cuando ingirió siete rondas de sake, afectando su comportamiento en el momento más inoportuno.
Desde la parte de atrás, el chico Origami se aproximó lentamente a Jason, quien lo veía con curiosidad. Se postró a la defensiva de lo que fuese a hacer, pero no le restringió el acercamiento. Ivan levantó ligeramente su mano con mucha suavidad y sutileza, y cuando estuvo lo suficientemente cerca de Keyes, postró su palma sobre el hombre castaño y repentinamente tomó su apariencia gracias a su poder.
Todos los héroes lo miraban expectantes, mientras Origami Cyclone se daba la vuelta lentamente hasta quedar frente a sus compañeros, adoptando la apariencia de Keyes y con su voz correspondiente dijo:
-"Bueno, ez hora de laz presdentadciones."-

Burlándose del intruso, haciendo alusión a un acento muy remarcado en las eses, para después romper a reír como si no hubiera un mañana; hizo que todos, y en realidad, TODOS los héroes soltaran una carcajada que fácilmente inundaba la calle con su estruendoso sonido (incluso Barnaby rió un poco). Por supuesto que si no hubieran tenido niveles de alcohol en su sistema, ni Ivan hubiera hecho una muy graciosa imitación ni los héroes reído ante una situación que podía ser calificada como muy peligrosa; Jason tenía una expresión de molestia mezclada con curiosidad y disgusto reflejada en su rostro.
-Me alegra que se diviertan tanto, porque yo también me divertiré viendo cómo cada uno de ustedes héroes, muere hoy.- susurró claramente una voz que se escuchaba acercándose, justo por detrás de Jason Keyes y los escombros.
Un hombre bastante alto y delgado se mostró, de piel blanca y pálida, con cabello negro largo a los hombros y desordenado, llamativos ojos color dorado con ojeras violentamente remarcadas debajo de sus párpados, vestido con un elegante pero desaliñado traje sastre color negro, usando una camisa blanca abierta hasta el final de las costillas, muy del tipo gótico romántico.
Al Apollon Trío se le enfrió la sangre al escuchar "...cada uno de ustedes, héroes", ya que los únicos que habían revelado su identidad al público habían sido precisamente ellos tres (aunque a Kotetsu básicamente, lo había desenmascarado Maverick, y Ryan sólo exhibía su rostro, no su nombre de pila).
-¿Nos quieres muertos a nosotros tres?- dijo Barnaby intentando averiguar si sólo se refería al Apollon Trío al decir "héroes", pero sin dar pistas de que los demás presentes también lo eran.
-Antes de responderte, déjame presentarme propiamente: Mi nombre es Frank, pero estoy seguro que mi apellido les es absolutamente conocido, ya que mi hermano menor se llama, o más bien, se llamaba Jake.-
-¿Jake... Martínez?- preguntó Kotetsu con asombro y un poco de incertidumbre.
-Sí, al morir el, tomé control sobre su división en Ouroboros. Pero cuando falleció el presidente Maverick, yo ya había avanzado lo suficiente dentro de la organización, que no fue difícil apoderarme de ella completamente.-
-¡No! ¡Ouroboros murió con Maverick! ¡Mientes!- gritó un muy alarmado Bunny.- ¿Cuáles son tus intenciones? ¿Vengar a tu hermano?-
-En realidad odiaba a mi hermano. No me era ni simpático ni agradable en algún aspecto, pero concuerdo con su idea de que los NEXT deberían de ser los amos de la raza sumisa humana; lo que Maverick hizo fue meramente un deseo ansioso de poder, no quería lo mismo que nosotros, por eso desplazó a los NEXT y nos quiso sustituir por androides. Y aunque en cuestiones de disciplina y producción son más eficientes, jamás se podrán comparar con el hermoso poder que el creador nos ha otorgado. Tengo el poder de la sanación, y cuando Jason acudió a mi desesperado, la divina voz de su excelencia me hizo ayudarle, restaurando y curando sus células NEXT. Cuando tomé el control absoluto de Ouroboros, me infiltré a los archivos que guardaba el viejo... ¿y qué creen que encontré ahí? Pues absolutamente todos los datos de Hero TV, incluyendo contratos con empresas, patrocinadores y empleados. Pero la mejor parte es que los datos se actualizan diario, así que no pueden esconder nada de mi, por lo tanto...- dejó de hablar un momento y dirigió su mirada a todos los demás invitados.- Las identidades de todos ustedes: Anaksha, Keith, la hermosa Karina, Antonio, Nathan, Ivan y... ausente la joven PaoLin.- los héroes sintieron una presión terrible en el pecho, nudos en el estómago, miedo terrible de que sus identidades fueran expuestas, pero no sólo eso, sino que conocer su identidad, implicaba que podían atacar a sus familias y amigos... eso era lo que importaba.
-Si tu plan es matarnos hoy, no tienes oportunidad, amigo. Ya bien dijiste que sabes que somos los héroes de la Primera Liga de esta ciudad, eso nos convierte en nueve contra dos. Y me empiezo a preguntar seriamente como tus poderes de sanación podrán combatirnos.- dijo Ryan en un tono altamente desafiante, a lo que los demás héroes asintieron, sintiendo de nuevo confianza en las palabras del Príncipe de la Gravedad Errante.
-¿Recuerdan que el creador bendijo a mi estúpido hermano con dos poderes? A mí me concedió esa gracia también... ¿Quién quiere ser voluntario de una demostración?- dijo Frank, y con su mano, iba señalando con su dedo índice a todos los héroes hasta detenerse en Sky High, quien lo miraba expectante.- Desvía esto, maestro del aire...- y rápidamente de su dedo salió disparada una pequeña y larga espina color dorado brillante, que fácilmente Keith pudo haber desviado con una pequeña ráfaga de aire, pero el alcohol lo había desorientado tanto que su tiempo de reacción fue muy lento, así el pequeño proyectil se clavó con velocidad y sutileza en la piel de su hombro derecho. Originalmente, la espina tenía una perfecta trayectoria al corazón, pero Ivan (aún en la forma de Jason y después volviendo a la normalidad) empujó ligeramente a Frank para que el tiro se desviara, antes de ser desplazado duramente con un campo de energía del verdadero descendiente de Keyes.
-¿Qué... es est...?- quiso preguntar mientras balbuceaba y se tambaleaba, antes de caer al piso con la mirada desorientada, retirándose la espina de la piel con torpeza. Karina y Nathan se acercaron para sostener a Keith, notando que empezaba a sudar frío y a temblar progresivamente.
-¡¿Qué le hiciste?!- gritó la chica Blue Rose, enojada y expectante.
-Este poder me permite lanzar espinas venenosas. Considéralo afortunado, ya que si Origami Cyclone no hubiera interferido con mi disparo, sólo le quedarían quince minutos de vida.- refunfuñó molesto.
-Hay que llevarlo a un hospital aunque esté a salvo.- había preocupación en la voz de Fire Emblem.
-¿Pero quién te ha dicho que está a salvo, ingenuo héroe de fuego? Sólo he dicho que no morirá en quince minutos, pero si lo hará... Si el veneno de mis espinas no es depositado en un lugar cercano a las venas, provocará gangrena que incluso si se amputa la zona, es tan infecciosa que la toxina seguirá esparciéndose hasta el punto de invadir la totalidad del cuerpo en... tal vez dos o tres días.- dijo Frank satisfecho, y los héroes lo miraban con furia desbordante.- Es gracioso cómo el creador nos da estos regalos; puedo quitar y otorgar más vida. Soy como su representación terrenal...-
-Si puedes curar, entonces te obligaremos a sanarlo... ¡Hazlo de una vez!- gritó Annie, a un lado de Keith, al ver que no podía separar el veneno del torrente sanguíneo del héroe del aire.
-Aunque lo hicieran, no podría. Puedo sanar cualquier cosa, cualquier enfermedad mortal... pero no puedo sanar los estragos que causa mi propio veneno. A diferencia del chiste de tóxico que lanza Ms. Violet en la Segunda Liga, mi veneno si hace lo que promete.-

-¡¡Maldito!!- gritó Nathan furibundo mientras encendía sus manos con un hermoso fuego rojo, lanzándolo directo a la cara de Frank Martínez, presidente actual de la organización criminal conocida como Ouroboros. Jason saltó a su defensa, impidiendo con un campo de energía que el calor llegara al rostro de su salvador, quien se encontraba bastante ofendido por recibir un contraataque.
Con una perfecta precisión, alzó su mano y apuntó directamente al rostro de Fire Emblem, pero Antonio se interpuso entre la integridad de su amigo y la espina color dorado, endureciendo su piel haciendo que el proyectil rebotara con efecto nulo en la sólida superficie del héroe toro.
-¿Estás bien, Nate?- preguntó preocupado, mirándolo justo a los ojos por encima de su hombro.
-Yo... sí, creo que si.- contestó entre sorprendido y desorientado. Había un calor recorriéndole el pecho hasta llegar a sus pómulos, iluminando sus mejillas en un intenso rojo.
-Jason... mátalos. Ahora que están tan desorientados, no serán un reto muy difícil.- ordenó Frank.
-Sí, maestro.- asintió con una sonrisa macabra.
-¡No vamos a caer tan fácil, aún seguimos siendo ocho contra dos!- gritó Annie con entusiasmo.
-No subestimes su poder, mujer... sus campos de energía fuertes equivalen a 9 millones de pascales.- decía Frank.- según entiendo, tu plan original era estudiar Fisico-Química ¿es verdad? Entonces, ¿entiendes el lío en el que están?- Todos los héroes voltearon a ver a Anaksha expectantes, ya que definitivamente ellos no entendían de qué hablaba el hombre Martínez.
-¿Annie...?- preguntó Ryan al ver que su chica estaba pálida.
-Significa que... nos aplastará...- al ver la expresión confundida de los demás héroes, se apresuró a decir: -Eso equivale a un poco más de 84 veces la presión atmosférica... nos va a aplastar a presión.-
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-Señor Juez ¿necesita algo más antes de que me retire?-
-No, Lydia. Puedes retirarte.- respondió con su tono usual el Juez de Justicia, el señor Yuri Petrov.
Después de asegurarse de que su secretaria se marchara, comenzó a revisar una anomalía que había registrado el sistema de Hero TV hace unas pocas horas y lo mantenía intranquilo; alguien había pirateado los archivos confidenciales de la televisora usando la identificación y contraseña del fallecido Albert Maverick
¿Qué era lo que había visto ésta persona? La bitácora registró que el desconocido empezó revisando los contratos, los patrocinios, el perfil de cada héroe y la ficha personal de cada uno. Eso significaba que esta persona se interesaba en conocer la verdadera identidad de los defensores de Sternbild. Yuri buscó la ubicación de donde se había hecho esta investigación, pero la dirección IP era por alguna razón, irrastreable.
Aún así sintió una inconformidad por la escasa información que había obtenido al investigar, sintió una molestia y una punzante corazonada de que algo terrible podría pasar. ¿Dónde se encontraban los héroes? Oh, es verdad, en su oficina se corrían los rumores entre sus subordinados de que el Príncipe de la Gravedad Errante estaba dando una de sus tantas impresionantes fiestas, y algo recordaba en la fiesta de apertura de hace unas horas, que Fire Emblem levantaba la voz con un poco de emoción acerca de una fiesta, hasta que todos los héroes desaparecieron a los vestidores, tal vez muy probablemente a planear lo que harían en el resto de la noche.
No estaría mal darse una vuelta por la casa de Ryan Goldsmith, después de todo, esa noche tenía planeado patrullar por la ciudad, y si no pasaba nada, personalmente se sentiría más tranquilo; la intrusión al sistema con la cuenta de Albert Maverick justo hace unas horas y todos los héroes reunidos en un sólo lugar... ¿no podía ser una coincidencia, cierto?

Se colocó aquel traje de vivos con opacos colores y aquella máscara que representaba el terror psicológico de los criminales y el dolor de cabeza de los héroes, tomo su ballesta e iluminándose con las llamas respectivas de sus poderes, salió volando impulsado por sus pequeñas ráfagas hacia la mansión Goldsmith.
Cuando llegó, se postró en lo más alto de una antena cerca de la propiedad de Golden Ryan, aquella le proporcionaba una vista clara y panorámica sobre la fiesta, que a decir verdad, ya no parecía una fiesta; había gente (en terribles condiciones) intentando correr desesperadamente fuera del evento, fijándose con más detalle notó como la reja principal estaba totalmente deformada, rota y fuera de su lugar correspondiente. No se quedó a esperar algún otro indicio de destrucción y se dirigió a lo más alto del techo de la mansión Goldsmith; ahí se encontró con los héroes (que se veían un tanto ebrios, a decir verdad), Sky High yaciendo con una expresión agonizante, y dos figuras postradas frente a ellos.
El más joven de los hombres empezaba a crear rápidamente una esfera de luz entre sus manos, pero cuando reconoció a la persona que lo acompañaba, aquella de cabeza morena que miraba con expectación lo que fuese que sucediera... sintió casi cómo su corazón se detenía.

Rápidamente y para interrumpir la carga de poder del hombre (obviamente, NEXT), cargó con suma agilidad su ballesta, prendió la flecha en un intenso fuego azul con destellos verdes y la apuntó justo por delante de los pies del hombre castaño, quien volteó a ver qué lo había atacado, mientras en su rostro se dibujaba una inminente frustración.
Aquel tiempo que Lunatic compró, fue suficiente para que Barnaby iniciara su contador y fuera a toda velocidad a atacar a los integrantes principales de Ouroboros, aunque mucho no pudo hacer, ya que Jason envolvió velozmente a su Maestro en un campo de energía y con su ya mencionada asombrosa velocidad, salió huyendo de la escena casi dejando al conejo atrás, pero lo que realmente retrasó a Barnaby, fue la barrera impenetrable de llamas que se extendían descontroladamente por el césped del jardín de la mansión. Blue Rose apuró en apagar el fuego con su frío hielo; el jardín quedó hecho un desastre, estuvieron a punto de morir, Keith seguía herido, los criminales habían escapado y Lunatic había fallado un tiro perfecto... ¿o no?

Todos los héroes ahora se encontraban entre confundidos, asustados y aliviados, pero prefirieron dejar el análisis de lo que había pasado aquella noche para otra ocasión y llevar rápidamente a Keith al hospital. Barnaby, que aún tenía la mitad del tiempo libre en su contador, cargó en brazos al héroe del aire y se dirigió al centro médico de la ciudad de Sternbild. Wild Tiger hizo lo mismo y con la misma preocupación, activó sus poderes de igual manera y se apresuró para alcanzar a su conejo. Los demás se movilizaron, pero como estaban aún alcoholizados, confiaron en las habilidades de Annie (la única sobria) para conducir la enorme camioneta de Antonio y así llegar junto a los demás héroes.
En el camino, le pidió a Ryan que llamara al Doctor Carter Halsey, ya que era el único especialista del laboratorio de poderes NEXT con propiedades infecto-tóxicas disponible; le explicó la situación y para su buena fortuna, el científico no se encontraba lejos del hospital, lo que le facilitaba evaluar el daño producido en Keith rápidamente.
Tardaron unos quince minutos en llegar, y para cuando entraron al hospital y subieron al piso correspondiente, vieron a Barnaby y a Kotetsu hablando con el Doctor Halsey en una posición un tanto más tranquila, pero no menos preocupada.
El chico Origami prácticamente corrió para hablar con el especialista y cuando supo lo que Tiger y Bunny, sintió como la culpa lo carcomía violentamente desde dentro.
-He analizado el tóxico que infectó al señor Goodman, y me temo que sólo había unas pocas muestras en Sword antes de que "Contingencia Biológica" entrara en acción. Este veneno es unas mil veces más potente y mortal que el de Ms. Violet, y tarda efectivamente 15 minutos en infectar el torrente sanguíneo en su totalidad si se deposita en algún lugar cercano o directamente sobre las venas o arterias.
Sin embargo, su amigo ha corrido con suerte, ya que la espina venenosa cayó sobre su hombro evitando el corazón. Si no hubiéramos iniciado el tratamiento de eliminación de toxinas, se hubiera contagiado de una espantosa y mortal gangrena.-
-Frank Martínez dijo que aún así Keith moriría...- recordó una muy angustiada Karina.
-El veneno tiene un límite de 35 minutos para extraerse si no ha entrado en contacto con alguna zona peligrosa. Pasada la antorcha de este tiempo, ya no hay nada que hacer... que bueno que lo trajeron casi de inmediato, de otra forma, estarían despidiéndose de él ahora.-

El Apollon Trío y la nueva heroína, Black Xiaji, se reunieron en la cafetería para hablar mientras sus demás compañeros se encontraban en la sala de espera (menos Ivan, quien se sentía tan responsable de lo ocurrido, que salió a casa de Keith a pasear y alimentar a su perro, John, para después regresar y velar por el maestro del aire durante toda la noche y las que fueran necesarias).
-Barnaby... ¿qué piensas de todo esto? ¿Piensas que realmente Ouroboros haya sobrevivido?- preguntó Tiger.
-Analizándolo fríamente, no se me haría tan extraño. Creo que fuimos muy ingenuos al pensar que la organización se disolvería sólo eliminando al presidente.- respondió el conejo, regañándose de no haberlo pensado antes.
-Pero creo que aún el actual Ouroboros está muy débil...- dijo Anaksha, atrayendo la atención de todos.- Piénsalo, si aun fuera igual de fuerte que hace algunos años, Frank Martínez no hubiera atacado tan sólo con uno de sus militantes. Sin temor a equivocarme, podría decir que Jason es su más fuerte eslabón en el juego, ya que casi en todo momento dependió de él para atacarnos.-
-Tal vez tenga más subordinados, pero creo que tienes razón. Jason debe de ser el más fuerte.- asintió Barnaby.
-El chico debe de sentir una especie de deuda o algo así para obedecer sin rechistar, después de todo, Frank le devolvió sus poderes...- pensó Kotetsu, recordando lo sucedido.
-Si eliminamos a Keyes, eliminaremos a Frank.- dijo Ryan, finalizando la conversación con un plan... relativamente fácil.

viernes, 13 de febrero de 2015

Un poco de desahogo nunca es malo...

Hoy quiero contarles un poco de lo que me pasó hace unos días ( el martes, para ser más precisos).
Estaba frente a mi colegio, esperando a que lo que había pedido de comer en uno de los establecimientos callejeros terminara de cocinarse, cuando de repente veo a este chico lindísimo de ojos rasgados ver con mucha confusión su entorno mientras consultaba algo con un pequeño libro de color naranja; me preocupé que fuese algún turista perdido o algo así (ya que la zona en donde se encuentra mi colegio no es precisamente la más segura), así que cuando me estaba debatiendo entre preguntarle si necesitaba algo o no, se acercó él a mi.
Empezó hablándome en un espantoso español, he de decir, hasta que de repente lo escuché soltar una palabra en inglés, y comencé a hablarle en aquel idioma. Más aliviado, me dijo que estaba en busca de comida típica o usual (en todo caso) de la región (México es el país del que hablamos, por si no sabían ustedes de qué país hispanohablante soy). Me preguntó qué le recomendaba del lugar donde esperaba mis alimentos, pero a decir verdad, uno aquí ya está acostumbrado a comer cierta clase de cosas con cierta clase de preparación y cierta clase de higiene, en cambio él, no sabía de qué país o región provenía y me daba miedo de que se fuera a enfermar si comía de lo mismo que yo, así que lo dirigí al establecimiento que está a un lado del colegio, donde son más higiénicos, aunque sólo un poco más caros.
Agradecido inclinó la cabeza y cruzó la calle para ir a donde lo había mandado; mientras yo comía mi bocadillo "poco" higiénico me preguntaba una y otra vez qué era lo que hacía en aquel muchacho lindo y de ojos rasgados en un lugar como aquel; así que con determinación y haciendo mi timidez a un lado, acabé con mi comida, le di un sorbo a mi botella con agua y me dirigí hacia donde él se encontraba.

Lo encontré solo aunque había mucha gente alrededor suyo, le pregunté si se encontraba bien, y con una sonrisa (una muy encantadora) me mostró su ficha con el turno número quince marcado y me dijo que estaba bien, que ya había ordenado. Le respondí con la misma sonrisa y le pregunté si necesitaba otra cosa. Sinceramente, yo esperaba que me dijera que estaba bien y que ya no necesitaba nada (no porque yo quisiera que eso pasara, sino porque eso suele pasarme), pero para mi sorpresa, me dijo que estaba medio perdido y que pues casi nadie le entendía, y que si me podía quedar con él un momento, me lo agradecería mucho.
Me dijo que quería algo de beber, así que fuimos al 7 Eleven de junto y (de nuevo: como no sabía qué sabores elegir por estar todas las descripciones en español) me pidió que le recomendara algo. Le señalé una soda que es meramente mexicana y muy rica, abrió el refrigerador y tomó dos (podrá sonar un tanto simple, pero vaya que me pareció muy lindo el hecho de que me hubiera comprado una).
Después nos sentamos en una barda fuera del colegio y comencé a hablar en lo que el comía, le platiqué de algunas cosas interesantes aquí en México, algunos datos curiosos, le señalé en su mapa las zonas de la ciudad que tenía que evitar por su seguridad y demás. Él también me platicó un poco de su vida: para empezar, es japonés y su nombre (voy a cambiarlo para no comprometer sus datos o algo) es Kazu. También me dijo a lo que se dedicaba y lo que había hecho a través de los años. Eso me resultó un tanto curioso, porque me empezó a platicar de tantas cosas que había hecho que se me hacía difícil de creer para un muchacho de su edad. Y aquí viene lo gracioso; cuando lo vi, le calculé unos veintidós o veintitrés años, pero resulta que acababa de cumplir los treinta y uno (como buena fujoshi loca del yaoi, inmediatamente recordé a Kisa Shouta).
Tomó algunas fotos (entre ellas, una "selfie" de nosotros dos), tomé valor y le dije que si no tenía planes para el día siguiente (miércoles), tal vez yo podría llevarlo a conocer el Centro Histórico (importándome un pepino mis clases del día siguiente).
De nuevo, esperaba una negativa de su parte (conociendo la inseguridad ante las propuestas de un desconocido del mexicano promedio), pero en vez de eso, aceptó con mucho gusto mi oferta y yo simplemente me reprimí lo más que pude para ocultar mi emoción al respecto. Me pidió mi número telefónico ya que, en caso de que se perdiera, podría llamarme de un teléfono público y yo le pedí su perfil de Facebook. Le indiqué en dónde nos veríamos, a qué hora y cómo podía llegar desde su hotel y quedó el plan hecho. Lo acompañé en la estación del tren y nos despedimos con la promesa de vernos el día siguiente (aunque en la noche, por Facebook, me mandó un mensaje en el cual, decía que agradecía mucho mi amabilidad).


Quedamos de vernos a la 1 de la tarde, pero yo estaba tan nerviosa y ansiosa, que llegué a las 12:30. Bueno, aunque en realidad eso siempre me pasa, soy muy impuntual en ése sentido, pero prefiero mil veces llegar media hora antes, que un minuto después.
Me dediqué a esperarlo, pero cuando vi que habían dado la 1:12 y no llegaba, me preocupé de que me hubiera dejado plantada, o peor... de que se hubiera perdido. Gracias a que tengo señal de Internet en mi teléfono celular, accedí a mi cuanta de Facebook a ver los mensajes en caso de que me hubiera mandado uno diciéndome que venía tarde o que de plano, no venía. No me equivoqué mucho, decía en un mensaje que salió un poco tarde y que llegaría a la 1:15. Faltando tres minutos, me tranquilicé, pero al ver que ahora era la !:50, empecé a preocuparme de nuevo.
Pasaron pocos minutos cuando lo vi llegar, no entendí muy bien cuál fue la razón de su tardanza (aparte de haber amanecido tarde), si fue el taxi que lo llevó a pasear lejos de donde quería ir o se confundió en las conexiones entre rutas del tren, pero yo estaba feliz de que hubiera llegado. Pasó como media hora disculpándose por haber llegado tarde y me pareció la cosa más tierna del mundo, ya que en México se tiene la costumbre de acordar las reuniones a una hora, y llegar una o dos horas después (no muy buena costumbre).
El día anterior en la noche, vi una postal en mi cuarto que estaba bonita pero yo realmente no la quería para un fin en específico y decidí llevársela; cuando se la di, el sacó de su mochila una pequeña bolsa roja y me la tendió. Reprimiendo mi emoción de nuevo, le agradecí por el regalo y continuamos nuestro camino por una de las calles más importantes de la ciudad; avanzamos tan sólo un poco cuando le pareció ver caras conocidas y se acercó a saludarlos. Me acerqué a aquellas personas también y me explicó que los había conocido el día anterior en su visita a las pirámides de Teotihuacán, los saludé (hablándoles en inglés), me respondieron de igual manera en un tono alegre y tropical, a lo que uno de ellos me preguntó si era local. Al responderle que sí, que soy mexicana, me habló alegremente en un español con tintes de costa diciéndome que ellos eran cubanos. Después de algunas risas, tomamos caminos separados y llevé a Kazu a conocer muchas partes del centro, pasamos mucho tiempo juntos, me llevó a comer, comimos chocolates, fuimos a la Catedral Metropolitana, nos perdimos tratando de encontrar el hostal en donde se iba a quedar y por último, fuimos a la más bonita biblioteca de la ciudad, que también es en parte, museo.
Nos sentamos a leer aquel librito naranja, que eran algunas frases en japonés convertidas al español, pero era español castellano con algunos tecnicismos y frases auténticamente españolas, que aquí en México, no sirven o no se entienden o tienen un significado completamente distinto. Le expliqué aquello también.
Pero más que nada, pasé aquellos momentos aprovechando cada minuto que pasaba, ya que sabía que Kazu partiría con destino a Cuba a la mañana siguiente. Hablamos mucho, se preocupó de que tuviera frío, hubo un momento en donde empezó a llover ligeramente y él sólo se preocupaba porque la lluvia no me mojara... yo se y sentí que nos conectamos de una manera especial... cuando lo despedí, para que él tomara el tren y yo el autobús, lo abracé como nunca había abrazado a nadie en mi vida y le dije que esperaba con ansias el día en que volviera a visitarme. Vi en sus ojos un atisbo de tristeza que quiso ocultar, pero no me dijo nada acerca de ello.
Más entrada la noche, le mandé un mensaje diciéndole que me había encantado pasar el tiempo que habíamos pasado, y le pedí de favor si me podía enviar las fotos que había tomado, ya que las quería guardar y tenerlas para siempre como un hermoso recuerdo.
Me envió las fotos y me dijo que pensaba de la misma manera, que le había encantado conocerme y que nunca conoció a nadie tan amable como yo en ningún otro país.
En la mañana del día siguiente, justo antes de irse, me envió un mensaje, diciéndome que estaba en el aeropuerto esperando su vuelo, le desee buen viaje y que fuera con cuidado.

Podrá sonar tonto o simple o lo que sea, pero dos días me bastaron para enamorarme de Kazu. Hay muchas cosas que no conté, claro, porque hicimos y platicamos tanto, que pues por falta de tiempo no pude explicar más a detalle, pero sólo espero el día en que nos volvamos a ver... El día en que me devuelva mis sonrisas sinceras, aquellas que se llevó cuando se fue.


Until the next time... Kazu.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Pausas y cosas nuevas and all that shit D:

Bueno, primeramente una disculpa, por algunas razones académicas, he decidido pausar indefinidamente el fic de Tiger and Bunny: Su Majestad: Rey(na) de los Héroes.
He estado muy atareada, y aunque se acercan las vacaciones de invierno, me será casi imposible adelantar ya que tengo muchas prácticas por hacer y lamentablemente, las vacaciones me serán un mito este año. Por otro lado, si mi hermosa familia me ayuda, tal vez pueda continuar esto.

Ya tengo el capítulo 8 a medias, pero la verdad me hace falta pulirlo y no quiero publicarles algo hecho al aventón. Quiero dedicarle el tiempo necesario para redactarlo y que salga lo mejor posible porque es lo que ustedes se merecen.

Por otro lado, también una de las causas de que pause esto es por que, como algunos de ustedes ya saben, una de mis películas favoritas es Pacific Rim (la puedo ver hasta 5 veces en un día xD) y pues en una de esas veces, se me ocurrió una hermosa historia jamás contada que es como la precuela de la película que cuenta la historia del equipo ruso, Cherno Alpha.

Mi cabeza a estado por explotar estos días, exigiéndome sacar esta historia, que lamentablemente para algunos o afortunadamente para otros, no será yaoi. Pero si será sobre amor heterosexual y pues... ya ven que a mí me encanta escribir sobre el amor "prohibido" (lo pongo entre comillas porque todo el amor es bueno si las dos partes están de acuerdo... dos o tres o cuatro o más... todo se vale xD) y/ o con aventuras y suspenso.

En fin, gracias por seguir mi trabajo y espero que regresemos pronto a la acción, ya sea con cualquiera de éstos dos proyectos.
Ya nos volveremos a leer.