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viernes, 26 de marzo de 2021

Su Majestad: Rey(na) de los Héroes. Capítulo 36: La traición al Fariseo Parte I

Día 3 después de la primera aparición de la Brigada 731.


La brisa del viento chocaba contra las suaves mejillas del ajeno rostro que portaba Kaede Kaburagi; la brisa era fría y triste, aunque sabía que tenía que darse prisa para regresar al cuartel general de Ouroboros, y aun cuando corría a toda velocidad para llegar a su destino, era un destino en el que definitivamente no deseaba estar. No quería enfrentar la terrible sentencia de Jason Keyes, después de todo no había nadie que pudiera protegerla dentro de los dormitorios del cuartel general de Ouroboros, y tratándose del segundo al mando, Kaede sabía que ella misma era miles de veces más prescindible para el NEXT Supremo.


-¿Kae?- la chica venía inmersa en sus pensamientos, que no se dio cuenta que ya había llegado a la zona de contenedores, muy cerca de la fábrica. La voz que la llamaba era suave y protectora.- ¿Te encuentras bien? ¿Por qué tienes otro rostro? Si no fuera por el traje, debajo de tu ropa, no te hubiera reconocido.- Kaede cayó en cuenta que no había regresado al rostro de Origa Petrov, así que se concentró y lo hizo.

-Lunatic… yo….- la chica inhaló y suspiró profundamente, tomando valor.- Necesito contarte sobre hoy… todo lo que sucedió.- dijo, y al fin, rompió en llanto. Un llanto sórdido y desesperado del que salían abundantes lágrimas y jadeos consternados. Yuri se petrificó un momento sin saber qué hacer o cómo reaccionar, especialmente porque el rostro que lloraba era el de su madre y ese mismo hecho lo hacía angustiarse aún más; él mismo estaba a punto de reprender a la joven NEXT por ser descuidada, pero frenó sus intenciones en seco y adoptó una postura más relajada, dispuesto a escuchar todo lo que Kaede tenía para decir.

-¿Qué sucedió…?- preguntó el vigilante mientras se hincaba a la altura de la chica, tomó su mano y la envolvió entre las suyas, intentando tranquilizar a la chica para que su respiración se normalizara y no hiperventilara. Sin embargo, al instante sonó un tintineo en su reloj de muñeca. Era una alarma que indicaban las cinco para las siete de la tarde, la cena estaba a punto de servirse y Kaede tenía que tomar asistencia tal y como lo hacía Deino anteriormente.- Vamos adentro, si no llegamos a tiempo levantaremos sospechas. Haz tus tareas y cuando le lleves a Deino la cena nos quedaremos ahí y cenaremos con él. Dentro de la cámara donde está nadie nos escuchará y podrás contarnos lo que desees sin preocuparnos por oídos curiosos ¿de acuerdo?- la chica asintió, mientras se obligaba a tranquilizarse.

-Sí, Lunatic.- dijo finalmente, se limpió las lágrimas del rostro y ambos tomaron camino recto hacia El Vínculo.


La chica tomó la asistencia tan rápido como lo había hecho horas antes en el sermón del líder y NEXT Supremo de Ouroboros, Frank Martínez. Lunatic la veía trabajar de manera pulcra desde la esquina del gran comedor subterráneo en el segundo nivel, supervisando que cada grupo se sentara en su lugar designado y el orden del servido de la cena con el personal de cocina; primero los grupos de élite y después todos los demás. Claro que Frank y Jason eran atendidos de manera especial dentro de la oficina del líder de Ouroboros.

El vigilante observaba con entretenimiento el movimiento de los grupos dentro del salón, los NEXTs se alimentaban vorazmente y se marchaban a los dormitorios o al Vínculo a entrenar. Había muchas personas jóvenes, prácticamente niños que, como una vez Deino le explicó, no tenían a dónde ir o una familia en quién apoyarse; la idea de un refugio cálido, techado, con una cama propia y comida caliente todos los días era más de lo que podían pedir, por lo que daban su lealtad y depositaban una fe ciega y resignada a los deseos de aquel que los acogió. Le llamaba particularmente la atención que en el grupo Beta 2 había un par de hermanos gemelos, de no más de 8 años de edad, sonrientes y de mirada inocente pero con un poder que sólo podría describirse como sádico, en donde tan sólo con la mirada, hacían que la cabeza de un humano explotara de una manera terrorífica y escandalosa. Y así como ellos, habían muchos otros niños abandonados por sus familias, desechados como si de cualquier cosa se tratara o exiliados con terrible indiferencia de sus comunidades. Esa idea a Yuri le llenaba de ira, comprendía desde cierto punto las acciones de Frank y el odio de muchos de los otros militantes de la Organización hacia los humanos. Pero también comprendía que Kaede estaba en lo correcto, la bondad era mucha más en el mundo, aunque a veces se viera opacada por otra tanta maldad.


-He terminado aquí, Lunatic. Ya pedí en la cocina que nos envíen la cena al cuarto de Deino.- dijo la chica mientras acomodaba un paquete rojo bajo su brazo.

-¿Qué llevas ahí?- preguntó Yuri.

-Un botiquín. No voy a poder hacer mucho con esto, mas que darle unos analgésicos y ponerle unas vendas para hacer presión…- respondió con cierta tristeza y una intensa aura de impotencia.

-¿Pero por qué? ¿Qué le sucedió a Deino?- preguntó con preocupación al ver la amarga expresión de su joven apadrinada.

-En la mañana lo encontré muy mal, deliraba de cansancio y dolor… no ha podido avanzar demasiado en la fabricación de monedas, en la mañana tenía unas 95 hechas. Jason lo reprimió por eso, incluso a mí por defenderlo me asestó un golpe, pero a Deino creo que le fracturó una costilla y el Maestro se rehúsa a curarlo hasta que finalice con su tarea.-

A Lunatic le hervía la sangre escuchar aquello, pensaba en alguna forma de acabar con todo el terror que Frank estaba sembrando, pero el constante asecho y desconfianza del segundo al mando no le daba la libertad que se imaginaba que tendría para poder atacar primero. Sacudió la cabeza en señal de desaprobación, tomó la mano de Kaede y caminó hacia las escaleras para descender al tercer nivel.

La cena ya los esperaba en una bandeja junto al acceso a la cámara/bóveda en la que Deino estaba recluido, ningún NEXT ajeno a los líderes, asistentes o investigadores tenía permitido el acceso a esas instalaciones, o a ninguno de los cuartos de ese nivel. Kaede jaló la bandeja mientras Yuri abría la puerta con su código especial y ambos entraron. Pero la imagen que vieron no fue nada reconfortante. El chico dentro se encontraba demacrado, cansado y sangraba por la nariz de manera escandalosa, Kaede tomó rápidamente el botiquín y se abalanzó a auxiliarlo, Yuri se aseguró de cerrar la puerta y ayudó a la chica a limpiar la sangre y en vendar al débil muchacho. Una vez una poco más espabilado, se apoyó en ambos pares de brazos que lo sostenían y volvió a tomar asiento.

Lunatic se asomó al contenedor, era obvio el porqué del desgaste del chico. Kaede le había dicho que en la mañana habían aproximadamente 95 monedas, sin embargo, ahora se divisaban alrededor de 500. Deino estaba llegando a su límite, y eso al parecer no le importaba a nadie más que a ellos.

-Te trajimos la cena.- dijo Kaede en un tono de voz reconfortante mientras acercaba un vaso con agua a los labios del muchacho.

-Gracias por acompañarme, me hace muy feliz verlos.- respondió con una sonrisa cansada, con brillo en sus demacrados ojos.

-¿Cómo te sientes, Deino?- preguntó el vigilante, mientras se retiraba la máscara.

-He estado mejor.- dijo riendo levemente.

-Me alegro que por lo menos tu humor sigue intacto.- respondió Yuri sonriendo igualmente. Pensaba en la valentía del chico, era poco más que evidente que estaba muriéndose en vida, explotado por una causa errada y fanática, y aun así encontraba fuerzas para recibirlos con una sonrisa. Su fortaleza era digna de admirarse.- Hemos venido para hablar sobre unas cosas que Kae quiere contarnos.-

-Sí… sucedieron algunas cosas hoy, que con suerte significarán el final de todo esto. Escuchen…- decía la joven Kaburagi, mientras continuaba con su relato y ambos la escuchaban con atención y detenimiento mientras cenaban.


……………


-¿Hiciste qué cosa?- bramó Yuri levantándose de golpe de su asiento, asustado ante la posibilidad de que descubrieran a Kaede.- ¿Pero cómo pudiste arriesgarte de esa manera? ¿Sabes lo que te haría el desgraciado de Jason si descubre que hiciste la copia de ese archivo?-

-Esa es otra cuestión… no tengo que imaginármelo.- respondió resignada y con una sensación de asco.

-¿A qué te refieres?- preguntó Deino confundido.

-Él cree que Deino y yo… bueno, que tuvimos… intimidad.- decía sonrojada, el joven también se tornó colorado de rostro.- Y dice que si Deino ya estuvo conmigo, él también lo hará. Incluso… me tocó.- 

-¡¿Qué te hizo ese hijo de la gran puta?!- exclamó Yuri, verdaderamente furibundo y con un lenguaje que nunca había utilizado en su vida. Kaede cayó en cuenta de lo que había dicho y se corrigió rápidamente antes de que los ánimos de Lunatic se calentaran más.

-¡No es lo que piensas! Me estaba reclamando que llegué un par de minutos tarde al sermón y yo le contesté de mala manera. Dijo que mi carácter le gustaba y que lo encontraba… “excitante” y rozó mi cadera con su mano. Sólo eso.- soltó un pesado suspiro reprimiendo sus ganas de estallar en llanto.- No justifico que me haya tocado, pero afortunadamente no pasó a más. Lo que sí es que me dio a entender que lo iba a hacer… que me iba a forzar a…- la mano del vigilante se posó en el hombro de la chica, quien bajaba la cabeza, intentando mantener la compostura.

-Aunque te hubiera tocado tan siquiera un solo cabello, Kae. Ese maldito infeliz me las va a pagar.... No quiero que te preocupes más por él en ese aspecto, se lo prometí a tu padre y te lo prometo a ti: vas a estar a salvo así me cueste la vida ¿Me entendiste?- la chica vio con ojos acuosos a los del hombre quien la observaba con absoluta convicción de lo que decía y asintió.-No voy a permitir que ninguno de los dos vuelva a ser maltratado por ese imbécil. Yo me encargo de ese tema.-

-Por favor, Lunatic. Debes protegerla, yo… ahora no puedo hacer nada, no tengo cómo…- decía Deino, llorando con preocupación. El vigilante asintió y lo miró, haciéndole saber que todo iba a estar bien. Luego se obligó a tranquilizarse y tomó asiento nuevamente, respirando profundo y concentrándose en el primer problema.


-Kae, me dijiste que para no dejar evidencia de la copia que hiciste del expediente de la Brigada 731, lo escaneaste y guardaste directamente en un pendrive ¿cierto?- preguntó Yuri con cierta ansiedad, la chica asintió.

-Así es, para que no hubiera evidencia digital.-

-Entonces me imagino que también desconectaste la impresora de la red ¿verdad? ¿No la dejaste con conexión a la intranet de Ouroboros?- Kaede sintió que el corazón se le detuvo por un momento y sintió un violento vacío en el estómago. Abrió los ojos con incredulidad mientras éstos se llenaban de lágrimas y cubrió su boca con su mano, intentando articular alguna respuesta, pero ningún sonido salía de su garganta. El vigilante se percató enseguida de que, a pesar de no tener respuesta clara a su pregunta, ésta era obvia. Se dio cuenta que algún regaño o llamado de atención era inútil en aquel momento y con pesadez suspiró mientras su cerebro trabajaba a máxima capacidad para idear algún plan para seguir manteniendo la fachada de la chica.

-Perdóname…- respondió la chica con un llanto ahogado.

-Por ahora sólo necesito que permanezcas tranquila y, sobre todo, indiferente hacia cualquier insinuación de sospecha. Tú no sabes nada, ni has visto nada, ni hiciste nada ¿de acuerdo?- bramó Yuri molesto, aunque su molestia más bien se debía a que no sabía qué hacer cuando la Brigada 731 notificara a Frank y Jason sobre la copia ilegal del expediente.

-¿Qué planeas hacer?- preguntó el chico, cansado y con energía apenas suficiente para alimentarse y seguir el hilo de la conversación.

-Voy a ver si averiguo algo. Ustedes quédense, les avisaré si es seguro continuar aquí.-


…………………


A pesar de que Yuri Petrov estaba convencido de que no sólo los héroes de la Primera Liga Sternbild iban a tener un papel de suma importancia en la revolución que se avecinaba, sino también la pequeña resistencia dentro de las filas enemigas que se había formado de la triada de Kaede, Deino y él, no podía dejar de sentirse preocupado, y hasta cierto punto incómodo, de que tanto peso recayera sobre los hombros de un par de niños. Y además él era responsable por la vida de aquellos muchachos. “Thanatos, dame fuerza para llevar a cabo tus deseos, de preservar la vida, de cambiar nuestro mundo…” pensaba con pesadez, intentando sacar fuerza de su fe, de su Dios.

-Lunatic.- una voz muy familiar escupió su nombre con desdén, pero al mismo tiempo en su rostro estaba dibujada una sonrisa entintada de malicia.

-¿En qué te puedo ayudar, Jason?- contestó Yuri indiferente, aunque en su mente sonaba una voz que le repetía mil veces “lo sabe”.

-Afortunadamente, a mí en nada. Pero el Maestro quiere verte en su oficina. Necesitamos discutir algo contigo. Ahora.- espetó el castaño, a lo que el vigilante asintió calmadamente y caminó unos metros desde la puerta de la bóveda de Deino hasta la oficina de Frank. Dentro le esperaba el NEXT supremo, mirando una pantalla frente a él, se notaba molesto. El vigilante se retiró la máscara y la puso frente a su amigo, aquel amigo al que estaba traicionando.

-¿Qué es lo que te atormenta, Frank?- preguntó Yuri, mirando fijamente a los dorados y ojerosos ojos de Martínez. Jason hizo una mueca de disgusto, Yuri era la única persona que se dirigía al Maestro por su nombre y eso le parecía desagradable.

-Amigo mío, hay un infiltrado, un traidor que camina libremente entre nosotros.- espetó con molestia el moreno, el vigilante plasmó con pulcritud su rostro con sorpresa y molestia, como si de verdad le causara impresión la noticia que recibía.- Nico Rosberg, el segundo al mando de Vaako Kovalevskaya, me acaba de informar que se hizo una copia no autorizada del expediente de los perfiles de la Brigada 731. Necesito que me ayudes a hacer que el miserable traidor deje de burlarse de nosotros.- dijo seriamente, buscó en uno de los cajones de su escritorio y le entregó una carpeta de color verde fluorescente donde se leía “CONFIDENCIAL: PERFILES B731”.

-¿Aquí viene toda la información de la Brigada?- pregunto Yuri, recibiendo el expediente a lo que Frank asintió.-¿Me permites leerlo? Si voy a indagar por una copia, necesito saber lo que estoy buscando.-

-No dejaría a nadie más que a ti o a Jason leer esta información. Adelante, mi amigo.-


Yuri no lo podía creer, aunque afortunadamente la información que estaba en sus manos ya también estaba en poder de los héroes, era escalofriante la cantidad de poder y motivación que la Brigada 731 desplegaba con tan sólo diez miembros. Pero lo que más le desconcertaba era que hasta apenas en ese mismo instante, él mismo se estaba enterando de la descripción y perfiles de esta organización secundaria paramilitar, cuando ellos mismos se encontraban bajo amenaza del estandarte de Lunatic. ¿Es decir que las órdenes que seguían estaban cimentadas en miedo? Cada historia de cada miembro era profundamente dolorosa, era como si cada uno hubiera sido especialmente elegido por su martirizante contexto. Ellos no compartían la ideología radical de Martínez, sino que éste los controlaba amenazando al resto de la triada de los Sun On Yee… la propia idea le asqueaba, su ser del pasado era tan admirado por cientos de personas y temido por miles. Yuri nunca se detuvo a pensar que su personaje, Lunatic, no sólo era temido por criminales, sino por inocentes que eran erróneamente fichados como tal. Sintió una punzada en su pecho y una repentina urgencia de llorar pero se reprimió con gran disciplina, sabiendo que su escarmiento vendría después.

-¿Entonces los tienes amenazados?- preguntó mientras fingía admiración de manera excelente.

-Siento que hasta ahora lo sepas, pero cuando los amenacé con la Primera Liga de Héroes de Sternbild hasta a mí me dio risa. Esos héroes no son nada a comparación del poder que la Brigada tiene. Una de sus principales desventajas es que los héroes compiten entre ellos por un estúpido marcador, mientras que la Brigada funciona en equipo con la precisión de un reloj suizo: por separado son peligrosos, pero juntos son letales.- suspiró el moreno con cierto orgullo.- La única manera de controlarlos era someterlos ante un poder mayor, y ese eres tú. Implacable y tenaz, mi amigo. No tienen oportunidad si la amenaza eres tú, y ellos lo saben perfectamente.- Yuri asintió, fingiendo sentirse halagado.

-Y sobre la copia, ¿tienes algún sospechoso sobre quién podría hallar uso para esta información?-

-Hay algunos… Tengo la corazonada de que quien haya sido el responsable, quiere entregar la información a Hero TV. Yuri, entiendes que eso datos no pueden llegar a manos de los Héroes de la Primera Liga. Es claro que están destinados a fracasar en esta guerra, pero tampoco necesitamos que se sientan en ventaja y ralenticen nuestros planes.- el moreno hizo un desdén y bufó molesto.- ¿Ves la pequeña luz en el marco de la puerta? Es un sensor de células, escanea con precisión las células NEXT o humanas de todo aquel que cruce la puerta, y momentos antes de que se hiciera la copia registró dos tipos diferentes de habilidades: imitación facial y transmutación a arena. Estoy pensando en Joseph Hex y Carl Briyam del grupo Whiskey 3.-

-Muy bien, iré a investigar ahora mismo.- Yuri se levantó del asiento, tomó su máscara del escritorio y dio media vuelta dispuesto a salir de la oficina de Frank.

-Maestro, no podemos olvidar que su nueva asistente administrativa, también de Whiskey 3, tiene los mismos poderes que Carl Briyam. ¿Y si se trató de ella y Joseph Hex?- la voz de Jason sonaba malsana y cizañera, sus labios tenían una muy sutil sonrisa. Yuri se percató de que su cercanía a Kaede despertaba las malas intenciones de Keyes.- La bitácora registró la copia del expediente minutos antes de que se reuniera con nosotros en su sermón, Maestro. Creo que yo personalmente debería encargarme de su interrogatorio…-

-Ella no va a ser sometida a ningún interrogatorio, y menos tuyo.- la voz de Yuri resonó como un rugido por la habitación, empapado de enojo. Frank se sorprendió.

-Tienes que admitir que también es sospechosa, Yuri. ¿Por qué no quieres que Jason la investigue?- preguntó el NEXT supremo con desconcierto.

-Porque no pienso que sea sospechosa, adopté como mis protegidos a Kae y Deino, les estoy llevando por el camino de Thanatos, Frank. Vi en Kae la misma pasión que tú viste cuando la aceptaste en Ouroboros, y me responsabilizo por todas sus acciones. Sus mentes aún son jóvenes y pueden ser adoctrinadas por la palabra suprema con rapidez.- Martínez se sorprendió ante tal aseveración.

-¿Tanto confías en ella?- preguntó.

-¿Recuerdas cuando tú me acogiste hace tantos años? Estoy poniendo en práctica tus enseñanzas, y si queremos que este mundo podrido cambie, quiero hacerlo tal y como me lo enseñaste.- dijo Yuri mientras colocaba su mano en el hombro del moreno, que dejándose llevar por la labia de su amigo y sintiendo su ego de NEXT supremo halagado, le concedió la razón.

-Thanatos habla con la verdad, Yuri. Y si es el camino que te mostró, estoy de acuerdo, confío plenamente en tu juicio.- decía Frank, orgulloso del hombre de cabello claro que tenía frente a él. Jason por detrás bufaba molesto, disgustado ante la confianza que el vigilante y su Maestro se tenían.

-Por otro lado, Frank, quisiera comentarte otro problema que tengo con respecto a mis protegidos. Hubiera querido decírtelo a solas, pero me parece que dada las sospechas de Jason, este es un buen momento.- el moreno se extrañó pero asintió cediéndole la palabra a Yuri.- Me ha llamado la atención que cada vez que veo a Deino, está en peor estado. Sé que hacer el nuevo tipo de cambio para la era gloriosa que tenemos al frente es desgastante para él, pero pienso que es innecesario que Jason lo golpeé cada vez que tiene oportunidad. Así se concentraría menos en la costilla rota que tiene ahora y más en las monedas que necesita fabricar. ¿No te parece, Jason?- la mirada del vigilante se clavó como dagas filosas en los ojos del castaño.

-Simplemente le recuerdo cuál es su deber, nada más.- bramó.

-Ya veo… ¿Tu deber también es ser un depredador sexual o eso lo haces gratuitamente?- los ojos de Jason se abrieron tanto como pudieron y su expresión se tornó ofendida.

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